𝟬𝟬3 ⋆ 𝙾𝙽𝙴 𝚃𝙴𝙰𝙼
%★ !! 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗧𝗛𝗥𝗘𝗘;
"─ 💎 𖥻 Un equipo.
ℋotaka caminaba yendo hacia la escuela Karasuno, sintiéndose emocionado pero también bastante nervioso. Hoy era su primer día como miembro del equipo de voleibol y no podía evitar que un montón de pensamientos negativos inundaran su mente.
"¿Y si no les agrado a los demás chicos del equipo? ¿Y si piensan que solo soy un intruso que quiere aprovechar el voleibol?", se cuestionaba Hotaka mientras apretaba con fuerza la correa de su mochila.
Recordó las palabras de Hinata, quien le había asegurado que haría buenos amigos en el equipo. Eso le había dado mucha esperanza, pero ahora las dudas lo asaltaban de nuevo.
"¿Y si soy demasiado tonto o torpe para estar a su nivel? Tal vez no encajaré en este lugar después de todo", pensó, sintiendo un nudo en el estómago.
A medida que se acercaba a la escuela, Hotaka respiró hondo, tratando de serenarse. Sabía que no podía dejarse llevar por esos pensamientos negativos. El voleibol era su pasión, lo que mas le gustaba, después de los pandas y esta era una nueva oportunidad para él.
"Voy a dar lo mejor de mí. Haré todo lo posible por encajar y demostrar que merezco estar aquí", pensó el albino para sí mismo, apretando los puños con determinación.
El pequeño cuervo albino primero paso a la maquina expendedora por que quería comprarse unas gomitas y necesitaba algo dulce para tranquilizarse un poco, ya que el entrenamiento seria en la tarde después de clases.
Puso las monedas y espero paciente de que cayeran con su típica cara, aunque lamentablemente, las gomitas quedaron atoradas y no cayeron a lo que Amao emitió un chillido de terror y agito los brazos brevemente, ya no podía gastar dinero por que era lo que le había dado su papa para el día de hoy, por eso sin pensarlo decidió meter su brazo para alcanzar las gomitas ya que había visto en un video que eso funcionaba.
Pero al parecer el video le mintió, por que su brazo se quedo atrapado.
Hotaka volvió a emitir un chillido de terror, ya que por mas que intentara mover su brazo, este no salía, además las clases ya habían empezado por que todo estaba desierto y no había rastro de hinata y kageyama y no tenia celular para que alguien lo ayudara.
El albino apoyo su frente en la vitrina, ahora nunca podrá sacar su brazo y jamas podrá jugar voley y lo peor es que deberá vivir para siempre así y morirá con un brazo atorado en una maquina expendedora y van a tener que conseguir un ataúd grande para el y la maquina y se quedara solo para siempre y luego...
—Disculpa...
El de ojos morados se quedo rígido y levanto lentamente la cabeza con lentitud y se encontró con un chico de cabello verde y pecas y un chico rubio alto y con lentes que lo miraba con una ceja alzada.
Hotaka emitió un chillido, eran Yamaguchi Tadashi y Tsukishima kei, lo sabia porque hinata le había hablado de los miembros del equipo de voley.
" ¡Definitivamente este es un mal comienzo para conocer así a tu equipo!", pensó, el menor ruborizándose como un tomate por la enorme vergüenza que sentía .
Yamaguchi y Tsukishima se acercaron al ver a Hotaka atrapado en la máquina expendedora. La expresión de Tsukishima mostraba una mezcla de diversión y aburrimiento, mientras que Yamaguchi parecía más preocupado.
Tsukishima se cruzó de brazos y miró a Hotaka con una ceja levantada.
—Vaya, vaya, mira lo que tenemos aquí. Un novato atrapado en una máquina expendedora. ¿Acaso tu cerebro es tan pequeño que no puedes ni siquiera sacar unas simples gomitas?.- dijo Tsukishima con su típico tono sarcástico.
Yamaguchi, por su parte, con su naturaleza empática y preocupada, se acercó rápidamente a Hotaka. Su rostro reflejaba una genuina inquietud mientras evaluaba la situación.
—Oh, no. ¿Estás bien? ¿Cómo puedo ayudarte?.- preguntó Yamaguchi, hablando con suavidad y tratando de tranquilizar a Hotaka.
Hotaka, sin poder hablar debido a su ansiedad, rápidamente sacó su libreta y comenzó a escribir con su mano temblorosa. Mostró el mensaje a los dos chicos:
—"¡Ayuda, por favor! Mi brazo está atrapado y no puedo sacarlo"
—Claro, te ayudaremos. No te preocupes, ¡todos hemos pasado por situaciones así alguna vez!.- dijo Yamaguchi, volviéndose hacia Tsukishima a lo que este supiro con fastidio.
El rubio a pesar de su actitud burlona inicial, se acercó también, con una expresión más seria, evaluando la situación.
—Yamaguchi, sujétalo por la espalda mientras yo tiro de su brazo.- habla el bloqueador al de cabello verde a lo que este asiente. Tsukishima miro de reojo a Hotaka.
El pecoso, se colocó detrás de Hotaka y lo agarró suavemente por los hombros para brindarle apoyo y estabilidad. Su agarre era firme pero delicado, buscando brindarle seguridad a Hotaka en ese momento de apuro. El albino se sintió bastante seguro por eso.
Por otro lado, el rubio con su personalidad más pragmática, se enfocó en liberar el brazo atrapado de Hotaka. Con determinación, pero sin usar demasiada fuerza, Tsukishima tomó el brazo de Hotaka y lo manipuló con cuidado, ahí el de ojos morados se dio cuenta que yamagiuchi lo tenia sujeto para que no hiciera algún movimiento y no se lastimara, y así tsukishima pueda mover tranquilo su brazo y que amao no se alterara.
Finalmente, el más alto logro que el brazo de Hotaka saliera de la maquina. El albino mentalmente lloro de felicidad ya que no seria enterrado en un ataúd con una maquina expendedora.
—Listo. Ahora trata de no hacer más estupideces, ¿de acuerdo?.- hablo el de lentes, pero su tono, aunque seco, carecía de la crueldad que solía usar con otros.
Hotaka asintió rápidamente, agradeciendo a ambos con una profunda reverencia y una sincera expresión de gratitud en su rostro.
Yamaguchi le sonrió aunque luego se dio cuenta de algo.
—Oh,¡ tu eres el ángel!- dice yamaguchi con sorpresa, Hotaka lo miro confundido y luego el pecoso se ruborizo por lo dicho mientras que tsukishima bufa por lo bajo. Yamaguchi tosió y luego continuo.- lo siento, es que en verdad eres muy popular entre las chicas y algunos chicos, por eso te apodan "el ángel entre los cuervos", además de que Hinata no ha parado de hablar sobre ti y lo emocionado que está de que te unas al equipo. Creo que todos estarán muy contentos de tenerte con nosotros.
Por su parte, Tsukishima resopló con cierta burla, cruzándose de brazos.
—Hmph, no me sorprende que a las chicas les guste alguien tan tímido e ingenuo como tú. Supongo que eso las enternece de alguna manera.- comentó el rubio, con su habitual tono despectivo.
Sin embargo, Yamaguchi le lanzó una mirada nerviosa a Tsukishima, indicándole que se comportara.
Luego, el peliverde se volvió hacia Hotaka.
— Incluso Kageyama hablo de ti, bueno aunque solo dijo que eras bueno.
—Y eso ya es mucho viniendo del rey, que nos ve a todos como plebeyos.- dijo indiferente el de lentes.
Hotaka, quien no tenía idea de su supuesta popularidad, se sonrojó intensamente al escuchar eso. Rápidamente sacó su libreta y escribió:
—"¡No tenía idea de eso! Me alegra mucho escuchar que Hinata y Kageyama han hablado bien de mí. Realmente espero poder encajar bien en el equipo".
Yamaguchi asintió con entusiasmo, mientras que Tsukishima rodaba los ojos, pero sin hacer más comentarios mordaces.
Hotaka se sentía aliviado y emocionado al mismo tiempo. Tal vez las cosas no serían tan difíciles como había imaginado.
Con renovada determinación, Amao escribió en su libreta —" ¡Haré todo lo posible por ser un gran miembro del equipo!".- Estaba decidido a dar lo mejor de sí
El pecoso lo miro con ternura mientras que Tsukishima se mantuvo en silencio, pero la expresión de su rostro se suavizó ligeramente al ver las palabras de Hotaka.
—Bien, nosotros debemos ir a clases, te vemos después en el entrenamiento.- le sonríe yamaguchi al albino y el rubio solo lo mira de reojo para darse la vuelta e irse.
Hotaka se sentía mas cómodo y relajado, sus compañeros eran muy amables, creía que si seguía así, podría lograr adaptarse y encajar.
Mientras tanto los dos amigos se dirigían a su clase, el pecoso se puso hablar de el albino con el rubio.
