CONTINUAMOS.

Creó que está vez si me había metido en problemas con mi jefe, si no me bastó con la fuerte pelea de la fiesta, pues aquí dentro seguiría este, quise despejar la mente con una cálida ducha, mi cuarto no contaba con uno así que túbe que pedir a Stolas que me diera chance de usar el baño, claro que me dejó usarlo.

Fue tan relajante y lujurioso estar en contacto con el agua tibia, recorriendo mi cuerpo como una planta que necesita del agua para seguir floreciendo, no hubo otro momento en dónde túbe que despejar la mente, salvo lo que pasó en la fiesta con la sabueso que restregaba sus nalgas contra mi entre pierna.

Tenía la mirada hacia arriba recibiendo cada gota de agua en mi rostro, lo mejor todo era que estaba tibia, una ducha fría en este momento pues me dejaría adormilado y me mandaba de una vez a la puta cama.

Estando apunto de salir de la ducha, dandole un último restriego a mi cuerpo dañado, las marcas dejaron de seguir sangrando pero tenía feas cicatrices por todo mi cuerpo, incluyendo mi rostro.

Bajé las manos hacia mi verga algo erectada, el dolor hizo tener que bajar las manos a mi miembro, acariciando la punta con el rozo de un solo dedo, sentía la necesidad de gemir pero no estaba en uno lugar indicado.

A mi mente llegó la apariencia de la loba de pelaje negro, recordaba como había llegado vestida, como su figura tan atractiva, sus patas, su cola enrollando de mi cuerpo teniendo que tener mi parte con la de su enorme trasero, mierda... Deseaba tener que fornicar con alguien para quitarme está maldita necesidad.

Dejó de importarme todo lo que pensara, las hembras de este maldito infierno eran más atractivas, no podía nisiquiera hacer el intento de negarme la idea, sentía como la parte de abajo empezaba a palpitarme al ritmo de corazón.

No pude sacar de mi cabeza la buena figura de la sabueso de pelaje negro, tanto era de pensar en ella que túbe la brillante idea de darme algo de placer, sería algo entretenido jalarmela por un rato, el verdadero placer se encontraba aquí mismo, y no me estaba refiriendo al baño, si no al infierno.

Sentía como mi verga crecía más de lo normal, me estaba erectando tan rápido, la sensación de tener a alguien al frente me estaba matando, empeze a imaginar a detalle como se vería esa sabueso desnuda al frente mío, tener que apegarla a mi verga y coger de su sensual culo carnoso, escuchar sus gemidos ahogados.

Embestirla con toda las ganas que tenía, ver cómo sus enormes glúteos rebotaban por cada embestida que le daba a su apretado ano, sentir cada parte de su cuerpo con mis propias manos, sus tetas tenerlas apretadas, con sus pezones erectados dándome a entender que gozaba de su fuerte cojida de culo, pe-

- ¡___, te estás bañando o durmiendo en el baño!.

- ¡Su puta madre! - dije saliendo de mis pensamientos, teniendo que apartar la mano de mi verga escurriendo - ¿Stolas?

- Llevo gritando por más de 7 minutos, ¿Se encuentra bien? Espero no esté haciendo nada raro en el baño.

Pero que maldita necesidad había de sacarme del baño si solo iba a hablarme.

- No, no, claro que no. Solo me estaba concentrando en algo... Ahora salgo, disculpe mis distracciones - me dije limpiando de mi pene, tomando unas de las toallas y cubrir de mis caderas -.

- Está bien, te estaré esperando en la cocina con Blitz, por favor no te demores o mi Blitzy se va a enojar mucho.

- Si, si, si, ya voy.

Cómo mi ropa estaba justo en el baño solo tube que secar mi cuerpo, rozando con delicadeza las heridas que tenía al rededor de mi cuerpo, me cambié lo más rápido que pude ya que debería de estár en la cocina, creó que ya había pasado mucho tiempo en el baño.

Salí rápido con la toalla en mi hombro, Stolas se había marchado por lo que estaría ya en la cocina esperando, ¿Que quería hablar el conmigo? Lo más probable era sobre la pelea sobre la fiesta.

No imaginé que fuera a enterarse por medio de Stolas.

