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Parte 6


CONTINUAMOS.

¿Fue todo un sueño?, los ojos de ____ lograron abrirse tan pronto notó los rayos del sol, estaba acostumbrado a cerrar su ventana junto a las cortinas para no recibir este tipo de molestias por la mañana aunque no había dormido en su cama pero seguía siendo muy molesto.

Había olvidado poner su alarma y no sabía mucho menos la hora, fue raro no haberse despertado con los típicos dolores que suelen tener los que no logran dormir bien, había recordado su última zona de descanso y había sido el suelo.

Sus manos se toparon con sus decaídos ojos, tallando lentamente mientras se intentaba levantar de la cama, y si, antes de hacerlo se dió cuenta que ahora estaba recostado en la cama y no era otra más que la de su cuarto.

En cuanto notó esto recordó que había estado durmiendo con Loona, la imagen lo hizo levantarlo del susto, se dió la vuelta notando que Loona ya no estaba en la cama, ni siquiera había rastros de ella en el cuarto, sacó el teléfono de sus bolsillos solo para darse cuenta que eran las ocho de la mañana.

El susto lo hizo salir de golpe a la sala, Eitan seguramente de había ido sin desayunar y menos con su refacción, ni siquiera le había dejado dinero para que pudiera comprarse algo en el recreo.

Bajó las escaleras aún descalzo y entre jadeos se asomó a la puerta, estaba cerrada con seguro como lo había puesto anoche.

— Cielos, cielos, cielos... ¡Eitan!.

Grito al darse la vuelta y volver a subir al cuarto de su hijo, que pudo haber esperado a estás horas de la mañana, Eitan ya no estaba en su cama, incluso sus sábanas estaban dobladas y su cama tendida, ¿Que le pasó que se había descuidado de su hijo? Pensó después volver a bajar los escalones.

Era obvio que ya se había marchado y ni siquiera se despidió de su hijo, todo por no haber puesto su alarma anoche.

Pero tenía una solución y era salir a dejarle su refacción si es que el no había llevado nada para comer, su receso no empezaría hasta dentro de una hora, tenía tiempo para bañarse, preparar la comida y salir a la escuela.

En medio de sus pensamientos notó un olor, una línea de humo proviniendo de la cocina, ahora que se percataba no había revisado esa parte de la casa, mucho menos recordar si dejo algo sobre la estufa.

Camino hacia la puerta cruzando la puerta solo para toparse con su amiga, ¿Ella no se había ido?.

Loona estaba recostada en el suelo tal parece estirando su brazo bajo el lavamanos, la sabueso aún no se había dado cuenta que el hombre estaba viéndola desde atrás como luchaba por sacar el tapón de unos de los frascos de aceite, fue gracioso para el ver a la sabueso maldecir al objeto que no alcanzaba tomar.

— Tapa de mierda.

Dijo apenas alcanzando la tapa.

Por un descuido de sus pensamientos en el hombre no evitó desviar su rostro al trasero de la sabueso, ella estaba en la posición más excitante para cualquier macho, para colmo ella llevaba su típico shorts corto por lo que alcanzaba a ver las enormes nalgas de su amiga.

No estaba de acuerdo en lo que pensó pero, se imaginó enterrando su lengua en la vagina del sabueso o en separar sus enormes nalgas.

— ¡Te tengo pedazo de mierda! — al tomar la tapa se levantó sin el cuidado de no topar con el tuvo del lavamanos, llevándose un fuerte golpe. Al darse la vuelta se topa con ___ — ¿Y tu qué? ¿Que esperas para hacerme un puto cachorro? Cógeme de una maldita vez el culo.

Si, es lo que justamente paso en la mente del hombre al ver a su amiga sacando la tapa, malos pensamientos para un pastor, ____ suspira con un rubor en sus mejillas y aclara su voz atrayendo la atención del sabueso.

— ¿Eh? — se da la vuelta — ¡Buenos días idiota! Pensé que seguías dormido.

— Hola... Yo eh... ¿Sabes si mi hijo comió algo?.

Loona apunta con su dedo a la mesa de la cocina antes de levantarse.

— Yo le prepare algo para comer, te mirabas cansado y no sé qué come el niño así que le hice un par de Waffles — deja la tapa junto con la botella de aceite y deja salir un fuerte suspiro — ¿Todo bien?.

