Minhee no era una fanática del romance. Su hermana menor adoraba ver esos dramas de la JTBC por las tardes, suspirando por los atractivos idols que aparecían en estos, pero ella simplemente decía que si en algún momento llegaba a conocer a un hombre tan ridículo, le golpearía.

No pensó en el amor, y estaba segura de que habría seguido así hasta que acabara muriendo de vieja si no fuera por ese extraño salto entre dimensiones. Acabó en un país paralelo donde debía luchar por sobrevivir, y siendo además incapaz de controlar su corazón cuando un casi doctor de pelo mal teñido era tan atento con ella. No era ciega, y era obviamente capaz de ver las cosas que hacía por ella de manera tan genuina. Limpiaba antes de que ella tuviera que pensar en ello, la distraía cuando la veía comenzar a estresarse y respetaba de manera demasiado perfecta sus límites. Sentía que todo era realmente una mala serie de Netflix, aunque todo se sentía más real que nunca.

Borderland era un extraño paisaje distópico construido en base a algo extremadamente complejo. Minhee amaba los acertijos, y encontrarse con uno tan enrevesado solo la hacía emocionarse. Prefería guardar cierta información para sí misma, por eso aunque todas sus hipótesis estuvieran escritas en su libreta, estaban en un coreano apresurado para que nadie más que ella pudiera entenderlo.

Minhee sabía muchas cosas. Sabía que el 10❤️ sería jugado en la Playa. Sabía que, para la medianoche, el Sombrerero estaría muerto a manos de un paramilitar (tal vez Niragi, o Aguni). Sabía que había infiltrados en la Junta, y sabía que no podían ser nadie más que los cargos altos y gente de confianza del líder. Sabía también que habría una segunda fase de figuras, y sabía también que había altas probabilidades de que ella muriera en un plazo de una semana.

- No pienses tanto - más que una petición, parecía una orden. Chishiya era ciertamente confuso para ella, pero estaba aprendiendo poco a poco a sus complejos engranajes-. Cuéntame que es lo que ocurre, dos mentes son mejor que una.

- Hay una probabilidad superior al 50% de que yo muera en una semana - soltó, con su acento coreano más marcado que nunca. Giró el boli entre sus dedos, mirando un punto fijo mientras pensaba-. Podría reducir las probabilidades si pudiera...

- Reducelas a cero.

Alzó la mirada. Chishiya estaba incorporado en su cama, mirándola entre la suave penumbra de la habitación con sus ojos negros como la noche misma. Aquel ambiente tranquilo y silencioso daba un toque íntimo, aunque aquella noche no prometía ser como cualquier otra. No después de lo que estaba ocurriendo en un recinto de juegos a kilómetros de la habitación. No después de que Minhee revelara aquello.

- Imposible - negó, poniéndose en pie. Giró de nuevo el bolígrafo, esta vez estableciendo un ritmo constante en el que el boli parecía flotar sólo entre sus falanges-. Hay demasiados factores a tener en cuenta. Tan sólo el hecho de tener un visado ya eleva mucho el porcentaje, sumale a esto la dificultad creciente de los juegos.

- Tu visado puede ser renovado - recordó-. Y yo puedo ir contigo para ayudarte en los juegos.

Minhee lanzó una mirada afilada en su dirección. Sus ojos parecían brillar en la habitación apenas alumbrada con una pequeña lámpara de mesita, y sus iris ámbar decían más de lo que parecía. A ojos de Minhee, Chishiya estaba volviéndose un tanto irracional.

- Sigue existiendo un alto porcentaje - ignoró lo dicho-. Niragi tratará de atacarme, al igual que... - se detuvo, y negó con la cabeza-. Vaya, tengo más enemigos de lo que parece.

- No bromees con esto, Minhee - Chishiya se puso en pie, caminando hacia ella con cautela-. No vas a morir.

- Yo no he dicho eso - negó-. Solo señalo lo probable que es. Si no lo ves, eres un estúpido. No soy inmortal.

- Saldremos de aquí juntos -determinó, con un tono firme completamente cerrado a cualquier otra posibilidad-. Con vida.

- Eso estaría bien - dejó de girar el bolígrafo-. Ni con todos mis enemigos, serías tan estúpido de meterte en medio de una bala.

Minhee tenía una firme opinión sobre los sacrificios. Cuando escuchó la trágica historia de amor entre Niragi y Michiko no pudo evitar pensar en lo estúpida que había sido la misteriosa prometida del militar al sacrificarse de aquella manera por su amor hacia el psicópata, y todos esos años criticando series de televisión románticas sólo afirmaban aún más su postura. Ella jamás sería capaz de sacrificarse por nadie, porque ella iría primero que nadie, y juzgaba en silencio a aquellos que ponían el bien del prójimo sobre el suyo.

