No quiero estar aquí.
Crecí en la bonita ciudad de Musutafu, siempre me ha gustado el lado misterioso y macabro de las cosas, siempre estuve interesado en las historias de fantasmas y del folclore de la ciudad me encontraba en la búsqueda de lugares encantados alrededor de la ciudad.
Cierto ¿Dónde quedaron mis modales? Un gusto soy Shoto Todoroki contándote algo curioso por llamarlo así.
Pero continuando, toda mi secundaria me la pase buscando este tipo de lugares embrujados con una historia oculta tras densas cortinas de incertidumbre, cabe decir que me decepcione bastante, después de un tiempo me di cuenta que no había nada lo suficientemente extraño o sospechoso que pudiera ser de mi atención así que después de salir de la escuela secundaria fui a la universidad U.A en Tokio.
Siempre creí que habría más historia en Tokio, no fue así, solo aprendí sobre las verdaderas historias oscuras de mi ciudad natal, cuando decidí volver a visitarla a inicios de verano, durante mis vacaciones de verano estuve trabajando en un puesto de comida rápida que me había contratado unos años antes, solo volví a ese trabajo porque la mayoría de mis amigos seguían trabajando ahí también.
Estaba hablando con ellos y me invitaron a pasar el rato con ellos en la "cuarta este" y hablar de cómo nos ha ido en la vida...y quizás fumar un poco.
La cuarta este es como su nombre lo indica, la calle que te dirige al lado este de la ciudad, por lo general es una zona bastante mala por llamarla de alguna forma, no está completamente pavimentada, el camino dará paso a la tierra, estos están repletos de vegetación que día tras día crecen como una infección.
Ya había pasado un tiempo desde que estuve con mis amigos, además no quería pasar una noche solo así que acepté su invitación. Cuando el reloj marco las 10:00 de la noche nuestro turno por fin había llegado a su fin, solo salimos del restaurante para ir a la calle 4.
Los tres salimos de del restaurante y nos encontramos a otro de mis amigos que nos acompañarían, mi amigo Kirishima y yo estábamos en su auto un Honda Civic, él iba conduciendo y yo solo estaba de copiloto mientras miraba por la ventana.
Estábamos siguiendo el Ford Torino 1970 de mi amigo Izuku Midoriya donde también iba otro de mis amigos Katsuki Bakugo y la novia de Izuku, Himiko Toga, tanto Izuku como Toga fueron los que sugirieron ir a la calle 4 además que ellos no trabajaban con nosotros así que ellos solo nos estaban esperando para irnos.
Una vez estábamos en camino pasamos una cabina telefónica que nos indicaba que ya estábamos en la calle cuatro, cuando pasamos junto a ella mi amigo Kirishima solo volteo a verme para decirme algo que solo me dejo desconcertado.
Kirishima: Solo espero que no nos alejemos mucho.
Sus ojos solo demostraban una preocupación que me dejo incomodo, yo no entendía el ¿por qué? de su preocupación, solo me relajé y me reí un poco y le respondí:
Shoto: ¿Por qué no quieres que nos vallamos demasiado? ¿Fantasmas nos asecharan o algo así?
Solo estaba bromeando para poder aligerar el ambiente, a decir verdad su comentario me dejo bastante desconcertado, Kirishima no era de los que se asustaba fácil y verlo tan preocupado solo me dio una mala espina.
El en respuesta a mi broma solo se quedó callado mientras veía fijamente el camino su mirada no solo reflejaba miedo si no también angustia, pareciera que él ya hubiera visto algo por aquí, parecía que hubiera una historia y eso me interesaba, era un fanático de lo extraño, ver o sentir que algo no estaba en su lugar, que hacían falta algo ,siempre era emocionante para mí, pero para el solo significaba algo más oscuro.
Solo volteo un momento a verme y me dijo:
Kirishima: Te lo contare más tarde.
Su voz ya no estaba nerviosa como cuando dijo que no nos alejáramos mucho, paso de un tono nervioso a un tono más frio, el sentimiento de incertidumbre me volvió a consumir y solo dije:
Shoto: ¿Por qué?
De la manera en la que lo dije sonó como si estuviera enojado, aunque poco me faltara, el misterio y sin sentido de las palabras de Kirishima solo me frustraban, esta irritado y confundido, su actitud poco fiable pero no podía seguir presionándolo yo solo trataba de poder razonar del porqué de su actuar o lo que pudiera recordar que mi familia o alguien cercano pudo haberme dicho, algo que pudiera ser peligroso en las afueras de la ciudad.
