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CONTINUAMOS.

Las manos ya estaban acariciando el pene de su amigo, sus dedos rozaban la punta hasta bajar a su base, la sabueso empezó a rozar su nariz contra el pene del hombre, dejando que su fuerte olor penetrara en su nariz, era tan satisfactorio volver a tener el pene de su amigo en sus manos.

Loona introdujo el pene en su hocico, enterrando suavemente sus afilados dientes en todo su alrededor, volvía a sentir el hombre esa fuerte sensación del tener su pene dentro de algo húmedo, suave y viscoso.

La lengua de Loona empezó a realizar su primer trabajo y era el lamerle todo el pene, subiendo y bajando su cabeza para que su lengua opacara cada extremo del pene, dejándolo con un aspecto brilloso, casi pareciendo un buen lubricante.

— ¡Hmmm~!

Gemía entre dientes el hombre, aunque la sensación se sintiera placentera, aún tenía sus dolores como por ejemplo que Loona enterraba sus dientes en todo su alrededor de su pene.

Cambiando repentinamente de acción, Loona empezó a chupar el pene del hombre con fuerzas, queriendo tener esa herramienta por completo dentro de su boca y atragantarse con su sabor, acariciando los testículos del hombre con una mano, mientras que su otra mano empezó a bajar hacia sus mismas piernas.

Lo que tenía la sabueso era muy simple, pues la sabueso incluso podía llegar a tener esa temporada mala, el tiempo de la cosecha, y sin importar lo que llegarán a notar, a Loona le daba igual si tenía que que tirarse a su amigo, ella solo quería el amor de un macho.

Entre las piernas de, Loona. Ella empezaba a sentir como un líquido viscoso y escurridizo empezaba a caer por sus pierna, dejando su pelaje húmedo. Se estaba mojando y no se habla tan literalmente.

Abrió sus ojos lentamente para ver la expresión del hombre, este tenía sus ojos cerrados pero su cabeza alzada, con una expresión de dolor pero a la vez de placer, parecían sus lamidas ser efectivas nuevamente en el. Aunque ella estaba llegando a otro punto de querer más que eso.

Apenas recompuso su mente para volver a lo suyo y seguir lamiendo y chupando, ya había estado en esa misma pose ya varios minutos, pero sin aviso y sin ninguna señal, el hombre dejo salir una fuerte carga de leche caliente dentro de la boca de Loona, si Loona se atrevía a chupársela sin pena. Pues al menos tenía que hacer el trabajo completo de tragarse todo lo que expulsará el pene.

A los segundos la sabueso apartó su hocico del pene de su amigo, quedando está muy contenta por lo que había echo con el, pero insatisfecha por lo que sentía en todo su cuerpo.

— Demonios~ tu leche me sigue gustando — dijo ella, pasando su lengua al rededor de su hocico.

— Ahora nisiquiera puedo bañarme sabiendo que la perra entra a joderme.

Dijo con un sonrojo en sus mejillas, intentaba bajar su pene erecto, ¿como? Pues los hombres ya tienen sus maneras de dejar de sentirse exitado, usando solamente su mente.

Pero mucho antes de hacerlo, por casualidad. El hombre bajó la mirada hacia las piernas de Loona, así como ella. Notó que un líquido ya se desplazaba, al verlo en ese mismo momento no pudo contenerse en meter sus manos en ese sitio mojado.

Ya estaba desnudo por completo, no hacía falta dudarlo si quería hacer algo con su amiga.

Loona se percató que su amigo se arrodilló al igual que ella, estando cara a cara con sus expresiones lujuriosas, Loona con un fuerte rubor en su rostro y el hombre con inquietud.

— Creo que, deberías de darte una ducha... — comentó desviando la mirada.

— Mierda... ¿ya lo viste?.

El hombre asintió con la mirada desviada en otro lado.

— ¿Me la quieres ver...?

— ¡¿QUE?!.

Vaya palabras que Loona mencionaba.

— Se que me quieres ver desnuda. — dice encogiéndose entre hombros — Mi trasero debe llamarte tanto la atención, ¿No?.

— Pues... es tu cuerpo, ¿Para que diablos te diría que no? Sería una mentira.

Ambos debieron sus miradas por las palabras que el uno se decía al otro, Loona por alguna razón se sentía atraída por el fuerte aroma que el cuerpo del hombre despedía.

