Rindou que estaba enfrente de ti se quedó viendo a su hermano, nadie se quería levantar a hablarle a la chica.

— Paremos esto, mi hermana está aquí — dice bajo

— ¿A ti quien te dio permiso de hablar? — dice dominante Ran

— Quédense aquí, iré yo a hablar

Rindou se levanta guardando su amigo en sus pantalones otra vez e ir a la puerta.

Mientras tanto Ran no dejaba de molestarte, seguía moviendo sus dedos de forma rápida.

Rindou lograba escuchar tus quejidos y lloriqueos pidiendo de pares, pero no hace nada al respecto.

Llega a la puerta y la abre un poco encontrando a tu hermana menor con el teléfono en la mano.

— Buenas tardes padre Rindou — saluda amablemente tu hermana.

— Buenas tardes, ¿hermana de _____ o me equivoco? — dice el

— Si, Irene — responde tu hermana — Disculpe pero esta aquí mi hermana

Cuando dijo eso un quejido se escucho adentro de la iglesia haciendo que el eco lo hiciera aún más fuerte.

— ¿Es _____?

Le menor no entendía por que se escuchaban quejidos desde adentro de la iglesia junto a pequeños lloriqueos.

Si bien, tu tenías un conocimiento extenso sobre el sexo, claro a tus padres nunca les gustó.

Así que decidieron sobre proteger a tu hermana menor, aislandola de todo el mundo.

Sin teléfono y siempre haciendo lo que sus padres les digan, por ello, la menor no sabía absolutamente nada sobre eso.

— ¿Están lastimando a mi hermana? — pregunta con miedo.

— Irene, linda — Rindou cierra la puerta a sus espaldas y se acerca a la menor — Tu hermana esta en buenas manos

— Pero...

Rindou lleva una de sus manos a la mejilla de la menor para acariciarla.

— Tu hermana esta orando con el padre Ran, se está arrepintiendo de sus pecados, no te preocupes por ella

Rindou quería que ella dejara de hablar y preguntar por su hermana, y si tenía que usar otra medidas lo haría.

— Almenos, ¿puedo verla?

Otra vez, queriendo ver a su hermana, Rindou de acercar a ella depositando un corto beso sobre sus labios.

A la menor le tomó por sorpresa esa acción, haciendo que se sonrojara.

— Yo la llevaré a su casa ¿te parece bien? — dice Rindou con una sonrisa

— Si padre Rindou

— Y esto... — Irene ve directamente a los ojos al mayor — Qué quede entre nosotros, será nuestro pequeño secreto

— C-claro

La chica de va de vuelta a su casa mientras por su mente era un lió, Rindou le había robado su primer beso.

Estaba feliz, y realmente no se quedaría callada, almenos a sus padres no se los diría.

Pero a ti sí, y eso generaría problemas con los hermanos Haitani's.

Rindou entra nuevamente a la iglesia viendo como por fin habías llegado a tu liberación.

Ran limpiandose los dedos que estaban manchados con tus fluidos mientras tenía una sendos sádica.

— ¿Se fue? — pregunta Ran

— Si, aunque me costó

Rindou se acerca hacia ti, aún estabas recuperando el aire de lo que acababas de hacer.

— _____...

Ran pronuncia tu nombre y se acerca a ti para tomar tu rostro con su mano y hacer que se vean directamente a los ojos.

— Eres un lujuriosa, una pecadora, y esto no hará que Dios perdone tu pecado — dice el menor de los Haitani's

Ran se pone a un lado de su hermano para ver tu rostro y también molestarte

— Todos los sábados, te queremos aquí, ¿entendiste? — dice Ran — Oh, mi error, no es pregunta, es una orden

Ran sonríe al igual que su hermano, los dos se iban a divertir contigo, y tu se lo ibas a permitir.

— Si... Padres Haitani's

Para cuando volvieras a tu casa, no sabrías cuanto tiempo tu hermana guardaría su secreto.