Tras escuchar el noble gesto de la sabueso sintió como la presión se libera, entonces Eitan si había comido algo antes de irse a la escuela.

Acostumbra a siempre mandarle refacción a su hijo en una lonchera que cabía a la perfección en su mochila, se acercó al trastero buscando el recipiente donde suele mandarle comida pero no estaba por ningún lado.

— También se llevó su refacción, oye cálmate. Yo me encargue de que el niño llevará algo para comer.

___ vuelve a resoplar pero ahora mostraba una sonrisa serena.

— Ay Loona, te debo una grande. No debiste molestarte, pudiste haberme despertado y yo me habría encargado de hacer la comida.

— Lo sé pero después de lo que hiciste anoche por mi, quise hacerte el favor de que no te levantarás temprano, que por cierto — golpea el hombro de su amigo — ¿Por qué te dormiste en el suelo?

— ¡Ah! ¡Oye, tus golpes duelen! ¿Que esperabas? ¿Que me acostara contigo en la cama? Ni siquiera había espacio para mí.

Loona deja escapar una risa después de la queja de su amigo, no iba negar que se fijó en lo mucho que ocupó la cama, fue una sorpresa para ella haber encontrado al hombre tirado en el suelo durmiendo.

Antes de dirigirle otra palabra, la  sabueso sacó del microondas un plato con un rico contenido, eran los mismos waffles que le había preparado a Eitan pero estos eran para ellos dos, tomo uno antes de deslizarle el plato a su amigo.

___ al ver el plato de comida miro a su amiga comer uno de ellos, ¿Incluso había preparado algo para ellos dos? Pensó después de tomar también uno y darle el primer bocado.

Los waffles llevaban aún lado un par de fresas cortadas en cuadritos y glaseado, algo que sorprendió un poco a ___, nunca la había visto cocinar algo, durante su convivencia con ella años atrás nunca la vio acercarse a la cocina, mucho menos preparar algo tan simple como una taza de cereal.

Pasaron de la cocina a la mesa del comedor sentándose junto al otro para seguir disfrutando de la comida hecha por la dulce sabueso, ahora con un par de tazas de café a la mano y dos tenedores.

— ¿Que haras hoy?.

— Tengo una reunión con los jóvenes de la iglesia, y debo salir a dejar un dinero a casa de un amigo — menciona intentando recordar si no tenía otro mandado más que hacer.

— Había olvidado que estabas metido en esas cosas religiosas... ¿Que haces exactamente?.

Da un fuerte tragó a la comida.

— Suelo decirle a los chicos sus siguientes roles para el próximo culto o los ayudo con sus ensayos en los instrumentos, o simplemente los ayudo con la limpieza del templo.

— Se escucha tan sencillo.

— Lo sé pero a ellos se les dificulta aprender  — toma otro waffle del plato y le da otra mordida — Soy su maestro.

Loona suspira después de escuchar las diversas ocupaciones que tendría su amigo hoy, algo que ___ notó al ver sus orejas decaer.

Aún pudo recordar los mensajes que había leído anoche sobre el tipo que quería salir con ella y el pequeño testamento que Stolas le había mandado a ella, no podía ni siquiera preguntarle qué había pasado con ella y sus padres, estaba seguro que sospecharia que había revisado su teléfono.

Después de todo del día de ayer haberla tenido en casa fue una sensación agradable, lo que no hizo con ninguna sola chica por desinterés alguna lo hizo con su vieja amiga y fue pasar un día entero juntos conviviendo.

Claro que aún se preguntaba si en verdad estaban bien después de los acontecimientos de los años pasados pero seguía siendo Loona, su amiga.

— Fue muy agradable que estuvieras aquí, puedes venir cuando quieras Loona — agrega al tenso ambiente que se había formado por el silencio de la sabueso.

Loona respondió al gesto de su amigo con una animada expresión en su rostro, incluso en sus ojos de manifestó un destello.

— ¿De verdad? Oye no quiero molestarte tan seguido, se que tienes tus cosas y yo también tengo las mías pero... Wow... Me vas hacer llorar sabes...

