Capitulo 8

La destrucción siempre vuelve

[Región de Hisui]

[En el pasado]

Las molestas y ruidosas explosiones que se desataban en el templo dejaron de emerger del mismo, destruyendolo casi por completo, allí, la sangre derramada era más que suficiente para describir una buena masacre, se encontraban varios cadáveres, demasiados, como por ejemplo, el de un niño joven con una boina roja, un adulto azabache con una armadura negra... Todos muertos.

Todos menos una persona, que fingía estar muerta en el suelo, por miedo a que Volo pudiera descubrir que en realidad no la había matado, era Irida, herida.

— ... — Volo solo vigilaba todo el ardiente escenario en el que se habia convertido el templo.

Cuando se convenció de que mató a todos los entrenadores de ahí, se calmo, se dio la vuelta y le dio una orden a Giratina para que pudiese abrir una grieta interdimensional, lo hizo, y sin dudas, Volo cruzó al otro lado del portal, yendo a un sitio desconocido a hacer alguna misión.

Cuando se fue acompañado de Giratina, solo quedó el ruido y la presencia de las llamas que cubrían el sitio, Irida se intentaba levantar, es cierto que se hacia la muerta, pero eso no quiere decir que no esté herida, se había quedado sin Pokémon y sin opciones.

— ... ¿Adonde... fue...?

Presa de la sangre perdida, Irida cayó desmayada al suelo, alguien debía a ir a rescatarla cuanto antes, la cantidad de humo que provocaba el fuego podría envenenarla.

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[Región de Sinnoh/ Columnas Lanza]

[En el futuro]

— El chico tardará en venir y al fin podré crear un mundo nuevo, manipularlo a mi antojo, injusto con las personas que se merecen la injusticia, un mundo balanceado, muy lejos de este.

Un señor, con más de veinte años, con voz grave y pelo azul se hallaba en el centro de un templo antiguo completamente destrozado.

— ... No... siento su presencia, fallo mío haber cantado la victoria en tan poco tiempo, al fin y al cabo, quien ríe último, ríe mejor — serio.

— ¡CYRUUUS! — gritó una voz muy molesta —¡PAGARAS TODOS TUS PECADOS COMO SIGAS ADELANTE! ¿ME OYES? ¡TE ARREPENTIRAS!

Aquel señor, llamado Cyrus, se tardo unos segundos en girarse, como si no le importará lo que venia a hacer aquel humano, como si el destino de todo ya estuviera escrito.

— Has venido a pesar de todos los obstáculos que bloqueaban el monte, ¿debería felicitarte... o insultarte por la idiotez que acabas de cometer?

Cyrus le hablaba a un joven entrenador, con un rostro muy parecido a Rei, aquel chico que falleció. Este estaba molesto.

— ¡¿Idiotez?!

— Has venido muy tarde Lucas, desgraciadamente, con esta cadena roja que he creado los dioses me oirán únicamente a mi, no a ti, el equipo Galaxia por fin creara un nuevo universo.

— ¡¡Ni en un millón de años, aquel universo que intentas crear es absurdo, nadie lo aceptará ni aprovechara exceptuando a un asesino como tú!!

— Deberías callarte niño insolente, te estoy dando unos minutos para marcharte, si no lo haces te quitare la vida — amenazó.

— Quitamela si es que puedes -.

Una intensa brisa golpeó las Columnas Lanza, que era así como se denominaba el lugar luego de cientos de años después.

— Soy Cyrus, líder del equipo Galaxia, se me da muy bien quitar las cosas a los demás —.

— Y es simple porque lo haces.

— .... ¿Porque?

—Las quitas por que tu tampoco las tienes.

— .... Ya es suficiente, te mataré.

Antes de lanzar la Pokeball, se escuchó el tremendo ruido de una grieta abriéndose por el templo destruido, los dos entrenadores presentes se sorprendieron, era un estruendo enorme.

Los dos alzaron la cabeza para poder presenciar la brecha oscura que se había abierto en el cielo, de ella energía una extraña energía terrorífica, era una especie de portal.

