
EPISODE TWENTY-EIGHT
Minhee quiso darse media vuelta en cuanto vio el lugar en el que estaba.
Aun así, tratando de mantener una tranquilidad que no tenía en ese momento, bajó las interminables escaleras de aquella zona de depuradoras. No era creyente, pero estaba rezando para tener que meterse en agua limpia y no en la mugrosa. En caso de tener que tocar mierda, ya podían dar la prueba al nuevo por perdida porque ella misma moriría ahí del asco.
La humedad la comenzó a inflar levemente el pelo, aunque simplemente metió los mechones en una nueva coleta que rehizo para distraerse y concentrarse. Podían ser diamantes, tal vez tréboles. Odiaba trabajar en equipo, también odiaba tener que tocar cosas y por supuesto odiaba tener que depender de otros jugadores. Esperaba no morir por culpa de aquella prueba absurda del Sombrerero al chaval sucio.
Pudo ver las líneas láser del juego cambiar de color cuando las atravesó sin dudar, sacando su desinfectante para tocar el móvil de la mesa. Al menos Arisu se había mantenido en silencio, tal vez demasiado asustado o intimidado.
Tras desinfectar, se dignó en dirigirle la palabra al fin.
— En verdad te estoy haciendo una prueba para ver si vales como ejecutivo de la Playa — admitió. De esta manera, tal vez Arisu se esforzaría más—. En mi opinión es una estupidez porque es obvio que no, pero suerte — Arisu quedó perplejo, mientras ella analizaba la extraña funda del teléfono en sus manos yendo hacia donde el cartel con la fea flecha roja indicaba.
— ¡Ahn! — alzó las cejas cuando vio al chico que estaba por la zona del sótano en ocasiones correr hacia ella con un gesto algo desesperado. Que no fuera mierda... —. Se está empezando a inundar la zona — dijo. Minhee tutubeó.
— ¿Agua limpia o sucia?
Tatta hizo un gesto de confusión.
— Limpia, creo.
— Ah, entonces bien — dijo. El chico de la gorra la miró como si estuviera mal de la cabeza, pensando severamente en sí realmente ella era la nueva ejecutiva de diamantes.
— Oye... Eres... — miró hacia Arisu. Se giró para observar, viendo ya a Kuina ahí cogiendo su teléfono correspondiente.
— Eres el del juego del Pilla Pilla — recordó Arisu—. Estás vivo.
No como tus amigos. En ocasiones se quedaba a punto de saltar esa clase de cosas groseras y de mal gusto.
— El tiempo pasa — recordó, escuchando el sonido de agua caer en cascada desde donde estaba. Miró la hora en el teléfono en su mano, rodando los ojos—. Reencuentros para después si salís vivos. Vamos.
EPISODE TWENTY-EIGHT
BULB
Su lado más positivo la hacia pensar que, en caso de que en verdad no fuera agua mínimamente limpia, podría morir tocando una de esas cosas eléctricas que colgaban antes de pillarse cualquier infección por el juego de mierda que estaba a punto de jugar.
Era una sala cerrada, con tantos circuitos en el techo conectados a diferentes conductores de electricidad a la altura de sus cabeza que era imposible no compararlo con una película de ciencia ficción. De una de las pareces salían grandes chorros de agua, y en la pared de enfrente había tres interruptores con las tres primeras letras del abecedario. Además, había una puerta que daba a una pequeña habitación con una bombilla.
Si el juego era como aparentaba, ya sabía como resolverle.
Los teléfonos sonaron, y puso toda su atención en tratar de captar bien las palabras de esa voz robótica. Tenía severos problemas en entender lo que decía, y así la pasó en el juego del Pilla Pilla.
La inscripción se ha cerrado
Hay 7 participantes
El juego va a empezar
Dificultad: 4♦️
Minhee movió los pies bajo el agua. Si este era un 4♦️ y ya había jugado con tanta facilidad el 8♦️, no podía esperarse demasiado de esos juegos. Hasta ahora el más complicado había sido el del Pilla Pilla, pero más que nada por el tamaño del edificio y lo inútiles que eran el resto de jugadores. Estaba hasta decepcionada.
Juego: La Bombilla
Pregunta.
¿Qué interruptor enciende la bombilla?