Corrí hacia la cocina, pasé la puerta llegando a la mesa, y si. En la mesa me esperaba mi jefe Blitz, con sus brazos cruzados y una mirada muy seria, pero que más debía de pasarme en esta noche como para tener más problemas.

- Aquí me tiene, Blitz. Si va a decir algo dígalo rápido que no estoy de tan buen humor para escuchar puteadas - tomé el asiento que estuviera frente a el -.

- ¿En qué mierdas pensaste en golpear a ese bastardo de mierda en su cara de mierda?

- Ehh, dijo mierda 3 veces.

- ¡Responde pendejo!

- Pues en nada, solo quería divertirme con una hembra, pero ese hijo de puta era su novio, igual le di su golpiza.

- Si lo sé, lo ví todo en internet y déjame decirte que... ¡Fue tan genial ver a ese puto tirado al suelo! - gritó golpeando de mi pecho - ¡Eres un increíble bastardo!

- ¿Que? Creí que estaría enojado al igual que Stolas - volteo a verlo sin entender aún -.

- ¡El no lo entiende! ¡Ese hijo de puta trabaja para la malnacida de Verosika! Se a estado robando mis clientes ¡Pero de la nada viene un puto humano y le da su merecido en frente de su público!, ¡Un humano con esas pelotas tiene todo mi respeto!.

- Esa son palabras que tal vez escuches una vez en tu vida viniendo de mi esposo, ___ - comentó con una sonrisa -

- Entonces... ¿Me está diciendo que a usted le gusto que yo lo golpeara? - me alejé de su rostro el cual se acercaba al mío -.

- ¡Por supuesto que sí! ¡Ya quiero ver la cara de esa puta chupa pollas, voy a publicar memes sobre su puto socio!.

- Mierda, hice algo bueno después de todo, ¿No?.

- Si, pero te sugiero que ya no vuelvas hacer eso, saben que eres un humano y pueden hacerte más daño ahora que jodiste a esa mujer.

- ¡Da igual, mi empleado puede romperles el puto culo cuando quiera! ¿Cierto idiota?. - Blitz voltea a verme con una sonrisa boba -.

- Ehh, por supuesto que sí, puedo manejar situaciones como esa, se pelear un poco, solo soy bueno improvisando en ese tipo de situaciones.

- Para ser una mierda de humano eres bueno peleando, ¡Por eso eh decidido dejarte a ti los encargos de nuestro clientes!

¡¿Pero que demonios?!.

- ¿Quien, yo?.

- Claro que sí, me demostraste que te vale una mierda como sea el sujeto, tu solo te vas directo a los golpes, por eso te quiero a ti como mi segunda mano, mi puta mando derecha.

- Je,je, parece que está noche será buena para ti humano, con su permiso me iré a la cama, no tardes Blitz que ya sabes que no me gusta dormir solo - inclinó su cabeza besando los labios del diablillo -.

- No enfrente del humano cabeza de plumas, ahora llego a la cama y uso esas trampas de osos contigo~.

Stolas se fue directamente a su habitación dejándome con un Blitz muy emocionado, y justo cuando creí que no me iba a llevar bien con el, el viene y me dice que quiere que sea su mano derecha.

Esto era algo bueno para mí, ahora no tenía que pedir nada más, simplemente debía seguir como iba y lograría conseguir el dinero y boom, me voy.

- ¿Aceptas?.

- Pues la propuesta suena súper genial, pero tal vez no sea buena idea llevarme todo el crédito del trabajo.

- ¡Vamos! No sea marica, está oferta no se la eh ofrecido a nadie, nisiquiera a Moxx que es mi mejor empleado.

- ¡Bien! Acepto ser su mano derecha, siempre y cuando usted me trate de buena manera y me llame por mi maldito nombre.

- Si, si, claro, por cierto ¿A qué hora llega mi cachorra?.

- La fiesta termina a las 2, ya no tardará en venir.

-Bien... Ve a dormir que mañana no esperaré que te levantes tarde, sueña conmigo perrita - salió de la cocina dejando salir fuertes carcajadas -

- Maldito idiota...

Problema resuelto.

Aproveché que estaba en la cocina para tomar un bocadillo, luego de esa charla tan rara..

Abrí la refri buscando algo con que pudiera alimentarme, todo la comida era bastante extraña, la mitad era comida normal y la otra pues... ¿Quien carajos guarda en una bolsa el cuerpo de las ratas muertas?.