Fue ahí que me puse a pensar en miles de monstruos o asesinos o cosas negativas por el estilo, algo que me diera una pista del porque mi amigo estuviera tan nervioso, después de un rato de estar pensando me di por vencido y solo supe que esa noche probablemente no dormiría por el miedo, aunque ya me había acostumbrado, la causa principal de ello era mi cerebro y en esos momentos lo odiaba mucho.
Odiaba eso y mi gran fanatismo por el misterio, pero si no fuera por eso tampoco habría venido aquí en primer lugar, pero siempre me encontraba en búsqueda del sentimiento que mi fanatismo me dejaba, debería dejar de hacerlo.
Después de un tramo de camino recorrido Kirishima me volvió a hablar y lo único que me dijo me dejo aún más confundido.
"Solo debemos ser respetuosos, no debemos hacer tanto escándalo y estaremos bien"
Esa oración no era más motivante ni reconfortante en ningún solo aspecto, solo dejaba más misterio que yo quisiera desentrañar pero solo asentí y decidí guardar silencio, más que nada para que el ambiente no fuera incomodo.
El resto del trayecto paso en completo silencio, solo veía como el pavimento se volvía mucha más tierra y el camino se volvía más desigualado, y por fin estábamos en las afueras de la ciudad, el trayecto seguía y solo veía a Kirishima ponerse más nervioso y estar viendo hacía varios lados frenéticamente, pero de un momento a otro solo se tranquilizó, justo ahí el Ford de Izuku se estaciono.
Tanto Kirishima como yo bajamos de su auto y nos reunimos con los otros, no sin antes darme cuenta que Kirishima solo se la pasaba diciendo cosas como "Coyotes" o "Solo hay que tener cuidado" me di cuenta que él no quería que vieran su miedo hacía este lugar así que solo guarde silencio y decidimos estar con el resto de nuestros amigos en el claro que había por la zona, mentiría si digiera que el lugar era bonito, solo era mucha tierra, maleza que crece como cáncer y unas montañas distantes que era lo único que daba un hermoso paisaje para un fotógrafo.
Pero eso no importa no somos un jodido fotógrafo, solo somos un grupo de personas de entre 21 a 23 años que solo quieren hablar sobre la vida y salir a fumar.
Pero regresando a lo que importa, todos prepararon sus pipas otros sacaron cigarrillos y yo solo me dedique a tomar uno de los cigarrillos que Izuku me ofreció, y contemplar como Kirishima trataba de ocultar su pavor hacia el lugar.
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Las horas pasaban y todo era normal, la conversación era todo lo normal que uno se podría imaginar, Bakugo hablando sobre las intensas fiestas a la que ha asistido, Izuku y Toga hablaban de lo bien que los ha estado tratando la vida y que el padre de Toga casi le rompía una escoba en la cabeza cuando ella se los presento y yo solo estaba comentado mis experiencias en la universidad, la conversación rebotaba y era bastante entretenida, supimos cómo nos ha tratado la vida, como estaban nuestras familias y los estudios.
Todo estaba perfecto hablamos por casi 45 minutos durante ese tiempo Kirishima casi no comentaba mucho solo se la pasaba viendo los alrededores del lugar y en un momento pareciera que se había tranquilizado y decidió ir a orinar pero cuando volvió estaba pálido y bastante nervioso
"¿Estamos cerca de la carretera exterior?"
Su rostro estaba pálido, sus manos temblaban y su mirada solo era de miedo puro, todos lo volteamos a ver y el que le dio la respuesta fue Izuku.
Izuku: Si, si lo estamos ¿hay algún problema con qué estemos aquí?
Estaba igual de confundido que yo, todos lo estábamos pero las cosas no terminaron ahí, se acercó rápido a él y lo golpeo en la cara, fue con la fuerza suficiente para hacerlo caer al suelo, lo iba a volver a golpear pero Bakugo se interpuso y Toga se acercó a ver a su novio.
Bakugo: ¿Qué mierda te pasa?
Kirishima: ¿¡POR QUÉ NOS TRAJO AQUI!? ¡NO QUIERO ESTAR AQUI!
La cara de Kirishima era una mezcla de ira y angustia, la siguiente en hablar fue Toga
Toga: ¿Acaso no te gusta el lugar? eso no es motivo para golpearlo.
Kirishima: ¿¡ACASO NO HAN ESCUCHADO LO QUE DICEN QUE PASA AQUI!?
Izuku: -tocando su mejilla- ¿En serio crees en esa mierda de los Skinwalkers?