- Eres demasiado cruel con tu propio futuro, Min - al notar aquel pellizco de fe en la chica, relajó sus hombros. La coreana se encogió de hombros, mirando con duda al japonés. Chishiya conocía ese titubeo en su mirada sol, por lo que simplemente estiró sus manos para tomar las de la chica-. ¿Quieres que me quede aquí esta noche?

- Sería inútil en caso de que Niragi abra fuego con esa pistola tan curiosa - bromeó, jugando a entrelazar sus dedos de manera distraída-. Pero creo que mis posibilidades de sobrevivir aumentarían.

- No tenías que montarte tanto texto para decirme que sí - rio. Minhee rodó los ojos, aunque tenía las orejas rojas-. ¿Está bien que duerma en la alfombra?

- Uhm - asintió. Minhee jamás podría dormir con alguien, al menos no aún, y la mullida alfombra era la mejor opción-. Si roncas, te vas.

- Entonces tendré que hacer guardia en tu puerta - bromeó, observando a Minhee alejarse para ir a por un spray desinfectante. Era tan espontánea en ocasiones... -. ¡Oye, te he dicho que me he bañado! - se quejó cuando comenzó a rociarle el cuerpo de aquel producto. Minhee frunció el ceño, y una vez quedó satisfecha (ya ni siquiera se esforzaba por huir de sus ataques de higiene) dejó de desinfectarle con el gesto más relajado-. ¿Qué ocurre? - preguntó. Definitivamente Minhee estaba rara aquel día. Se despertaba alterada, calculaba su propia muerte y ahora se quedaba mirándole fijamente después de desinfectarle agresivamente-. Minh-...

Quedó a mirad de su nombre, porque quedó tan paralizando que no pudo reaccionar a tiempo. El delgado cuerpo de Minhee era ágil, tanto que apenas pudo percibir que estaba abrazandole de manera torpe hasta que se apartó de manera casi inmediata. Estaba un poco más pálida (lo contrario a él, que juraría estar rojo), pero no fue corriendo al baño a lavarse. Hubo un tenso silencio entre ambos, aunque antes de que cualquiera de los dos rompiera aquel silencio Chishiya repitió aquel pequeño abrazo.

- Sobreviviremos juntos, Minhee.

- ¿Juntos? -repitió. Chishiya asintió, perdiéndose en el tono ámbar de sus ojos por un momento-. Que cursi eres.

- Estoy siendo romántico, Minhee, no te mataría serlo también de vez en cuando - se lamentó de manera exagerada a modo de broma.

- Créeme - se alejó, yendo hacia el baño tomando una de las camisas-no-tan-espantosas que usaba como pijama-. Sí que lo haría.

EPISODE THIRTY
AGUNI, THE NUMBER ONE

La rutina mañanera de Minhee era demasiado cuadriculada. Tenía hasta calculados los pasos y los segundos, y no hablaba en japonés hasta que se despertaba del todo. Para Chishiya era demasiado adorable verla tan despeinada murmurando cosas en su idioma natal, aunque esa fantasía que se estaba montando él solo en la cabeza acabó cuando alguien llamó a la puerta con insistencia. Minhee ya veía venir eso, y apenas asintió cuando Tatta la dijo que debía ir urgentemente a la sala de reuniones.

- Empieza la cuenta atrás - dijo. No sabía si le hablaba a él o era más un comentario para sí misma-. Vamos.

- ¿Algún día me contarás que es lo que piensas? - preguntó, siguiéndola. Su cabello húmedo le refrescaba del calor del verano en Tokyo, y agradecía esa nueva costumbre de ducharse por las mañanas impuesta inconscientemente por Minhee.

- Jamás - negó, con una sonrisita. La gente se comenzaba a despertar, y ya había grupos en la piscina disfrutando un rato al sol. A Minhee le repugnaba ese área, por lo que no se molestaba en pensar en ello siquiera-. Si vamos a usar a Arisu y Usagi, deben estar en la Junta. Al menos Arisu.

Chishiya asintió, mientras veía a Minhee entrar al pasillo de la sala de juntas con la frente en alto. Chishiya avisó a alguien para que llamase al adolescente, mientras ella pasó a la sala sin inmutarse. Todos se giraron a mirarla, aunque su mirada estaba fija en el cadáver sobre la mesa central. Aguni observaba fijamente el cuerpo desde el frente, mientras los militares y ejecutivos estaban a los lados. Minhee trató de esconder su sonrisa de victoria al haber acertado de manera tan precisa, poniendo un gesto más similar a la sorpresa.