—Estoy seguro, de que Hotaka será alguien que podrá aportar en el equipo, si lo dice Kageyama, además de que como salvo el balón a esa distancia a esa vez...
—Mhm.- tsukishima estaba bastante pensativo
—Es bastante tierno, no es arrogante, como Tanaka-san decía.
—A mi me parece un ratón, de todo lo que temblaba.- dice tsukishima aburrido y el pecoso solo ríe suavemente.
Hotaka sabia que Nishida lo regañaría cuando se enterara.
Pero debía hacerlo, si es que quería encajar en el equipo.
Por los nervios, decidió saltarse las clases y practicar sus remates y sus saques, para poder perfeccionar sus habilidades y presentarlas al equipo y que estos las aceptaran. Tenia que ser perfecto si era un mediocre a ellos no les gustaría.
Y jamas lo aceptaría y seria rechazado y seria muy vergonzoso. Su mente se llenara de preocupaciones y miedos sobre su ingreso al equipo de Karasuno.
"¿Y si los demás jugadores no me aceptan? ¿Y si me miran mal por ser nuevo?", pensaba Hotaka, sintiéndose ansioso.
Su mayor temor era no poder comunicarse adecuadamente con sus nuevos compañeros debido a su timidez y falta de habilidad para hablar. Imaginaba escenarios en los que los demás lo ignoraban o se burlaban de él por no poder expresarse.
Su corazón comenzó a latir con mas fuerza y el albino apretó la camisa de su pecho, mientras intentaba respirar tranquilo. Sin embargo un recuerdo lo invadió, donde las palabras de su hermano mayor resonaron en su mente:
"No te preocupes, Amao. Sé que puedes lograr lo que te propongas. Tienes un talento increíble, solo debes tener confianza en ti mismo." sonrió dulcemente daisuke con esos ojos negros que lo miraban con compresión y gentileza.
Al recordar esas palabras alentadoras, Hotaka sintió cómo la tensión en su cuerpo comenzaba a disiparse. Una sutil sonrisa se dibujó en su rostro, aunque luego se borro de inmediato.
"Hace tiempo no necesitaba escuchar las palabras de Dai-nii para calmarse" se dice parta si mismo el albino, mirando hacia el frente donde sus ojos reflejaban una gran nostalgia al recordar que necesitaba de su hermano para calmarse.
Hotaka apretó con fuerza la pelota entre sus manos.
"Es cierto, debo confiar en mí mismo" el de ojos morados se dijo mientras un destello brillaba en sus ojos.
Tomando una profunda respiración, Hotaka se preparó para lanzar un gran remate. Con determinación, elevó el balón y lo golpeó con fuerza, enviándolo a través de la cancha con gran velocidad y precisión.
De repente, escuchó una voz emocionada que lo tomó por sorpresa.
—¡Guau, esos remates son increíbles!.- exclamó Nishinoya, quien acababa de llegar al patio y se había quedado impresionado por la potencia de los golpes del menor.
Nishinoya, el enérgico líbero del equipo, se acercó rápidamente a Hotaka, quien se detuvo sorprendido y sobresaltado al ver al nuevo espectador que llego de la nada.
"Por que me estoy encontrando con tantos miembros del equipo, es tan raro" piensa el de ojos morados mirando al chico que describió Hinata con una gota de sudor en la frente "Aunque a el no lo había visto ese día que jugué con Nishida-san"
—¡Soy Nishinoya! ¿Eres el nuevo miembro del equipo de Karasuno? no te vi ese dia, con los de primero...- preguntó Nishinoya con una sonrisa entusiasta.
Esa sonrisa era igual de cálida que la de Hinata.
Hotaka, tímido y nervioso por la repentina interacción, sacó rápidamente una pequeña libreta de su bolsillo . Con manos temblorosas, comenzó a escribir en ella, sin decir ni una palabra.
La deidad guadiana del karasuno observó con curiosidad cómo Hotaka anotaba algo en la libreta y luego se la extendía, evitando el contacto visual.
La libreta decía: "Soy Hotaka Amao y este día será el primero como miembro del equipo. Es un gusto conocerte, Nishinoya-san."
Nishinoya tomó la libreta y leyó el mensaje, entendiendo al instante la razón por la que Hotaka no hablaba. Una gran sonrisa se dibujó en su rostro.
—¡Ah, ya veo! No te preocupes, Hotaka. Puedes comunicarte conmigo de la manera que te sientas más cómodo.- dijo Nishinoya con un tono cálido y comprensivo.
Acto seguido, Nishinoya tomó el lápiz y escribió debajo del mensaje de Hotaka: "¡Encantado de conocerte también! Espero que podamos ser buenos amigos y jugar juntos en el equipo :D ".
Le devolvió la libreta a Hotaka, quien la miró con sorpresa y alivio. Hotaka esbozó una pequeña sonrisa y asintió suavemente.
Pero Nishinoya al ver simplemente a el albino sonreír, sentía como podía iluminar el lugar, era una de las imágenes mas hermosas que había visto. Las mejillas de Nishinoya se ruborizaron por la belleza natural del albino y se arrodillo con lagrimas en sus ojos a lo que Amao se sobresalto.
—Disculpa... ¿de casualidad eres un ángel?- dijo el libero mirándolo embelesado a lo que el menor niega con la cabeza rápidamente.
—"Claro que no, soy un humano, como usted Nishinoya-sempai"- muestra nervioso el albino.
Solo eso basto para el de segundo año que pareciera que el alma se le estaba saliendo de la boca, y que no cesaba de temblar como si fuera una gelatina. Los ojos del mayor se convirtieron en dos estrellas mientras parecía que habían muchos brillitos a su alrededor.
—¡Claro, yo soy tu sempai! ¡El sempai del ángel!- ríe poniendo sus manos en sus caderas.- ¡Mas tarde te comprare un helado! ¡pero ahora hay que practicar esos remates tuyos! Quiero ver de lo que eres capaz.- exclamó Nishinoya, listo para recibir los siguientes golpes de Hotaka.
Hotaka lo miro demasiado confundido, pero simplemente asintió a lo que decía el mayor, ya que se sentía a gusto con el, relajo su cuerpo sintiéndose más confiado gracias a la amable reacción de Nishinoya. Juntos, continuaron entrenando y forjando una conexión que haría que Hotaka se sintiera cada vez más cómodo.
Hinata se encuentra en el gimnasio del Karasuno, listo para el entrenamiento del día. Sabe que hoy será especial, pues Hotaka entrará por primera vez al equipo.
Su corazón late con emoción al pensar en que Hotaka finalmente podrá ver sus habilidades en la cancha. La última vez que estuvo con el, Hinata tuvo que dedicarse a ayudar a Hotaka a acercarse a Kageyama, lo que le impidió demostrar todo su potencial.
"La otra vez ni siquiera pude jugar por que estaba ayudándole a que se hiciera amigo de kageyama, pero ahora hotaka verá de lo que soy capaz", piensa Hinata, lleno de emoción.
Observa cómo los demás miembros del equipo se preparan para el entrenamiento, pero su mirada está fija en la puerta, esperando ansiosamente la llegada de Hotaka.
Hotaka tomó una profunda respiración antes de empujar las puertas del gimnasio de Karasuno. Incluso con los saludos y las conversaciones animadas de sus compañeros, , Hinata al verlo siente una oleada de orgullo y emoción recorrer su cuerpo. Esta es la oportunidad que ha estado esperando para mostrarle al albino de lo que es capaz.
Se acerca a él con una enorme sonrisa, casi sin poder contener su emoción.
—¡Hotaka, estoy tan emocionado de que estés aquí! Prepárate, porque hoy vas a ver lo mejor de mí en la cancha.
Sus ojos brillan con determinación, ansioso por demostrarle al de ojos morados que sus habilidades están a la altura de su equipo. Esta es la ocasión perfecta para impresionarlo y fortalecer aún más su vínculo.
Aunque Hotaka ni siquiera escucho a Hinata ya que su mente estaba nublada por los nervios, ya que de por si no quería usar el uniforme rojo que le ponían para distinguir a los nuevos, creía que destaca demasiado.
Si supiera que destacaba por otra cosa.
"Mantén la calma, mantén la calma", se repetía Amao en silencio, mientras sus ojos recorrían el lugar.
A pesar de que conocía a algunos de sus compañeros de equipo, como Hinata, Kageyama, y haber tenido unas agradables interacciones con Tsukishima, Yamaguchi y Nishinoya, El cuervo albino seguía sintiéndose abrumado por el miedo a arruinarlo todo.
"¿Y si no les agrado a nadie? ¿Y si creen que soy un inútil?", se cuestionaba Hotaka, mientras su respiración se hacía más irregular.
En medio de esa marea de inseguridades, Hotaka se esforzaba por mantener la calma y aparentar una tranquilidad que en realidad no sentía. Su mayor temor era decepcionar a sus nuevos compañeros y perder la oportunidad de formar parte de este equipo que tanto anhelaba.