Expresa ella con una voz temblorosa pero se podía notar la gran sonrisa que ahora se formaba en sus labios.

Para cuando terminaron de comer el pastor se había metido a la ducha, mientras tanto Loona esperaba en la sala usando su teléfono esperando a que su amigo se duchara, ___ le había ofrecido a Loona que si quería acompañarlo.

Ella no tenía ningun plan más que solo verse con su amigo pero la salida con ___ lo cambiaba todo, hasta la hora la sabueso reviso todos los mensajes acumulados y pudo ver la declaración que su amigo había echo anoche, también los mensajes de disculpas de parte de su padrastro.

Sentía que sus días de aburrimiento habían acabado ahora que había encontrado después de tantos años a la única persona que la entendía y ese era ____.

Estar pensando no la hizo fijarse en la hora y es que casi daban las once y ___ ya había salido del baño, el último retoque que hizo fue echarse un poco de perfume para salir de su habitación y bajar hacia donde la sabueso se encontraba pensativa.

Verla distraída es algo que suele ser normal en ella.

— Oye, ¿Te sucede algo?.

— ¿A mí...? Oh bueno... Mi amigo dijo que yo le gustaba — entraba a la conversación que tenía con él y le enfocó el mensaje de la declaración.

____ sabía de ese mensaje pues lo había leído anoche, no tuvo otra opción más que hacerse el impresionado y responderle.

— Vaya loco, ¿Que piensas hacer?. — aunque sonara discreto quería saberlo también.

— Nada, que se joda — rueda los ojos cruzando los brazos — Ese tipo no me agrada en nada.

— ¿Y por qué le hablas?.

— Mira yo... Carajo... Ríete si quieres pero cuando te fuiste yo trate de buscar un remplazo, ya sabes, tener a otro amigo y este imbécil parecía otra opción.

— ¿De verdad? — hace una mueca — ¡Ja, ja, ja!

— ¡No te rías idiota! Yo sí me sentí mal cuando te fuiste — golpea su hombro.

— ¡Ahh! ¡Perdón!.

— En fin... El solo me quiso para quitarse las ganas y desde que me enteré de eso ahora trato de mandarlo a la mierda, pero el imbécil siempre regresa.

— Oye tranquila, mira el lado bueno, nos estamos volviendo a hablar y justo ahora vamos de salida tú y yo, no le hagas caso a ese tipo, deberías bloquearlo.

Más que una opción era un plan para que la sabueso dejará de hablarle al sujeto, lo que no contó es que Loona si le hiciera caso, en un vistazo vio a la sabueso bloquear al contacto, ¿Había destruido una amistad?.

Ella no se miraba tan cómoda teniendo que conversar con el, eso quiere decir que le había echo un favor al sugerirle su idea.

Antes de salir de la casa la sabueso tuvo que regresar a su otro disfraz de humana y es que no quería transformarse tan seguido, estar cambiando de traje llevaba una concentración absoluta en su cabeza, era muy cansado estar cambiando.

Antes de salir, Loona volteo a ver a su amigo quien estaba tomando las llaves de su auto, este se percató que tenía la mirada de Loona en cima, que por si fuera poco sus mejillas empezaron s ponerse coloradas, un colo que Loona notó en el.

Esta simplemente se rió, hay momentos en donde las mujeres suelen tirar una mirada seductora a sus pretendientes y Loona al ser una chica muy juguetona lanzó esa mirada en ____, alzando una ceja pero al mismo tiempo mordiendo su labio, después de esto ella salió de la casa.

Al salir notó la frescura del día, eran las once de la mañana y ella aún seguía estando en la superficie en una ciudad con leyes sumamente raras, ___ salió de casa quitando el seguro de su auto y junto con Loona entrar.

— ¿A donde iremos primero?.

— Tengo que ver a los jóvenes primero. — menciona mientras enciende el coche y salir a la calle empezando a conducir.

— ¿Prometes no tardar?.

— Trataré, al menos les dejaré avisado que llevo algo de prisa y les asignare sus roles.

Loona y ___ estuvieron charlando durante todo el camino, comentando sus cosas que habían echo tiempo atrás y como es que les estaba yendo bien ahora, aunque el más platicadora esta vez era ___ dejando a la chica sin palabras.

