Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝕻𝕬𝕽𝕿𝕰 14

CONTINUAMOS.


— ¡Loona, ya no aguanto más! ¡Mete esa mierda, ya!

Giré la mirada hacia la sabueso levantándose del suelo, había sido golpeada salvajemente por la cosa está, yo estaba contra la pared, sosteniendole sus manos para que ya no pudiera hacer movimientos bruscos, mi mano me dolía demasiado al tener esa herida profunda en mi palma, no llevaba mucho tiempo aquí, pero lo había sentido eterno.

Loona, ella nuevamente tomó la espada empuñandola al frente, la ví acercarse con rapidez hacia la criatura alzando la espada en dirrección al exterminador, ¿Que es un exterminador?.

— ¡Muere idiota! — gritó con enojó logrando enterrar la espada — ¡Ja!.

— ¡Eso, buena puntería! — su cuerpo cayó estremecido, por lo que golpee su rostro y lo aparte de mi — Ahh~ eso fue algo loco...

— Pero que marica... — se recuesta contra la pared entre jadeos — Nada mal idiota, creí que hasta aquí ibas a llegar...

— No, claro que no. Nunca tuve que sudar tanto por una pelea... Mierda, Loona estoy echo una mierda.

— Eso lo estuviste desde el día que te ví — exclamó con una sonrisa levantándose y extendiendome su pata — arriba.

Tomé su pata apenas apoyándome de la pared, esto estaba pasando tan rápido, ella me apoyó tomando mi brazo y pasándolo por sus hombros, pero que gracioso, Loona era un poco más grande que yo, juré que hasta levantaba la vista para verla directamente a sus ojos.

Me recostó sobre la mesa no tan suave, lastimosamente los gemidos eran del dolor y no de placer, mi brazo apenas si lo sentía, su espada me había dejado un orificio profundo no lo en mi hombro.

— Carajo, no es por preocuparte pero esto no se ve nada bien, pareces un maldito toro en matadero — jaló de mi brazo olfateandome —.

— Puta madre... ¿Ahora que hago? Si tus papás me ven así, pues tal vez a Blitz le de igual pero a Stolas no, va a pensar mal.

— Bueno... Sabes, ahora mismo debería de ir a darme un baño y echarme, pero solo por qué me das tanta lastima y por qué no quiero que luego me manden a ver putas gasas te ayudo, ¿Puedes caminar?.

— Si, si puedo.

— Que bueno, así no te cargó, te dejare en la entrada del hospital.

— ¿De verdad?.

— Si, deja y busco el libro y mi disfraz — sale de la cocina — ¡No te vayas a mover!.

¿Y a dónde me podía ir con esto?. La espere pacientemente, bueno aún que no fue nada cómodo estar sobre la mesa con dos heridas profundas, está noche si que estuvo llena de acción y más contando esas peleas que túbe.

De tanto pensar no me fijé que el cuerpo de ese exterminador seguía tirado en el suelo, gire a verlo con curiosidad, esa cosa daba algo de miedo, más con esa máscara sonriente en su rostro, ¿Por qué se llama exterminador caído?.

Me acerque un poco a su cuerpo tirado en el suelo, está cosa tenía un tamaño algo exagerado, seguía con la espada clavada por lo que la tomé y sacarcela, la espada era genial, incluso resaltaba con un color blanco fuerte.

Loona llegó a la cocina por lo que me di la vuelta.

— ¿Que haces tonto?.

— Nada, solo que me llamo la atención esta cosa, ¿Que es...? — renqueo hacia la mesa —.

— Son ángeles enviados del cielo, ¿Ya?.

— ¿Que...? ¡¿Matamos a un ángel?! ¡Mierda! — grité desconsertado, regresando a ver al exterminador —.

— Tranquila idiota, esas cosas ya no son bienvenidas al cielo, por eso le llamamos así, la mayoría cambian de formas, pero a los que no se quedan a seguir depuran quien más llamé su atención, que por cierto llamaste su atención que eres un humano.

— Para tener esa forma física era muy fuerte y rápido... Mejor vámonos, ya.

Loona extendió su pata al frente,  abriéndose el portal con su típica luz cegadora la cual ya estaba acostumbrado a ver, siendo el más afectado entre al portal de primero, cambiando todo el ambiente a uno un poco más tenso y frío.

Delante mío estaba la puerta del hospital, ya había cruzado por completo.