Hinata notó que había algo raro en Hotaka y quiso preguntarle si estaba bien, pero en ese momento, Daichi se acercó junto a Suga para darle la bienvenida al equipo.
Cuando el menor vio al capitán, se sobresaltó asustado y comenzó a mirar de forma nerviosa a los otros miembros del equipo que lo observaban con curiosidad.
En ese instante, Tanaka se acercó a Hotaka con una expresión intimidante, intentando poner su mejor cara de "matón" para asustar al nuevo jugador.
—Oye, tú, más te vale que te comportes. No toleraré que hagas algo raro. Espero que no seas solo una cara bonita.- exclamo el de segundo año en tono amenazante.
Daichi, al ver la actitud de Tanaka, se estaba preparando para golpearlo y pedirle que dejara en paz a amao. Sin embargo la sola presencia de Tanaka y su tono agresivo hizo que Hotaka entrara en pánico. Comenzó a temblar y a tartamudear de forma descontrolada:
—Y-Y-Y-Y-Y-Y-Y-Y-O...-decía el menor, mientras se sacudía de forma frenética, como si fuera una licuadora.
Todos en el equipo se quedaron sorprendidos ante la reacción de Hotaka, sin saber cómo reaccionar ante su evidente ansiedad y nerviosismo. Daichi y Suga intercambiaron miradas preocupadas, sabrían que la llegada de Hotaka al equipo seria un reto para todos, pero lo importante es que estos debían hacer sentir bienvenido al albino.
Mientras Hotaka seguía sacudiéndose y tartamudeando de forma descontrolada, el resto equipo seguía en silencio, observando la escena con preocupación .Ennoshita, Kinoshita y Narita intercambiaron una mirada, sintiéndose incómodos por la situación.
Daichi dio un paso adelante, extendiendo su mano para golpear a Tanaka en la cabeza para que se tranquilizara y dejara de comportarse como un imbécil.
—Tanaka, tranquilízate. Estás asustando al nuevo miembro.- dijo Daichi en tono sereno pero firme aunque un tanto molesto tambien.
Tanaka, algo avergonzado, retrocedió un poco, sobándose el golpe.— Lo siento, daichi-san. Solo quería darle la bienvenida a mi manera.- habla con un tono culpable.
Suga se acercó lentamente a Hotaka, hablando con voz suave y cálida.
—Oye, Hotaka, está bien. No tienes que tener miedo. Estamos aquí para recibirte y apoyarte. Eres parte del equipo ahora.- dice dulcemente el armador, de alguna manera hotaka recordó a su hermano viendo como suga lo trataba.
Poco a poco, Hotaka fue calmándose, aunque aún temblaba ligeramente. Levantó la mirada y vio la expresión amable de Suga, seguida de las sonrisa alentadora de Hinata y un asentimiento de Kageyama.
—No te preocupes, Hotaka. Todos aquí queremos que te sientas cómodo y seas tú mismo.- exclama el de cabello naranja con entusiasmo.
Lentamente, Amao fue sintiendo cómo la tensión en su cuerpo se disipaba. Aún se sentía nervioso, pero las palabras y actitudes de sus nuevos compañeros comenzaban a hacerlo sentir más seguro, aunque odiaba un poco mostrándose tan débil, pero era como si su cuerpo se controlara por si solo.
Mientras tanto cierto peliverde observaba a Hotaka recordando la pequeña pero graciosa interacción que tuvieron y recordaba lo nervioso que el albino se había puesto en ese momento que se conocieron aunque tenia un poco de sentido ya que se había quedado atrapado en un máquina expendedora, pero aun así no le sorprendió verlo reaccionar de esa manera ante la intimidación de Tanaka.
Disimuladamente, Yamaguchi se acercó a Hotaka y le puso una mano en el hombro, dándole un apretón suave para intentar tranquilizarlo. Le dedicó una sonrisa reconfortante, tratando de transmitirle que no estaba solo.
Por su parte, Tsukishima observó la escena con su habitual gesto indiferente, pero en el fondo le inquietaba un poco la reacción exagerada de Hotaka. Recordaba haberlo visto un poco nervioso en ese breve encuentro que tuvieron, pero nunca a ese nivel.
— Te movías como una licuadora defectuosa.- comentó el rubio en tono burlón, ganándose una mirada de reproche de Yamaguchi.- pero tan poco deberías preocuparte tanto por esto, es solo un club.
Hotaka y la mayoría de los miembros del equipo lo observaban abriendo los ojos con sorpresa, nunca pensaron que Tsukishima podría ser amable con alguien aparte de Yamaguchi.
"¿En que tan mal concepto tenemos a Tsuksihima, para pensar que no puede ser amable con alguien?" se cuestionan los de segundo y tercer año con una gotita en la frente.
Amao simplemente asintió con una mirada agradecida y el de lentes miro hacia otro lado.
Nishinoya, por otro lado, reaccionó de manera muy distinta. Al ver a Tanaka intimidando a Hotaka, su expresión alegre y despreocupada se transformó en una mirada seria y protectora.
—¡Oye, Ryu! ¡Déjalo en paz! ¿No ves que estas asustando al ángel?.- exclamó Nishinoya, poniéndose entre Tanaka y Hotaka.
Tanaka se sorprendió ante la reacción de su amigo, rascándose la nuca con incomodidad y vergüenza, algunos alrededor murmuraron ¿Angel?
—Vamos, Noya-san, solo quería darle la bienvenida a mi manera. No pensé que se pondría así.- se excusó Tanaka aunque la verdad se sentia culpable por poner así a un kohai
Nishinoya negó con la cabeza y se acercó a Hotaka, hablándole con suavidad y una sonrisa tranquilizadora.
—No te preocupes, Hotaka. Ryu puede ser un poco bruto, pero es un buen tipo. Todos aquí queremos que te sientas cómodo y te integres al equipo.
Hotaka miró a Nishinoya con sorpresa, sintiéndose un poco más tranquilo al ver la actitud protectora del libero.
—"Gracias", logró escribir Hotaka en su libreta esbozando una tímida sonrisa.
Aunque Tanaka como el resto del equipo quedaron embelesados mirando la sonrisa de Hotaka irradiaba una calidez y una luminosidad que iluminaban la habitación. Era como si el mismo sol se hubiera levantado en ese preciso momento, regalándoles el amanecer más hermoso que jamás habían visto .
Tanaka lloro sintiendo muchas florecitas a su alrededor y luego miro a Hotaka como si fuera una especie de angel.
—¿Eres un ángel?- chilla el pelón viéndolo con sus mejillas rojas y el albino vuelve a sobresaltarse y niega con la cabeza.-¡ ERES DEMASIADO LINDO! ¡perdóname ángel!
—¡ASI ES RYUU!- grita Nishinoya acercándose a hotaka sonriendo alegremente .- eres igual de lindo que kiyoko-san nuestro ángel!
Hotaka nervioso por el dúo de los segundo, escribió en su libreta.
—"Lo siento decepcionarlos, sempais"- les muestra hotaka en su libreta.- "pero realmente no soy un ángel, solo soy un humano"
Nishinoya y Tanaka se miraron entre sí con ojos brillantes, como si acabaran de recibir la mayor revelación divina.
—¡¿Escucharon eso?! o mejor dicho ¡¿Vieron eso?! ¡Hotaka nos llamó 'senpais'!.- exclamó Nishinoya, arrodillándose frente a Hotaka con las manos juntas, casi en actitud de rezo.
—¡Es un milagro! ¡Un ángel nos ha bendecido con su presencia!.- gritó Tanaka, imitando la posición de Nishinoya.
Hotaka se sonrojó profundamente ante el repentino afecto y la exagerada reacción de los dos chicos mayores.
—"Esperen, no soy un ángel, solo soy un humano como ustedes".- intentó explicar el albino de nuevo.
Pero Nishinoya y Tanaka parecían estar en su propio mundo, deleitándose con la idea de haber sido reconocidos como 'senpais' por un ser celestial.
—¡No tienes que fingir, Hotaka! ¡Eres nuestro ángel guardián!.- exclamó el libero, abrazando a albino con efusividad.
Tanaka se unió al abrazo, envolviendo a Hotaka en un cálido y apretado abrazo grupal.
—¡Te protegeremos de todos los buitres que intenten hacerte daño, Hotaka-san!.- prometió Tanaka, con una expresión llena de determinación y con los ojos llorosos.
Hotaka, abrumado por tanta atención y afecto, soltó un pequeño chillido mientras su rostro se tornaba cada vez más rojo.
—¡Mhm!.- suplicó Hotaka en un gemido, aunque en el fondo se sentía realmente conmovido y cómodo por la aceptación y el cariño que le mostraban sus nuevos compañeros de equipo.
El resto del equipo observaba la escena con una mezcla de ternura y diversión, algunos riendo ante la hiperactividad de Nishinoya y Tanaka, otros sonriendo con calidez al ver a Hotaka siendo recibido con tanto afecto.