Nop, ni loco iba comer de eso, luego recordé que tenían cajones donde guardaban el cereal que comía por la mañanas, solo tube que sacar de la refri el galón de leche, tome uno de los tazones embrocados, algo chistoso era que el tazón tenía las iniciales de mi nombre a un costado.

Me servi de la caja de leche primero, mierda creó que era al revés, primero el cereal y luego la leche, abrí de las gavetas buscando la caja que fuera darme mejor sabor, la mayoría eran de marcas que no sabía que existían, otras las reconocí por ser de la superficie.

Tome una que mostraba granos de maíz, me servi en el plato con el cuidado de no derramar la leche que estaba casi a la mitad del tazón, me distraje con tan solo ver cómo los granos caían a la leche y empezaban aguadarse, coloqué una sonrisa gustosa al tener el razón al frente mío, pero sin darme cuenta derrame de esta sobre la mesa.

Alejé las cosas de la mesa, maldiciendo la caja de leche, extendía la mano para tomar unos de los trapos que estuvieron al lado mío, pero cuando ví el trapo también pude notar algo, note mi piel y lo raro de esto es que estaba erizada.

Mi cuerpo lo empecé a sentir frío y tenso, junté mis manos viendo cómo se empezaban a enfriar, abrí mis ojos sin entender que era lo que sentía de este escalofrío.

Voltee a ver hacia mis espaldas de golpe, me sentía realmente raro, era como si algo estuviera llamando de mi atención, pero no había nadie más en la cocina más que yo solamente.

Creí que estaba perdiendo la cabeza, pensé que se trataba del alcohol que había bebido en toda la fiesta, aún que no tendría tanto sentido ya que me había bañado y no sentía ningún malestar en mi cuerpo.

Asomé mi cabeza por la ventana que estubo al frente mío, nisiquiera lograba ver algo por la oscuridad, pero esto no significaba que había alguien en el jardín del príncipe Stolas.

Negué estando con el pensamiento que me estaba imaginando cosas, antes de que pudiera alejarme de la ventana escuche el sonido de la puerta de quién sabe que sitio era golpeada, me alarme un poco ya que estaba sintiéndome raro.

Dejé el tazón de cereal en la cocina para después dirigirme hacia la puerta que supuse que estaban tocando, que otra podían haber tocado que la de la salida.

Llegue a la puerta la cual seguía siendo tocada, supuse que se trataba de Loona, esperaba tener que escuchar uno de sus feos argumentos hacía mi por el escándalo de la fiesta, túbe que mostrarme desinteresado al abrir la puerta.

- Ya deja de toc-.. ¿Ehh... Hola?

Me topé con la sorpresa que no había nadie tocando la puerta, asomé mi cuerpo curioso al jardín de la mansión y como la misma vista de la cocina, no pude ver nada más que la oscuridad cubriendo todo.

Creo que solo sería algún diablillo tratando de molestar con esas bromas que los jóvenes hacen cuando quieren quitarse el aburrimiento, que forma más que joder a sus vecinos, murmuré teniendo que cerrar la puerta de golpe.

Me di la vuelta teniendo que regresar a la cocina por mi tazón, pero al dar unos cuantos pasos más para alejarme de la puerta escuché nuevamente la puerta siendo golpeada, esto si se estaba poniendo algo raro.

Me acerque nuevamente a la puerta abriendola rápidamente, pero no ví a nadie más afuera, lastima que no portaba algo con que alumbrar, estube mirando por un par de segundos buscando algo que pudiera moverse, pero no había nada, seguía estando oscuro y sin la presencia de alguien.

Cerré la puerta con fuerza de nuevo, regresando a la cocina y disfrutar de mi tazón de cereal, pero parecía que el diablillo que estuviera afuera no le importaba que horas eran o quién dormía dentro, la puerta siguió siendo golpeada.

Estaba perdiendo mi tiempo en seguir correspondiendo el tocar de la puerta, lo raro era que al momento de acercarme no escuchaba ni los pasos de quién estuviera afuera al momento de tocar la puerta.

Me detuve con la espalda hacia la puerta pensando si tenía que abrir o no, esto no tenía nada de gracia.

La puerta la siguieron golpeando con más fuerza, mierda. No solo daban lata el maldito que tocaba la puerta si no que aparte tenía que ver de quién se trataba, apreté mis manos tomando de la manija y abrirla con rapidez esperando poder ver quién tocaba la puerta.

