
Capítulo 29
Capítulo 29
La advertencia
[Región de Galar, Área Silvestre]
{En el futuro}
Narrador Neutral:
Una entrenadora pelinegra junto a su Morpeko corrían a través de un pequeño bosque que se hallaba al oeste de la Área Silvestre, con un objetivo en mente. El cielo era muy nublado.
— *jadea* "Para ser un plan imprevisto ellos dos han hecho bien en perseguir a Zapdos por detrás" — pensaba mientras corría, refiriéndose obviamente a Aoi y Arven.
La entrenadora localizaba muy lejos de ella a Zapdos, huyendo de los dos entrenadores a mucha velocidad.
— "Si logran moverlo hasta donde estoy corriendo yo, podremos rodearlo y con suerte poder combatir contra él, aún así no estoy muy segura de que el resultado vaya a ser muy bueno, muchos grupos de entrenadores, por la lógica y la probabilidad, habrán intentado acorralarlo y aún así el Pokémon legendario sigue intacto, quizá, la única manera que hay podría ser cansarlo, dudo que pueda correr por mucho tiempo, de hecho, cuando todos los entrenadores se retiraron del área silvestre era porque se había escondido, probablemente para descansar, si todo sale mal, debo tener la mirada fijada para ver donde se esconde" —.
El Morpeko de la entrenadora la advirtió de algo, esta preguntó y se dio cuenta de que Zapdos estaba más cerca de lo que ella había previsto, con suerte Arven y Aoi lo estaban trayendo hacia donde estaba ella.
— "No podemos dejar que nos rodeé" — pensó sería.
Con los entrenadores de Paldea, ellos ya estaban muy cansados.
— ¡¿Y como vamos a alcanzarlo...!? — preguntó Aoi.
— Ahí la chica misteriosa — la señaló — si llegamos a tiempo lo podremos rodear, es ahora nunca!
— Vamos!
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[Región de Galar, Isla de la Armadura]
{En el futuro}
El sol ya se había hecho ver hace bastante rato y toda la isla despertó, el dojo maestro volvió a llenarse de alumnos y todos entraron en su entrenamiento diario, excepto cierto jerarca que estaba dormido en su habitación, y muy cómodo.
Mientras este dormía por la madrugada, Celebi se cansó de esperar y con dos de sus dedos le tapó la nariz a Adaman, como no podía respirar correctamente este se despertó muy rápidamente al no poder roncar.
— ¡Ngh! — se quejó.
— Buenos días bella durmiente — serio.
— Mira quien habla... el que quería dormirse hasta muy tarde... — lo miraba con molestia.
— ¿Muy tarde? Son la una y media, ¿a qué hora te despertabas tú en Hisui? — preguntó.
— Depende del día, hay días en los que tengo que madrugar para entrenar.
— Bueno mejor hablamos de eso en otro momento, alístate que ya todo el mundo está despierto.
Cuando los dos salieron de su habitación arreglados, el pasillo en el que estaban estaba vacío, seguramente debían caminar hasta llegar al salón principal para presenciar a todos los entrenadores de allá.
— ¿Donde están Liko y Poppy? — preguntó el jerarca.
— Te tienen una sorpresa, te están esperando afuera, pero antes de nada...
— ¿Antes de nada?
— Buenos días Adaman, ¿has descansado bien? — preguntó Honey.
— Honey, buenos días a ti también, si he descansado muy bien, agradezco que nos hayas dejado dormir en el dojo — agradeció.
— El dojo es vuestro hogar, ¿por cierto con quien estabas hablando?, que yo sepa estas solo... — preguntó.
— ¿Que? Te habrás hecho imaginaciones yo no suelo hablar solo — mintió, rascándose la cabeza.
— Vaya, pues sígueme, te llevaré al salón principal — dijo amable.
— Se lo agradezco una vez más señorita Honey.
Después de haber recorrido y haber conversado por varios pasillos del dojo, Adaman y la patrona del lugar llegaron al salón principal, allí conversaban tranquilamente entrenadores de local, pero el jerarca no ignoró algunas miradas raras hacia él, después de todo, es normal, va vestido de una manera muy diferente a la de los demás.