— ¡Buenos días! ¿Interrumpo algo? — preguntó Volo, sonriendo de forma diabolica.

Este se encontraba encima de su dragón oscuro, el dios al que ahora en adelante venera, un ser de otro mundo.

— ¿Q-quien eres tu? — pregunto Lucas, un poco aturdido por la repentina aparición.

— Yo no soy nadie en este mundo, pero si soy una persona fuera de este, ¿quién soy?

— ... — el joven no sabia que responder.

— Soy la esperanza, y con eso me refiero al futuro de este pobre señor que intenta crear su nuevo y estúpido universo sin el consentimiento del dios Giratina — explicó.

— ¿Y yo?

— Tú no eres nada, desaparece —.

Giratina creo una esfera aural y se la arrojó en dirección directa al entrenador.

— ¡AH! — gritó por última vez.

El ataque le alcanzó y lo desintegró en frente de Cyrus, con todo lo que le había costado por perdonarle la vida y tenía que venir un monstruo a arrebatarle la vida.

Cyrus ignoró la muerte de Lucas y pregunto algo, tranquilamente, hacia el rubio.

— ¿Mi esperanza, quien eres tu para escribir mi futuro?

— Soy Dios, te diré algo líder del equipo Galaxia, ¿quieres poder verdad?

— Si.

— ¿Y lo quieres usar por tus propios bienes no?

— También.

— ¿¡Harías un pacto con el diablo para poder cumplir tus ideales no es así?!

— Haría... lo que fuera.

— Entonces te pediré una cosa, yo soy capaz de otorgarte lo que más necesites para cumplir tu propio sueño, pero ahora necesito que me des esa cadena roja.

— ¿Para que la necesitas?

— Esa cadena tiene el don de controlar a los grandes dioses que nos vigilan más allá de la realidad, si fuera capaz de traspasar la realidad podría convertirte a ti y a los demás en los seres más poderosos de la existencia misma, unos sobredioses, dejaríamos de ser humanos por completo — sonreía.

— Suena bien...

— ¿Verdad? Ahora dame la cadena.

— Primero otorgarme lo que necesito, que entre en profunda confianza contigo, con mi esperanza.

— Como usted quiera, que mi Aura, que la aura de la esperanza os engulla, que os manipule, que os guíe a vuestra propia gloria, a vuestra justicia — empezó a orar Volo.

Una energía siniestra y oscura alcanzó el cuerpo de Cyrus y empezó a adentrarse en él, se sentía verdaderamente diferente, un humano diferente, un ser distinto, sus ojos adoptaron un color rosado, un rosado demoniaco.

— Me siento... renovado... si... ¡si, esto me gusta!

Volo ignoró lo que exclamaba Cyrus y empezó a orar un testimonio cerrando los ojos.

— Al humano pobre le dio por mirar al lado otro de la luz bella, la bestia superior decidió la mano agarrar de un inferior pobre y no la de un superior mayor, los juntos seres la cabeza alzaron para observar el nocturno cielo, por siempre apoyando la maldad maliciosa —.

Cyrus cambio la expresión de su rostro y empezó a repetir lo que decía su nuevo rey, el Testimonio del Grande.

Una gran energía maligna irradiaba calor y destrucción alrededor suyo, pero ellos seguían y seguían repitiendo el mismo testimonio, cuando acabaron de orar, Cyrus, que se había transformado en una persona totalmente renovada, le dio la cadena a Volo.

— Ahora, cruza ese portal y reunete con Giovanni, estoy seguro de que hareis un buen equipo, no tardare en hacer tuyo los dioses del tiempo y el espacio, solo ten paciencia— sonrió asegurado — Por nuestros ideales.

— Entendido mi señor, por nuestros ideales —.

Cyrus cruzó la grieta y desapareció de la época.

— ... "Ahora me toca activar la cadena..."

La cadena roja empezó a brillar con potencia.