- ¿Él...? - Kuzuryu y Mira la miraron. Aún faltaba Ann por llegar, además de Niragi que custodiaba la puerta y Chishiya que había ido a llamar a Arisu-. ¿Qué va a pasar ahora?

Se acercó un poco, aunque sabiendo las bacterias que podía contagiarla el cadáver de un drogadicto, simplemente se puso a un lado tras el número dos. Kuzuryu la lanzó una mirada de refilón, la cual devolvió con la misma intensidad.

Con tan sólo observar la situación, Minhee ya sabía muchas cosas. Aguni había matado al Sombrerero, y estaba ya casi segura que el infiltrado debía ser Kuzuryu. Tal vez Mira... O ambos. Además, con la increíble oportunidad que tenían frente a ellos con el inminente golpe militar tras el asesinato del líder, el 10❤️ sería el perfecto cierre de la fase de juegos que estaba preparada. Un final dramático y sangriento.

La puerta volvió a abrirse, esta vez revelando a Chishiya y Arisu. El rubio caminó con las manos en los bolsillos, mientras Arisu parecía más sorprendido. Shuntaro lanzó una ojeada hacia el Sombrerero, y de inmediato la buscó. Bajó un momento la cabeza pensando algo, y después compartieron una mirada que Minhee no entendió del todo. No era algo que ella no le hubiera dicho ya que pasaría, y era la señal definitiva para que todo el plan culminara esa misma noche.

Chishiya creía que el plan era suyo, pero una vez más era ella quien movía cada hilo para que todo el teatro siguiera el guion que ella quería escuchar. Todo, incluso el tiempo que había trascurrido, coincidía exactamente con lo que Minhee y solo Minhee había planeado.
¿Quién era realmente Ahn Minhee?

Ann entró junto a Tatta, y quedó definitivamente petrificada al toparse con aquel cadáver.

- Al parecer, no superó el juego - explicó cortamente Tatta-. Los de mantenimiento lo encontraron en Shinjuku.

Ann avanzó directamente hacia el Sombrerero, dispuesta a analizar detenidamente el cuerpo. Su especialidad no dejaban de ser los cadáveres, y estaba segura de que en cuanto pudiera ponerle las manos encima con sus herramientas, averiguaría como ella que su muerte se debía a una de las armas de la Playa.

- No le pongas las manos encima, maniaca de la disección - en cuanto Niragi entró, ella se desplazó hacia Chishiya. Se cubrió ligeramente tras su espalda, aunque sus alturas eran similares y ella llevara ropa tan llamativa.

-Le han disparado - observó su herida justo a la altura del corazón-. ¿Había armas en su juego?

- Seguramente. Los que estaban cerca también oyeron disparos.

- ¡Lo sabía! - exclamó Niragi, con cierta mofa. Aquel pequeño estallido causó que Chishiya negara con la cabeza en dirección a Arisu, y que sacara la mano del bolsillo para tomar la suya-. ¡Tendría que haberse llevado a los Paramilitares con él!

- ¿Qué pasará con la Playa ahora?

- Lo vamos a mantener en secreto - intervino Mira al fin-. Creo que es lo mejor - desvió la mirada.

- Seré el próximo líder - ahora fue Kuzuryu-. Por ser el número dos.

- No tan deprisa - se metió rápidamente Niragi. Minhee apretó la mano de Chishiya con cierta inquietud. El golpe militar estaba sucediendo frente a sus narices, en aquel mismo momento, como ella planeó...-. ¿No debería serlo la persona más fuerte? Somos nosotros quienes hemos estado deshaciéndonos de los traidores, ¡y nos tratáis como sombras! ¡Hoy se acaba este trato injusto!

-Acordamos que si el uno moría todos avanzan un número-recordó Kuzuryu, paciente. Era serio, jamás perdía los nervios.

- El dictador snob está muerto, habrá un cambio de poder. Seamos democráticos, y que elija la mayoría - se balanceó, comenzando a caminar por la sala-. ¿Quién está de acuerdo en que Aguni sea el nuevo líder?

Nadie levantó la mano. En el silencio más tenso en el que Minhee se había visto envuelta, el hombre de la katana (que ahora sabía que se llamaba Takatora y estaba más enlazado a Niragi de lo que parecía) se incorporó y desenvainó su arma hacia Ann.

- Lo volveré a preguntar - alzó la voz-. ¿Quién vota por Aguni?

Ann lentamente levantó la mano, cayendo ante aquel control violento. Arisu hizo un gesto de confusión, como si de verdad no se creyera que estaban cayendo ante aquellas amenazas. De nuevo, el miedo era quién dictaba la verdadera naturaleza de la sociedad.