Es cierto, últimamente algunos conductores han empezado a decir que se han encontrado con una serie de vagabundos que siempre se encontraban en la cercanía de la carretera exterior, algunos dicen que los han visto vestir con pieles de animales y que están cubiertos de tierra, yo hice una broma diciendo que eran "Skinwalkers" pero solo era eso una broma, cabe resaltar que mi grupo de amigos y yo sabíamos lo que eran, pero los skinwalkers son Estadounidenses, por lo que era imposible ver alguno en Japón.
Mientras recordaba eso veía la discusión que se estaba formando.
Kirishima: Eso no es importante, ¿no vieron un coyote o lobo o perro en el camino?
Bakugo: ¡No puedo creerlo! ¿en serio piensas que son Skinwalkers?
Bakugo estaba furioso, Izuku estaba desconcertado, Toga solo estaba preocupada y enojada y yo solo empecé a tener miedo, nadie sabía que hacer, solo me quedé sentado expectante a lo que pudiera ocurrir.
"Sabes a la perfección que son estadounidense y no, no vimos ninguno"
Toga contesto con toda la sinceridad y calma que podía salir de ella en ese momento.
Kirishima: Ok nosotros tampoco vimos uno y..-se detiene un momento al escuchar algo- esperen ¡¿son ranas?!
Prácticamente ignoro a toga mientras se apartaba de todos mientras intentaba encontrar el croar de las ranas, eso rompió mi control y decidí preguntar:
Shoto: ¿Por qué son tan importantes las ranas?
Kirishima: Las ranas son un buen presagio y dan buena suerte.
Todos en este punto dábamos por loco a Kirishima, le tomamos la palabra y decidimos irnos a otro punto, tiramos las colas de los cigarros y nos subimos a los autos, Kirishima estaba sonriendo, no sé si por las ranas y la "suerte" que daban o quizás que ya nos íbamos a ir, Izuku encendió el motor de su auto, las luces se prendieron y lo que paso después solo marco un punto y final para la calma.
"AHHHH"
Fue un grito de suma desesperación que Toga dio, todos volteamos a ver que le había ocurrido, aquí las cosas simplemente perdieron toda lógica que en algún momento pudo haber tenido.
Frente al auto de Izuku estaba parado un coyote, estabaen frente de nosotros y en la mitad del camino, voltee un poco para ver aKirishima y el solo estaba pálido, temblando y pareciera que quería llorar.
Todos estábamos igual de conmocionados, el coyote ahí parado solo le limitaba a mirarnos, varias preguntas salieron de mi mente ¿Por qué hay un coyote aquí? ¿Las leyendas de los vagabundos eran ciertas? y la principal ¿Son Skinwalkers?, un mar de preguntas me inundo en ese momento pero no debía concentrarme en eso.
El coyote seguía viéndonos, parecía que fuéramos lo más interesante del mundo, su mirada paso por todos pero finalmente se posó sobre mí.
Fue en ese preciso momento donde todas mis dudas encontraron una respuesta, la mirada del coyote no era la de un animal curioso que cree que podrá robarnos comida o atacarnos, la mirada de ese coyote no representaba nada de eso, la mirada no era la de un animal... era la de un humano.
Los ojos del coyote no poseían ningún rastro de animal solo una mirada humana, poseía un iris de color blanco junto a una pupila negra, mis dudas fueron respondidas y no estaba feliz por ello.
El coyote aparto su mirada un momento y fue ahí que escuchamos como la maleza, las piedras y la tierra se movía, no podíamos ver nada en ese momento pero sabíamos que el coyote no estaba solo en ese momento, la hipótesis se confirmó cuando varios pares de ojos brillantes los observaban, fue cuando Izuku y Kirishima encendieron las luces más fuertes cuando los vimos.
Eran los vagabundos de los que tanto se habló, todos estaban llenos de tierra, sus caras y brazos estaban de un color café y negro, las piernas y en especial las rodillas estaban de color blanco y rojo, en algunos alcances a ver sangre brotando de las heridas.
Eso fue suficiente para nosotros Kirishima puso el auto en reversa y piso a fondo alejándonos de ellos con Izuku detrás de nosotros , en ese momento solo pensábamos en irnos, mi corazón estaba a punto de explotar haberlos visto tan de cerca solo me causó pánico.
Cuando consideramos que ya nos alejamos lo suficiente Kirishima le dio vuelta al auto para que ya no condujéramos de reversa y volvió a pisar el acelerador a fondo.