El jerarca se cruzó con un entrenador particular, castaño, y con sus ojos del mismo color. Le recordaba a alguien, al haberse despertado hace pocos minutos no conseguía recordar quien era.
Antes de toparse con él, el chico susurraba algo que tanto Adaman como Celebi pudieron escuchar.
— ~Agh...! Es inútil... no se abre...! ~ — susurraba mirando un objeto que tenía en sus dos manos.
El chico casi se choca con Adaman, al estar tan concentrado intentado abrir cierto objeto no lo noto.
— Perdóname... —.
El entrenador rodeó a Adaman y se fue por su camino, no sin antes que el jerarca pudiera ver el objeto que intentaba abrir, era una Pokeball, pero era una muy diferente a las demás, completamente roja por abajo como por arriba y con los dos lados de color negro. Fue algo muy raro.
— ¿Y ese chico? — preguntó Celebi.
— "Ni idea, pero intentaba abrir esa Pokeball... que sujeto tan extraño..." — contestó.
— Mi marido sigue durmiendo, será mejor que esperes a que despierte, no debe quedarle mucho tiempo, ¿porque no te aventuras por el dojo?'— sugirió Honey.
— Sería buena idea patrona, pero mis amigas me esperan fuera, un pajarito me ha dicho que me están esperando fuera, con su permiso me retiro — hizo una reverencia.
— Vuelve cuando quieras, si es posible te avisaré cuando Mustard despierte — se despidió.
Al salir del local, el cielo estaba muy despejado y la luz del sol era más potente que la del día anterior.
— "¿Que me despierto tarde? Y que con Mustard, sigue dormido" — dijo Adaman.
— Pero él ya está viejo, que te sirva de excusa — molesto.
— ¡Adaman! — gritó Poppy.
— Buenos días Poppy, ¿has descansado bien? — sonriente.
— ¡Si! Por cierto Liko te tiene preparada una sorpresa, sígueme! — lo agarro de la mano.
— Eh.. o-okey... "Tu debes saberlo, ¿cuál es la sorpresa?" — preguntó mentalmente.
— Una sorpresa no es una sorpresa si no te sorprende, no te lo diré —.
— "Perra" —.
— Lenguaje por favor... — ni se molestó en enojarse.
Un poco más allá del dojo, Adaman, Celebi y Poppy se encontraron con un combate Pokémon, era un Drednaw enfrentándose a un Lycanrock forma diurna, la tortuga era el Pokémon de una entrenadora particular que el jerarca no conocía, el Lycanrock, para sorpresa del jerarca, era de Liko, que esta estaba muy concentrada con el combate.
— "¿Desde cuando tenía un Lycanrock en el equipo?" — preguntó Adaman confundido.
— Desde esta mañana, no paraba de decir que quería entrenar entrenar y entrenar y está líder de gimnasio que según recuerdo se llama Nessa cedió — explicó Celebi.
— "Cierto, recordaba que Mustard me dijo que dos lideres de gimnasio habían venido a pasar las vacaciones en esta isla... pero aún no me saco de la cabeza como ha podido mejorar en tan poco tiempo..." — confuso.
— ¡Liko ha atrapado unos tres Pokémon mientras tú no estabas, ella sola! — dijo Poppy eufórica.
— ¿Que? — impactado — "Espera espera, ¿es esa la Liko que conozco...?"
— Si pero de un momento a otro la chica apareció súper motivada diciendo que necesitaba entrenamiento para no sé qué cosa, ¿a ti no te dijo nada ayer? — preguntó Celebi.
— Em....
Y si, logro recordar algo:
"
— Gracias por contármelo Adaman, siempre tendrás mi apoyo, te prometo que me esforzaré, a la mañana siguiente me verás como si fuera una persona diferente — le dijo, muy apegada a él.
Al jerarca le confundió lo último que dijo la chica.
— ¿Una persona diferente? —confundido.
— Si, diferente — confiada.
"
— "Si... recuerdo algo... pero tampoco me esperaba que estaba diciéndolo de verdad, literalmente parece una persona diferente.." — decía mientras observaba a Liko combatir.