Regla uno: solo un interruptor de entre A, B y C enciende la bombilla.
Regla dos: solo tenéis una oportunidad de accionar un interruptor con la puerta abierta.
Regla tres: si la puerta está cerrada, podéis accionarlos las veces que queráis
Regla cuatro: si alguien está en la sala o si hay un interruptor accionado, la puerta se bloqueará y no se podrá mover.
Solo tenéis una oportunidad de responder como grupo. Si acertais que interruptor enciende la bombilla, superáis el juego. Si el nivel del agua sube y llega a los cabes, es Game Over.
— ¿Los cables? —repitió Kuina.
Repentinamente, una de las jugadoras tocó uno de los cables del techo. Se produjo una gran explosión que iluminó por completo la sala, y cuando se giró a mirarla cuando el agua salpicó a su lado, pudo ver que la estúpida estaba muerta.
— Que idiota — dijo—. Os electrocutais. ¿Acaso no fuisteis a la escuela?
— ¿Se refieren a eso? —preguntó Kuina, mirando el cableado.
— Si quieres que alguien más lo pruebe — se burló un poco, alejándose del cadáver flotante—. El agua está subiendo. Si sube mucho, morimos todos.
—Solo hay que averiguar cuál es el interruptor correcto — pronunció desesperado Tatta—. Entraré primero. ¡Hagámoslo por turnos!
Entonces fueron los minutos más tortuosos para Minhee. En primer lugar, olvidaban las reglas, como si el juego fuese tan fácil como encender la bombillita y ya (que ciertamente, sí lo era). Después, proponían accionar uno al azar y si se encendía era ese, y si no se jodían. A Minhee le sorprendía lo estúpidos que eran todos. Incluso Kuina estaba decepcionandola horriblemente.
— Solo hay una oportunidad — recordó—. Si no se enciende, os habéis equivocado.
— ¿Y cuál es el problema? — el agua ya llegaba a la altura de sus rodillas, subiendo a un ritmo peligroso—. Bueno, encendemos el A con la puerta abierta...
— ¿Y si te equivocas? — insistió—. Vaya inútiles.
— Si se enciende, es A. Si no, es el B o el C — señaló el chico de gorra. Minhee quiso pegarle la cabeza a un cable—. ¡Hay una posibilidad del 50%!
— Es del 66, burro — espetó.
— ¡No entiendo nada! — se quejó Kuina, apoyada en la pared.
Quiso solucionar ella en ese momento el juego por lo mucho que estaban cabreandola, pero recordó su misión ahí.
— Yah, Arisu — llamó. El chico la miró esperando ayuda—. Activa esa cabeza, ¿qué vas a hacer?
— No hay otra opción — negó, caído en la ignorancia grupal. ¿Y querían meter a ese en la junta?—. ¡Accionemos uno con la puerta abierta! — declaró.
— ¿A lo loco? — trató de detenerlos de alguna manera—. ¿Arriesgando nuestras vidas? — el agua ya llegaba por la cintura—. ¿Después que harás? ¿Lloriquear porque vamos a morir por tu culpa?
— ¡Sí! — espetó—. ¡Si sabes la respuesta, hazlo ya! — gritó—. ¡Siempre te haces la inteligente, resuelve esto entonces!
— No me lo hago, lo soy — siseó, cruzada de brazos sujetando el teléfono con fuerza—. Al menos, soy más inteligente que todos vosotros juntos. Tanto como para saber que moriremos por esa mierda de plan. Estás en una prueba, espabila.
Kuina se incorporó de la pared, comenzando a desesperarse. No podía creerse que esta fuera la misma Minhee que peleaba como una cría con Chishiya.
— ¡No nos metas en la prueba del recién llegado!
Minhee giró el teléfono entre sus manos, notando ya el agua cerca de su pecho.
— ¿Qué? ¿Os rendís? — pronunció burlona.
— ¡Me rindo! ¡Dinos la respuesta! — suplicó Tatta—. ¡Ahn, por favor!
Miró a Arisu. Le lanzaba una mirada espantosa, tal vez deseando ahogarla en ese agua antes incluso de que pudiera acabar electrocutada. Sonrió apenas en su dirección, provocándole.
— ¡Arisu, hazlo antes de que sea tarde!