"¡¿ESO ERA A LO QUE TANTO TEMIAS?!"
Ese grito fue lo primero que salió de mi boca, miraba a Kirishima asentir dándome la razón de su manera de actuar, mi respiración era irregular quería relajarme, después de todo lo que había ocurrido, Kirishima solo respiro hondo y me dijo:
"Solo había escuchado sobre ellos y me tope con uno de los vagabundos, no esperaba nada como esto"
Su voz estaba relaja, su mirada estaba fija en camino, pero se miraba igual o más asustado que yo, yo solo trataba de identificar por donde íbamos, Kirishima noto eso y me dijo:
"Estamos por un camino auxiliar que conecta con la carretera exterior"
Eso me tranquilizo un poco, después de encontrar la carretera exterior solo era cuestión de 1Km para volver a la ciudad, mientras conducía notamos a un ave volar, era un búho yo solo me puse a pensar.
"Los Búhos son aves inteligentes, ellos huyen del peligro"
Kirishima también noto al ave y me noto más tranquilo, luego se volvió hacía mí y me dijo:
"Voltea y ve si Izuku nos sigue"
Yo le hice caso y volteé para ver si nos estaban siguiendo.
El auto de Izuku estaba detrás de nosotros veía las luces pero también lo vi a él.
Una figura humanoide bastante delgada, ojos brillantes y por lo que vi su piel era pálida, estaba agarrado de la parte trasera del auto y solo me veía con atención.
Parpadee y seguido de eso grite y me escondía en mi asiento, Kirishima vio por el retrovisor y también lo vio, escuchamos como intentaba entrar mientras golpeaba la ventana, Kirishima solo acelero y dejamos de escuchar los golpes.
Durante el resto del camino hasta la carretera dejamos de preocuparnos por Bakugo, Izuku y Toga, solo queríamos irnos lo más lejos posible de ahí.
Pronto Kirishima bajo la velocidad de su auto debido a que habíamos llegado a la carretera, respiro hondo y condujo hasta aparcarse en uno de los extremos de la carretera, a los pocos minutos vimos el Ford de Izuku llegar y parquearse atrás de nosotros.
"Ya estamos seguros ya no creo que nos sigan hasta acá"
Fue lo que me dijo Kirishima antes de salir del auto con dirección al auto de Izuku, ahí vi al resto de mis amigos que no estaban mucho mejor que nosotros.
Bakugo tenía la vista perdida y solo estaba en silencio viendo hacia el camino auxiliar.
Kirishima estaba igual, aunque trataba de que Bakugo digiera algo.
Izuku estaba abrazando a Toga la cual estaba llorando a mares, él solo me voltea a ver y veo el miedo en sus ojos.
Yo solo estaba callado, ya estaba más tranquilo pero mi corazón estaba al borde de explotar.
El ambiente que nos rodeaba era tranquilo, pero mi cabeza no podía olvidar nada, la sangre cayendo de las rodias de ellos, los ojos del coyote y aquel ser que quiso entrar al auto, nos separamos de Izuku, Toga y Bakugo cuando llegamos a la ciudad, Kirishima solo me llevaba a mi casa, en completo silencio.
Me sentía mal, no solo por la experiencia que acababa de pasar, sino también por Kirishima, al final de cuentas fui yo quien lo convenció de ir.
Me dejo en mi casa y se fue, esa noche no casi no pude conciliar el sueño, cuando la mañana llego todos mis amigos hablamos de eso y decidimos informarlo a las autoridades locales, ellos aceptaron ir debido a que ya se habían presentados demasiadas denuncias.
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No encontraron a nadie ahí ni en las cercanías de la carretera.
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Después de eso me dedique a investigar lo más que pude con relación a los SkinWalkers, deje el trabajo en el restaurante y encontré cosas curiosas.
Encontré que tienen todo tipo de venenos y algunos polvos igual.
Que podían transformarse en cualquier cosa que estos se hayan comido...cualquier cosa.
Y también cuando cierras los ojos en la presencia de uno de ellos se va a adherir a ti, que te seguirá y tratará de llevarte con ellos.
Y aquí me tienen, escuchando a los perros de la calle ladrar, a mis canarios intentar salir de su jaula y unos golpes en la puerta tan fuertes que podrían romperla.
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Kirishima...pensé que las ranas daban buena suerte.
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Bueno aquí termina esto.
Segundo One-shot que hago, este es un poco más largo que el anterior pero lo que importa es que existe, esta basado en el video Ribbit: La rana de la perdición, gracias por tomarte el tiempo.
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Y ya
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