Sawamura se dio cuenta de que habría un desafío nuevo para el karasuno, al integrarse Hotaka al equipo, pero sabia que no seria imposible. Hotaka encontraría su lugar en el equipo.
Después de que Ennoshita lograra separar a Nishinoya y Tanaka de Hotaka, el equipo de Karasuno se reunió para comenzar con el entrenamiento del día.
Daichi se acercó a Hotaka, colocando una mano en su hombro de forma gentil.
—Hotaka, ahora que ya nos conocemos un poco más, quería explicarte cómo funciona nuestro equipo.- comenzó a decir Daichi, manteniendo una expresión tranquila y serena.- Como bien sabes, por el momento no contamos con un entrenador oficial. Normalmente, Sugawara, Ennoshita y yo nos encargamos de guiar los entrenamientos y asegurarnos de que todos mejoren sus habilidades.
Hotaka asintió con atención, escuchando con cuidado las palabras del capitán.
—Hoy comenzaremos con algunos ejercicios de pase. Es importante que todos los miembros del equipo mantengan una buena coordinación y entendimiento en la cancha.- continuó Sawamura atento de que el albino entendiera todo.
—¿Te parece bien si te integramos a los ejercicios de pase? Será una buena oportunidad para que vayas aprendiendo nuestro estilo de juego.- preguntó el de tercer año, brindándole a Hotaka una amable sonrisa.
El de ojos morados asintió tímidamente, sintiéndose un poco nervioso pero emocionado por la oportunidad de unirse a los entrenamientos.
—"Sí, me gustaría mucho participar", respondió Hotaka, levantando su libreta con determinación.
Daichi le dio unas palmadas suaves en la espalda, animándolo a integrarse al grupo.
—Perfecto. Vamos a empezar, ¿de acuerdo?.- dijo el azabache, encabezando al equipo hacia la cancha, listo para iniciar el entrenamiento.
El menor inspiró profundamente y se unió a sus nuevos compañeros, preparándose para poner en práctica sus habilidades y forjar un vínculo más estrecho con el equipo de Karasuno.
Mientras el equipo de Karasuno se preparaba para los ejercicios de pase, Hotaka observaba con atención, intentando memorizar los movimientos y la dinámica del grupo.
De pronto, Hinata y Kageyama se acercaron a él, mostrando expresiones diferentes pero igualmente amigables.
Bueno, Kageyama a su manera.
—¡Hotaka! Ahora que estás en el equipo, ¡va a ser mucho más divertido! ¡Estoy emocionado de poder jugar contigo!.-exclamó el bajito, dando pequeños brincos de alegría.
El armador, por su parte, mantenía su expresión seria, pero sus ojos reflejaban una sincera aceptación.
—Mientras te esfuerces y des lo mejor de ti, todo irá bien.- declaró Kageyama, asintiendo con la cabeza en dirección a Hotaka.
El albino se sintió sorprendido y conmovido por la cálida bienvenida de sus amigos. Sus ojos se iluminaron y una tímida sonrisa se formó en sus labios.
—" Gracias, Hinata, Kageyama. Haré todo lo posible por mejorar y aportar al equipo", respondió Hotaka.
El bloqueador rió alegremente y palmeó la espalda de Hotaka con confianza.
—¡Así se dice! ¡Vamos a trabajar juntos para hacer que Karasuno sea aún más fuerte! exclamó Hinata, contagiando a Hotaka con su entusiasmo.
Kageyama asintió en silencio, aunque se podía notar levemente que intentaba mostrarse amable.
El albino con timidez se puso en su lugar esperando que lo toque unirse a los ejercicios de pase, hasta que sugawara lo llamo ya que le tocaba a el, y sin que el albino lo notara todos estaban al pendiente de lo que podria hacer Hotaka. Atentos a sus habilidades.
Sugawara se posicionó en la zona de envío, sosteniendo el balón con confianza. Miró a Hotaka, quien se preparaba para recibir el pase con unos ojos que antes demostraban timidez, ahora solo había seriedad y determinacion, y luego lanzó el balón con precisión hacia el centro de la cancha.
Hotaka se abalanzó sobre el balón, inclinando su cuerpo hacia la derecha y cargando todo su peso en el golpe. Sus poderosos brazos y piernas se tensaron mientras impactaba la pelota con una fuerza abrumadora.
El sonido del balón golpeando la palma de Hotaka resonó en todo el gimnasio, seguido por un emocionante silencio mientras la pelota se dirigía a toda velocidad hacia el otro lado de la cancha.
Los ojos de todos los presentes se abrieron en asombro al ver cómo el balón atravesaba el bloqueo con facilidad, estrellándose contra el piso con un estruendo que hizo rebotar el suelo.
—¡Increíble!.- exclamó Hinata, saltando de emoción a pesar de que ya habia visto sus remates. -¡Hotaka, eres un monstruo!
Kageyama, por su parte, analizaba cuidadosamente los movimientos de Hotaka, evaluando cómo podría integrar esa habilidad en las jugadas del equipo y sus propios pases. Aunque ya lo había visto seguía sorprendiéndose, pero se debía que no lo había visto en el gimnasio.
—Tu técnica es excelente.- comentó Kageyama, asintiendo con aprobación. -Incluso cuando la pelota no está en la mejor posición, logras golpearla con toda tu fuerza.
Tras presenciar el impresionante remate de Hotaka, Daichi, el capitán del equipo, se acercó a él con una expresión curiosa en su rostro.
—Hotaka, debo decir que esos remates tuyos son realmente sorprendentes.- habla daichi asombrado.- Pero me pregunto, ¿cómo aprendiste a rematar de esa manera si nunca has estado en un equipo de voleibol antes?
Hotaka se rascó tímidamente la nuca, un poco avergonzado por tener que explicar su situación.
—Ah... -comenzó a decir Hotaka, pero se detuvo, pareciendo tener dificultad para encontrar las palabras adecuadas y es como si no le saliera la voz.
Notando la incomodidad de Hotaka, Daichi le ofreció una sonrisa amable y le dijo:— No te preocupes, puedes tomarte tu tiempo. Estoy interesado en escucharte.
El albino asintió con gratitud y, sacando una pequeña libreta de su bolsillo, comenzó a escribir en ella. Después de unos momentos, le mostró la libreta a Daichi.
—"Mi padre me ha estado entrenando en voleibol desde que era un niño pequeño", leyó Daichi en la libreta. "Él es un apasionado del deporte y siempre soñó con que yo pudiera destacar en él. Así que me ha estado enseñando y entrenando desde que tengo memoria. En nuestra familia es normal entrenar este deporte"
Sawamura asintió con comprensión, impresionado por la dedicación y el esfuerzo que Hotaka había puesto en desarrollar sus habilidades.
—Ya veo, eso explica mucho.- dijo el capitán y acaricio la cabeza de Hotaka.- Bueno, me alegro de que hayas encontrado el equipo adecuado para mostrar tus habilidades. Estamos emocionados de tener a un jugador tan talentoso como tú en nuestro equipo."
Hotaka en su mente estaba emocionado, ya que acariciar la cabeza significa como un símbolo de amistad y aceptación según su libro de como hacer amigos, así que poco a poco estaba siendo aceptado y apreciado por sus nuevos compañeros de equipo.
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Después de presenciar los impresionantes remates de Hotaka, el equipo de Karasuno se emocionó aún más por poner a prueba sus habilidades en un pequeño partido de práctica.
Hinata, en particular, estaba ansioso por mostrarle a Hotaka su famoso ataque rápido junto a Kageyama.
—¡Vamos, Daichi-san! ¡Hagamos un partido de práctica para que Hotaka pueda ver nuestro ataque rápido!.- exclamó la pelusita naranja, saltando de emoción.
Kageyama, con su expresión seria habitual, asintió con determinación.
—Sí, creo que sería una buena idea que Hotaka vea cómo funciona nuestro equipo en acción.- dijo Kageyama, lanzando una mirada de reojo al de ojos morados.
Daichi sonrió ante la entusiasta propuesta de Hinata y asintió.
—Muy bien, entonces hagamos un pequeño partido de práctica. Será una buena oportunidad para que Hotaka se familiarice con nuestro estilo de juego.
Rápidamente, el equipo se dividió en dos equipos y se prepararon para empezar el partido. Hinata y Kageyama se colocaron en la posición de ataque, mientras que Hotaka observaba con atención desde el costado de la cancha.
Cuando sonó el silbato, Kageyama envió un pase preciso y veloz hacia Hinata, quien se impulsó con fuerza y remató el balón con una potencia y rapidez abrumadoras.
Mientras Hinata y Kageyama ejecutaban su impresionante ataque rápido, los ojos de Hotaka se abrieron con sorpresa. Sin embargo, la altura del salto de Hinata no lo sorprendió tanto, ya que el joven había visto a alguien saltar de esa manera antes, cuando era niño.
A pesar de haber presenciado algo similar en el pasado, Hotaka quedó fascinado por la sincronización y la velocidad del dúo. Su mirada se mantuvo fija en ellos, observando con atención cada uno de sus movimientos.