Loona trago saliva, ahora no sabía que más decirle, el estar en celo le provocaba fuertes deseos, su parte íntima le empezaba a emplear fuertes cosquilleos, juntaba sus piernas y se frotaba ella misma por la sensación de querer relajarse con métodos sexuales.

— Yo... me duchare contigo...

¿Que rayos va pasar en este baño...?.

Ambos quedaron sorprendidos por lo que estaban por hacer, Loona por hablar sin pensar y el hombre por ver que su amiga se le estaba insinuando en el baño.

Para el hombre no había ningún problema, el solo levantó sus hombros como diciéndole que era su decisión el querer bañarse con el, claro que quería pero no iba a decirle que también se la quería coger desde hace mucho.

El hombre se levantó y solo se hizo aún lado, dejándole la regadera para ella sola.

No esperaba arrepentirse ella, se levantó del suelo y como ya no tenía más que temer, Loona reunió todas sus fuerzas y el valor suficiente para empezar a desnudarse en frente del hombre, primero quitándose la pequeña blusa que siempre usaba.

Ya se imaginarian como estaban los ojos del hombre.

Muy atento.

Viendo los pechos de su amiga, ni tan grandes pero ni tan pequeños, el tamaño era el ideal para una mujer de cuerpo grueso pero ligero.

Arrojó su sostén por un lado, ahora quedaba pendiente de bajarse el resto de su ropa, pero Loona ya se estaba empezando a sentir incómoda al tener la mirada de su sobre ella. No quería ni saber en qué estaba pensando su amigo.

El hombre por forma de calmarla, se acercó a ella y tomó una de sus manos, Loona se dirigió a verlo a la cara con timidez, con una cálida sonrisa en su rostro. ____ se acercó a su mejilla para darle un beso corto, seguido a un fuerte abrazo.

No se espero que fuera abrazarla, pero la acción la hizo sentirse cómoda y de alguna forma, exitada.

— Me encanta verte así... — dijo el hombre, intentando estar firme pero en su interior se moría por estar en contacto con ella — Tus pechos se ven bien.

— Que atrevido — dijo recostando su cabeza sobre el hombro de su amigo — je, tengo que incarme un poco para abrazarte idiota, crece ya.

Se apartaron por un segundo para verse directamente a la cara, ambos mostraban un sonrojo muy notorio, aunque la más presionada era Loona, su amigo solo estaba desnudo, no tenía que quitarse nada más.

Dando un paso hacia tras, Loona se empezó a quitar su ropa de abajo, empezando con su shorts negro.

Aquí venia la parte en donde el hombre empezaría a sentirse pesado, su fetiche del querer empezar por atrás le estaba dando ideas de cogerse a su amiga a la fuerza.

— Hmmm, oye creo que me está dando mucho calor a mi — expresó el hombre con sus mano inquietas llevándolas a la llave y prenderla para mojarse.

— ¿Y bien? — se da la vuelta — ¿Que opinas?

— Puta madre... P-Pues se ven b-bien, ¡si! M-Muy gordas, a t-todo el mundo le gusta que su pareja tenga el culo gordo... ¡Digo! N-No es que usted y yo... ¡Digo, t-tu y yo seamos p-pareja! ¡S-solo digo qu- ¡mierda!.

— ¿Si? — con una mirada seductora, se empezó acariciar su nalga — ¿Te gusta mi trasero?

— ¡Ya! De qué tiempos le voy echando el ojo... ¿contenta?.

— ¡Ja! Ya se cómo incomodarte idiota — se quitó como último su ropa interior, esta vez arrojandolo al rostro del hombre — Solo te digo que solo será por esta vez, normalmente me encierro en mi cuarto y no salgo, pero no quiero encerrarme ahora, así que ya sabes que vamos hacer, ¿verdad?.

— Si ya se...

Ambos dejaron salir un suspiro, preparándose para lo que iban hacer, Loona por un lado estaba emocionada, se iba a tirar a su mejor amigo, iba tener sexo por primera vez con un macho, se sentía afortunada, aunque fuese con un humano, contaba cómo un macho, pero tenía también un lado malo.

No sabía si lo hacía por amor, o por necesidad.

Se tomaron de las manos y juntos, se unieron a la regadera bajo la fuerte presión de agua, Loona jadeaba por la temperatura del agua, estaba ya muy fría como para tener relaciones bajo de ella.