— ¿Entonces preferís fallar y morir como idiotas? — dijo, mirando las chispas que de vez en cuando se generaban. Arisu estuvo a punto de accionar el primer interruptor. ¿Debía darle alguna pista o algo?—. ¿De verdad te crees que el juego se resuelve así?
Arisu apoyó la mano en el interruptor, decidido, cuando de golpe quedó ausente mirando el agua subir. Minhee quiso creer que estaba hallando de golpe la razón y podría darse cuenta de lo fácil de resolver que era realmente, aunque bien existía la posibilidad de que se estuviera meando encima del miedo.
Compartieron una mirada, y entonces habló.
— Cerremos la puerta — dijo. Minhee quiso aplaudir, ¡al fin!
Kuina corrió a cerrar la puerta sin entender nada, siguiendo las indicaciones de Arisu con duda.
— Venga, haced caso al pobre iluminado o nos morimos — restó importancia. Kuina tomó eso como una orden, cerrando por completo la puerta corredera.
Arisu accionó el primer interruptor, pidiendo que esperaran. Cuando el agua ya llegaba por el cuello (ella tenía que ponerse de puntillas ya que le llegaba por la nariz), Arisu bajó de nuevo el interruptor y abrieron la puerta. Tras eso, accionó el interruptor B. Estaba al fin satisfecha, aunque definitivamente no iba a dar buena opinión de él tras el caos. Estaba completamente segura de que si no hubiera estado ahí insultandolos, habrían muerto por tal estupidez.
— ¡Kuina, toca la bombilla! — gritó.
— ¿Qué?
— ¡Vamos!— dijo ella, viéndose cada vez más cerca del cableado. Kuina acató al fin la indicación, quejándose cuando tocó la bombilla y esta ardía—. ¡EL A! —gritó al mismo tiempo que Arisu, esperando que de esa manera el juego pudiera entenderla a apenas centímetros de electrocutarse. Arisu la miró como si estuviera mal de la cabeza, y todo el mecanismo se detuvo.
Juego completado. Enhorabuena.
— La electricidad genera calor — comenzó a explicar el moreno, mirándola fijamente de una manera poco amigable—. Si se encendía, estaba caliente. Si no, estaría fría. Y solo había un intento para verlo.
Minhee trató de hacer que su pelo no tocase el agua, comenzando a sospechar que no estaba limpia.
— Que ironía — dijo—. Si hubierais sido unos idiotas tal vez incluso hubierais resuelto el juego activando la A primero — miró a los lados, buscando alguna cámara que sabía que no encontraría. Quienes estaban detrás de esto eran astutos, pero no demasiado—. Menudo fracaso de juego.
— ¿Entonces no era un 50%?— preguntó flotando Tatta. Kuina se apoyó en la pared, abrumada.
— Qué más da ya...
░░░░░░
El hecho de no encontrar a Minhee por ningún lado solo estaba poniéndole los nervios de punta. Confiaba plenamente en sus habilidades, además de que había visto a Kuina por ahí, pero la idea de qué estuviera de nuevo una situación desfavorable con Niragi o cualquier otro borracho no le dejaba tranquilo.
La música se detuvo de un momento a otro cuando los Paramilitares llegaron, y sintió que fue la primera vez que se alegró de ver al psicópata de Niragi. Si su chica no estaba siendo acorralada por ese cerdo, eso significaba que estaba haciendo de las suyas por algún otro lado.
Se mezcló entre la gente la gente, observando de lejos la situación que se daba entre los nuevos y los militares. Minhee tampoco estaba junto a Kuina, aunque se veía venir ya por la cantidad de gente que había.
— ¿Es una pelea? — se asomó un poco, observando cómo el Sombrerero llegaba. Tras él, pudo ver al fin a Minhee. Era extraño, pero de alguna manera Minhee y el Sombrerero parecían estar teniendo conversaciones que aumentaban la confianza del líder en la extranjera. Además le tranquilizaba verla de esa manera tan serena.
Minhee avanzó un poco a la vez que su superior, aunque se quedó de nuevo tras él al lado de la tumbona donde estaban Kuina y Usagi. Pudo ver como lanzó una mirada a Niragi, creando una pequeña guerra silenciosa entre ambos antes de que él finalmente tuviera que abandonarla por responder al Sombrerero.
