19. Juntos
—¡Abuela!— Jinha corrió había Hyebin— Hoy me voy a quedar aquí dijo papá Yuyu.
—Asi es mi pequeña— La menor asintio— Despídete.
—Adios papi Yuyu— Este la cargo para que besará su mejilla— Adiós papi Hoho— Y la acercó a Jongho para que besará su mejilla.
—Nos veremos mañana— Acarició su mejilla con ternura.
—Portate muy bien— Jinha asintio con una inocente sonrisa— Ya nos vamos o se hará tarde.
—Por supuesto, no olvides lo que hablamos— Yunho bufo, abrió la puerta para que el menor saliera primero.
—¿De que hablaron?
—Mi mamá no está bien, tú no le hagas caso— Jongho negó con una sonrisa divertida.
Yunho se tuvo que apurar un poco en poder llegar al restaurante y que no les cancelaran su reservación, si tan sólo su pequeña no se hubiera puesto a elegir que peluche llevar, hubiera podido tomarse un tiempo con Jongho, pero bueno lo importante es que llegaron a tiempo.
—En verdad es extraño no tener a Jinha— Comentó Jongho en lo que esperaban a que les trajeran su comida.
—Lo es, pero en verdad es importante que no esté— El menor ladeo su cabeza con clara curiosidad— Lo sabrás en un rato más.
—Pero soy curioso, es de familia porque mi hermano igual lo es— Yunho sonrió— Supongo que debe ser algo muy importante como para que Jinha no viniera.
—Estas en lo correcto— Tomo la mano del menor para entrelazarlas con la suya— ¿Si te dije lo lindo que te ves?
—Creo que si— El pelinegro alzo una ceja.
—Te ves lindo, incluso creo que estás perfecto— Jongho se sonrojó ligeramente.
Su comida llegó justo en ese momento, comenzaron a comer y siguiendo con su plática, Yunjo estaba muy nervioso ya casi era momento de confesarle a Jongho que lo amaba, esperaba que el resultado fuera bueno y aunque no lo fuera no se arrepentiría de decírselo.
Pero lo que no sabía es que Jongho se sentía igual que él, haces meses que aceptó amar a Yunho sólo tenía un poco de miedo de que algo pasara y prefirió guardarselo un poco, hasta que llegará el momento.
Fue en el momento del poste que decidieron decir lo que sentían.
—Jonggie— El menor lo miro intrigado— Hemos estado saliendo por seis meses y han sido los mejores, lo que te diré no hace falta que lo respondas si es lo que quieres— Jongho asintió lentamente— Te amo— Jongho alzo sus cejas con clara sorpresa y una sonrisa se asomó por sus labios.
—Yun— El mayor asintio— Yo también te amo— Murmuró con timidez— Y lo digo por así lo quiero— Afirmo.
—¿En verdad?— Preguntó incrédulo.
—En verdad, no lo dije antes porque temía que algo pasara entre nosotros, pero ahora sé que no pasará nada— Yunho sonrió y asintio.
—Nada pasará, respetaré todo de ti si lo deseas— Jongho agradeció eso.
—¿Serías capaz de soportar si yo no deseo tener relaciones?— El mayor sonrió dulcemente.
—Por supuesto, porque tú tienes que sentirte seguro de si es lo que quieres, no te obligaría a nada— Beso su mejilla y le sonrió de nuevo.
—¿Y si, sí quiero?— Preguntó avergonzado.
—Si te sientes seguro y es lo quieres entonces podemos hacerlo, pero sólo si estás seguro de eso— El menor asintio.
—Estoy seguro Yunho, sé que será muy distinto a aquella vez— Se quiso asegurar una vez más antes de dar aquel pasó y Jongho con seguridad volvió a afirmar.
Pago la cuenta para poder irse a su casa, antes de entrar al auto le llegó un mensaje de su madre recordándole que usará protección, en verdad que su madre era rara. El recorrido de él restaurante a su casa fue tranquilo y nada incómodo, Jongho se sentía seguro de que eso era lo que quería, confiaba en que Yunho no lo iba a lastimar, estaba nervioso sí pues esa sería su primera vez en mucho tiempo aunque igual lo era para el mayor.
—Lo preguntaré una vez más ¿Seguro?— Jongho lo miro, tomo sus mejillas para besarlo.
—Estoy seguro, tú no me vas a lastimar.
Volvieron a unir sus labios en un beso lento y tierno sin ningún apuro tenían toda la noche, aparte no tendría sexo casual, no por supuesto que no, ellos harían el amor. El mayor cargo a Jongho, este enredo sus extremidades en la cadera y cuello de Yunho y se dejó llevar hasta la habitación, ya había estado ahí pero no precisamente para lo que iban a hacer.
