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Pov : Kai.

Tal vez estaba siendo un poco exagerado. Asuste a la pareja de Soobin y ahora parece no querer salir de su habitación, todo es una mierda. Pretendo estar bien, de verdad, pero no puedo evitar enojarme. Ya pasaron más de tres horas que no lo veo y Soobin ya se ha tardado más de lo debido.

Suspiro y me levanto del sillón donde quede esas horas sentado y me dirigí hacia la cocina. Ya ahí de la alacena saqué el ramen instantaneo, saqué tres bolsas, no lo sabía pero, de cierta manera me sentía mal por aquella persona.

Primero, no me ha hecho nada.

Segunda, respeto en todo momento mi espacio.

Prendí la estufa y puse agua en una olla. Ya cuando está estuvo irviendo empecé a hechar el ramen y el condimento en polvo de pequeñas bolitas de aluminio dentro de la bolsa. Tomé un sarten y lo puse en otro quemador. Prendí fuego y me dirigí hacia el refrigerador donde saqué pechugas de pollo ya cortadas. Las dejé sobre el sarten a fuego lento y heche un poco de aceite. Espere a que se cocinar an y cuando estuvieron las saque del sarten y las corte en una tabla hechandolos hacía la olla del ramen que ya empezaba a hacer cocción.

Me quede ahí esperando un rato, todo era tan silencioso como si no hubiera un inquilino extraño más en su departamento. De verdad no lo note, todo era muy silencioso, y cuando volví a voltear hacia la olla que se estaba cocinando, Yeonjun estaba ahí revolviendo el ramen y probando un poco con una cuchara.

Frunci mi ceño.

- ¿Qué haces? -Pregunté acercándome un poco.

Yeonjun pareció asustarse y vi como sus mejillas se coloreareaban en rojo.

- L-lo siento. -respondió - Solo que olía un poco a quemado, y supuse que la pasta se había pegado a la olla.

Mis ojos se abrieron y el olor a quemado llegó hacia mí nariz tan pronto aquel omega me dijo. Era verdad.

- Oh...entonces...gracias. -Dije, no era una contestación amable, más bien estaba cargada de resentimiento. Pero yeonjun no pareció notarlo.

- ¿Sabe cuando llegará Soobin? -Yeonjun hizo la pregunta.

Mi cara hizo una mueca extraña y negué. - Pensé que tú sabias... Eres su omega.

Yeonjun negó. - Solo puedo sentir que siente ahora, al parecer esta un poco estresado, aunque no se donde se encuentra.

Mis ojos se abrieron sorprendidos y yeonjun me miró extraño. Me preguntó cómo seria sentir las emociones de tú otra mitad, de tú media naranja. Sabía esa historia de los destinados, sentían las emociones del otro incluso podrían encontrarse a millas de distancia. Siempre quizo tener algo así de bonito con Soobin, pero eso se ve muy lejos de pasar.

- Entiendo.

Corte la conversación por que ahora mi corazón empezó a apretujar en mi pecho, un dolor inexplicable y amargura en mi rostro.

Yeonjun pareció entender y se marchó de ahí a la sala, empezando a ver el televisor.

Minutos después había servido tres tazones de ramen. La silla de yeonjun estaba en un sitio al otro extremo de la mesa, - ¿No vendrás? -Pregunté hacia el viento, Yeonjun pareció escuchar

- ¿T-tú...?

- Sí.

No pude ver su sonrisa pero la sentía, incluso sentí que el ambiente empezaba a despejarse. Lo vi cruzar hacia el comedor y sentarse al otro extremo frente a mi. Antes de comer un poco me agradeció sonriendo. - Muchas gracias Hueningkai.

Asentí siendo cortante y Yeonjun no dijo nada más, tomando sus palillos entre sus dedos. Fueron cinco minutos en silencio. Veía a Yeonjun comer en silencio y él sabía muy bien que lo hacía, encorvandose más en su asiento.

- ¿Trabajas en un kinder...? -Pregunte, rompiendo el silencio.

Yeonjun pareció sorprenderse y volteo rápidamente hacia mí. - Sí... Hago turnos por la mañana. Soy mejor dicho enfermero en el kinder y por la tarde hago servicio social.

- ¿entonces estudiaste enfermería?

Yeonjun asintió. - Sí, pero me gustan mucho los niños y un kinder fue la mejor opción.

Me quedé en silencio recordando que Soobin tenía el mismo gusto por los niños.

- Cuando tenga a mi omega quiero tener cinco bebés. Me gusta como es que son tan pequeños y caben en tus brazos, aparte de que se pareceran a mi.

Hueningkai rio y asintió.

- yo también quiero tener bebés. -Hueningkai dijo con un sonrojo en sus mejillas. Ambos estaban sentados en las gradas de la escuela frente a una cancha.

Kai llevó sus manos hacia las de Soobin las cuales estaban puestas ahí mismo. Un toque perfecto entre ambas sintiendo una conexión extraña.

"Ojala sea omega, así podré darte todos los cachorros que deseas." se dijo Kai así mismo.

- Oh...

- Soobin me ha contado mucho sobre ti. -Yeonjun dijo rápidamente haciendo que la conversación no finalizará ahí.

Levante mi vista impresionado.

- ¿A sí?

- ¡sí! Me dijo que eras una persona muy especial para él. Su mejor amigo, alguien amable, lindo y comprensivo, la verdad tenía muchas ganas de conocerte y ahora que te veo...-Sonrio haciendo dos líneas pequeños en sus ojos- Estoy de acuerdo con Soobin.

Me quebré. Tal vez fueron las palabras o el hecho de que no fueron dichas por Soobin sino por Yeonjun.

- Soobin me habla todo el tiempo de ti, deben de ser muy buenos amigos.

¡Claro que lo somos! Solo llegaste tú y al parecer lo arruinaste.

Antes de levantarme de la mesa escuché la puerta principal ser abierta y después pasos dirigidos hacia el comedor. Vi a Soobin en el marco de la puerta y Yeonjun pareció notarlo primero, era claro, ambos tenían un lazo.

Yeonjun se levanto con alegría y salto hacia Soobin abrazándole con un poco de fuerza. Soobin recargo sus mejillas en el cuello del omega y olisqueo ahí mismo. Todo frente a mí, todo frente a mi corazón que empezaba a fragmentarse.

Soobin llevó una mano al vientre de YeonJun y acarició sobre la ropa. - ¿Cómo está mi Junnie-ah y mi pequeña o pequeño zorrito? -Preguntó sin dejar de dar caricias ni olisquear el cuello del omega.

Yeonjun sintió cosquillas y se separó un poco. - Estábamos hambrientos y esperándote alfa.

Soobin Sonrio.

Ahora todo era diferente. Ahora soobin ya no llegaba del trabajo y Hueningkai ya no tendría que recibirlo con comida o un abrazo.

Soobin ya tenía a alguien más con que hacer esas cosas y a mi, me dolía más que el infierno.

Por qué sabía que Soobin jamás volvería a estar en mis brazos...

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