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Capitulo 03

[En un laboratorio desconocido, alejado de cualquier ciudad, en una isla remota]

[Época desconocida]

Una gran explosión se desató en la sala de pruebas, luego de ella nacieron muchas más, en pocos segundos el laboratorio se iba consumiendo por las llamas, todos los humanos presentes murieron y solo quedó signo de vida de una creación artificial, denominada y clasificada como un Pokémon.

— ¿Donde estoy, porque estoy existiendo, quien soy? — se preguntaba a si mismo la criatura causante de todo el caos.

— Yo te puedo ayudar a saber quien eres — se ofreció una voz grave.

Un señor se mostró ante el Pokemon artificial, separados por las llamas de fuego que no tardarían en agrandar.

— ¿Quien eres tu?

— Eso no viene a cuento, si me haces caso yo puedo cumplir tus objetivos, tus ideales, para eso debemos cooperar, entiendo que ellos te crearon para ser mucho más fuerte que tu ancestro —.

— ¿Ancestro, me crearon a partir del ADN de un ancestro?

— Eres un Pokemon inteligente, juntos podríamos conquistar más que el planeta Tierra, ¿me das la mano, me vas a hacer caso o vas a aceptar que eres débil como todos los demás?

— .... No, no lo acepto, yo soy el Pokemon más poderoso, no me importa ser una copia, no me importa ser un clon, aquí, en la vida real, lo que manda es la fuerza y el poder, por encima de todo.

— Bien dicho — sonrio de manera malefica el señor.

De repente se escuchó el ruido de una grieta abrirse, cuando los dos levantaron la cabeza vieron un tipo de portal oscuro, que conectaba a otra dimensión, y tal vez, a otra época.

Un dragón maligno y enorme atravesó la grieta dimensional y se relevo ante ellos. Una persona rubia se mostraba encima de la bestia, observandolos desde la poca distancia que tenían por culpa del fuego.

— Permitanme presentarme de buena manera, si es que no estoy interrumpiendo nada — dijo de manera cortes el entrenador.

— Eso mismo, ¿quienes son ustedes? — preguntó el Pokemon artificial — ¡Identifíquense!

— Maravilloso... — sonrio con los ojos muy abiertos — Al fin y al cabo las predicciones no eran falsas, la humanidad ha creado a un ser Pokemon con la capacidad de comunicarse con humanos.

— No solo eso, será de lejos, incomparable al poder de aquellos seres legendarios que siempre venera la gente estúpida — agregó el señor.

— Te entiendo, soy Volo, por privacidad, no voy a especificar mi origen —.

— ¿Por privacidad, te crees una persona importante? — preguntó la creación.

— No me creo importante, me creo relevante, relevante para el destino del todo, de toda la existencia que ustedes interpretan —.

— .... Incluso un mero humanos como yo puede sentirlo en la piel, tu no eres de este mundo, ni tanto tu como esa criatura.

— Soy de este mundo, pero de otra dimensión, vengo con un sueño que cumplir, por eso atravieso estas paredes que nos separan las realidades.

— ¿Que buscas?

— Busco lo que quiero, busco lo que necesito.

— Y que es lo que necesitas.

Volo sonrió, lo que dijo fue acompañado de una segunda voz oscura y penetrante, seguramente, proveniente de Giratina.

— Necesitamos tocar la mano de Dios, necesitamos hablar con el, necesitamos hacer realidad nuestros sueños — dijeron.

Un silencio de reflexión se formó, y el señor lo rompió.

— Y que tenemos que ver nosotros con tu objetivo.

— Es simple, tu mismo me lo dijiste, la vida os ha unido a vosotros dos con el único camino que tenéis por delante, estas hechos el uno para el otro para conquistar un mundo, lo veo y lo siento, en mi sangre —.

— ¿Quieres que, del poder que puede nacer de nosotros, te ayudemos a hacer tu patético sueño? — preguntó el Pokémon artificial con telepatía.

— Igual no lo llamáis tan patético al saber que podré hacer realidad lo que ustedes me pidáis, os puedo dar un mundo, os puedo dar una vida llena de conquista, llena de aquel sentimiento de satisfacción que recibis cuando completais un acto de venganza, suena hasta divertido, y da placer, ¿no creéis?

— Te diría que estas loco, pero, dandome cuenta, las personas como yo son locas, no te diferencias mucho a mi, se que buscas tu propia justicia, pues yo también busco la mía.

— Esa es la actitud que yo quería, y tu, Pokémon prometedor, tendrás que colaborar, nada de esto saldrá sin ti.

— Yo también busco la justicia, mi propia justicia, quiero hacerle saber a todo ser vivo que estoy por encima de todo, colaboraré — dijo la creación.

Volo sonreía cada vez más, obtenia lo que quería.

— ¿Cuál es tu nombre? — pregunto el rubio.

— Giovanni, estoy a tu merced, señor Volo — dijo.