La vez que se separaron hasta el día que decidió cambiar su vida metiéndose a un grupo de personas quienes servían a la iglesia donde ahora él se había vuelto el pastor.

Aunque tocaran esos temas ninguno se atrevió a rozar la pregunta que no solo ___ se cuestionaba, ¿Todo esta en verdad bien con ambos?.

Dentro de poco llegaron a una cuadra donde el auto del pastor se detuvo frente una enorme iglesia, Loona al ver el enorme monumento siguió pensando en como es que su amigo había acabado tomando otro camino.

No le incomodaba en nada pero era lo opuesto a lo que ella sería, no sabía nada sobre esos temas pero hasta ella sabía que los tipo infernal no eran bienvenidos a este tipo de lugares.

— ¿Me esperas aquí?.

— ¿No puedo entrar?.

Alzó su ceja.

— Loona tienes las piernas descubiertas y no dejarán de verte, aunque por mí no hay ningún problema pero hay muchas cosas que te pueden lastimar.

Pensó por unos minutos y al final accedió en quedarse esperando en el auto, le advirtió que no fuera a dejar que nadie se le acercara mucho menos siendo integrantes del lugar, podían hacerle algo.

___ entró al templo buscando a los chicos para asignarles de una vez sus roles, todos los jóvenes del sitio estaban limpiando y moviendo las bancas para los que se sentaban, la mayoría al voltear a ver al pastor corrieron de inmediato para recibirlo y saludar.

Este sentimiento jamás iba a quitar el deseo de compartir con ellos.

— ¡Hola! Chicos lamento decirles que no podré quedarme con ustedes para el ensayo, necesito un par de cosas que atender así que otra vez estarás a cargo King.

Se vieron entre ellos con decepción pero el chico de color alzó su voz en el grupo.

— Vamos chicos no soy tan malo dirigiéndonos, ¿O si?.

La mayoría ríe tras su comentario.

El pastor giró su cabeza buscando a otros de los servidores para que se quedará con los chicos, suelen haber algunos por la mañana acompañándolos en los ensayos pero esta vez no estaban a la vista.

___ frunció el seño.

— ¿No tienen a ningun hermano?.

Uno de ellos señaló al cuarto de instrumentos indicando que algunos estaban allí dentro, ___ se alejó del grupo dejando a que estos siguieron con lo suyo en la limpieza.

Cruzó la puerta buscando a los pocos adultos que quedarán allí hasta que después de buscar entre los cuartos vacíos se topó a cuatro de ellos sentados sobre unas sillas conversando.

Al llegar a verlos notó que estos estaban reunidos en un círculo hablando quien sabe que, pero algo no estaba bien en el ambiente y es que todos tenían las miradas bajas.

Uno de ellos incluso tenía sus ojos inchados como si acabara de llorar amargamente, aunque todos llevarán sus uniformes puestos estaban sentados sin hacer nada más que charlar.

___ se acercó a ellos con autoridad y hablo rompiendo la conversación entre ellos.

— No es justo que estén aquí y los jóvenes encargándose de todos — agrego al ambiente haciendo que la mayoría se levantará de sus sillas. — ¿Que están haciendo aquí?

Los tomo por sorpresa que muchos aclararon sus garganta pidiendo disculpas al pastor malhumorado, uno de ellos estaba limpiando las lágrimas que aún brotaban de sus ojos.

___ se acercó al hombre quien rápidamente le extendió su mano pidiéndole disculpas, pero el pastor ya no estaba por intenciones de regañarlos, más bien se preocupó por su hermano.

— ¿Que te sucede? Te ves mal.

Dice con voz serena poniendo su mano sobre su hombro.

Esperó tener alguna respuesta de el pero en cuanto puso su mano en el, este hombre inmediatamente cayó de rodillas al suelo y empezó a sollozar, los otros hombres se acercaron a él y uno de ellos lo abrazó.

El pastor no entendía a que se debía este comportamiento, hasta cuándo uno de ellos se levantó dejando al hombre de lágrimas en el suelo con los demás.

Puso su mano sobre la espalda del pastor y lo guió a que se alejarán de los demás, suponía que sería el quien le explicaría todo.

— ¿Que está pasando José?.

Dice ya muy inquieto y molesto.