La sabueso para toma la iniciativa, está nuevamente se arrodilló frente al pene del hombre, le encantaba tener el miembro ahora en su boca, sus manos buscaban esa dureza por sostener.

Metiéndose el pene de su amigo en su boca nuevamente, está empezaría a subir y bajar varias veces en un ritmo rápido, esta vez ya iba en serio. Con la punta de su lengua rozaba de igual manera la punta del pene de su amigo.

El hombre quedaba tan fascinado al sentir el bello tacto de la lengua de Loona, sus manos acariciaban el enorme cabello de Loona.

El agua hizo desplegar el cabello de Loona obligándola a cubrir casi su medio cuerpo, gotas de agua se adentraban en la boca de Loona, haciendo el pene del hombre un poco resbaloso.

Loona llevo ambas manos a su vagina, el aroma que desplomaba cada vez se hacía más fuerte y notorio, no soporta tener toda esa montaña de emociones sobre ella, con una mano se habría su entrada para que con la otra introducir los dedos posibles que cupieran, empezando a masturbarse a desesperación de la excitación.

El hombre notó aquella acción tan repentina de su amiga, estaba tan desesperada.

A los pocos segundos está apartó el pene de su amigo, con un nuevo método, está se arrodilló lo suficientemente para estar a la altura del pene del hombre, apegó sus pechos contra la herramienta para dejarla posar en medio de sus pechos.

Al tenerlo en medio de sus pechos, ella empezó a subir y bajar varias veces mientras sacaba la punta de su lengua para rozarla lo más rápido posible contra la punta del pene de su amigo.

Mientras más repetía esa acción, el hombre se volvía a sentir desesperado, los pechos peludos de su amiga le brindaban una calidez a su pene, una nueva sensación que jamás había sentido con nadie más.

— ¡No seas mamona...! hasta pareciera que ya has tenido s-sexo

— No eras el único que fantaseaba conmigo~... yo tambien contigo~.

Aclaró para seguir moviendo sus pechos sobre el pene de su amigo.

Estando así por un buen rato, Loona fue notando como de la punta del pene de su amigo empezaba a salir un líquido blanco, era señal que ya estaba por correrse.

Tomó el pene de su amigo con ambas manos para alejarlo de sus pechos y de inmediato empezar a masturbarlo con fuerza, casi lastimandolo al tener que también rozar sus afiliadas garras.

— Vente ya~ — dijo ella con tono desesperada — Mira mi culo por el espejo~ tal vez así te excites más~

Obedeciendo a la sabueso, este se dirigió a ver el espejo, viendo a través de él a su amiga como estaba posicionada, está alzó su cola moviéndola de un lado a otro para seguir atrayendo la mirada de su amigo.

Meneando su trasero de lado a lado para ya tener que tomar la leche de su amigo. Intentaba seducir al hombre de varias formas, incluso hasta le lanzaba miradas seductoras al hombre para que esté se sonrojara.

A los pocos segundos el hombre empezó a correrse, cosa que Loona aunque no reaccionó a tiempo, pudo probar nuevamente la leche de su amigo, el agua cayendo de la regadera ayudaba a limpiar el hocico de su amiga.

Pasó por última vez su lengua sobre el pene de su amigo para dejarlo lleno de su saliva.

— ¡MIERDA...! ya esta es la segunda vez... — expresó entre jadeos fuertes.

— Me gusta — dijo ella levantándose del suelo — Pero aún no llegamos a mi parte~

Loona se dio la vuelta para quedar de espaldas frente a la mirada del hombre.

Los ojos del hombre se abrieron de sorpresa al ver qué tenía el trasero de Loona a un solo roce de su pene, Loona levantó su cola dejando su entrada de ambas partes al aire libre, dándole indicaciones al hombre que podía entrar donde más le plazca.

¿Esto no podía ser un sueño?.

Aunque le costará creer, ya el hombre deseaba con este momento desde que empezó a sentirse atraído por la sabueso.

— No lo pienses chiquito~ solo tómame~ — dijo ella llevando ambas manos a su trasero y abrir sus nalgas.

— Dios... — dijo alzando la mirada — Voy a cogerme a la creación del mismo diablo.

El hombre colocó sus manos sobre las caderas de la sabueso, no quería tampoco verse tan excesivo con la ocasión, primeramente bajó sus manos al trasero de Loona, llevando ambas manos a las nalgas de Loona y acariciarlas.

