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Mal's POV:
Salió de allí con rapidez y me levantó en el aire sin dejar de sonreír.
Me dejó en el suelo, juntando su frente con la mía.
-Espera, entonces si fueron...
-Positivas-sus ojos estaban llorosos y las lágrimas ya comenzaban a caer por sus mejillas.
Me llevé las manos a la boca cuando las puso frente a mí. Las tres pruebas de embarazo, todas de diferentes tipos, habían dado positivo.
Agarré sus mejillas entre mis manos y lo besé. Rodeó mi cintura y me pegó más a él.
Rocé su nariz con la mía, sin que me importaran las lágrimas que salían de mis ojos.
-Después de tanto tiempo esperando, al fin lo logramos-dijo
Besó la punta de mi nariz. Dejó los tres objetos sobre la peinadora.
Posó sus manos sobre la parte baja de mi estómago y sonreí.
Nos besamos de nuevo y escondí mi cara en su cuello, abrazándolo con fuerza.
-Sé que debemos confirmarlo con el doctor, pero siento en mi corazón que es verdad-le dije.
-Yo también.
Pasó sus manos por mi espalda, acariciándola con delicadeza.
Para los dos era inevitable llorar en ese momento. Tantos años esperando y luchando por lograr poder formar una familia, y al fin sucedió.
Volvió a levantarme del suelo, provocando que me riera a carcajadas. Rodeé su cintura con mis piernas y dejé mis brazos alrededor de su cuello.
-Te amo, Ben.
-Y yo a ti, Mal.
Nos besamos con pasión. No supe en que momento comenzó a caminar y terminamos encima de nuestra cama.
-Creo que esto merece que celebremos-me dijo.
Reí.
-Ya lo creo, Bennyboo.
Él se rió al oír su apodo.
Alrededor de cuatro horas después, entramos a la cita con el doctor.
Ya me habían hecho las pruebas de sangre necesarias. Era algo de rutina en ciertas de las consultas, para asegurarse de que todo estuviera bien con el tratamiento.
Solo que esta vez, podrían revelar lo que tanto esperábamos.
Está de más decir que nos ilusionamos inmensamente con los resultados de las tres pruebas, pero ambos teníamos claro que habían probabilidades de que fueran erróneos.
Así que a la hora del desayuno, no le dijimos a mí papá ni a mis suegros. Porque si no era verdad, no queríamos ilusionarlos en vano. Ya bastante sería con nosotros dos.
Estrechamos la mano del doctor y nos sentamos en las sillas frente a su escritorio.
-Gracias por recibirnos habiéndole avisado con tan poco tiempo de antelación-le agradeció Ben.
-No es nada-dijo sonriendo- Me avisaron que ya le habían hecho los análisis, así que pedí que me los entregaran apenas estuvieran listos.
Nos extendió un sobre amarillo. Mi esposo lo recibió.
-¿Cuáles fueron los resultados? - pregunté.
-Compruébenlo por ustedes mismos.
Ben y yo nos miramos. Abrió el sobre y entrelazamos nuestras manos cuando sacó el papel que había adentro.
Lo leímos con atención, esperando no saltarnos ningún detalle.
Mis ojos volvieron a cristalizarse, al igual que los de él.
-¿Esto quiere decir que... - preguntó Ben.
-La reina está embarazada. Felicidades.
Ben y yo nos abrazamos, felices de que en serio no nos hubiéramos ilusionado sin razón.
Besó mi coronilla y secó las lágrimas en mis cachetes. Aún estábamos abrazados, pero nos enfocamos en oír lo que diría el doctor.
-Debo hacerle una ecografía para poder tener una idea de cuanto tiempo de gestación lleva y asegurarme de que todo esté en orden por el momento.
Asentimos.
El doctor se levantó y fue encendiendo el equipo y preparando todo. Me puse un poco nerviosa, ya que esta es la primera vez que veremos al bebé.