— Pastor... Tengo muy malas noticias y me temo que esto nos afecta a todos.

También tenía la voz temblorosa.

— ¿Que pasó...?.

...

Dentro del vehículo había una chica de cabello blanco viéndose en el pequeño espejo, ya había pasado un buen rato desde que su amigo se había bajado del auto y desde entonces se quedó esperándolo pero esto ya iba siendo fastidioso para ella.

Miraba hacia las enormes puertas esperando ver al hombre, suspiraba por tenerlo a su lado y seguir conversando con el, a todo esto también se preguntó si también ____ llega a pensar en ella o si también se aburre cuando ella no está cerca.

Sacó el teléfono se sus bolsillos entrando a la aplicación de textos y se fijó en un número específico, había obtenido el número de ___, esto fue gracias a Blitz.

Pensó en mandarle un mensaje de texto siendo el primero mensaje que le enviaría desde su teléfono queriendo saber si ya iba a regresar al auto o tenía que esperarlo más tiempo, pero la falta de valor la hizo quedarse a medio mensaje.

El es un hombre ocupado, ella no tiene nada interesante que hacer así que no debe de molestarlo en su hora de ocupaciones, aunque se sentía bien salir con el ahora.

Un intento de volver a ver a las puertas del templo y se fijó que el hombre iba saliendo de ellas, verlo con una expresión seria pintó sus mejillas de un leve rubor.

Fue tan extraño ahora que se puso a pensar, el tiene otra cara.

El pastor se dirigió a la puerta de su vehículo y se adentro cerrando abruptamente la puerta, puso sus manos al volante y en medio de su comportamiento Loona escucho la respiración entre cortada de su amigo.

Cosa que preocupó mucho a Loona, puso su mano sobre su pierna al intentar calmar a su amigo.

— Oye, ¿Que tienes? — le dice preocupada.

— T-Tranquila... Yo estoy bien... — Loona se preocupa más al notar la falsa afirmación del pastor.

___ recuesta su cabeza en su asiento y deja escapar un fuerte suspiro.

— Loona tienes qué irte a casa...

— ¿Que? Pero creí que irías a otra parte.

— No Loona ya no... Ese hombre ya no existe... — quiso darle entender que había sucedido algo malo.

Loona respondió a su respuesta con un leve abrazo que rodeó la cabeza del hombre, notando como sus lágrimas empezaron a caer sobre su pierna, algo malo había sucedido o se había enterado de una mala noticia, si el no iba a decir nada entonces era mejor ser un poco de consuelo para el.

— Ey, tranquilo tonto, estoy aquí para escucharte si deseas hablar.

El pastor se despegó de ella cambiando su expresión a una serena sonrisa, no es culpa de Loona, ella solo estaba allí porque él quiso que la acompañara, lo justo era comentarle sobre lo que los hermanos de la iglesia le habían dicho.

— Loona... Creo que estoy en problemas — dice reposando su mano en su cabeza contra el volante — Creo que me encontraron...

— ¿Que? ¿Quienes...?.

Metió la manos dentro de sus bolsillos sacando de ellos una arrugada y manchada foto, Loona tomó la foto solo para ver en ella el cuerpo de un hombre.

El tipo estaba colgado sobre una cruz invertida, y al fondo se mostraba las intensas llamas que consumían una pequeña cabaña, lo demás estaba manchado de sangre por lo que solo se enfocaba en el cuerpo del hombre.

Loona no entendió al principio pero cuando estuvo apunto de entregarle la foto, el hombre puso su dedo sobre la foto mostrando una pequeña parte que no había logrado ver, y es que en la foto de mostraba al hombre crucificado sin su camisa, y en medio de su estómago estaba escrito un nombre.

Loona acercó la foto solo para leer y entender que el nombre de su amigo estaba escrito allí.

— Carajo... — ___ toma la foto y la devuelve a sus bolsillos — ¿Estas en problemas...?.

El pastor responde con un simple movimiento en su cabeza.

— El tipo de la foto... El... El era mi amigo, Ricardo no tenía nada que ver en esto... — en medio de sus palabras y frustrado deja salir un fuerte golpe al volante — ...y lo mataron.

Loona vió el rostro del hombre volver a decaer, ahora con un silencio sollozo que solo el podía callar.