— "Lo sé Adaman, se que piensas en mi, sé que te intentas preparar junto a esa cebolla asquerosa que te acompaña para lo que se avecina, y es lo mejor que puedes hacer, de igual forma, nada será como antes a partir de ahora, de ahora en adelante, nada ni nadie escapara de mí, no importa en que época vivas, tarde o temprano, yo estaré ahí, tarde o temprano, la destrucción siempre vendrá, y siempre volverá. Soy un ser inevitable, crearé un ejército, crearé lo que sea para volver a verte la cara y poder decirte que todos tus seres queridos no regresarán, que has perdido, y cuando te vea, me encargaré de hacerte recordar como mato lentamente a tu familia, miles, miles, miles y millones de veces, no estaré satisfecho hasta poder reírme de las lágrimas que recorrerán tus mejillas, porque la destrucción siempre vuelve, y siempre volverá. Te odio Adaman, te odio, pero amo el sentimiento del odio porque es lo que me motiva a seguir mis ideales, a conquistar el tiempo y el espacio, a descubrir en qué maldita época te encuentras, el odio es el futuro, es mi esperanza, la esperanza a arrancarte todo el corazón latente que tienes en tu interior, ¡JERARCA DE MIERDA!"

Dos seres divinos, uno de un color azul y el otro rosa, conquistaron el cielo, alumbrando todo el templo, todo eso gracias al llamado de la Cadena Roja, Volo consiguió invocar a los seres que manipulaban la realidad.

— "La flauta será mía y conoceré a Arceus por ti, ah, y por última vez te lo digo, recuerda:

...La destrucción... siempre vuelve...

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— Vaya vaya vaya... — dijo Cyrus al haber cruzado el portal — Es solo viajar en el tiempo y ya me encuentro un conflicto serio, ¿eh?

Cyrus presenciaba como un pokemon psiquico artificial hacia levitar a una chica rubia del suelo, estrangulandola poco a poco.

— ¿Puedo entender el contexto? — le pidió Cyrus al entrenador de ese Pokémon poderoso.

— La niña se hizo la muerta delante de nuestro señor, no se merece ningún respeto — dijo un poco molesto.

Cierto, Irida había sido descubierta gracias al poder psiquico de Mewtwo, que percibió su consciencia, se podría haber salvado de Volo haciéndole pensar que estaba muerta, pero de un Pokémon como Mewtwo no.

— "Mierda... tendría que haber escapado antes..." — se maldijo Irida, apretando los dientes.

— Cuál es tu nombre, estamos en el mismo bando por lo visto — preguntó Cyrus.

— Giovanni, ¿tu eres Cyrus?

— Sorprendente, ¿como lo sabes?

— Existes en mi época, eras el supuesto líder del equipo Galaxia que intentaba crear un nuevo universo, ¿me equivoco?

— Ya veo... disculpame por mi ignorancia pero yo no puedo reconocerte...

— Descuida, ahora tenemos dos personas a las que sacrificar en nombre a nuestro señor en este momento.

— ¿Dos?

— Mewtwo —.

— Voy — dijo telepaticamente.

Con su extraña fuerza, el Pokémon artificial arrastró hacia Cyrus una joven entrenadora inconsciente, que ya se había peleado contra Giovanni.

Irida se sorprendió al verla, por mucho que estuviera sufriendo.

— ¡A... Akari...!

— Jerarca del clan Perla, el señor Volo me ha ordenado recolectar información importante acerca de tu compañero, el jerarca del otro clan al que tu odiabas, tu me darás esa información — dijo Giovanni.

— Prefiero la muerte... antes de decírtelo — gruño Irida, siendo estrangulada lentamente.

— ... Mewtwo, liberala —.

Mewtwo liberó a Akari de su poder psiquico, esta se despertó pero Cyrus la inmovilizo agarrando su cuello por atrás, el Pokémon artificial amenazó con una bola psíquica, que podría desintegrarla en segundos.

— ¡Akari!

— Igual no te importa perder la vida, pero creo que si que te importará la suya, ¿verdad?

— ¡Irida olvídate de mi, no merezco la pena! — exclamó Akari.

— Cállate, ¿o quieres que te lleve con tu hermanito? — le susurró Cyrus en la oreja.