— Se ve que es buena haciendo promesas... — comentó Celebi.
Al acabar el combate, Liko se acercó corriendo luego de lograr vencer a la líder de gimnasio de tipo agua, estaba muy satisfecha del resultado de sus esfuerzos.
— Adaman!
— Buenos días — sorprendido — A qué hora te has despertado...?
— ¿A las siete...?
— ¿Y no tienes sueño ni nada? has dormido aproximadamente cinco horas...
— No, después de haberte prometido que me iba a hacer más fuerte no he parado de entrenar, le pregunté a Mustard, que ya había llegado al dojo, y este me recomendó entrenar con Nessa, ella me enseñó a capturar Pokémon y ahora tengo cuatro — orgullosa — Y todo eso en cuatro horas de la madrugada.
— Vaya, ¿y como es tu equipo? — interesado — "es increíble, yo durmiendo y ella mejorando a la velocidad de la luz".
— Cierto, no nos podemos confiar, debemos seguir mejorando — dijo Celebi.
Liko lanzó tres Pokeballs al aire y tres Pokémon se materializaron delante del jerarca y el Pokémon singular. Era un Sligoo, evolución de Goomy, Lycanrock, evolución de Rockruff y un Blastoise, última evolución de Squirtle.
— ¿De donde has sacado el tiempo de conseguir un Blastoise... estoy alucinando...? — incrédulo.
— Nop! Al ver mi mejora en los combates, Honey me regalo uno de dos Pokémon que podía escoger, un Bulbasaur o un Squirtle, y como ya tenía a Sprigatito elegí a Squirtle —explicó.
— Pues si que han evolucionado rápido... realmente estoy orgulloso de ti, buen trabajo Liko — le puso una mano en la cabeza.
— Jeje... ya sabes que lo hice por lo de ayer... estoy harta de no ser de utilidad — dijo.
— Tú debes ser la persona de la que tanto me hablaba Liko, soy Nessa, encantada —.
— Soy Adaman, encantado de conocerte, tú debes ser la líder de gimnasio que tanto me hablo el maestro — le estrechó la mano.
— Correcto, me he pasado toda la mañana entrenando a tu amiga, y si que ha mejorado —.
— Supongo que te debe una.
— ¿Y bien que te ha hecho venir aquí, es solo porque he venido yo a tomar las vacaciones y querías conocerme?
— No, no... te equivocas no soy un interesado — sudando y con una medio sonrisa — Vengo para detener a Moltres, y también para proteger al dojo maestro de ella.
— ¿Moltres? — confundida.
— ¿A ti no te lo dijeron?
— ¡Chicos! — gritó una voz alla a lo lejos.
Los tres avistaron a Honey, que esta los estaba llamando desde la entrada del dojo.
— El maestro Mustard ha despertado, quiere hablar con ustedes sobre un asunto serio — advirtió.
— "Ahora sí que si" — pensó Adaman.
...
Después de entrar, Honey los guió hacia una sala donde se encontraba Mustard sentado en un sofá viendo el televisor, este sonrió de satisfacción al verlos llegar.
— Vaya vaya habéis llegado...
Adaman y Celebi se dieron cuenta que no eran los únicos que habían acudido al llamado del maestro, también en la sala se encontraban aquellos dos hermanos de pelo castaño y otro líder de gimnasio de tipo fuego, no los conocía.
— Os he reunido para hablar sobre un asunto muy serio, pero antes de nada debo preguntar... ¿os conocéis todos? — preguntó el anciano.
— No Mustard, creo que no nos hemos presentado — respondió el hermano castaño.
— Bien pues dejadme a mi hacerlo, a Liko ya la conocéis, pero a este entrenador que veis aquí no, se llama Adaman, y él fue quien me advirtió del problema que tenemos actualmente en esta isla, Adaman como bien sabes esa entrenadora que ves aquí se llama Gloria, y este es su hermano, Víctor, ella es Nessa y el Kabu, dos lideres de gimnasio — dijo.
— Es un gusto conoceros — hizo una reverencia, a lo que los demás hicieron lo mismo.
— ¿Y bien maestro que sucede? — preguntó Víctor.