Estaba frustrado y confuso, ¿Como lo habían encontrado? El estaba seguro que nunca le dijo su nombre a las demás personas, era así como ocultaba su identidad de los que llegaron a enterarse de como un loco había masacrado muchas personas.

Loona no entendía que tan grabé era el problema pero lo mejor que podía hacer era consolarlo, había pasado mucho tiempo desde que lo vio llorar y ahora que lo veía de frente otra vez se sentía culpable.

Fue como en la fiesta, sus ojos derramaban el dolor que expresaba y su respiración era la desesperación que contenía en su interior, y todo por no saber cómo ayudarlo.

— Oye... Siento mucho esto pero... — lo toma de los hombros — Trata de estar tranquilo, ¿Si? Puedo ayudarte en es-.

— N-No quiero que te metas en esto, ¿Okey...? Ya no quiero involucrar más personas en mis asuntos, mucho menos en arriesgar la vida de Eitan, el está creciendo y no quiero que viva bajo mentiras para que pueda vivir como un niño cualquiera, quiero que el sea libre, no quiero que termine como yo Loona, fracasando y volver a empezar y otra vez tropezar.

— Amigo... No puedes hacer todo a la vez — suspira — Eres un hombre especial y con todo respeto, pero no te estoy pidiendo que me dejes ayudarte.

Loona no iba aceptar una respuesta negativa en respuesta, por todo lo que había visto supo que tenía que ayudarlo como él lo hizo una vez tiempo atrás, era solo cuestión de tiempo de que las cosas se tranquilizaran.

Pero el pastor parecía tener una idea.

Estuvieron dentro del auto unos minutos después, la calma en su mente lo estaba empezando a relajar, era lo que necesitaba, un poco de silencio para poder pensar sin tener que dudar de sus mismas decisiones, y es que no iba dejar este asunto como si nada.

___ no le quedó de otra más que aceptar la ayuda de Loona, aún seguía siendo muy opuesta a las desiciones pero era mejor que actuar solo.

El plan de ___ era viajar a la cabaña de su colega, si habían obtenido esa foto de ese sitio quería indicar que aún seguirían allí, hace apenas un día que conversó con ese hombre, pero después de su conversación nunca supo más de él hasta el día de hoy.

Su muerte había sido provocada por los mismos sujetos que lo estuvieron atormentando en casa de la mujer, el cual su nombre era Stella.

No iba a esperar a que los problemas llegarán a el, no quería mostrar su verdadera identidad frente a las personas de Ámsterdam y mucho menos quienes eran los que estaban relacionados con su vida.

Estaba decidido a buscar respuestas sobre esa foto y quienes eran los culpables de la muerte de su colega.

Loona por dejarse llevar solo estaba de acuerdo en una cosa y es que iba apoyar al hombre, despues de todo aún seguía teniendo su instinto de pelea, como olvidar todas las veces que se enfrentó a tipos más fuertes.

— ¿Cual es tu plan...?.

— No tengo un plan exactamente, solo quiero buscar en ese sitio una pista — responde a Loona sin voltear a verla, el solo presionaba el acelerador del auto y aceleraba a fondo. — Como me encontraron y que quieren.

— Estás mal amigo, no puedes ir así nada más. ¿Puede ser una trampa, no crees? — vuelve a decir angustiada.

— Loona por eso es que no quiero que te involucres en esto, no quiero que tampoco te hagan algo.

— Se cuidarme sola idiota, yo lo digo por ti, ya no estás para este tipo de cosas.

— ¿Quien dijo que yo iré a matar?.

Loona no sabía que ___ había jurado nunca más sostener un arma, y por si fuera poco ellos iban en blanco, al menos Loona no tenía nada que pudiera usar como defensa, como un arma de fuego o un objeto blanco, solo estaba ella y sus habilidades para pelear.

____ No se iba a complicar más, el sabía cómo defenderse de los tipos de cosas que iba ir a encontrarse en esa cabaña, al menos hacia de cuenta que eran los mismos sujetos que lo estaban volviendo atormentar.

Cuando menos se lo esperaron llegaron al límite de una carretera con desvío, forzó el frente obligandose a estacionar su auto en medio de la entrada de una arboleda. El tipo vivía en medio del bosque.