—Me detendré si me lo pides— Murmuró.
Jongho acarició el rostro del mayor cuando lo recostó sobre el colchón, Yunho le sonrió y beso su naricita y se paso a sus labios. El menor sonrió Yunho era tan lindo cuando estaban juntos aún cuando no era de esa forma tan íntima.
Se alejaron para desvestirse a mutuamente dejándo besos en diversas partes de su cuerpo, en algunas partes Yunho se atrevió a morder sin lastimarlo y en otras partes lamió. Desde su vientre hizo un recorrido con sus labios hasta llegar a los esponjosos belfos de Jongho, tomo sus labios regalandole un beso fogoso pero lleno de amor, el menor recorrió la espalda del pelinegro con las yemas de sus dedos, el mayor acomodo las piernas contrarias en su cadera y rompió el beso.
Se fue a buscar el lubricante que tenía únicamente porque su mamá se lo compro en caso de que llegará a algo con Jongho, también saco un preservativo. Unto lubricante sobre sus dígitos y le aviso al menor de su próxima acción, Jongho fruncio el ceño con una ligera mueca de incomodidad, el pelinegro lo movió con lentitud mientras su pareja se acostumbraba a la intromisión, cuando todo paso Jongho estaba jadeando y lloriqueando con solo dos de sus dígitos así que creyó estaba listo para lo siguiente, tomo el preservativo para abrirlo y colocarselo.
—¿Listo?
—Lo estoy— Yunho le sonrió y beso su frente, su naricita, sus mejillas y finalmente sus labios.
Alineó su miembro a la entrada del menor y entro lo más cuidadoso posible para no lastimarlo, las cortas uñas de Jongho se enterraron en la piel expuesta del pelinegro, una vez que terminó de entrar Jongho dejó escapar un placentero jadeo. Yunho comenzo a besar todo el rostro del menor para distraerlo, iba a esperar todo lo que fuera necesario para que su pareja de acostumbrará.
Un ligero movimiento por parte de las caderas del menor le avisaron que ya podía moverse, tomo su cintura y salió de él haciendo a Jongho suspirar para entrar con cierta fuerza está vez logrando que arañara su espalda, las embestidas comenzaron lentas pero muy precisas haciendo al menor lloriquear pues el mayor ya sabía dónde se encontraba aquel punto gracias a cuando lo estuvo preparando, debía admitir que ese hecho le sorprendía bastante pues esa era la primera vez que estaban juntos, pero no se quejaba ni un poco le estaba gustando.
—Y-Yunho— Chilló cuándo dió una vez más en su dulce punto, era tan lindo y no podía evitar halagar al mayor.
Jongho se sentía a salvó con Yunho era increíble de cualquier forma posible y lo amaba, ya no tenía miedo como haces seis meses, Yunho lo ayudo aunque este no lo supiera desde un inicio, él no lo iba a lastimar.
Arqueó su espalda y frunció el ceño ligeramente cuando una vez más dió con su próstata, era la mejor sensación que podía sentir, abrazo la cadera del mayor con sus piernas pues estás estaban temblando y se aferró a él como si dependiera de ello, Yunho supuso que se aproximaba su orgasmo, los gemidos del menor le decían que debía dar más certero y preciso atacando el punto de Jongho, escuchando perfectamente como sus testículos se golpeaban contra el trasero del menor. Jongho se corrió primero manchando ambos abdomenes y después el mayor, este último enterró su rostro en el cuello del menor para darle besos.
Ambos respiraban agitados y esperaron hasta recuperarse en la misma posición en que se encontraban. Una vez se recuperaron el pelinegro salió de su interior logrando que Jongho jadeara, se recostó a su lado después de haber ido a tirar el preservativo, para abrazarlo y besar su mejilla.
—Yuyu— Balbuceó el menor— Me gustó mucho, fue diferente, gracias— El pelinegro sonrió.
—A mi me gustó que te gustará— Acarició su espalda con delicadeza y trazando algunas cosas sobre su piel.
—Ya entiendo porque Jinha no podía estar con nosotros— El mayor soltó una risita.
—En parte, yo sólo tenía planeado decir que te amo, esto pasaría sólo si tú sacabas el tema y estabas seguro— Jongho lo miro.
—Eres el mejor— Dió un pequeño beso y volvió a acurrucarse en su pecho.
Se amaban y nada cambiará eso, después de todo se encontraron para saber que valía la pena intentar enamorarse de nuevo.
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