EL albino en ese momento su interés por la técnica y la estrategia del equipo de Karasuno era evidente. La emoción y la admiración se reflejaban en sus ojos, a pesar de su silencio.
Hinata, emocionado por la reacción de Hotaka, se acercó a él rápidamente.
—¡Hotaka, lo viste! ¿Qué te pareció mi salto? ¿Verdad que soy rápido y salto muy alto?.- preguntó Hinata, sus ojos brillando con entusiasmo.
Hotaka, con su libreta en mano, escribió su respuesta y se la mostró a Hinata.
—"Sí, vi cómo saltaste. ¡Parecías un conejito!" escribió Hotaka, con una expresión suave y una pequeña sonrisa.
En ese momento, se puede ver cómo el rostro de Hinata se descompone por completo. Sus ojos se abren de par en par y su boca se abre en una expresión de puro shock.
—¿¡Co-conejito!?.- balbucea Hinata, sintiendo cómo todas sus ilusiones se desmoronan a su alrededor.
Hinata, con el rostro completamente rojo de vergüenza, baja la mirada al suelo, derrotado. Todas sus esperanzas de ser alabado por Hotaka se han convertido en cenizas.
—Yo... yo no soy un conejito. Yo soy un cuervo, ¡un cuervo imponente!.- trata de protestar Hinata agitando las manos, pero su voz suena débil y temblorosa.
En ese momento, Tsukishima y Tanaka, quienes habían leído la respuesta de Hotaka, no pudieron contener la risa.
—¿Un conejito? Eso es nuevo.- dijo Tsukishima con sarcasmo, mirando a Hinata con una sonrisa burlona.
Tanaka, por su parte, soltó una carcajada.
—¡Jajaja! ¿Escuchaste eso, Hinata? ¡Te ha comprado con un conejito.- exclamo el de segundo año, dándole un codazo a Hinata.
Hotaka observa la escena algo preocupado, sin estar seguro de si ha dicho algo inapropiado. Pero Daichi, al ver la incomodidad de Hotaka, interviene nuevamente para calmar las cosas.
—¡Suficiente, ustedes dos! Dejen de molestar a Hotaka y a Hinata. Todos hemos dicho cosas sin pensar alguna vez.- dice el capitán, lanzando una mirada seria a Tsukishima y Tanaka.
Pero Hinata, a pesar de los esfuerzos del de tercer año, sigue hundiéndose en la decepción, con sus sueños de ser reconocido como un "jugador genial" por el albino completamente destruidos por la inocente comparación de Hotaka.
Aunque al ver la expresión del de ojos morados intenta sonreírle a pesar de sus mejillas ruborizadas.
—Está bien, Hotaka. No te preocupes, no me molesta que me hayas comparado con un conejito.- dice el de cabello naranja, tratando de aliviar la tensión.
Hotaka asiente tímidamente, sintiéndose un poco más tranquilo.
El de cabello naranja, se acerco a el de ojos morados con un puchero.
—Hotaka, ¿no te pareció de casualidad increíble ese ataque rápido? ¡Es la jugada más genial que hayas visto!.- exclamó Hinata, claramente decepcionado por la falta de entusiasmo de su compañero.- ¿O no crees que salto muy alto? no mucha gente lo hace...
Hotaka, un poco tímido, levantó la mirada hacia Hinata y, con un leve sonrojo, respondió: —"Yo... ya había visto a alguien saltar así antes".
Hinata parpadeó, sorprendido por la respuesta. —¿Eh? ¿Dónde has visto a alguien saltar tan alto?.- preguntó, curioso.
Hotaka se encogió de hombros y, con un gesto algo incómodo, explicó: —"Fue hace mucho tiempo. Solía ver a un chico saltar así cuando era más pequeño. Por eso no me sorprende tu salto".
—Ya veo....- habla Hinata, un poco avergonzado por no haber impresionado al albino, hizo un puchero y le preguntó.- Oye, Hotaka, ¿crees que salto mejor que el otro chico que viste antes?"
Los demás miembros del Karasuno, que observaban la interacción, comenzaron a pensar con burla y desconcierto sobre cómo Hinata claramente quería impresionar o lucir genial frente a Hotaka.
Tsukishima, con una sonrisa burlona, murmuró.
—Vaya, vaya, parece que Hinata quiere ser el mejor saltador que Hotaka haya visto".
Yamaguchi, tratando de contener la risa, asintió y respondió —Sí, es típico de Hinata querer destacar de esa manera, aunque de verdad quiere impresionar a Hotaka.
Incluso Kageyama, cruzado de brazos, miró la escena con una expresión de ligero desconcierto, pensando que Hinata estaba actuando de una manera un tanto infantil.
Mientras tanto, Hotaka, un poco sorprendido por la pregunta de Hinata, dudó por un momento antes de responder tímidamente.
—"Bueno, umm... no estoy seguro. Ese chico de antes saltaba muy alto, pero tú también eres increíble. No podría decir quién salta mejor".
Hinata, al escuchar la respuesta de Hotaka, se relajó un poco y sonrió.
—Bueno entonces...¡Voy a esforzarme al máximo para que me consideres el mejor saltador que has visto!- dice emocionado el más bajito sin rendirse en impresionar a el menor, y hotaka un tanto sorprendido solo asiente.
Sugawara sonrió ante esa interacción mientras murmuraba —Estos niños...
Llego ahora el pequeño partido de practica que tendrían entre ellos, Todos estaban emocionados, excepto Tsukishima que le daba igual sin embargo Hinata y Kageyama eran los más extasiados, que no podían esperar para enfrentarse a el albino.
Aunque para su mala suerte, terminaron en el mismo equipo.
Así es como comenzaron el partido de práctica del Karasuno y luego de un rato cuando Hotaka se encontró en una oportunidad perfecta para anotar. Todos los ojos se posaron en él mientras se preparaba para rematar, pero en lugar de golpear el balón con fuerza, se quedó paralizado, mirando el balón con desesperación.
—¿Qué estás haciendo, Hotaka? ¡Remata de una vez!.- gritó Kageyama, confundido por la actitud dubitativa del muchacho.
Amao abrió la boca, intentando explicar que quería un pase, pero de ella solo salió un débil gorgoteo. Desesperado, comenzó a hacer una serie de gestos extraños con los brazos, como si estuviera intentando volar.
O comunicarse en este caso.
—¿Quiere que le lancemos el balón?.- preguntó Hinata, rascándose la cabeza.
—No, idiota, creo que quiere que lo ataquemos con él.- respondió Tsukishima, rodando los ojos.
En la banca, Sugawara observaba la escena con preocupación, tratando de descifrar lo que Hotaka intentaba comunicar. De pronto, tuvo una idea.
—¡Ya sé! Creo que quiere que le demos un descanso.- exclamó, ganándose miradas incrédulas de sus compañeros.
Mientras tanto, Hotaka seguía gesticulando frenéticamente, cada vez más frustrado por no poder expresar lo que quería. Finalmente, Daichi se acercó a él y, colocando una mano en su hombro, le dijo con calma: —Tranquilo, Hotaka. Si quieres que te pasemos el balón, solo tienes que decirlo
Al escuchar las palabras de Daichi, el menor se sonrojó furiosamente. Sawamura pudo notar la incomodidad de su compañero y cómo Hotaka bajaba la mirada, incapaz de responder.
Fue entonces cuando Daichi recordó la condición del albino donde su ansiedad social le impedía comunicarse verbalmente en esos momentos.
Un gesto de comprensión y preocupación se dibujó en el rostro de capitan.
—Oh, Hotaka, lo siento. Olvidé por completo que tienes dificultades para hablar, por estar pendiente del partido.- dijo, sintiéndose culpable por haber presionado a su compañero.
Hotaka simplemente negó con la cabeza, intentando dar a entender de que no se preocupara.
Daichi apretó suavemente el hombro de Hotaka en señal de apoyo y le dedicó una mirada empática.
—No te preocupes, entiendo. Si quieres que te pasemos el balón, solo asiente o haz alguna señal y estaremos atentos para ayudarte, ¿de acuerdo?
El albino solo agacho la cabeza sintiéndose avergonzando y humillado por no poder hacer algo tan sencillo como pedir un pase.
Con la mirada baja, Amao comenzó a expresar sin palabras que se sentía mal y que ya no quería seguir jugando. Su rostro reflejaba una profunda incomodidad y frustración consigo mismo.
Sawamura notó de inmediato el cambio en la expresión de Hotaka. Podía ver cómo la vergüenza y la frustración se apoderaban de él.
Preocupado, Daichi se acercó un poco más al menor y le dijo en voz baja.
—Hotaka, entiendo que te sientes mal por no poder pedir el balón. Pero no tienes que avergonzarte, ¿de acuerdo? Todos comprendemos que es difícil y nuevo para ti .
Hotaka levantó la mirada, con los ojos ligeramente llorosos, y negó con la cabeza, indicando que ya no quería seguir jugando.