— Listo... Bajemos.

___ aseguró las puertas del auto y se dirigió al maletero del auto. Loona fue detrás de él y al ver lo que sacó del maletero la inquieto.

Sostenía en su manos un largo cuchillo de pinta delgada y filosa, la base mostraba la forma de una santa cruz, pensó que iba sacar un arma de fuego pero no, parecía tener su propia manera de defenderse.

— ¿Es enserio? Crees poder con solo esa cosa.

— Yo no uso la clase de armas que estás pensando.

No iba arriesgar la vida de su amiga pero no podía prohibirle no meterse en este caso.

Metiendo una vez más sus manos al maletero saco un largo objeto envuelto en una funda vieja, entregándosela a la chica en sus manos, hace muchos años que el pastor conservó esa espada. Perteneciendo a uno de los exterminadores que ellos mismos se habían enfrentado.

Al ver esto solo pinto una sonrisa, ya no se sentía tan desprotegida ahora.

— Sigueme, su casa está cruzando este camino de árboles — rosa sus dedos sobre la punta de su cuchillo — Por favor no te mueras.

— Je, tu tampoco idiota.

Se asintieron al otro y ya estando listos ambos dieron la vuelta al bosque, hace mucho que ninguno de los dos se metían en problemas por cosas que ellos mismos se buscaban, la pelea más dura que tuvieron fue en aquella ocasión donde los agentes del gobierno se habían revelado.

¿Serán ellos? Pensó el pastor mientras caminaba en silencio, mirando para todos lados como si quisiera encontrar a la cosa que había provocado todo esto.

Loona estaba atenta a cualquier ruido, un paso en falso que pudiera cometer los sujetos que habían cometido el asesino.

Claro que en el fondo se sentía nerviosa al ser esta su primera pelea después de tantos años, pero no seguía teniendo temor, solo era la adrenalina la que tomaría control de sus sentidos.

Para no atraer la atención seguía usando el disfraz de su otra versión, perdía algunas ventajas pero estaba segura que no revelaría su verdadera forma delante de los asesinos.

Veía a su amigo de reojo, escuchando los murmurós que se decía el solo, ¿Estaba rezando?.

Pocos menos al frente estaba la vieja cabaña que habían visto en la foto, mientras más se acercaban más lograban verla y no tardaron en ponerse alertas, ___ sacó la foto de sus bolsillos queriendo buscar el fondo donde había matado a su colega.

Mostraba en la foto que parecía ser en la parte trasera de la casa, la cabaña era muy grande para solo ser llamada una cabaña.

— No veo a nadie. — durante el acercamiento intentó buscar al tipo de la foto — ¿Él vivía aquí?.

— No pero este lugar era de su propiedad, debieron de haberlo quemado del otro lado, conozco el lugar muy bien.

Ambos se asintieron y siguieron caminando.

Loona poco a poco se iba adelantando a la parte trasera de la cabaña, no veían nada que tuviera que ver con la foto, todo estaba en completo silencio, el poco viento que se manifestaba solo hacia del lugar un rincón libre.

____ junto a Loona bordeaban la cabaña en busca de una pista, aún seguía esperanzado de su colega, el debía de estar vivo y esa foto solo había revelado algo falso. Hubiese querido que así se tratara.

Ricardo fue un hombre que lo ayudo mucho, incluso cuando no tuvo nada que ofrecer ante Dios, más que solo su fe.

Después de un rato de estar viendo la cabaña notó a Loona parada al borde de una cerca de madera, notó la expresión asqueada de la chica.

Loona estaba parada en el otro extremo de la cabaña, ___ la siguió hasta llegar donde estaba parada y ver lo que ella tanto la paralizó.

Sus dudas fueron confirmadas, sacó la foto de su bolsillo, estaban parados justo donde mostraba la imagen, y delante de ellos estaba la cruz enterrada en el suelo y ante sus ojos estaba el mal oliente cuerpo de su colega.

Respiró muy hondo al encontrarse con la escena, entonces si fue real lo que mostraba la foto.

— ¿Qué clase de bastardo haría esto? — menciona Loona inquieta por lo que veía.

— Los mismos que no están observando ahora mismo...

FIN DEL CAPITULO

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