—Hija mía, faltan solo unos cuantos días para otra sesión de fotos oficial porque a muchas marcas distintas les gustaron tus fotografías. ¿No estás emocionada?

Eunji siguió moldeando la masa, sin levantar la mirada hacia su madre.
Estaban en la cocina, la menor estaba horneando.

—Estoy emocionada—respondió con tono indiferente—Va a haber mucha ropa distinta y yo amo la ropa.

Jieun soltó una carcajada y se le acercó, posándose a su lado.

—Esa es mi niña.

—Madre... ¿La tía Sunhee te ha dicho algo sobre esa mujer?

La expresión feliz de su madre tembló.

—No, no me ha dicho nada...

Eunji mordió su labio inferior, arrepintiéndose de haber sacado ese tema.

—Ahora te estoy preparando un brownie de los dioses, madre... Así que siéntate a esperar. Estoy aprovechando de que hoy te quedará a dormir en mi casa—esta vez Eunji sí volteó a mirarla y le dedicó una suave y sincera sonrisa.

Sí, su madre no vivía con ella. Eunji vivía sola, aunque tenía una pequeña compañía.

—De acuerdo... Pero antes—la mujer la miró antes de salir de la cocina—¿Cuándo comienzan tus exámenes?

Y Eunji detuvo su acción, quedándose perpleja mirando la masa.

—En unos días...—respondió casi sin voz.

Se le había olvidado por completo.

—Vaya... Espero que por esta impactante revelación no se te vayan a quemar mis brownies.

Y dicho esto, Jieun salió de la cocina soltando una risita. Eunji suspiró y pensó que luego de hornear todo iba a comenzar a estudiar de inmediato.

—¡Eunji! ¡Rosie está sobre la mesa!—la voz de su madre que venía desde el comedor la sacó de sus pensamientos.

—¡Esa gata! ¡Tiene todos los lugares para dormir y ella se acuesta sobre la mesa!

❀

—Eh... Como eres el mejor estudiante, ¿me puedes ayudar a estudiar? Jay.

Eunji miró a Daniel y luego a Jay, sintiéndose fuera de lugar.
Carraspeó antes de hablar.

—Entonces yo me voy para que puedan estudiar tranquilos. Daniel, ocupa mi puesto.

Daniel la miró haciendo un triste puchero.

—Pero, ¿y tú?...

"¿En serio me hizo un puchero?" Pensó Eunji incrédula, pero una sonrisa apareció en sus labios ante eso.

—Yo iré a dar vueltas por ahí. No te preocupes, no me molesta—le respondió con sinceridad.

Daniel sonrió.

—De acuerdo, gracias, Eunji.

Y Jay le sonrió también a la chica mientras ella se retiraba.

Y como había dicho, Eunji se encontraba caminando por los pasillos.

"Debería estudiar también... Lo hago en casa, pero debería hacerlo más" Pensó recordando el momento en el que estaba horneado y su mamá le hizo recordar que los exámenes iban a empezar pronto. Desde ese día ha estado estudiando sin parar en casa, pero no parecía ser suficiente para ella.

Y en ese momento, vio a un chico de cabello pastel saliendo del departamento de belleza.
Justo sus caminos se cruzaron, así que chocaron y ambos cayeron al suelo.

—¡Oh! ¡Lo lamento!

El contrario la miró sorprendido y se puso de pie de inmediato, tendiéndole una mano para que se levantara.

—No lo lamentes, fue un accidente—le dijo con una amistosa sonrisa. Eunji tomó su mano y se puso de pie.

—Oh, vaya... ¡Somos dos morados!—exclamó la chica al ver bien su color de cabello. El chico parpadeó varias veces tratando de comprender, y cuando lo hizo, una risa se escapó de sus labios.

—¡Tienes razón!—comentó animado—¿Cómo te llamas?

—Soy Min Eunji. ¿Y tú?

—Eli Jang, es un gusto conocerte. Creo que he escuchado varias cosas sobre ti.

Eunji se mostró sorprendida. ¿Seguían hablando de ella? Pensó que iba a pasar con los días.

—¿En serio? Espero que todas hayan sido buenas—soltó con tono divertido y Eli volvió a reír.

—¿Y qué te tenía tan distraída?

—Estaba pensando en que debería esforzarme más estudiando, ya que se vienen los exámenes...

Eli abrió los ojos en demasía.

—¡Cielos! ¡Lo había olvidado por completo!

—¿Qué?—Eunji lo miró con una mueca—Eso no es bueno. ¿Qué te tiene tan ocupado como para que lo olvidaras?

Eli la miró nervioso.

—N-Nada—le dió una sonrisa nerviosa—Simplemente lo olvidé.

Eunji suspiró.

—De acuerdo... Deberías ser más cuidadoso, Eli Jang—dijo mostrando una exagerada inconformidad—No querrás fallar los exámenes.

Eli soltó una risa, sintiéndose agradecido por la amistosa actitud de la chica.

—No, por supuesto que no lo quiero... Tendré más cuidado.

—¡Eunji!

Ambos miraron a quien había dicho eso. Era Jace y se acercaba a ellos.

—¿Jace?

El chico se dió cuenta de la presencia de Eli.

—Oh, hola—lo saludó.

—Hola—respondió Jang—Bueno, yo los dejo.

Y se alejó de ahí, dejándolos a ambos en medio del pasillo.

—¿Ocurre algo? Que sorpresa que me hables...

—¡Ah! ¿Te gustaría estudiar con los nudillos ardientes en la biblioteca?

Eunji lo miró sorprendida y se señaló a sí misma.

—¿Eh? ¿Yo?—cuestionó y Jace asintió—¿Por qué? Apenas me conoces.

—Bueno, nos ayudaste esa vez con los estafadores... ¿Recuerdas?

—Sí, pero no estoy muy segura de que ustedes necesitaban ayuda...—respondió ella con una sonrisa—Actué solo porque se veía divertido.

—Aún así, ven con nosotros.

Y Eunji asintió antes de seguirlo.

❀

—Que ruido... ¿Se creen los dueños?

Jace dijo mientras los nudillos ardientes y Eunji se encontraban estudiando en la biblioteca.

—Me desconcentro con facilidad—murmuró Eunji encogiéndose en su lugar mientras se aferraba a su libro con fuerza.

—Vasco... Que ruido, ¿no? ¿Voy a hablarles?

—Jace...—dijo Vasco—Nuestra telepatía... ¿Funcionará en el examen?

Y derramó una lágrima.

Jace lo miró incrédulo.

—Eunji dijo que le gustaba la telepatía... ¿Funcionará en ella?

Esta vez Eunji lo miró incrédula.

—Gracias por la invitación...—comenzó a decir mientras se ponía de pie—Pero creo que yo ya me voy...

—¿Uh? ¿Tan rápido?—preguntó Jace algo decepcionado.

—¡Sí! Es que recordé que...—Eunji hizo una pausa, analizando las mesas de al lado. En una de ellas estaba el grupo de Daniel, Zoe, Zack y los demás.

Diablos, no podía ocupar esa excusa...

Entonces, otra persona pasó por su mente.

—¡Es que recordé que quedé con Eli! Tú nos viste hablando hace poco, Jace, ¿recuerdas?

—Sí, lo recuerdo...

Y luego de despedirse otras veces más, Eunji salió de la librería y exhaló el aire que había estado manteniendo todo ese rato.

"Ufff, demasiada interacción social para mí..." pensó ella. "Lo lamento, Eli. Apenas te conocí y ya te usé como excusa para escapar de una situación".