Irida apretó nuevamente lo dientes con estrés.

— Te lo preguntaré una sola vez...

— ... —.

— ¿Adonde... fue... Adaman?

— ... —.

— No lo repetiré, si no habres la boca esa niña se muere — amenazó.

— ... ... Entro en una grieta de Giratina y se fue 300 años justos al futuro... eso es lo único que sé... — confesó Irida, abatida.

— ¡No Irida!

— Mewtwo —.

—... Dice la verdad — dijo Mewtwo luego de leer su mente.

— Me lo intento tomar lógico pero... ¿como sabe a que época se ha dirigido esa dichosa persona? — preguntó Cyrus.

— Simple, la información que Volo me ha dicho de Adaman es muy poca, pero sabemos que lo acompaña un Pokémon singular, capaz de atravesar épocas, seguramente se lo habrá contado a la chica esta — adivinó Giovanni.

— Has acertado... hijo de puta... — dijo Irida.

— ¿¡Que?! — gritó Akari.

2
HORAS
ANTES

Adaman y Volo cruzaron las grietas y se adentraron en otro mundo, abandonando Hisui, Irida estaba aliviada, pero también en alerta, Volo podría volver en cualquier momento para matarla, pero se llevo la sorpresa de que primero la visitó una criatura verde y pequeña, que provenía del otro mundo.

— ¿Que eres tu?

— Eso no importa ahora, solo vengo a avisarte que el jerarca del clan diamante se despedirá de este mundo por el momento, lo mandaré al futuro, 300 años para ser exactos, ¿entendido?

— ¿¡Se irá, porque?!

— Es la única opción si queremos que sobreviva— advirtió Celebi, serio.

— ... .... ... ... Suerte.. —.

Celebi sonrió y cruzó la grieta de nuevo.

— Tú también, sobrevive — le suplicó antes de marcharse.

Tan pronto como el portal se cerro, se abrió otro inmenso y de ahi aparecio Akari, llorando por la "perdida" de Adaman.

— ¡Akari, sigues viva!

— I... Irida... — susurró entre lágrimas.

AHORA

— Perfecto, ya sabemos donde se encuentra nuestro objetivo —.

— ¿Y que hacemos con estas?

— Ahora nos vais a matar aunque os hayamos respondido a vuestra pregunta, ¿verdad? — intento adivinar Irida.

— ... No, no somos monstruos, seguimos teniendo corazón, os perdonaremos la vida, podéis aprovechar el tiempo intentando encontrar a esa niña pequeña que intentaste proteger, Akari — propuso Giovanni.

— Gh... Cuando me di cuenta de que Adaman seguía vivo solo me autoconvenci de que él podría retar todas las leyes de la realidad, incluso la que intentais formar vosotros, una realidad de mierda que nadie aceptará — dijo Akari, molesta.

— Mandalas lejos Mewtwo, estoy harto — ordenó Giovanni.

— Como desee —.

Manipulo a Akari y Irida y las arrojó a a lo más profundo de la montaña, a un lago donde amortiguarian la caída.

— Misión cumplida —.

— ¿Y ahora? — preguntó Cyrus.

— Todavía no iremos a por Adaman, lo que necesitamos... es refuerzo, más ayuda, nos separaremos, pero iremos a la misma época, tu trata de buscar a un entrenador fuerte como nosotros y con ideales siniestros, yo haré lo mismo —.

— Cierto, ahora podemos viajar por el tiempo gracias al poder que nos otorgó Giratina, me gusta el plan, ¿donde nos reuniremos?

— Aquí, aquí siempre, en las Columnas Lanza —.

— Entendido.

— Pues adelante, ya sea tarde o temprano, nos volveremos a ver.

— Hacia al presente, nos vemos.

Dos grietas abrieron a dos túneles espacio temporales y así los dos reclutados se marcharon de la época, por el momento, en busca de más gente que podría ser responsable de respetar los mismo ideales del señor Volo.

Y así este capítulo, agradecería el apoyo.

La historia continúa...