- ¡Pero que putas le pa- ¡Loona! - grite al ver la presencia de la sabueso - ¡Puta madre eras tú!

- ¿Quien más iba hacer idiota? - entró empujandome hacia un lado - De verás que estás idiota y no solo por haber cagado la fiesta, eres un pendejo.

- Vete al diablo Loona, no pedí que me dijeras como pelee con esos bastardos, y por cierto será mejor que a la próxima hables si quiere que le abran la puerta.

- ¿Hablar? Mejor vete a dormir imbécil, solo toqué una vez para que me abrieras.

- ¿Que? Pero si tocaste un chingo de veces la puerta, ya déjate de tonterías.

- Sigues borracho por todo lo que tomaste - rodó los ojos dirigiendose a la cocina -

- Ja, ja, y tú sigues avergonzada del puto escándalo que hice en la fiesta, pues adivina, tu noviecito me felicitó por la pelea y eso no es todo, su novia me invitó a su siguiente fiesta ya que al parecer también le agrede, así que pudrete.

- No digas tonterías idiota, ni loco te vuelven a invitar a una fiesta como esa por ser tan grosero y ad-.

- Además, ¿que..?.

Estando ya en la cocina me acerque a ella viendo su expresión de molesta.

- Si no te gusta el cereal pues no había necesidad de tirar el tazón al piso idiota.

- ¿Que? - bajé la mirada viendo el tazón tirado - ¡No, mi cereal! Mierda lo dejé a la orilla.

- Ni eso puedes hacer bien - sacó del refri un pequeño traste - Mmm~ no se arruino.

- Carajo, todo por abrirte la puta puerta.

Levanté los restros del tazón teniendo que limpiar el cereal regado.

- Mmmm~ sigue hablando solo - ella siguió comiendo de su traste -

- Mierda, y yo con hambre aquí.

Levanté todo el desastre que se había echo en el suelo, pero que desperdicio de comida, al menos miraba el lado bueno de esto y era que la sabueso no me dijo otra cosa más sobre la fiesta.

No iba volver a servirme un tazón de cereal, tendría que esperarme unas cuantas horas más para poder volver a comer.

NARRO YO.

El hombre al terminar de lavarse las manos volteó a ver a la sabueso, quien seguía comiendo del traste, su típica ensalada de aguacate.

Estando tan concentrada en su comida no se percató de la mirada del hombre, este solo rodó los ojos para proceder salir de la cocina sin decirle ni una sola palabra, nisiquiera las típicas palabras del "buenas noches".

Dejando sola a la sabueso en la cocina, tomaría dirección hacia su habitación ya que estar despierto tan tarde lo estaba dejando con sus ojos entre abiertos, pero lo que no contaba era que los sucesos que anteriormente volverían a presentarse pero está vez de diferente forma.

Estando de regreso con la sabueso, Loona nisiquiera se había levantado de la mesa, estaba recostada al rincón de esta ya que la mesa estaba apegada a una banca, con su ojos al techo mirando con la mente perdida, quien pensaría que tipos de cosas estaría pensando ella.

Jugaba con sus dedos metiendo uno tras otros sobre sus guantes sin dedos, parecía estar tan distraída que no se percataba de su alrededor, nisiquiera el ruido que empezaba a sonar del otro lado de la puerta donde el hombre había cruzado.

Levantó sus patas extendiendolas hacia el techo, pensando alcanzar o tocarlo sin tener que hacer esfuerzo, de pronto toda su paz se vería interrumpida, el fuerte ruido de la puerta siendo azotada la sacaría de sus pensamientos nostálgicos.

Alarmada por los fuertes golpes que vendrían del pasillo se levantaría de su asiento, sus orejas se movían de un lado a otro escuchando los fuertes golpes, por un segundo logró escuchar los jadeos de alguien.

Intentó acercar su pata a la manija y abrirla pero el fuerte azotar de la puerta se lo impedía, al no poder abrir de la puerta acercó su cabeza a está, tal vez poder escuchar el ruido le daría la idea de algo.

Golpe tras golpe sonaba la puerta, no pudo escuchar nada claro al estar con una puerta tan gruesa, de repente los ruidos dejaron de sonar; ¿Que a sido eso?. Fue lo que la sabueso se pregunto al abrir la puerta rápidamente.