Caminamos hasta la camilla y Ben se sentó junto a mí, sin dejar de apretar y acariciar mi mano.
Levanté un poco mi camisa y dejé que el doctor aplicara el gel. Se sintió frío, pero me acostumbré rápidamente. Ben sonrió cuando el aparato comenzó a pasar por mi estómago.
La pantalla mostró una imagen que hizo que mi corazón se sintiera lleno. Mis ojos empezaron a soltar lágrimas. Me siento tan feliz de que al fin esté sucediendo.
-Por lo que logro ver, el bebé está sano y creciendo sin dificultades. Tiene alrededor de siete a ocho semanas.
Ben besó mi frente y se acomodó para poder verlo mejor. Está igual de emocionado que yo.
-¿Es normal que no lo hayamos notado antes? - pregunté.
-Totalmente, he visto casos que se enteran luego de haber pasado el primer trimestre. A todas las mujeres se le presentan los síntomas de manera diferente.
Eso me alivió.
-¿Ven esos signos arriba en la pantalla? - nos preguntó.
Los dos asentimos.
-Son los latidos de su corazón. En la próxima ecografía ya podrán oírlos.
Poco después limpiamos el gel en mi estómago. Ben me ayudó a bajarme de la camilla y el doctor fue preguntándonos los síntomas que he tenido hasta ahora.
-No tengo estudios de cuando el rey se enfermó, pero probablemente los malestares de cabeza y las náuseas fueron por esto. Es común encontrar a hombres que llegan a presentar los síntomas del embarazo de su pareja.
Reí. Eso tiene bastante sentido luego de analizar cómo se había portado mi esposo durante esos días.
-¿Algo más que debamos saber? - le preguntó.
-Por ahora no. Solamente que tiene que tomar la vitaminas que le indiqué y venir a la próxima consulta en tres semanas.
-De acuerdo.
Nos despedimos del doctor y salimos del consultorio. Guardé en mi bolso el sobre con las imágenes de la ecografía.
Ben me abrazó sin dejar de sonreír.
-Te prometo que nuestro bebé y tú recibirán toda mi atención de ahora en adelante.
Me reí y besé su labios por unos segundos.
-Entonces la cosas no cambiarán mucho, ya que siempre estás pendiente de mí-dije riendo.
Él siguió mi risa.
Pasó un brazo por mi hombro y comenzamos a caminar.
-¿Tienes idea de como se lo diremos a nuestros padres y a los chicos? - me preguntó.
-Bueno, ya que hoy cenaremos todos juntos creo que sería el mejor momento-sonreí inocentemente.
-Conozco esa expresión que tienes, así que cuenta conmigo para lo que quieras hacer.
Besé su mejilla y seguimos nuestro camino hacia el auto.
(...)
El día ha transcurrido con tranquilidad. Almorzamos con nuestros padres, sin decirles nada de la noticia. Además de que pasamos gran parte de la tarde ocupándonos del papeleo que nos quedó de anoche y para adelantar un poco de los próximos días.
Esta es una ocasión importante para Ben y para mí, así que nos aseguramos de que todo en el jardín quedara perfecto para la cena. Desde las luces que cuelgan en los postes alrededor de la mesa hasta las flores y todos los demás detalles.
Los chicos llegaron a las siete, charlamos entre todos, comiendo los deliciosos platos que preparó la Señora Potts y ahora estamos con el postre.
Una de mis sospechas se confirmó al comerlo, ya que es un pastel de chocolate y fresas. Esas dos cosas definitivamente serán parte de mis antojos en estos meses.
Intenté darle una cucharada de su comida a mi ahijada pero no me dejó.
-Esto es extraño, por lo general a Danielle le encanta estar contigo-me dijo Evie.
-Sí.
He leído que hay niños y bebés que tienden a hacer eso cuando una mujer está embarazada. Pueden pasar del extremo a pegarse a ti todo el tiempo, a no querer ni abrazarte.
Tomé la mano de Ben y él la acarició.
-Es tiempo de decirles-susurró.