— Ufff~ se siente un cosquilleo~

Dijo meneando su trasero.

El hombre apretaba con fuerza las nalgas de la sabueso, exitando a la sabueso con el toqueteo obligándola a enrollar su cola al rededor del hombre y apegarlo más.

Loona empezaba a sentir alguna parte del hombre tocar su vagina, sacándole un fuerte gemido, no pensó que en vez de meterle su pene, este ingresaría su lengua en su entrada.

Tomaba en cuanta que ella era un poco más grande que el, por lo que su entrega le sería más grande para el hombre, al igual que otras partes de ella.

— ¡Ahhh~! ¡Uhh~! ¡Te estás pasando~! — dijo en tono alto sin dejar de gemir.

— Esto querías sucia perra.

Dice separando las piernas de su amiga y lamer su vagina sin parar.

Cuando ingreso su lengua, fue como haber recostado su cabeza sobre una almohada, su rostro se apegaba a su pelaje mojado, su lengua sobrepasaba dentro de la vagina de Loona, topando con sus paredes.

La sabueso no supo que hacer al sentir tal placer en su vagina, nisiquiera tenía pensado separarse de su amigo, quería ver hasta donde era capaz el hombre al dejarse ella tocar.

La cola de Loona aún estando escurriendo de agua y ya pesada, seguía apegando al hombre a su parte, ___ por otro lado seguía apegando más su boca a la vagina de Loona, llevándose ahora ambas manos al trasero de Loona y apretarle sus nalgas.

— Ahh~ sigue así guapo~ besa mi vagina~

Mencionó ya vagamente, la mente de Loona estaba tupida con varias imágenes de su amigo, no podía imaginarse otra cosa más que el tenerlo cerca para nunca más soltarlo.

Varios minutos estando en esa posición, para que las piernas de Loona empezarán a temblar por el simple echo de que estaba inclinada para que su amigo siguiera lamiendo su vagina, la sabueso ya se había cansado de estar en esa posición, pero no sé quejaba al sentir el placer que quería.

Loona al sentir ya su límite levantó su pata derecho por acción del placer, el hombre notando eso se cuestionó del porque esa posición. Al ver a la parte íntima de Loona se dio cuenta que está se estaba corriendo, aunque no pudo hacer tanto para cuando ella se corriera, pues el agua que caía sobre ellos se lo estaba llevando todo, contando sus fluidos.

— ¡Ahhh~!... Oye... creo que, sería bueno ir a la cama, ¿no? — menciono Loona como idea, mirando a su amigo.

— ¿Quieres seguir en la cama? Mierda, si que quieres coger.

— No te hagas el que no quiere, ya se dónde quieres acabar — meneó sus caderas — Te veo allá.

Dice con voz seductora.

Loona salió del baño y tan pronto como pudo se echó a la cama, tomando una de las sábanas que estaban extendidas y taparse medio cuerpo en espera a que el hombre llegará a la cama.

Mientras tanto en el baño, el hombre se miraba al espejo sin creer lo que había echo, su amiga le había chupado su pene y no solo eso, el le había chupado su intimidad y pudo cumplir el fetiche que tocarle el culo a su amiga.

— Uno de cada 10 hombres les va bien en la vida... no sé si esto cuente. — se dijo al espejo, viéndose su parte — bueno...

Terminando de dar un fuerte respiro, se fue directamente a la cama, donde ya había notado como la sabueso lo esperaba con los brazos cruzados viendo directamente al techo.

El hombre dejo salir una pequeña tosesita para atraer la mirada de Loona, quien rápido se volteo a verlo, supo que ya lo esperaba con ansias, pues miró la enorme cola de Loona que se movía de un lado a otro.

Apenas si se montó a la cama y la sabueso lo tomo rápidamente de sus mejillas para arrojarlo contra sus pechos, Loona con una mirada seductora miraba a los ojos de su amigo.

— Cógeme ya~

Dice sin pensar, y el hombre sin dudar le haría caso.

Loona para quedar más cómoda en la cama, tubo que arrojar todo lo que estuviera en la cama, solamente dejando una almohada para reposar su cabeza. Sus piernas se abrieron dándole la vista de su vagina a su amigo exitado.

Pasaba sus dedos en medio de su vagina para metérselos ella misma y provocarle al hombre una erección, el hombre miraba con lujuria el como los dedos de su amiga salían y entraban de su misma vagina.