Para asegurarme miré a los alrededores en busca que no hubiese una cámara checando la entrada, Loona y yo tendríamos problemas su fuera así, no habia nisiquiera un vigilante por lo que estaba seguro.

Esperé a que la sabueso cruzará el portal, lo que no sería tan inteligente era que Loona se mostrará así con esa apariencia, bueno.

Ella es Loona, ¿No?, A estas alturas ya debía de dejar de dudar de la sabueso, se que ella sabe lo que hace en diversas ocasiones por lo que no habría problema en ayudar.

Teniendo vista al portal note como ella cruzaba, pero lo que me exaltó fue ver a una humana cruzarla, ¿Pero que rayos había pasado...?.

Del portal había salido una chica con el mismo vestuario de Loona, me talle los ojos sin creer lo que tenía ante mis ojos, esa chica era tan parecída a Loona, Incluso con su cabello rapado y peinado a un lado la hacia parecerse, giró su vista mientras cerraba el portal con una expresión de vergüenza.

Ella se acercó a donde yo estaba con sus brazos cruzados y su mirada seria, yo boca abierto la miraba con miedo y a la vez asombro.

¿Pero que le pasó a, Loona? 

Diría que esto se había puesto ahora tan incómodo como lo era antes, cerré mi boca acercando mi mano a ella con un sonrojo que extrañamente salió y le hablé.

— ¿Loona...?

— ¿Que? ¿Por qué me miras con esa cara de idiota?.

— ¡¿Pero que te paso?!.

— Es un disfraz tonto, te dije que me iba poner uno, no sería tonta como para mostrarme en la superficie.

— ¡Es que no entiendo! Hace unos segundos te ví con esa apariencia de sabueso infernal y ahora te miras como una persona normal — exclamé viendola de pies a cabeza —

— Deja de actuar como niño y entra — me da un fuerte empujon obligandomé a entrar — Deja de hablar así que me pones nerviosa.

Empecé a caminar con dificultades mientras le hablaba.

— En serío no se que decir, te vez hermosa así, pero cuántos más secretos te ocultas.

— ¡C-c-cierra la boca, t-tonto! — golpeo mi hombro, noté como su rostro se ruboriza —

— Te vez linda sonrojada — le dije nuevamente entre carcajadas adelantandome — Ahora ya puedo joderte mejor.

— ¡Tu que lo haces y te corto el pito!.

— Pfff, si tanto lo deseas solo pídelo y te lo doy, no hay necesidad de que me lo cortés~.

— ¡Deja de bromear o me iré a la mierda, ahora!.

— ¡Ja, ja, ja, ja! Si lo haces pues tendrás que pedirle a otro que te compre un celu-

Mi cuerpo se detuvo de manera rápida y brusca, me había topado con una persona por error por no haber prestado atención.

Me aparte rápidamente de la persona solo para toparme con un sujeto de traje negro, con un par de gafas negras colocadas sobre su calva cabeza.

Me quedé parado en ese mismo instante, una fuerte descarga pasó por todo mi cuerpo erizandome toda la piel, este sujeto no lo conocía pero si me traía recuerdos malos.

Los sujetos de negro que irrumpieron el lugar de aquella vez con mis amigos de trabajo.

Pero que sorpresa.

Me di la vuelta por completo volteando a ver a Loona, Loona me miró con una expresión de confusión, claro ella no sabía lo que me había pasado, aún que creí que lo sabría por lo que había dicho Moxxie del gobierno.

Rápidamente tomé su mano sin pensarlo, mientras que sonreí con nervios al sujeto quien me estaba mirando con una ceja alzada, creo que no me reconoció.

Me alejé de el rápidamente junto a Loona quien ya me estaba hablando, pidiéndome que le diera una explicación, seguí caminando ignorando a Loona y sus palabras.

Esto estaba mal, más al frente pude ver a más sujetos de traje negro, mi corazón empezó a latir con más frecuencia y rápidez, estába teniendo un ataque de pánico en ese momento.

Desvíe mi camino para no tener que pasar frente a todos ellos, por lo que túbe que tomar otra sala donde no habría nadie más, más que algunas enfermeros y sus pacientes que eran atendidos.

Abrí una de las puertas del pasillo y entre junto con Loona cerrando y poniéndole seguro.

— ¡Te estoy hablando! ¡¿Que mierdas te sucede?! — me grito dándome un empujón — ¡No te hagas el sordo!.