Asentí sonriendo.
Nos levantamos de la mesa y golpeé con delicadeza mi copa, la cual solamente tiene agua.
-Hay algo que queremos darles a unas personas que son extremadamente importantes para nosotros-comencé.
-Y es algo que creemos que les gustará-completó Ben.
Se agachó a buscar las cajas debajo de nuestras sillas.
Le entregó a sus padres y al mío las de ellos y yo le di a Jay, Evie y Carlos las suyas. Aunque técnicamente la de Evie también es para Doug, ya que es el mejor amigo de Ben.
-Abranlas, por favor-pedí.
Estaban haciendo lo que dije y todos les prestaban atención.
Ben rodeó mi cintura con sus brazos, dejando sus manos sobre mi estómago. Me pegué a su pecho.
Celia y Dizzy se dieron cuenta del gesto. Les hice señas para que no dijeran nada todavía.
La caja de Bella y Adam tiene una copia de la ecografía, junto con un chupón con una coronita en el centro y una camisa de bebé que dice "Son los mejores abuelos del reino". La de mi papá es parecida, solo que dice la camisa dice "Eres el mejor abuelo del Inframundo" y el chupón tiene unas llamas de fuego.
La de Jay y Carlos es casi igual, con los colores más representativos de cada uno y la camisa de bebé que dice "El mejor tío Pt.1 /2".
La de Evie y Doug es la más diferente, ya que la camisa tiene una pregunta importante. Así que indicamos que no la desenvolvieran hasta que se los pidieramos.
Vi como todos iban cayendo en cuenta de lo que sucedía. Inconscientemente comencé a llorar.
Las tapas de las cajas tenían algo que Ben y yo escribimos entre los dos.
-Papá, ¿podrías leerla tú? -pidió Ben
Adam asintió.
-"Mi mami y mi papi pasaron por mucho para poder darles esta noticia. Y después de varios años, la espera al fin terminó. Me dijeron que pronto los conoceré a todos, a mis tíos y a mis abuelos, y que me amarán mucho. Gracias por apoyar a mis papás todos estos años."
Todos comenzaron a gritar, haciéndonos reír.
Mi padre se levantó y me abrazó con fuerza. Escondí mi cara en su pecho. Ambos estamos llorando.
-Voy a tener un nieto-exclamó con felicidad.
Solté una risita. Besó mi coronilla y fue a felicitar a Ben.
Bella y Adam me abrazaron.
-Te dije que pronto se cumpliría su sueño-me dijo Bella.
-Gracias por todo el apoyo que nos han dado.
-No fue nada, querida-dijo Adam.
Los abracé una vez más. Jay y Carlos fueron los siguientes.
-Tendremos un sobrino-gritó Jay.
Nos reímos.
-Ya los veo peleando por quien será el mejor tío-les dije.
-Cuenta con ello.
Volvimos a reír por lo que dijo Carlos.
Evie secó las lágrimas en sus mejillas y tomó mis manos.
-Va a ser interesante poder ver a una mini tú o a un mini Ben.
Reí.
Ben volvió a rodearme con sus brazos. Doug se puso junto a Evie, cargando a una Danielle más dormida que despierta.
-Pueden abrir la última parte del regalo-les indicó mi marido.
Evie lo sacó de la caja y le quitó el papel azul. Chilló de la emoción al leer lo que decía.
Nos reímos por su reacción.
-Entonces que dicen, ¿quieren ser los padrinos? - les pregunté.
-Sería un honor-contestó Doug.
-Claro que sí, M.
Nos abrazó.
El resto de los chicos nos siguieron felicitando.
Ben y yo no podríamos estar felices. Esta noticia cambió nuestras vidas para siempre.
(...)
[Recomendación: para tener una pequeña idea de lo que pasa antes de este time lapse lean primero el OS de Familia {Disponible en el libro de One Shots}].
5 años después...