Podía ver lo mojada que estaba su parte, pues al rededor de su parte, el pelaje ya se miraba húmedo y con un líquido brilloso.

El hombre se apego al cuerpo de la sabueso y con su pene empezó a golpear contra la vagina de la sabueso, Loona al ver la acción de su amigo, sintió como su cuerpo dejaba salir fuertes vibras con cada golpe que este le daba.

— Que idiota eres para seducirme asi~ — dice entre jadeos, viendo a su amigo.

— Ahora veremos si en verdad soy un idiota.

Tomó las piernas gruesas de Loona para abrirlas por completo dejándola con su vagina expuesta, seguido de eso. Meter después de tanto deseos su pene en su interior.

Cuando esté entro al interior de Loona, puso sentir una fuerte presión en su pecho, ya había deseo este momento y ahora que se estaba cumpliendo ya no podía pedir más. Loona cerró sus ojos pero felizmente sonreía, sentía la verga de su amigo en su vagina y se estaba sintiendo complacida.

Loona colocó sus piernas al rededor de las caderas del hombre para sentir a tope el pene del hombre, nisiquiera había dado la primera embestida y Loona ya estaba dando fuertes gemidos.

Era nueva está sensación, que más podía darle este hombre a la sabueso.

— ¡MIERDA~! ¡QUE CALOR~! — gritó Loona con su lengua de fuera — Esto es algo nuevo~

En señal que Loona disfrutaba, no se quedó pensando en que más podía hacer, en cuanto Loona empezó a gritar, este empezó a embestir a la sabueso con fuerza, aunque su entrada era un poco más grande, las gruesas piernas de Loona le dificultaban al hombre acomodar su pene en su entrada.

Casi podía ocultar el hombre su cuerpo entre la cola y las piernas de la sabueso.

— ¡Ahhh~! ¡Ahhh~! ¡que rico~! — gimió con una sonrisa satisfactoria en su rostro. — No te detengas~ cógeme más, guapo~.

— ¡Carajo! Eres muy grande para mí sabueso tonta.

Dice el hombre, sin dejar de embestir a Loona.

La sabueso intentaba dejarle el trabajo más sencillo a su amigo, abriendo más sus piernas y acomodarse mejor en la cama para el, seguía entrando y saliendo de la vagina de su amiga.

Los pechos de Loona se movían al ritmo de los movimientos consecutivos, gemía el nombre de su amigo varias veces al grado que verlo a los ojos, pintarle una sonrisa y decirle.

— Me encantas mucho, ____.

Fueron sus palabras las que dejaron el corazón del hombre con fuertes ritmos de latidos.

No se atrevió a decir ni una sola palabra, basta con ver la sonrisa satisfactoria que tenía la sabueso, nisiquiera había dejado de embestir a su amiga pero también seguía con pensando en las palabras de su amiga.

El interior de Loona hacia que el pene del hombre se deslizara con más facilidad, el interior de Loona ya se estaba llenando con pequeños fluidos que ambos soltaban, aunque el hombre nunca había sentido ese tacto que le daba la vagina de Loona, no iba a ponerse alocado, en estás alturas el quería ser el dominante a la sabueso.

Así pasó el tiempo hasta que ya ambos empezaron a sentir extremadamente cansados, Loona ya se estaba quedando sin fuerzas de mantener sus piernas alzadas al aire, mientras que al hombre le empezaban a doler sus brazos por cargar las piernas de la sabueso y sobre todo, dar fuertes sus embestidas para poder adentrarse al interior de la sabueso por el cuerpo grueso.

— L-Loona creo que ya me vendré~, carajo ya nisiquiera siento mi pene.

— Ahhh~, ya se donde puedes dármelo todo~ — dijo entre gemidos.

La sabueso apartó el pene del hombre en su entrada, pensó el hombre que quería tragarse el semen que iba a sacar pero en vez de eso, Loona se dio la vuelta dejando ahora su trasero a la vista del hombre.

Los ojos del hombre volvieron abrirse de la impresión, podía decirse que hasta se sentía capaz de seguir embistiendo a su amiga.

Loona recostó medio cuerpo en la cama quedando desplomada mientras levantaba su cola y meneaba su trasero para que el hombre se atreviera a darle por atrás.

La sabueso cada vez dejaba al hombre con impresión, ¿En verdad era tan fuerte el celo de ella?.

— Ven, córrete aquí.