— ¡Son ellos! Los sujetos que me atacaron son ellos.

— ¿Los de traje negro? Idiota se más claro que no te estoy entendiendo ni un carajo de lo que dices.

— Esos agentes me están buscando, creo. Por su existencia es que irrumpieron en una cabaña con mis amigos, nos buscaban.

— ¿Que? Entonces por eso el pito de bebé los mencionó... Creo que ahora sí estás en problemas, amigo.

— ¡Lo sé, ahora sí literalmente voy a irme al infierno y-... Espera, ¿Acabas de llamarme, amigo?.

Ella abrió sus ojos como platos, procediendo a desviar la mirada con sus brazos cruzados.

— S-si, ya te estoy tomando en c-cuenta como a-amigo.

— Wou, que cool... Bueno, ¿Ahora que puedo hacer? Alguien tiene que atenderme y no puedo pasar con ellos al frente.

— Déjame ver qué puedo hacer... — ella se dió la vuelta, notando como colocaba una expresión pensativa — Necesitamos que no te reconozcan...

— ¿Que tal si me visto de doctor...?

— No creo... ¡Ya se! — me dice asomando su cabeza a las afuera — te vestire de paciente, te llevaré en la camilla cubierto con sábanas, ellos no se van a dar cuenta.

— ¡Buena idea! — le dije mirando afuera — Eres buena pensando, Loona.

Pusimos manos a la obra, Loona tomó una camilla que para suerte estaba justo al lado de la entrada de la puerta, la adentró a la pequeña habitación donde estábamos.

Me recosté sobre está mientras que Loona tomaba de las mesas unas sábanas blancas, serviría para evitar que me vieran el rostro.

Ella me cubrió el cuerpo por completo, pero para que esto también funcionará ella también debía de ocultar su rostro, solamente pude ver cómo ella se colocaba una mascarilla, creo que no servirá de mucho, me tape por completo esperando que ella empujara.

La puerta de abrió, cerré mis ojos con algo de nervios esperando moverme, estando con los ojos cerrados esperando a Loona pude escuchar como la puerta se cerraba nuevamente pero de una forma brusca.

Di un pequeño brinco del susto, me destape buscando la razón del fuerte golpe, me topé con el cuerpo de una mujer tirada en el suelo.

Voltee a ver a Loona solo para ver cómo ella se ponía una bata de enfermera en sima teniendo que acomodarse el cabello tapando su parte rapada.

Ella me miró.

— ¿Que?.

— ¿Era necesario noquear a la enfermera? — la ví con ojos entre abiertos —

— Para no levantar sospechas pues si, ahora cubrete que ya nos vamos.

Me recosté de forma rápida tapándome, está vez sentí el movimiento del carrito, incluso pude ver la silueta de las manos de Loona empujando de la camilla.

Debajo de mis pies pude sentir el golpe de la barra impactando contra la puerta la cual se abrió bruscamente, ahora sí estábamos afuera.

Tragué saliva y como yo ya estaba en una posición cómoda me límite a no moverme tanto, no hacer tanto movimiento de con mi pecho al momento de respirar y sobre todo mantenerme con la boca cerrada.

Diría que esto fue un gran plan de Loona, ahora sí podía decir que era una chica realmente astuta.

Con forme pasábamos pude percatarme cómo varias siluetas pasaban a mi alrededor, joder, mi cuerpo nuevamente empezaba a erizar.

No quería que nos descubrieran o si sería más que todo mi fin, Loona se sabe defender por si sola por lo que me abandonaría aquí.

La luz que emitían los focos se iban poniendo más claros, las siluetas ya no se mostraban más, sentía la necesidad de asomar mi cabeza pero por miedo a ser descubiertos decidí no hacerlo.

Doble mi cabeza con vista a la parte de arriba de mi cabeza, logrando toparme con las manos de Loona, sus manos ahora estaban a mi vista.

Las observé con detalle, creo que me estaban dando ganas de tomarle la mano, aún que ya lo había echo hace unos cuentos minutos pero no recordaba el como se sentía por el temor de los sujetos, pero ahora que la tenía al frente mío, quería tocarla.

Me incliné un poco sacando mi mano la cual estaba un poco sobre mi espalda, teniendo ya libre comencé a subirla sobre mi pecho, doblando de está para lograr que mi mano llegará a mi cabeza, creo que Loona no se había percatado de lo que estaba haciendo.