Que mala suerte sería para esta al tener que abrir la puerta, su cuerpo fue impactado de una manera muy brusca, lo que la hizo caer al suelo arrastrandose por varios metros de la cocina.

Adolirida del golpe sobó su cabeza sintiendo el fuerte piquetazo en su oreja derecha, abrió sus ojos adolorida mientras que sacaba sus garras, muy molesta se encontraría ahora o sería por varios segundos al voltear a ver el cuerpo del hombre al frente suyo.

- ¡¿Pero que mierdas te ocurre?! - Gritó con enojó, pero al notar el cuerpo manchado del sujeto dejaría su asombro responder por ella - ¡¿Pero que putas te paso?!.

- Ahh~ no sabía que tenían a una jirafa vi-viendo aquí - apuntó apenas levantando su dedo al frente -

- No mames... ¡Esa no es una puta jirafa!

Parecía ser masoquista, por qué en ves de haber salido corriendo del pasillo, me detuve a pelear con la cosa que no sabía que era exactamente, solo podía describirlo como una maldita jirafa por su enorme tamaño.

Por supuesto tenía manos y en una tenía una maldita espada la cual me había clavado en mi mano, puta madre. Vi mi mano y note que tenía un gran agujero en medio.

Levanté mi cuerpo entre gemidos de dolor, mientras cubria mi mano lastimado con la otra, dirige la mirada hacia Loona, esperando que ella dijera algo, pero por su expresión de angustiada me daba a entender que no.

- ¡¿Pero que carajos hiciste?! - me grito sacudiéndome bruscamente -

- ¡Yo no hice nada, esa cosa solo me tomo del cuello y me dió una buena golpiza!.

- ¡¿Puedes pelear ahora?! - me soltó llevándo su vista al frente y empezar a gruñir -

- ¡Tengo mi mano echa una mierda! - me levanto apenas aferrando mis manos entre la pared - ¡Si!

- ¡No dejes que su arma te toque más, suelen hacer un chingo de daño y será peor para mí!.

- ¡Si ya me di cuenta que hace un pijo de daño! - corrí hacia la horrible criatura intento arrebatarle su arma -.

Quise intentar hacer todo con una sola mano, por un segundo creí que me enterraría la espada, pero creo que fuí un poco más rápido que el, pude hacerle la misma jugada que la del sabueso de la fiesta, tomar de su muñeca deteniendo su ataque, pero no conté su fuerza y lo había subestimado tanto, pude tomar de su muñeca pero su mano siguió bajando.

Si espada quedó estancada sobre mi hombro, fue tanto el dolor que no pude apartarme de el ya que había tomado mi mano, su espada empezó a quemarme el brazo, mi brazo empezó a sangrar de manera que la pesada siguiera bajando.

Creó que había pegado el grito de toda mi vida, dejé de sentir mi brazo por la culpa de la espada, el dolor me hizo reaccionar sacándome de ese trance, con mi otra mano túbe que tomar de sus brazos, evité que este siguiera hundiendo la espada sobre mi hombro, el dolor fue el doble ya que la espada me había dejado una herida profunda, y mi mano la había forzado sabiendo que tenía un agujero en medio.

Retrocedi estando de regreso con Loona, con la espada de la maldita criatura en mi mano ahora que se la había quitado, parecía haberse también descuidado de mi.

- ¡Puta madre contigo, a la próxima ayúdame! - le dije entregándole la espada a Loona - ¡¿Pero que mierdas es esa cosa, Loona?!.

- ¡¿Que no vez?! ¡Es un puto exterminador caído! ¡Más vale que lo acabemos antes de que acabé con nosotros!.

- ¡¿Y yo como putas voy a saber que es esa porqueria?!.

- ¡Solo cállate y ayúdame a sacarlo de aquí! - Loona corrió hacia la cosa llamada exterminador, tomó la espada con ambas patas intento clavarla en el, pero nuevamente esta cosa la detuvo, a diferencia que Loona seguía presionado la espada intento clavarla - ¡Ayúdame!.

- ¡Yo solo quería ir a dormir, no a pelear!.

Corrí con las pocas fuerzas que me quedaban hacia el exterminador, pero que horrible nombre tenía.

CONTINÚARA..