— ¡Ejecutivos, a la sala de reuniones! — gritó. Los militares avanzaron tras su líder, aunque Niragi trató de chocar con Minhee ganándose una zancadilla a cambio. El Sombrerero se colocó a la par que Minhee, sin haber observado aquel intercambio tenso entre ambos ejecutivos de diamantes—. Arisu, tú también vienes — ordenó. Arisu miró primero al líder, y después a la coreana—. Ahn me ha hablado de tu rendimiento hoy. Sígueme.
Cuando el Sombrerero comenzó a andar, Minhee se vio obligada a seguirle, girandose un momento para mirar en su dirección. Elevó la mano para saludarla, aunque no le había llegado a ver entre la multitud y simplemente avanzó a paso rápido ligeramente tras él. Una vez se alejaron lo suficiente y Kuina quedó sola, avanzó hacia ella.
— Bueno, ¿qué te parece?
— ¿La loca de Ahn o el nuevo? — pronunció Kuina con seriedad—. ¿Cuidar de ella? ¡Casi morimos porque ella no quería decir la respuesta! — chivó, aunque quedó algo paralizada cuando le vio sonreír—. Definitivamente debes de ser un genio para poder entenderla.
— ¿Y del nuevo? — cambió el tema, apreciando un tono algo enfadado de su compañera.
— Me gusta — dijo simplemente—. Aunque Ahn no opina lo mismo. Ha sido al que más ha insultado, después de Tatta.
— ¿A ti también te ha insultado? — preguntó con burla.
Kuina bufó bajito.
— La encanta resaltar lo inteligente que es en comparación al resto.
— Porque lo es.
— Simp de mierda.
░░░░░░
Minhee podía sentir la mirada de Chishiya sobre ella nada más entró a la sala de Ejecutivos, aunque no le hizo ninguna clase de gesto hasta que se sentó en su silla correspondiente entre Ann y él (había sido petición del Sombrerero tenerla más cerca). Era algo incómodo para Ann, pero a Minhee le atraía más la idea de estar cerca del gran líder antes que de los raritos de los militares.
— ¿Un buen juego? — preguntó bajito inclinándose hacia su lado, sabiendo cual sería su respuesta.
— Ni de broma — se resignó, esperando a que todos se sentaran y se fueran los innecesarios—. Creo que me he acostumbrado a que tú estés ahí para traer la voz de la razón.
Chishiya sonrió, apoyando la mano sobre el reposabrazos que Minhee se negaba a usar porque, según ella, ahí había hasta cepas sin investigar de tanto que la gente lo toqueteaba. Tenía su punto, pero siempre tenía a exagerar todo lo referente a la higiene. Probablemente le mataría si supiera que aún no se había duchado.
Arisu entró después, quedándose en pie al fondo justo frente a ambos. Sus sillas estaban más juntas que cualquier otra, por lo que cuando el moreno miró en su dirección, vio dos gestos similares de burla en su dirección. Chishiya agitó la mano como saludo, mientras ella entrecerró apenas los ojos.
— Vosotros — moduló en un susurro apenas. Arisu cayó en cuenta entonces que en ese corto plazo en el que Minhee y Chishiya se encontraron en el juego del Pilla Pilla, hicieron equipo de manera instantánea. Chishiya y Minhee desprendían la misma sensación, y se veían más cercanos de lo que parecía.
— Dos de picas. Seis de picas. Cuatro de diamantes. Dos de tréboles — Mira leyó las nuevas cartas, dejándolas en la mesa justo frente al Sombrerero—. Hasta ahora, no hemos encontrado ninguna figura.
— Si no existen, solo nos falta el diez de corazones — dijo Kuzuryu. Minhee alzó las cejas, diciendo mentalmente que ya se lo había dicho.
— No ha salido en ningún juego — señaló Mira—. Si no aparece, no podremos completarlo.
— Quizás deben darse ciertas circunstancias para que aparezca — dijo Ann, pensativa. Minhee giró entre sus dedos el cordón de los pantalones de deporte cortos que llevaba puestos—. A lo mejor no es en Tokyo.
— Nunca se ha visto un juego fuera de Tokyo — recordó Kuzuryu.
— Tampoco hemos indagado más allá.
Antes de que la cosa se pusiera tensa, el Sombrerero intervino.