Cerré los ojos, disfrutando la mezcla entre la brisa y el calor del sol. La tranqulidad se esfumó cuando oí ladridos.
-Milo por favor deja tranquilo a Spike, el pobre necesita dormir-le dije.
Oí la risita de mi hijo. Asomó su cabeza entre las plantas
-Ok mami.
Volvió a jugar.
Las patas del perro resonaron por el pasto hasta llegar junto a mí. Acaricié detrás de sus orejas y lamió mi mano.
-Y también a Cerbero-agregué.
-Rayos-supuse que estaba haciendo pucheros.
Me reí. Claramente su personalidad es una mezcla entre la de Ben y la mía.
Luego de unos minutos, el castaño se sentó junto a mí. Spike se acurrucó junto a él, quedándose dormido.
-Lamento haberte dejado solo con todo ese trabajo-me disculpé.
-Tranquila, sé que necesitabas descansar.
Besó mis labios. Descendió hacia mi estómago y dejó sus manos sobre él.
-¿Cómo están las princesas de papá? - preguntó.
Las bebés patearon, haciéndonos reír.
Dejó varios besos y puso su rostro a mi altura. Apartó algunos de los mechones sobre mi cara.
-Amo a nuestra familia.
Sonreí y puse mi mano sobre su nuca.
-Al igual que yo.
Nos besamos con intensidad, sonriendo cuando alguno intentaba provocar al otro.
-Ew-dijo una vocecita.
Soltamos una carcajada.
Ben volvió a sentarse a mi lado, dejando que Milo se pusiera frente a los dos.
-¿Puedo jugar con mis hermanitas? - preguntó dulcemente.
Sonreí.
-Sí, pero por favor no las alborotes.
Tanto mi hijo como mi esposo se rieron.
Como le enseñamos, puso sus manitas sobre mi estómago con cuidado.
-Hola Hannah, hola Briar.
Las niñas volvieron a patear. Mi pequeño sonrió y comenzó a jugar con ellas.
Un rato después mi papá y mis suegros se nos unieron, jugando con los perros y con su nieto.
Ben acomodó a nuestro hijo entre sus brazos, con cuidado de no despertarlo.
Estamos en la terraza de nuestra habitación, admirando el cielo nocturno.
-¿Quién lo hubiera pensado? El hijo de la bella y la bestia y la hija de Hades y Maléfica, casados y con hijos-dije.
Él sonrió y me abrazó con su brazo libre. Acariciando mi abultado estómago.
-No creo que muchas personas lo hubieran pensado. Pero eso es lo mejor, porque nuestra historia de amor estaba destinada a ser eso, solo nuestra.
Rocé su nariz con la mía.
-Sin importar todas las dificultades que se nos han presentado, hemos seguido adelante, juntos.
Nuestras miradas se perdieron en la del otro.
-Y estaremos juntos por el resto de la eternidad-me dijo.
-Por el resto de la eternidad-afirmé.
Nos besamos y nos quedamos abrazados, disfrutando de ese momento entre nosotros y nuestros hijos.
Tal vez en un principio solo fuimos nosotros dos, luchando por tener una futura familia. Pero ahora somos nosotros con nuestro hijo y nuestras dos pequeñas, y no lo cambiaríamos por nada.
Quien sabe que nos deparará el futuro. Lo único que tengo claro es que lo afrontaré junto a los amores de mi vida. Y estaremos bien.
Fin.
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No saben lo que me costó encontrar las palabras adecuadas para cerrar esta historia, pero me gustó como quedó.
Antes de que lo pregunten, no habrán más capítulos, ya que es una historia corta, y así como terminó es como se quedará
No saben lo lindo que fue para mí que se emocionaran tanto cuando la publiqué.
El apoyo que le han dado a todas mis historias me hace muy feliz, y espero que les guste todo lo que seguiré escribiendo.
Espero que les haya gustado💙💜
¡Nos leemos pronto!
~Con amor, su escritora💕.
Publicado el 26/08/2020.
Editado el 16/07/2021.
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