Daichi suspiró con pesar, sintiendo la frustración de Hotaka. Colocó una mano en su hombro y le dijo:
—Está bien, Hotaka. Si necesitas un descanso, nadie te juzgará. Tu bienestar es lo más importante. ¿Quieres ir a sentarte un rato?
Luego de que Hotaka se retirara a sentarse a la banca los demás miembros del Karasuno continuaban con el entrenamiento, todos mantenían una mirada preocupada hacia el pequeño cuervo albino.
Kageyama, quien había sido bastante duro con Hotaka anteriormente, ahora se mantenía en silencio, con una expresión de remordimiento, pensando que era por su culpa que Hotaka se había retirado y observaba de reojo a su compañero.
Sugawara, actuando como el compasivo vicecapitán que era, se acercó a Hotaka y se sentó a su lado, intentando consolarlo. Con una voz suave y tranquilizadora, le decía palabras de aliento, buscando calmar su evidente incomodidad y frustración.
Hotaka, con la mirada baja, escuchaba atentamente a Suga, quien parecía estar eligiendo cuidadosamente sus palabras para hacer sentir mejor a su kohai.
Hinata, por su parte, observaba la escena con una expresión de profunda preocupación. Sus ojos brillantes y atentos estaban fijos en Hotaka, casi como si quisiera transmitirle su apoyo sin necesidad de palabras.
A pesar de estar participando en el entrenamiento, Hinata parecía distraído, su atención desviada hacia la banca, donde Suga continuaba hablando con Hotaka, buscando reconfortarlo.
Los demás jugadores también dirigían miradas furtivas hacia la banca, percibiendo la tensión y la tristeza que envolvían a el albino en ese momento. Querían ayudar, pero sabían que por ahora lo mejor era dejar que Suga se encargara de la situación.
Un ambiente de incertidumbre y empatía se respiraba en la cancha, mientras todos esperaban que Hotaka pudiera encontrar la fuerza para volver a unirse al entrenamiento, con el apoyo incondicional de sus compañeros.
Después de terminar el partido, los miembros del equipo se acercaron a tomar agua que les había sido proporcionada por Shimizu. En medio de este momento de descanso, Tanaka intentó acercarse a Hotaka para ofrecerle unas palabras de aliento y apoyo como un buen sempai lo haría.
Sin embargo, cuando Tanaka volvió su mirada hacia donde se suponía que estaba el menor, se sorprendió al no encontrarlo allí. Ante la ausencia repentina de su compañero, todos los presentes se alarmaron y comenzaron a mirar a su alrededor, buscándolo.
—Estaba aquí hace un segundo...-murmuró Suga, su voz titubeante.-¿Cómo es posible que se haya esfumado así?
El pelón soltó un grito alarmado. —¡¿Dónde está Hotaka?! ¡Se ha esfumado como un fantasma!
Nishinoya, al escuchar el grito de Tanaka se llevo las manos a la cabeza, exclamó con dramatismo.
—¡No puede ser! ¡Hotaka se ha convertido en un espíritu errante! ¡Lo hemos perdido para siempre!"
Ambos comenzaron a mirar frenéticamente a su alrededor, girando sobre sí mismos mientras gesticulaban con exageración.
—¡Hotaka, ¿dónde estás?! ¡Responde si puedes escucharnos!" gritó Tanaka, buscando desesperadamente a su compañero.-¡ o si no escríbenos algo desde el mas allá!
Nishinoya se aferró al brazo de Tanaka, con una expresión de terror en el rostro.
—¡Esto es una pesadilla! ¡Hotaka se ha esfumado como el viento!.- exclamó el libero, intentando contener el pánico que se apoderaba de él.
El pánico se apoderó rápidamente del equipo al darse cuenta de la repentina desaparición de Hotaka. Nishinoya y Tanaka gritaban su nombre con desesperación, mientras los demás miembros se miraban entre sí, consternados.
En medio del caos, Hinata se encontraba también visiblemente alterado, sus ojos desorbitados y sus manos temblando.
—¡¿Dónde está Hotaka?! ¡No puede haber desaparecido así como así!- exclamó el de cabello naranja, su voz aguda reflejando el miedo que lo invadía.
Fue entonces cuando Tsukishima, con su habitual tono indiferente, murmuró:
—Tal vez esté afuera, tomando un poco de aire fresco.
Esas palabras lograron captar la atención de Hinata, quien se volvió hacia el bloqueador central con esperanza.
—¿Afuera? ¡Tienes razón, iré a buscarlo!.- decidió el bajito, y sin perder más tiempo, se apresuró hacia la salida del gimnasio.
Atravesando las puertas, Hinata recorrió velozmente el área exterior, hasta que finalmente lo vio. Allí, sentado en una banca, se encontraba Hotaka, contemplando el atardecer que teñía el cielo de cálidos colores anaranjados.
Shoyo creía que el albino se veía bonito como el sol lo iluminaba de esa manera.
Hinata se acercó con cautela hasta quedar a un lado de Hotaka, quien seguía absorto contemplando el atardecer. Por un momento, ambos permanecieron en silencio, disfrutando de la paz del momento.
Finalmente, Hinata se armó de valor y preguntó con suavidad.
—Hotaka, ¿por qué desapareciste así del gimnasio? Todos estábamos muy preocupados por ti.
El albino permaneció sin moverse por unos instantes, su mirada fija en el horizonte. Luego, con lentitud, sacó su libreta y un lápiz, y comenzó a escribir.
Cuando terminó, le extendió el cuaderno a Hinata, quien leyó con detenimiento las palabras plasmadas en la hoja
—"Creo que voy a renunciar al equipo".
Los ojos de Hinata se abrieron de par en par, sorprendido por aquella inesperada revelación
"¿¡Renunciar!? ¡Pero si apenas lleva un día en el equipo!" pensó el bajito, incrédulo ante la decisión repentina de su compañero.
Hinata no pudo evitar que una expresión atónita se apoderara de su rostro mientras leía las palabras de Hotaka. Parecía que apenas se habían conocido y ya hablaba de renunciar.
—¿R-renunciar? Pero, ¿por qué?.- preguntó, genuinamente confundido y preocupado.
—" Siento que no encajo y que les causo más problemas que beneficios al equipo, además de que pienso que tal vez les cuesta saber cómo tratarme y no quiero que se molesten y no deseo que fallen por mi culpa".- decía el mensaje dicho por el albino.
Ahora Hinata entendía mejor la situación. Podía ver la inseguridad y la preocupación reflejadas en las palabras de Hotaka. Comprendía que Amao se sentía fuera de lugar y creía que era una carga para el equipo.
— Oh, Hotaka...- suspiró Hinata, colocando una mano sobre el hombro de su amigo. -Eso no es cierto. Tú eres una pieza clave en nuestro equipo. Todos queremos que estés aquí con nosotros.
Hinata hizo una pausa, buscando las palabras adecuadas para tranquilizar a Hotaka.
—Entiendo que te sientas así, pero de verdad no es una carga para nosotros. Al contrario, nos alegra tenerte en el equipo. Y si alguien tiene problemas para entenderte, puedes contar conmigo. Yo estaré ahí para ayudarte en lo que necesites.
Con una sonrisa cálida, Hinata miró a Hotaka a los ojos, tratando de transmitirle la sinceridad de sus palabras.
El de ojos morados observo fijamente a Hinata sin ninguna expresión algo que puse ciertamente nervioso al mas bajito, hasta que Amao volvió a escribir en su libreta, su expresión reflejando una evidente frustración.
— "Pero mi voz no sale, no importa qué haga, no sale. Es como si hubiera perdido la habilidad de hablar".- leyó Hinata, sintiendo cómo su corazón se apretaba ante el dolor que se desprendía de esas palabras.
Entendía ahora la raíz del problema. No era solo una cuestión de encajar o no en el equipo, era algo más profundo que afectaba a la propia identidad de Hotaka.
—Hotaka...- murmuró Hinata, su voz teñida de empatía y comprensión. -No debes sentirte así. Tu voz es importante y valiosa, incluso si ahora no puedes usarla."
Hinata se acercó un poco más a su amigo, buscando transmitirle consuelo a través de su cercanía.
—Sé que debe ser muy frustrante para ti, pero no estás solo. Nosotros, como equipo, estaremos aquí para apoyarte y ayudarte a encontrar la forma de hacer oír tu voz.- al decir eso, Amao lo miro con los ojos abiertos.- Tu valor no se mide por tu capacidad de hablar, Hotaka. Eres una parte importante de este equipo, con o sin voz. Lo que importa es que tú quieres estar aquí, con nosotros.
Hinata hizo una pausa, esperando que sus palabras lograran llegar al corazón de Hotaka y aminorar su frustración.
—Por favor, no renuncies. Déjanos intentar ayudarte a superar esto. Juntos, encontraremos la forma de que tu voz vuelva a ser escuchada.
El corazón de amao latía con fuerza, era un sentimiento demasiado cálido el que estaba sintiendo aunque no sabia exactamente que era.