Dijo la sabueso meneando sus nalgas, llevó su mano a su nalga para ella misma acariciarsela, Loona sabía lo mucho que le gustaba esa parte de ella, anteriormente se había percatado de las miradas de reojo que el hombre le daba a su cuerpo.

— ¿S-Segura...? No es por meterte miedo pero es la parte que más duele, Loona. Bueno... digo yo...

— ¿Y? ¿Desde cuándo te importa que es lo que yo sienta? — expresó rodando los ojos — ¿te gusta mi trasero no? No te tiene que importar que sentiré yo~

— Si ya sabías, ¿por ahora estás actuando de esta manera?.

— Solamente quería ver hasta dónde eras capaz de llegar a poder aguantar, se que soy atractiva para ti~ por eso quise hacerlo contigo, porque eres el único hombre que pensaba en que me quitaría mi celo, y aquí estoy~ esperando que tú verga entre en mi culo~

— Entonces no hago perder más tiempo.

Tomó las caderas de Loona con fuerzas, ya había llegó a ese punto que todo hombre llega alcanzar, aprietas tus dientes con fuerzas y no esperas a que algo más pase, solamente quieres hacerlo con tu pareja y sobre todo a la fuerza.

Loona dejo salir una carcajada para luego voltear a ver al hombre, viendo cómo sus ojos estaban estancados sobre su enorme trasero, ya sabía que parte era el que le agradaba más a su amigo.

Al mismo tiempo que lo observó, empezó a sentir las gruesas manos de su amigo tocar sus nalgas, para después separarlas y dejarle su entrada libre, Loona no pudo pensar más en que le iba gustar que volviera a embestirla.

Empezo a jadear como si tuviera que prepararse antes de su embestida.

El hombre lentamente empezó a introducir su pene dentro del trasero de la sabueso, apenas entrando sentía como su miembro era estrangulado por la estrecha entrada de su amiga.

Apretó fuertemente las nalgas de Loona para poder introducir su pene con fuerzas, cosa que Loona al sentir el pene de su amigo entrar en su ano, cubrió su rostro entre la cama mientras enterraba sus garras en ella, el dolor que estaba sintiendo le estaba provocando sacar bajos chillidos de dolor, pero de alguna forma esto le encantaba a la sabueso.

— ¡Loona estás muy estrecha~! — dijo apegando el trasero de su amiga hacia el — ¡ahhh~ se siente super bien esto~.

— ¡carajo! ¡Ten cuidado imbecil~! — exclamó en voz alta, dejando salir un par de lágrimas — Ahora... ya sabes que hacer, no pares hasta que yo te lo pida y sobre todo, hasta que te corras~.

— No te preocupes~ si tengo que ver y sentir tu trasero gordo aquí, pues me quedo — dijo en broma dándole una fuerte nalgada.

— ¡Auch!.

El hombre sujeto fuertemente las caderas gruesas de Loona, empezando a embestirla con delicadeza para la sabueso no fuese a sentir tanto dolor al ser su primera vez.

Al principio, Loona le pedía al hombre que lo hiciera con lentitud, pues no era tan agradable el dolor que estaba sintiendo atrás, incluso pedía que se detuviera para poder relajarse un par de minutos.

Pero con forma iba su ritmo, el hombre ya no escuchaba quejarse a Loona sobre si le dolía o no, en vez de eso empezaba a escuchar gemidos placenteros, por fin se había la sabueso acostumbrado a las embestidas que su amigo le estaba dando.

Para hacerle saber que le siguiera dando más as duro, Loona meneaba su trasero y se lo restregaba en el, llevando sus manos a sus nalgas y pidiéndole que no parará, que siguiera aumentando su ritmo y si podía, ser más amoroso.

El hombre que iba negarse ante el deseo de Loona, el simplemente seguía pasando su manos por las nalgas de la sabueso y seguir embistiendo hasta más no poder.

A Loona parecía gustarle que el hombre le estuviera dando este tipo de afecto, tanto que movía su cola y esperaba que el hombre le siguiera acariciando su cuerpo.

— ¡Ahhh~! Con que~ así se siente tener tu pene en medio de mis nalgas~ ¡Sii~! ¡Ojalá me lo hubieses echo antes~! 

— ¿Antes? Antes nisiquiera me atraía verte, tonta — respondió con una carcajada — ¿O que? ¿No te hubiese importado~?