— Así me gusta, ahora solo debes dejarte engullir por esta energía, la energía justiciera, la que siempre necesitabas, y la que vas a necesitar más adelante, cuento contigo Giovanni.

Mientras decía eso, Giovanni era manipulado con su permiso por la energía oscura de Giratina, sintió un placer increíble, se sentía más fuerte, más grande que los demás, se sentía superior, sus ojos adoptaron un color morado intenso y una aura maligna empezó a rodearle, ahora y por siempre.

— Esto se siente bien, haré lo que tu me pidas, lord Volo — dijo.

Volo sonrió maleficamente, cumplió su primera misión y ya podía volver a viajar a otra época, en busca de una flauta particular.

— Por nuestros ideales —.

— Por nuestros ideales — contestaron.

Y así, un primer encuentro finalizó en otra parte y otra época de la existencia misma.

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[Paldea, Ciudad Leudal]

[En el futuro]

Dos seres vivos, un humano y un Pokémon, atravesaban la ciudad a paso rápido en busca de otro Pokémon que había huido de ellos, un Gligar.

— No lo veo por ningún lado, ¿donde se metió?

— Llevamos tiempo corriendo sin rastro del Gligar, ¿no deberíamos cambiar de estrategia?

— Bien pensado, finalmente me sirves de ayuda... — Se puso a pensar el jerarca.

— Siempre soy de ayuda, para empezar te salvé...— contestó molesto.

— Cállate intento pensar... — se giró para apartar la vista del Celebi, dándole la espalda.

Cuando Celebi clavó su mirada en su espalda, se llevó una sorpresa, pero se mantuvo callado.

— "Piensa en los Gligars, en Hisui normalmente conviven en las montañas más altas, donde hay más frío... debe haber ido a la montaña más alta, si, debe ser eso, es lo más probable" — pensaba con los ojos cerrados.

A Celebi le pareció una estupidez lo que estaba pensando el jerarca, por la siguiente razón:

— Adaman — atónito.

— ¿Que? — se volteó para mirarle de frente.

— .... Igual estoy alucinando, vuelve a darme la espalda — ordenó repentinamente.

— ¿Como?

— Que te gires — de mal gusto.

Adaman hizo caso sin más rechistar, Celebi abrio los ojos como platos al ver los que estaba pegado detrás de él.

— Como te lo explico...

— Dime lo ya, tenemos que buscar al Pokémon —.

— Es que lo tienes en la espalda — indicó, simplemente.

— ... ... ... ... ¿e?

Adaman, suponiendo lo que tenía que estar pasando se quitó el largo saco azul que tenía como vestimenta y lo giró para ver la parte trasera de este.

Era verdad, Gligar estaba colgado de la tela con las dos pinzas, y ni uno de ellos dos sabía desde cuanto y como estuvo allí.

— ¡¿QUE HACÍA EN MI ESPALDA?! ¡¿No tienes ni la capacidad de darte cuenta de esto?

— ¿Y a mi porque me gritas? culpa tuya no notar que tenias un peso en la espalda —.

— Podrías averme avisa-

A Adaman lo interrumpio otro golpe del Gligar en la mejilla, lo cierto es que tenía una fuerza espectacular. Adaman, mareado por el puñetazo, se negó a soltar esta vez al Pokémon.

— ¡Celebi, rápido, saca las Pokeballs de mi bolsillo y atrapa a esta cosa! — le grito, intentando evitar los otros golpes del Pokemon que se intentaba escabullir de sus manos.

— ¡¿Lo vas a atrapar?!

— ¿Se te ocurre otra idea? Es la única mane-

Volvió a recibir otro golpe, cada vez con más contundencia. Celebi hizo caso y saco con su poder psiquico una Pokeball de su bolsillo.

— ¡Atrápalo de una vez, me va a romper la mandíbula! — dijo, cada vez recibiendo más puñetazos.

Con fuerza, el Pokemon psiquico lanzó la Pokeball hacia el Gligar, haciendolo entrar en ella con éxito, pero era demasiado temprano para celebrar la captura.

La Pokeball dio dos giros y se abrió, liberando al Gligar furioso, Adaman, por reflejos, pudo agarrarlo antes de que pudiera huir, volviendo a la misma situación.

— ¡Se escapó...! "Mierda, me va a desgarrar toda la cara..." — pensó el jerarca.

— Aguanta, no iba a ser tan fácil.

— ¡Y más si se trata de un Pokemon el que intenta capturar a otro Pokemon!

Celebi tomó otra Pokeball y se la tiro, esta no dio ni un giro y Gligar volvió a salir de ella, era complicado.

— ¡Ah que difícil...! — lo seguía sosteniendo en sus manos, evitando que le saque un ojo — ¿Cuantas Pokeballs quedan?

— Eran cinco, esta es la tercera.

— ¡Pues date prisa que me está dando una paliza!

El Pokémon singular lanzó nuevamente el objeto, desafortunadamente, se volvió a liberar de ella.

— ¡¿Esto debe ser una broma, de verdad es tan complicado?!

— Aguanta un poco más, faltan dos.