Shoyo, con los cálidos tonos anaranjados del atardecer iluminando su rostro, miró a Hotaka con determinación y le dijo:
—Además, no vas a rendirte, porque simplemente no es fácil, ¿verdad?.- le cuestiona sonriente.- si fuera asi, yo me hubiera rendido hace mucho tiempo
Las palabras de Hinata tomaron por sorpresa a Hotaka, quien lo observó con ojos abiertos, sintiéndose conmovido por la empatía y la comprensión que reflejaban.
El bloqueador central volvió a hablar, esta vez con un tono suave y cuidadoso:
—Hotaka, dime una cosa... ¿Realmente deseas estar en este equipo?
La pregunta colgó en el aire por unos instantes, mientras Hotaka procesaba las palabras de su compañero. Hinata lo miraba con una mezcla de esperanza y preocupación, ansioso por conocer la respuesta.
Amao se cubrió el rostro con su libreta, a lo que el de cabello naranja movió la cabeza confundido.
—Y-Yo...- murmuró Hotaka, con una voz suave pero temblorosa.
Hinata abrió los ojos con sorpresa, pues era la primera vez que escuchaba a Hotaka hablar. El resto del equipo, que se encontraban escondidos detrás de la puerta, también se quedaron boquiabiertos al escucharlo.
Hotaka continuó, con su libreta aún cubriendo parte de su rostro
—Y-yo... quiero...- hizo una pausa, su voz vacilante y sus manos temblando visiblemente.
Hinata contuvo el aliento, expectante por las siguientes palabras de Hotaka.
—E-estar... en el... equipo.- logró decir finalmente el menor, su voz apenas audible.
Hinata sintió como si un peso se le quitara de encima al escuchar esa declaración. Una sonrisa se dibujó en su rostro mientras observaba a Hotaka, quien parecía haberse abierto y expresado su verdadero deseo. Ahora estaba con un ligero rubor se dibujó en sus mejillas al escuchar la voz titubeante de su amigo.
—E-eso está bien, Hotaka.- tartamudeó el bajito, mostrando una expresión cálida y comprensiva.
Podía sentir la vulnerabilidad y el esfuerzo que le había costado a Hotaka finalmente expresar su deseo de formar parte del equipo.
Hotaka, aún con un nudo en la garganta, asintió lentamente, sintiéndose aliviado y seguro en ese momento. Saber que Hinata y los demás lo recibirían con los brazos abiertos, a pesar de sus dificultades para expresarse, le daba la confianza que necesitaba.
Amao y Shoyo entraron juntos al gimnasio, donde se encontraban los otros miembros del equipo.
Al verlos entrar, los demás fingieron desinterés, haciéndose los desentendidos, como si no hubieran escuchado nada de lo ocurrido anteriormente.
Sin embargo, Sugawara los observaba con una sonrisa cómplice, e incluso le griño un ojo al de cabello naranja aunque este no entendió por que.
Luego Daichi se acercó a Hotaka y le puso una mano en el hombro, dedicándole unas palabras de bienvenida y aliento a lo que este asentía tímidamente.
Por otra parte, Tanaka y Nishinoya reaccionaron de manera más efusiva. Ambos lloraban dramáticamente, asegurando haber escuchado la voz de un "bello ángel".
Tanaka se llevó las manos al pecho, con lágrimas brotando de sus ojos.
— ¡No puedo creerlo! ¡Acabo de escuchar la voz de un verdadero ángel!- exclamó, su voz temblando de emoción.
Nishinoya, por su parte, se arrodilló en el suelo, golpeándolo con los puños mientras lloraba a mares.
—¡Es demasiado hermoso! ¡Jamás imaginé que escucharía algo tan celestial!- sollozó, dejando que las lágrimas resbalaran por sus mejillas.
Ennoshita, con una vena palpitando en su frente, se acercó a los dos dramáticos jugadores.
—¡Cállense de una vez!.-gritó Enoshita, golpeándolos en la cabeza. -¡Dejen de armar tanto alboroto por algo tan simple!
El dúo de segundo año se sobaron los chichones, lloriqueando como niños pequeños. —Pero es que... ¡es la voz de un ángel!.- insistió el pelon, con los ojos aún vidriosos.
Nishinoya asintió vigorosamente, secándose las lágrimas con la manga de su uniforme.
—¡Exacto! ¡Jamás pensé que escucharíamos algo tan hermoso en nuestras vidas!.- exclamó, provocando que Ennoshita soltara un suspiro exasperado.
Mientras Tanaka y Nishinoya se lamentaban dramáticamente, los de primer año observaban la escena desde un rincón del gimnasio.
Kageyama, con su usual expresión seria, comentó en voz baja.
—No pensé que Hotaka pudiera hablar, creí que era mudo.
Hinata, visiblemente molesto, se giró hacia Kageyama y le preguntó
—¿Qué quieres decir con eso, Bakageyama? ¿Acaso dudabas de Hotaka?"
Antes de que Kageyama pudiera responder, Tsukishima intervino con una sonrisa burlona.
—Por primera vez, estoy de acuerdo con el Rey.- dijo el rubio, cruzando los brazos sobre el pecho.-Nunca imaginé que alguien como Hotaka pudiera expresarse, bueno aunque tartamudeo.
Yamaguchi, intentando calmar los ánimos, se apresuró a agregar.
—Bueno, supongo que todos nos sorprendimos un poco. Pero me alegro de que Hotaka quiera estar en el equipo.
Hinata miró a Tsukishima y Kageyama con el ceño fruncido, claramente molesto por sus comentarios.
—¡Pues yo siempre supe que Hotaka podía hacerlo!.- exclamó Hinata, inflando el pecho con orgullo. -Él es parte de nuestro equipo, y nosotros lo apoyaremos sin importar lo que digan.
Kageyama desvió la mirada, mientras Tsukishima soltaba una risa burlona.
Yamaguchi sonrió, entendiendo que, a su manera, todos ellos se alegraban de que Hotaka se hubiera integrado al equipo. Incluso Tsukishima y Kageyama, con su característico estilo, habían demostrado su aceptación.
Mientras seguía el ajetreo, el profesor Takeda entró al gimnasio y al ver al albino se acercó a este.
—¡Hola, Hotaka!- saludó Takeda con una sonrisa amable. -Soy el entrenador del equipo de voleibol, mucho gusto en conocerte.
Hotaka se sobresaltó un poco al ver al profesor Takeda y se quedó en silencio, visiblemente nervioso pero suga le paso su libreta, a lo que rápidamente escribió.
—"Mucho gusto, entrenador," respondió Hotaka, mostrando una postura cohibida.
Takeda carraspeó antes de continuar —Ah, por cierto, Nishida-san te estaba buscando. Creo que quería hablar contigo.
Al escuchar eso, Hotaka abrió los ojos como platos y comenzó a sudar frío, sin poder decir una sola palabra.
Tanaka y Nishinoya, que habían dejado de llorar por un momento, volvieron a entrar en pánico al ver la reacción de Hotaka.
—¡Tranquilo, Hotaka!.- gritó el libero, acercándose a él. —¡Nosotros te protegeremos de Nishida-san!
Tanaka asintió enérgicamente.
—¡Sí, no dejaremos que te haga nada!.- exclamó, poniéndose en posición de combate.
Después de que dijeran eso, todo se fue al carajo ya que de pronto se abrió la puerta del gimnasio con fuerza, dejando entrar a un hombre alto, de al menos 2 metros de altura, con una expresión de enojo en su rostro.
Todos en el gimnasio contuvieron la respiración al ver al imponente hombre acercarse.
—¡Hotaka Amao!.-gruñó Nishida, en voz baja y enfurecida .-¿Se puede saber por qué te saltaste tus clases para estar jugando voleibol?
El albino, al ver al de cabello verde soltó un chillido agudo y salió disparado a toda velocidad, huyendo del enorme hombre.
—¡No huyas, Amao! .-gritó Nishida, siguiéndolo a paso firme. -¡Sabes que sé dónde te vas a esconder!
Tanaka, Nishinoya y el resto del equipo observaban la escena, completamente paralizados por el miedo que les provocaba la imponente figura de Nishida.
Takeda tosió un poco intentando pasarse el susto que le hizo pasar el psicólogo del colegio y miro a los chicos con una expresión tranquilizadora.
—Bueno, sé que Hotaka estará bien, aunque probablemente esté castigado por Nishida-san después de esto.- dijo el maestro con una leve sonrisa luego se acercó a Sawamura y le preguntó.- ¿Cómo le fue a Hotaka en su primer día en el equipo?"
Sawamura pensó por un momento, recordando los eventos del día.
—Bueno, al principio Hotaka se veía muy nervioso e incómodo.- explicó el capitán. -Cuando lo presentamos al equipo, no dijo nada."
Sawamura hizo una pausa, observando a Tanaka y Nishinoya, quienes todavía parecían consternados por lo sucedido.