— ¡Mierda~! ¡Ahhh~! ¡Pues mirate ahora~ me estás dando por mi culo y no te quejas~ ya traías ganas de cogerme verdad imbecil~

— Quien sabe — dice jalando fuertemente la cola de Loona — mueve ese trasero sabueso tonta~

Loona y ___ ya se estaban acostumbrando al ritmo del otro, la sabueso muy obediente empezó a mover su trasero restregando sin parar hacia el hombre, llevó ambas manos para separar sus nalgas y seducir al hombre con lo que más le sobraba en su parte trasera.

Los fuertes gemidos de Loona fueron subiendo de tono con forme el hombre iba embistiendo más a su amiga, las nalgas de Loona chocaban con las caderas del hombre, sus trasero rebotaba con cada embestida que este le empleaba, Loona estaba fascinada por tener sexo con su "mejor amigo".

Pero ya muy pronto el juego acabaría, Loona empezaba a sentir que su punto estaba por llegar, su entrada empezaba a dolerle y mientras más alzaba su trasero, más sentía como sus piernas se deslizaban hasta quedar estiradas en la cama.

El hombre de igual manera ya estaba por acabar, estaba cerca de llegar a sus límites, aunque muy bien sabía que después de todo esto, no se volvería a repetir, esto solo era un favor que le daba a Loona por su celo.

Loona con las pocas fuerzas que le quedaban dejo de mover su trasero para acercar su cola y enrollarla sobre el hombre, haciendo que este se detuviera. Con sus ojos cerrados este recostó su cuerpo sobre la sabueso sin dejar de tener su pene en su entrada, parecía estar cansado.

Al mismo tiempo, este empezó a correrse dentro de la sabueso, solamente se había posicionado para dejar salir toda su carga en ella, Loona con la cola muy herizada empezó a gemir de placer, moviendo por última vez su trasero para sentir como la leche del hombre empezaba a derramarse por su entrada hasta llegar a su vagina mojada.

Ambos dejaron salir un fuerte suspiro de alivio, Loona cayó rendida por completo en la cama, todo su cuerpo estaba temblando del cansancio, no tenía más fuerzas para reacomodarse.

El hombre al haber acabado, este se apartó de Loona y dejo caer su cuerpo aún lado de la sabueso estando ahora los dos cerca del otro, entre jadeos y dolor, se voltearon a ver con un fuerte sonrojo en su rostro y una mirada tímida, bueno. Solamente por Loona.

— G-Gracias... — dijo Loona con timidez.

— De nada... mierda. Esto... no creí que llegaría a pasarme. Osea... siempre creí que tú lo harías con Vortex porque te gustaba pero, lo hiciste conmigo.

— El dejo de importarme desde hace mucho, desde que cierta persona me abrió los ojos — respondió con voz juguetona, sabiendo que se refería a el, aparte de que era la única persona en ese infierno.

— ¡Ja...! Tengo demasiado sueño... ¿no te importa si me voy a dormir...?

— ¿Puedes dormir aquí...? Digo, hay mucho espacio y hace un chingo de frío... — sugirió Loona jugando entre sus dedos, con la mirada tan inocente y su expresión tan dulce.

— No lo sé... Imagínate que uno de los dos pierda el control por el otro — dijo refiriéndose al querer volver hacerlo.

— ¿Y? Solo vente a dormir idiota. — jaló bruscamente el brazo de su amigo.

Ambos tomaron las sábanas que estaban en el suelo para acomodarse en la alargada almohada, Loona se había quedado completamente desnuda a la vista de su amigo, al igual que el.

Sentían ya la confianza del tener que estar desnudo frente al otro, el hombre intento tener su distancia con la sabueso para que pudiera dormir cómodamente, pero Loona no lo había llamado solamente para dormir a distancia.

Esta se apego al hombre, montando su pierna hasta el abdomen del hombre para tomar su mano y ponérsela sobre su trasero.

— Puedes tocarlo si quieres, total. Ya me lo hiciste, creo que son tuyas.

— Ya sabueso tonta — rodó sus ojos con una leve sonrisa — descansa, ¿si? Mañana tenemos cosas que hacer.

— Solo tú, yo seguiré durmiendo — comentó felizmente acomodando su cabeza en la almohada.

— Feliz noches.

— Sueña conmigo, idiota.

Dijo ella acariciando el rostro de su amigo con su cola y quedar profundamente dormidos entre el calor del otro.


CONTINUARÁ.

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