— La estrategia no cambiará. Investigaremos los terrenos de juego de Tokyo, y estad atentos por si aparece el diez de corazones — se apoyó en la mesa—. Pronto tendré que renovar mi visado — Chishiya, quien de vez en cuando lanzaba miradas de reojo hacia Minhee, frunció por un segundo el ceño cuando la vio elevar apenas la comisura de los labios al recorrer la mesa por el rabillo del ojo. Pudo percibir perfectamente como Aguni compartía miradas con sus militares.
— Hay una forma segura de conseguir días de visado — habló Mira. El Sombrerero se inclinó con curiosidad, e incluso Minhee la miraba con atención—. Los corazones te permiten jugar con los sentimientos de otros. Si llevas contigo a los que no les importa morir, sobrevivirás seguro — levantó la mirada, desviandola hacia la posición de Arisu—. Como en el juego de 7❤️ de Arisu. Pasó eso, ¿verdad?
Minhee se removió inquieta, desconcertando aún más a Chishiya. ¿Cómo diablos Mira sabía qué había ocurrido en el 7❤️ de Arisu? Minhee no dejaba de darle vueltas y vueltas, comenzando incluso a marearse. No era buena empatizando con la gente, pero compensaba eso sabiendo leerlas a la perfección. Mira Kanao estaba yendo directa a una herida abierta, aunque ella no tenía ninguna clase de idea sobre aquel chico. ¿Cómo sabía Mira que Arisu perdió a alguien importante en el 7❤️? ¿Por qué sabía algo que ella no?
» — Es un juego que no requiere tener cerebro —rio.
El Sombrerero sonrió, dirigiéndose hacia él.
— Ya que superaste un juego de corazones, ¿tienes algún consejo, Arisu? — rio descaradamente.
— ¿Pero saldrá un juego de corazones tan oportunamente? — Ann seguía bastante focalizada en el tema del 10❤️—. No sabemos qué tipo de juego es hasta que se cierra la inscripción.
— Podríamos deducirlo basándonos en la probabilidad — propuso Kuzuryu.
— No quiero un método tan pretencioso — el Sombrerero golpeó la mesa, poniéndose en pie—. Participaré en el próximo juego, sean corazones o picas — fue hacia la enorme pared, mirándola—. Como he ganado el 100% de los juegos, completaré el juego con facilidad. ¡Jugaré hasta que salga el diez de corazones! ¡Pronto tendremos todas las cartas y nos iremos de aquí! — se giró de nuevo—. Ejecutivos, cuento con vosotros para vigilar este lugar. ¡Se levanta la sesión!
Minhee se levantó, metiendo la mano en su bolsillo de manera disimulada. Pasó por detrás del Sombrerero, y tan solo Chishiya, quien iba pegado a ella por la presencia de Niragi en la sala, pudo ver como dejaba caer un papel doblado justo bajo su silla. Se detuvo entonces de golpe, soltando un ruidito de sorpresa.
— Oh, Sombrerero — llamó. Todos se giraron, viéndola agacharse y tomar un papel del suelo. El hombre se acercó con curiosidad—. Se le ha caído esto.
El hombre se agachó a su altura, tomando el papel y desdoblandolo. Chishiya disimuló su sorpresa como pudo, retrocediendo un paso ya que sabía que lo que ocurriría en los siguientes minutos sería un caos.
— ¿A mí? — preguntó, observando la fotografía. Minhee asintió con tal seguridad que si no la hubiera visto en directo, creería que de verdad lo había encontrado tirado.
— ¿No se acuerda? — puso un tono de voz meloso, inclinándose un poco hacia él—. Usted me dijo antes que todos teníamos un pasado unido por Borderland — puchereó levemente—. ¿Cómo ha podido olvidar nuestra conversación?
El Sombrerero cayó en sus palabras, asintiendo cómo si fuera completamente verdad y estuviera recordándolo.
— Cierto, preciosa, perdoname — acarició su pelo. Minhee no hizo ningún gesto en el momento, aunque cuando se giró tiró de sus mechones ligeramente como si tratara de quitar algo de ellos. Después se incorporó, dejando ver la imagen en su mano.