- Esto no es una mayoría - dijo Mira, sin mirar al militar a pesar de que la estuviera apuntando con un arma.

- Pur supuesto que lo es, ¿vas a votar o no? - Mira, al igual que Ann, levantó la mano-. ¿Y qué hará el antiguo número dos, aquí presente? - Kuzuryu también levantó la mano. Todos lentamente hicieron lo mismo, hasta que su mirada se posó en Chishiya. Por consecuente, también en ella. No dudó en levantar el arma y apuntar en su dirección con una mirada de odio puro-. ¿Y vosotros qué?

Ninguno de los dos respondió, aunque ella se pegó un poco a la espalda del rubio. Chishiya era tan tranquilo que cabreó a Niragi de inmediato, sobretodo por aquella mirada condescendiente.

- ¿Nos estás menospreciando, Chishiya? -se acercó, bajando el arma. Compartió miradas de pura rabia con Chishiya, para después mirarla a ella-. ¿Qué hay de ti, zorra? ¿Acaso te ha comido la lengua el gato?

-Sois idiotas - el teñido saltó, desviando por completo la atención del militar a él de nuevo.

Niragi se acercó de nuevo, colocando el arma en dirección a su cabeza. Minhee se tensó.

- No sabes cuánto me cabrea esa mirada tuya. Es tan condescendiente con el resto...

Chishiya soltó su mano, alzandolas en señal de paz con cierta burla.

-Voto a favor de Aguni -dijo, alto y claro-. ¿Te parece bien perder mi valioso voto?

Niragi al fin bajó su amenaza, consiguiendo lo que quería.

- Reflexiona sobre tu actitud de aquí en adelante - volvió ahora a mirarla ella-. ¿Y tú qué? - se acercó, sin necesidad de alzar el arma porque sabía que la aterrorizaría más otra cosa-. ¿Necesitas mi ayuda para decidir tu voto, extranjera?

Sujetó su brazo con fuerza, y le alzó contra su voluntad de manera brusca. Aunque temblaba y quisiera llorar al comenzar a sentir la ansiedad apoderarse de ella, mantuvo su mirada firme en él sin titubear.

- ¿No prefieres que te vote a ti, Niragi?

Soltó su brazo, sin contestar a aquello. Había tratado de eliminar parte de su acento coreano focalizandose en la pronunciación de cada palabra en japonés, consiguiendo un tono más limpio de lo que creía. Last Boss la miró, y supo que aquella información tan valiosa acerca de su timbre de voz la serviría.

- ¿Y tú qué haces en Babia? -Arisu no respondió, y en cuanto Niragi se alejó sacó un bote de desinfectante del bolsillo de sus pantalones, aplicándolo en su brazo con rapidez-. ¿No te enseñaron a responder cuando te hablan? ¿De qué lado estás?

-De pronto, todos votan que sí - Niragi estaba realmente disfrutando de aquella situación-. Entonces, tenemos un nuevo líder.

- El Sombrerero no lo permitiría - interrumpió Mira-. Si estuviera vivo, no lo permitiría.

Si le tomaban a chiste vivo, imagínate muerto. Minhee sabía que aquello era irrelevante para Niragi.

- ¡Pero está muerto! Y los muertos no se enteran de lo que pasa -comenzó a golpear el cráneo del muerto, escupiendole al final. Minhee casi tuvo una arcada.

-Ya basta -detuvo Aguni, el nuevo número uno-. A partir de hoy, seré el nuevo rey.

- ¿No es maravilloso? - Niragi comenzó a aplaudir, sin ser seguido por nadie-. Ahora lo que queda, jefe, es la ceremonia de sucesión. Abramos el sobre negro.

Minhee avanzó un paso para colocarse a la par que Chishiya, mirándose de reojo sabiendo perfectamente lo que aquello significaba. Si ambos leían la expresión de Aguni a tiempo, podrían descifrar la ubicación de las cartas y tan sólo debían entrar sigilosamente creando una distracción mayor.

El verdadero plan acababa de comenzar, y no podían detenerse a dudar en nada.

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𝗚𝗥𝗔𝗣𝗛𝗜𝗖 𝗔𝗥𝗘𝗔

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TERMINÉ LOS EXAMENEESSSS!!!!
TOCA ACTUALIZAR OLEEE
Tenía ya muchas ganas😭

El final se acerca🤑qué ocurrirá?🤩

Adoro Netflix Series:AIB porque puedo meter todo tipo de referencias AAAAAA que genio soy xfavor

#LoveNunuNoHate