Acerqué mi mano a la barra de la camilla donde estaría la mano de Loona empujando, no pensaba exactamente lo que hacía, podía correr riesgo si lo llegaba hacer, Loona era una loba de carácter fuerte y sería, por lo que lo tomaría como una acción perversa.

Solo estaba a unos cuantos centímetros de lograr tocar su mano, pero lastima que aveces las cosas buenas que tú quieres realizar no salgan bien, era como si se hubiese dado cuenta que iba a tocar su mano, ella apartó las sábanas sobre mi exponiéndome frente a ella.

¿Pero que rayos iba a decirle ahora?.

— List-... ¿Pero que haces?.

Ella me lo dijo con una expresión sería con su típica ceja alzada y su misma acción de brazos cruzados.

— Es que me picaba la cabeza y quería rascarme... — estube a punto que me descubriera, joder debo tener cuidado con lo que hago — ¿A dónde me trajiste?.

— Supongo que aquí vendrá uno atenderte, le hice señas a uno mientras te empujaba — se quita el traje arrojandola al suelo —

— Gracias, creí que me dejarías solamente en la entrada.

— Sería muy mala si te dejo solo, aparte de que esos putos agentes están aquí dentro, básicamente estarías ya muerto.

— Cierto... — Me acomodo en la camilla con la mirada al frente —

Ahora mismo solo tocaba esperar a que un médico me atendiera las heridas, siendo honesto no creo que sea tan importante atender esto, osea, ¿Por qué no simplemente me muero? Pues ni sé.

Cómo pensaba hace tiempo, a mí no me importa morir, no me da nada de miedo hablar sobre la muerte, pero siempre tuve esa idea del como me iba a morir, eso era lo que me afectaba.

Estoy seguro que le tengo miedo a la forma en como llegaré a morirme, lo más probable es que sea por los agentes.

Esperaba ver al doctor, doctora cruzar la puerta para rápidamente atenderme y marcharme del sitio, sentía más cómodo el infierno que la superficie ahora mismo.

Había algo que me dejaba con algo de inquietud, algo me hacía quedar callado y pensativo, no sabía a qué se estaba debiendo esto.

De repente me empecé a sentir inquieto, eso estaba un poco rarito, estaba solamente con la presencia de Loona, tampoco era que ella me hacía sentir así... ¿O si...?.

Levanté un poco la vista hacia ella, ví que estaba recostada contra una pequeña banca, con sus pies estirados sobre una máquina y con la vista hacia el techo.

Ahora que la miraba, note que se miraba, no sé, se miraba mejor que antes, digo, ella se ve genial en ambas formas pero creo que su versión humana era más llamativa.

No deje de verla por varios minutos, estaba concentrado en sus movimientos, ¿Que estaba haciendo? Esto ya era cosa de raros el tener que ver a una mujer sin que ella se de cuenta, observandole el cuerpo.

Loona en su versión sabueso tenía sus piernas gruesas hasta sus caderas, su trasero... Ya no se que estoy diciendo, estoy hablando ahora del cuerpo de Loona.

Traté de acomodarme un poco para poder así tener que verla sin tener que levantar mi cabeza hacia ella, pero por cosas del destino ahora mi cuerpo lo sentía pesado y no podía nisiquiera moverme con facilidad.

Voltee a verla nuevamente con esa misma pose en la que estaba, ahora esto se sentía completamente... Diferente.

Ahora que la miraba, me provocaba cómo intriga, que estará pasando por su cabeza que la tiene fija al techo con una expresión seria...

— Loona...

Llamé su atención sin pensar, ella volteó a verme colocándose en una forma mas formal de estar sentada.

— ¿Que?.

— ¿Puedo hacerte una pregunta...?

— Ya la hiciste — expresó con una sonrisa burlona — no ya encerio, ¿Que?.

— Es sobre ti... ¿Por qué eres así...?.

— ¿Osea? Se más específico tonto.

— Me refiero a tu comportamiento, tu forma de pensar, tus acciones que haces... ¿Que te llevó hacer todo eso...?

Loona desvío su mirada, juntó sus manos jugando entre sus dedos, creo que la pregunta era personal.

— No hace falta que respondas, entiendo que sea personal y-

— No tranquilo, creo que también te causa intriga saber cómo es que soy así... De malcriada, adicta al alcohol y mi forma de actúar.