— Resulta que hay una ave legendaria rondando por esta isla — delató.
Todos se sorprendieron.
— ¿Y como es eso posible? — preguntó el castaño.
— Adaman — ordenó el anciano.
El jerarca asintió y sacó de su bolsillo un smartrotom de color negro, cuando lo hizo le mostró a todos a través de esa pantalla pequeña varios vídeos y reportes de los ataques violentos de las aves legendarias de Galar, o mejor dicho, las aves legendarias del pasado.
Menos Liko y Gloria, todos los entrenadores presentes se quedaron con la boca abierta, todo el mundo se había dado cuenta de este desastre menos aquella isla.
— Hace un día se han reportado tres apariciones en esta región, cada una de ellas son Pokémon legendarios, todas las noticias sobre este caso se han hecho popular en poco tiempo, ¿el motivo? Resulta que son un tipo de dobles de las aves legendarias originales, hablando claro, hay seis aves legendarias rondando por Galar — explicó Adaman.
Todos escuchaban con atención.
— Y bien acompañado de esta entrenadora, que supongo que ya la conocéis — puso una mano en la cabeza de Liko — he venido a esta isla sabiendo que estabais desconectados del mundo exterior para advertiros que el doble de Moltres se encuentra en esta isla, ahora mismo, sobrevolando todas las zonas.
— Hemos venido para apoyar al dojo, necesitamos detener a esa ave cuanto antes — dijo Liko.
— Entonces, si no entiendo mal, venís para brindarnos apoyo para poder prevenir una catástrofe en esta isla y en toda Galar, ¿no es así? — dijo Kabu.
— ¿Y que hacemos de brazos cruzados, sabemos donde se encuentra? — preguntó Víctor.
— No Víctor, no sabemos dónde está, por eso no podemos hacer nada por el momento... — le dijo su hermana.
— ¿Espera Gloria, tú sabías de esto? — sorprendida.
— *asiente* Adaman nos lo contó a Mustard y a mi antes que a ustedes, estábamos en la Torre de las aguas... — explicó.
— Por ahora nos toca mantener la calma y la paciencia, debemos esperar a que salga Moltres de su escondite — dijo Mustard.
— Iré a advertir a todo el dojo — dijo Nessa y acto seguido se fue.
— ¿Adaman, has viajado mucho para llegar hasta aquí? — preguntó Víctor.
— No fue un viaje tan largo, llegue gracias al Braviary que tengo conmigo, pero si calculamos la distancia con un vuelo en avión diría que se tardaría tres horas en llegar — dijo.
— Entiendo —.
Víctor y Adaman se estrecharon la mano y se separaron un poco del grupo para hablar tranquilamente.
— ¿Y dime eres entrenador verdad?
— Si, aunque actualmente estoy creando un nuevo equipo Pokémon, ya me entiendes estoy aburrido de usar siempre a los mismos Pokémon — mintió el jerarca.
— Si te entiendo, yo también cambié mi equipo Pokémon solo que fue a mitad de mi aventura por esta región, como mi hermana siempre conseguía ganarme en combate tenía que ajustar cuentas — explicó.
— ¿Y has conseguido remontar?
— Si los tres últimos combates la he ganado, sin embargo ninguno de nosotros dos hemos podido derrotar a Lionel, él es el actual campeón de esta región y es muy fuerte junto a su Charizard —.
— Mh, es lo que hay, hay personas que nacen para los combates, igual que hay otras que nacen con otros talentos ocultos.
— Ahí tienes razón.
— Con que tú y Gloria sois hermanos, realmente os parecéis mucho.
— Je, perdónala si es tímida contigo, en verdad no es así, lo que pasa es que necesita tener confianza con quien habla para ser la Gloria que en verdad es — dijo — Una entrenadora valiente, confiada y talentosa, eso es lo que en verdad es.
— Suponía que era una entrenadora fuerte, se le ve en la cara — dijo.
— Lo es.
Y ahí se quedaron los dos, hablando sobre su vida, mientras Celebi estaba en la cocina bebiendo un poco de agua de la nevera.
Fin del Cap.
La historia continúa...
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