—Pero poco a poco fue soltándose más.- continuó.- Hinata y el resto se esforzaron por hacerlo sentir bienvenido, y tratamos de incluirlo en las actividades.- el capitán sonrió levemente.- creo que, a pesar de su timidez, Hotaka disfrutó de su primer día con nosotros.- expreso el azabache.- Estoy seguro de que con el tiempo se irá integrando cada vez más al equipo.
Takeda asintió, satisfecho con la información.
—Me alegra escuchar eso.-comento alegre .-Estoy seguro de que con el apoyo de todos ustedes, Hotaka podrá superar sus dificultades y sentirse cómodo en el equipo.- sonrió feliz teniendo que hablar con la manager para mandar hacer el uniforme de Hotaka.
Ya que Hotaka ya estaba dentro del equipo.
Esto es un extra de lo que paso en el entrenamiento:
Mientras sugawara, daichi y enoshita hablaban de las jugadas y de como organizarían los equipos, el albino se encontraba bebiendo agua mientras estaba sentado con Hinata y Kageyama.
De repente, el duo de segundo año se acercaron a el albino con una sonrisa complice
—Oye, Hotaka.- dijo Tanaka, pasando su brazo alrededor de los hombros del chico.-sabes, los sempai como nosotros necesitamos que los kohai vayan a la tienda a comprarnos algunas cosas.
Nishinoya se unió a la broma, asintiendo enérgicamente. —Sí, sí, tienes que ir a la tienda de Ukai-san por lo que te pidamos.
Hotaka se puso nervioso ante la petición, pero apenado, asintió con la cabeza y se puso de pie de inmediato, saliendo del gimnasio rumbo a la tienda de Ukai.
Cuando el albino salió por la puerta del gimnasio, Hinata y Kageyama los miraron confundidos. Ellos no recordaban haber tenido que hacer ese tipo de recados para los sempai anteriormente.
Hinata se acercó a Tanaka y Nishinoya, un poco perplejo.
—¿Ehh? ¿Los kohai tienen que ir a comprar cosas para los sempai? Yo nunca tuve que hacer eso.
Kageyama también se unió, frunciendo ligeramente el ceño.
—Sí, ¿desde cuándo es eso una tradición en Karasuno? No recuerdo haber tenido que ir a comprar nada para ustedes.
Tanaka soltó una carcajada y palmeó la espalda de Hinata. —Jajaja, ¡es solo una broma! No es algo que obligatoriamente tengan que hacer los kohai. Queríamos ver cómo reaccionaba Hotaka.
Nishinoya también se río, revolviendo el cabello de Kageyama. —¡Exacto! Sólo queríamos molestarlo un poco. Ya sabes, como sempais tenemos que darles un pequeño susto de vez en cuando.
Al escuchar eso, Shoyo miro preocupado a la puerta por donde se fue Hotaka y luego observo a sus mayores.
—¿Están seguros de hacer eso? sabes como se pone hotaka...
El rapado hizo un gesto despreocupado.- vamos es solo una pequeña broma ¿Que es lo peor que podría pasar?
Por otra parte Amao llego a la tienda de Ukai, con los nervios a flor de piel ya que había olvidado su libreta por salir corriendo del gimnasio . Al llegar, se paró frente al mostrador, mirando a Ukai con expresión ansiosa.
Ukai observó al chico, notando su evidente incomodidad y alzo una ceja.
—¿Qué pasa, niño? ¿Necesitas algo?
Hotaka abrió la boca para hablar, pero las palabras no salían. Entonces, comenzó a mover las manos de forma nerviosa, gesticulando e intentando explicar lo que Tanaka y Nishinoya le habían pedido.
Ukai miró confundido los ademanes de Hotaka, sin entender del todo lo que trataba de comunicar.- Espera, espera, ¿qué es lo que quieres? No te entiendo bien.
El albino se frustró al ver que Ukai no comprendía sus señas. Siguió moviendo las manos, señalando hacia el gimnasio y luego apuntando a varios productos en los estantes, pero sin lograr transmitir claramente su mensaje.
El mayor se rascó la cabeza, tratando de adivinar qué era lo que el chico necesitaba. —Hmm, ¿quieres algo de beber? ¿O tal vez alguna golosina?
Ante la confusión de Ukai, Hotaka asintió tímidamente y señaló la primera cosa que vio, esperando que fuera lo que Tanaka y Nishinoya querían.
El rubio tomó el producto que Hotaka había indicado y se lo entregó. -Bueno, aquí tienes. Espero que sea lo que buscabas.
Hotaka hizo una pequeña reverencia y salió rápidamente de la tienda, con el corazón acelerado, rumbo de vuelta al gimnasio.
Cuando el albino regresó al gimnasio, se acercó cabizbajo a los de segundo año, entregándoles lo que había comprado en la tienda de Ukai.
Tanaka y Nishinoya tomaron el producto, pero se miraron confundidos.—Espera, Hotaka, esto no era lo que te habíamos pedido.- dijo Tanaka, rascándose la nuca.
Nishinoya asintió. —Sí, queríamos otra cosa. Pero no te preocupes, no es tu culpa.
A pesar de sus palabras, Hotaka seguía con la cabeza gacha, sin decir nada.
En ese momento, Daichi y Sugawara se acercaron al grupo, notando la actitud de Hotaka.
—¿Qué sucede aquí?.- preguntó el capitán, mirando a los chicos.
Sugawara se inclinó un poco para estar a la altura del menor. — Hotaka, ¿estás bien? ¿Hay algún problema?"
Tanaka y Nishinoya se miraron, algo apenados.
—Bueno, es que le pedimos a Hotaka que fuera a la tienda a comprar algo, pero parece que no entendió bien lo que queríamos.
—¿Por qué le están pidiendo a Hotaka que les traiga cosas?.- cuestionó Sawamura con los brazos cruzados. -Creí que habíamos dejado en claro que no deben molestar a los nuevos integrantes del equipo.
Tanaka se puso nervioso, rascándose la nuca.
—Bueno, verás, Daichi-san... Nosotros solo estábamos bromeando con él. Queríamos ver cómo iba a reaccionar.
Nishinoya asintió rápidamente. —Sí, sí, era solo una broma. No queríamos hacerle daño a Hotaka ni nada por el estilo.
Daichi frunció el ceño, evidentemente molesto. Estaba a punto de regañarlos cuando de repente se escuchó un suave gimoteo.
Hotaka comenzó a sollozar y las lágrimas se deslizaron por sus mejillas, todos en el gimnasio quedaron congelados por un momento, sorprendidos y consternados.
Tanaka y Nishinoya abrieron los ojos en grande, balbuceando sin saber qué decir.
Sugawara jadeó ligeramente, su expresión suavizándose con preocupación y se acerco a abrazar el albino que se dejo llevar por el afecto del de cabello gris, a la vez que Yamaguchi y Hinata se acercaron para consolar a hotaka.
El capitán estaba con un aura negra y estaba mirando severamente a el dúo alborotador de segundo que estaba sudando en frio.
Tanaka y Nishinoya comenzaron a empujarse y señalarse acaloradamente, casi chocando cabezas.
—¡Fue tu culpa, Noya-san!- gritó el mas alto.- sacudiendo a Nishinoya de los hombros.
—¿Mi culpa? ¡Tú fuiste el que insistió en hacerle esa broma a el ángel!-se defendió el libero, empujando a Tanaka de vuelta.
Ennoshita que observaba la escena, frotándose la sien con frustración. —Dejen de actuar como un par de idiotas y discúlpense de una vez.
Tanaka y Nishinoya se detuvieron en seco, congelados como si les hubieran echado un balde de agua fría. Lentamente, se giraron hacia Hotaka, quien los miraba confuso.
Sin decir una palabra, los dos mayores se lanzaron al suelo, golpeándose la frente contra el piso en una profunda reverencia.
—¡Lo sentimos, bello ángel!- gritaron al unísono, sus voces llenas de exagerada desesperación.
Hotaka dio un salto hacia atrás, sorprendido por la dramática reacción de sus sempai y agito sus brazos dando a entender que estaba bien.
Y Daichi termino por explotar.
—¡NISHINOYA¡ ¡TANAKA!
Y ninguno se salvo del regaño de Sawamura y del golpe que les dio Ennoshita y todos entendieron que debían tener cuidado al tratar a hotaka, si es que no querían recibir el castigo del capitán.
♡ ━━¡He vuelto! Con otro capítulo de outside y este es el capítulo más largo que escrito hasta ahora.
♡ ━━, disculpen si quedo muy feo pero hice lo mejor que pude.
♡ ━━ Aquí pudimos ver cómo hotaka oficialmente se une al equipo, y sobre asahi el todavía no regresa aunque aparecerá en el siguiente capítulo .
♡ ━━ y qué opinan? les gusto? ¿Que piensan que pasará? Nos vemos en el prox cap se les quiere demasiado, gracias por los que han estado esperando, sus comentarios y votaciones siempre me motivan a seguir escribiendo uwu 🥺🤍🫶
M. A 👽🍂🔮
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