— ¿¡Porque te lo tomas con tanta tranquilidad quieres que haga lo mismo la próxima vez?!

— Porque también es gracioso verte así de mal.

— Eres un... "La puta madre... creo que voy a perder el conocimiento con estas putizas que me están dando..." — se tambaleaba, con el Gligar entre manos.

La cuarta también fue un desastre, no se capturo.

— Celebi concéntrate por favor, es la última, que este sufrimiento no sea en vano.

— ¡No me presiones, un Pokemon no suele lanzar Pokeballs...!

Celebi esta vez lanzó una trayectoria curva, dando de pleno, la Pokeball dio tres giros y finalmente se capturo el Pokemon.

— ¡Ya está!

— *se cae al suelo*

— ¿Adaman?

— . . .

— Se ha muerto — supuso.

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Cuando Adaman volvió a abrir los ojos, no veía a nadie más que la Pokeball del Gligar en el suelo.

— Te he atrapado ya... al menos me he tomado un descanso luego de la paliza que me diste... ahora entiendo porque esa niña te regaló... — cogió la Pokeball.

Más temprano que tarde se dio cuenta de que no había rastro de Celebi por ningún lado, es como si hubiera desaparecido.

— "¿Celebi?" — lo llamo mentalmente, pensando que lo contestaría.

No hubo respuesta, eso significaba que no estaba cerca de el, y eso no era buena señal.

— ¿Y ahora donde se metió...? Este día se me hace largo...

Sin nada más que hacer, empezó a buscar junto con Gligar al Pokemon singular, pensando que se habrá distraído con alguna tienda de comida o algo parecido.

Pero no, transcurrieron las horas, Adaman se había socializado un poco con su nuevo compañero y no pudo llegar a encontrar a Celebi, no entendía lo que le pasaba, seriamente estaba teniendo un día muy largo, y ya llevaba un buen tiempo sin dormir, pero luego de todo lo que le sucedió, era imposible dormir plácidamente como si nada hubiera pasado.

Salió de la ciudad, un poco rendido y cansado junto con el escorpión volador, lo único que se le ocurrió tumbarse en el vasto césped que cubría un campo y se puso a reflexionar, mirando el atardecer y como cada vez el cielo se iba oscureciendo, como aquella vez...

"Debiste haberme hecho caso Adaman, podías haber cambiado el destino de Hisui, y quien sabe... igual el destino de todo el mundo, ahora veo que tendré que llegar al Gran Sinnoh con las manos manchadas de sangre"

Volo no mintió en aquel momento, Adaman se sorprendió, porque había tardado un buen tiempo en darse cuenta que si, realmente, ese demonio le había arrebatado la familia.

Sacó la flauta azur de detrás de su saco, esa era la última pieza que le faltaba a Volo, y nunca sabrá si él estará lejos o cerca de conseguirla. Le entro en la cabeza algo que le dijo Celebi que por alguna razón había dejado grabado en su memoria, el Testimonio del Grande, era como si le ayudará a comprenderlo todo, era satisfactorio y horroroso, porque le recordaba a Volo, y por obvias razones.

"Al humano pobre le dio por mirar al lado otro de la luz bella, la bestia superior decidió la mano agarrar de un inferior pobre y no la de un superior mayor, los juntos seres la cabeza alzaron para observar el nocturno cielo, por siempre apoyando la maldad maliciosa"

Pero, de alguna manera, pudo aguantar el día sin deprimirse, no sabía cómo, sospechó de Celebi, quizá tenía un poder que llena a la gente de esperanza, ese Pokemon es muy particular y en el fondo sabe que para nada es un inútil, y ahora no estaba con él, a saber donde.

— "No debo rendirme... pero estoy muy cansado, por fin me han entrado las ganas de dormir... creo que... tendré que decir adiós por hoy..." — pensaba debilitadamente.

— ¿Que haces aquí? — preguntó una tierna voz.

Adaman, con molestia, volvió a abrir los ojos para ver quien era esta vez el que estaba interrumpiendole, por la voz, sabía que era un chica.

Estirado en el suelo, levantó la mirada para ver un poco más arriba de él a una chica menor que él, vestía una sudadera negra y estaba un poco despeinada, hablando de su pelo, lo tiene de dos colores distintos, y terminan en dos coletas muy extensas y grandes, de su cabeza están enganchados dos magnemites de diferente color.

Aquí acaba el capítulo, agradecería el apoyo que le dieseis y si veis que estoy haciendo algo mal o algo está incorrecto por favor avisar, lo agradeceré.

[Recuerdo informaros que esta historia puede contener spoilers de juegos de la saga Pokémon, no me basaré en el anime, y que los nombres de todos los personajes están al inglés, ¿que porque? No tengo picó idea pero me gusta más. Por último debo avisar que claramente todas las imágenes no me pertenecen]

Intentaré mezclar mejor los momentos cómicos y los momentos serios.

¿Que se sabrá del paradero de Celebi?

Esta historia continúa...

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