— Tú... — gruñó Niragi. Trató de avanzar a paso rápido dispuesto a arrancarle de sus manos la fotografía perdida, aunque fue detenido por la seguridad del Sombrerero. Minhee se escondió tras el Sombrerero, avanzando disimuladamente hacia Chishiya con un brillo de victoria en los ojos—. Maldito capullo, ¡dame eso!
— No tienes por qué ponerte así, Niragi — rio descarado el número uno. Niragi estaba furioso, centrándose por completo en el trozo de papel—. Esta preciosa mujercita, ¿es algo tuyo?
— No es de tu incumbencia — espetó, amagando con sacar el arma que se le fue retirada.
— ¡Niragi, detente! — ordenó Aguni. El moreno hizo oídos sordos—. ¡NIRAGI!
—No tenemos por qué ponernos así — expresó pacíficamente el líder, avanzando hasta el militar furioso. Extendió la fotografía, aunque antes de que Niragi pudiera tomarla este la volvió a alejar, rompiendola en dos—. Espero que podáis trabajar en el respeto a partir de ahora.
Los guardaespaldas alejaron a Niragi de un empujón, tirándole al suelo. Minhee sabía perfectamente que un golpe así no era suficiente como para derribar a Niragi, pero estaba rompiéndose por dentro igual que la fotografía en el suelo. La única fotografía que tenía de su difunto amor.
— Vamos — indicó, saliendo a paso veloz con Chishiya detrás. Tomaron varios pasillos casi corriendo, hasta acabar en un pasillo aislado. Fue entonces cuando Minhee sonrió de oreja a oreja—. Ha sido...
— Maldita sea, Minhee — por la adrenalina tomó sus mejillas, haciéndola mirarle—. ¿Qué diablos acabas de hacer? ¿Cómo has hecho que el Sombrerero te crea?
Minhee seguía sonriendo, completamente victoriosa.
— Le drogué —dijo como si nada—. Al volver del juego hablé con él en privado, y le drogué. Tan solo debe recordar lo que yo quiero que recuerde.
Chishiya soltó el aire acumulado, sin poder creerse las cosas tan peligrosas que estaba haciendo. Todo podría haber salido tan mal...
— ¿Algo más que deba saber que has hecho? — preguntó en un tono bajo, observando con atención el inusual brillo en sus ojos ámbar.
— En el juego de mañana el Sombrerero va a ser asesinado por los militares — reveló con seguridad. Chishiya apartó al fin las manos de su rostro, queriendo procesar eso con cuidado—. Ahora Niragi está tan furioso y destrozado que no pensará dos veces antes de matarle. Por eso Aguni le va a detener, y lo harán mañana.
— ¿Cómo puedes saber todo esto? — preguntó, sorprendido.
Minhee le regaló una sonrisa socarrona.
— Te lo he dicho. Soy la mujer más inteligente que vas a conocer en tu vida — colocó un par de mechones rubios despeinados por la capucha, y sonrió cuál villana de Disney—. Tan solo debo confirmarlo. Confía en mí, y comienza ya a mover los hilos finales.
Antes de poder detenerla, Minhee se escabulló con sigilo. Apenas podía procesar correctamente lo que había ocurrido aquella noche desde que Minhee le coqueteó sin filtro alguno, y ahora ella simplemente iba por ahí manipulando indirectamente grupos enteros para que todo funcionara exactamente como ella quería.
Definitivamente la adoraba.
Press play to watch episode twenty-nine
PLAY
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𝗚𝗥𝗔𝗣𝗛𝗜𝗖 𝗔𝗥𝗘𝗔
[♥][♦][♣][♠]
[♥][♦][♣][♠]
Doble actualización? Es el fin del mundo?
Se vienen curvas señoras y señores, se vienen
Aprovecho la oportunidad para anunciar el tercer libro de la saga NETFLIX SERIES:AIB, esta vez con nuestra especialista en ♣️: Nana
NETFLIX SERIES:
AIB❤️: HOLLYWOOD
AIB♦️: PHOBIA
AIB♣️: IDOL
AIB♠️: FIREWORKS (PRÓXIMAMENTE)
AOUAD: GAMAN
AOUAD: MAKJANG
Nana ya ha salido en Hollywood Outcome mencionada en un punto, pero nadie lo tomó en cuenta JAJAJAJAJA Plot twist
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