— Si, al principio pensé que solo se trataban de rabietas, pero resulta que así es como te expresas hacia los demás.

— No siempre fui así tonto...

— Bueno, viendo que es un tema delicado pues no hace falta que lo digas, Loona.

— Solo puedo decirte que nunca me agradaron todos de los de mi alrededor, mi teléfono era en lo único que podía estar entretenida, no tube una buena infancia.

— Debió ser duro... Sabes, yo me escape de casa pensando que mi futuro iba a empezar desde ya...

— ¿Que? ¿Estás diciendo que escapaste de casa para cumplir tus sueños...? Pues que sueño más estúpido que terminaste como cantinero, sin ofender.

— No, tienes razón, creí que si al no tener que esperar tendría más oportunidad de lograr mejores cosas a mi manera y sin perder tiempo.

— ¿Y que pasó...?

— Pero resulta que todo trabajo debe tener experiencia en algo, demostración de que estás preparado... Desgraciadamente no termine ni mis estudios.

— Fue algo tan pendejo de tu parte hacer eso, ¿Lo sabías?.

— Si lo sé... Ahora ya no puedo hacer nada, mírame, ya estoy entrando a la vejez, incluso tengo barba y mi pelo cada día se me dificulta domar...

Pero que extraño era tener que hablar con Loona sobre mis problemas del pasado, sentí que no le importaría mis cosas, que me haría a un lado o no me pondría atención, pero fue lo contrario, ella me estaba poniendo atención.

Pero que sorpresa.

— ¿Y tú familia...? Apoco también dirás qué no sabes nada de ellos.

— Siento decir que no, hace 5 años que no los veo, a mi papá... A mi mamá... A ningún de ellos — cómo pude logré sentarme en la orilla de la camilla — nisiquiera recuerdo la voz de cada uno.

— Creí que sería yo quien había cometido estupideces a lo grande, pero resulta que un humano cometió lo más estúpido en su vida.

Ese comentario si me hizo sentir mal, incluso mis labios empezaron a levantarse un poco demostrando mis ganas de llorar.

— Si... Ahora que ya sabes por qué trabajaba en ese bar ya puedes reírte — voltee a verla, ella me miró directamente a los ojos para luego levantarse de la banca y acercarse hacia mi —. Tienes razón, es mejor de cerca, así puedes ver mi reacción.

— ¿Que? Idiota, no tengo por qué reírme de tus cosas, tuviste solo una vida con malas decisiones, ¿Y que? Yo también tomó malas decisiones y me va como la mierda, pero otras mierdas son buenas para mí.

— ¿A si? ¿Como que?

— Como por ejemplo, que conocí a un idiota que no sabe hacer nada más que solo meterse en problemas y no saber hacer ni un carajo ni con su vida — pintó un sonrisa apenas notable — pero si sabe cómo ganarse la confianza de otros.

— Vaya... No sé si sentirme feliz por qué ahora tu y yo somos amigos, o ofendido por qué me dijiste mierda... Tal vez ambos — alcé mi mano hacia ella con algo de dolor — entonces... ¿Amigos?.

— Esto es tan cursi pero si — tomó mi mano estrechandola con la suya , para luego golpear mi hombro no lastimado — Amigos, idiota.

— Je, ya me estoy acostumbrando a qué me llames por esas palabras.

— Pues te acostumbraras más... Bueno, no se a que horas vendrá ese puto pero mejor descansa, yo estaré al pendiente del doctor.

— ¿Segura?, Digo, puedo acompañarte y todo eso, así para que tengas con quién pláticar.

— Dije que te duermas — me empuja hacia la camilla con algo de fuerzas — y quédate aquí echado.

— ¡Ahhh! ¡Imbécil eso me dolió! — exclamé entre dolor, escuché la risa de Loona — ¡No es gracioso!.

— Ups, no es mi culpa ser tan fuerte que tú, bueno, descansa grandulon — vuelve a recostarse sobre la banca —.

Super, ahora sí podía decir que definitivamente Loona se había echo mi amiga, con los mismo tratos y formas de llamarnos la atención pero con una amistad y apoyo más asegurado.

Cerré mi ojos los cuales ya los sentía pesados.

Que bueno que ahora ya no tendré que preocuparme por otras cosas, cuando se que ahora puedo contar con la sabueso...





















CONTINUARÁ...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro