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OO6. odds

OLDER | OO6. POSIBILIDADES

     Habían pasado un par de semanas desde que Agnes se reencontró con él Swan, semanas en que estaba en un debate moral.

Si pudiera, se escondería en un convento.

Su padre merecía la mejor versión de ella, no la que su progenitora había creado y moldeado a sus necesidades.

Tenía 21 años y en todo ese tiempo nunca había tenido arrepentimientos, hasta ahora.

Su madre la había criado entre la miseria, comiendo de la basura hasta que su cuerpo comenzó a desarrollarse al entrar a la pubertad. Fue ahí cuando le enseñó a seducir a los hombres, a cumplir sus caprichos y órdenes por unas cuantas monedas.

Hizo de ella y su cuerpo una mercancía, algo que podría venderse a cualquiera que les llenará el estómago.

Patético, pensó.

No le avergonzaba haberse acostado con Charlie. No, lo que a ella la tenía carcomiendose la cabeza era la relación que este tenía con Billy, su mejor amigo.

Estaba perdida. Acabada.

Se puso de pie pero un mareo la desequilibró, volviendo negro todo a su alrededor.

Un par de golpecitos se escucharon en su puerta antes de que Jacob se asomará bajo el umbral al no obtener una respuesta rápida.

—¿Angie? —sus ojos se movieron por la habitación hasta verla inconsciente en medio de esta—. ¡Agnes!

Corrió hasta ella, levantando su cuerpo con cuidado para revisar su estado. Su respiración era lenta y pausada y estaba bañada en sudor, su piel estaba ardiendo, su solo toque quemaba y eso le preocupó.

—¡Papá! —llamo, cargando a su hermana en brazos para caminar hasta dónde el hombre se encontraba descansando.

—¿Qué ocurre? ¿qué- —se detuvo al ver el estado de su hija mayor, parecía una muñeca, inmóvil—. Llévala al hospital, llamaré al consejo.

—¿Al consejo?, ¿qué puede hacer el consejo? —bramo Jacob.

—Te explicaré más tarde, no pierdas tiempo y ve al hospital —ordenó a la par que se acercaba al buro donde el teléfono reposaba—. Solicita al Doctor Cullen, nadie más que él puede acercarse a Agnes, ¿entendido?

El menor asintió sin rechistar, tomando las llaves de la camioneta y subiendo a su hermana en esta. Luego preguntaría en que rayos pensaba su padre al notificar a un grupo de ancianos.

—Resiste, Angie.






     Agnes parpadeo varias veces hasta acostumbrarse a la iluminación cegadora del lugar, miro las paredes blancas y los ecos de algunas voces desconocidas.

—Que el gen despierta en una mujer es casi imposible —musitó Billy—. Hemos pasado por lo menos por cuatro generaciones sin una hembra en la manada.

—En la manada de Ephraim había una —unos pasos lentos avanzaron por la habitación—. Murió joven.

—Eso no me tranquiliza —suspiró el Black.

—En todo caso, tu hija podría... —susurro una voz aterciopelada—. Es descendiente directa. Hay posibilidades.

—Tendré que hablar con ella —suspiro de nuevo, despidiéndose de las voces desconocidas para Agnes.

Espero unos cuantos minutos antes de emitir alguna palabra, avisando de su despertar.

—¿Qué pasó? —se incorporó lentamente, buscando con la mirada a su padre.

—Agnes —Billy le sonrió, acercándose a la camilla—. Te desmayaste por la fiebre y Jacob te trajo al hospital, creerás que es algo exagerado pero es mejor prevenir viniendo hasta acá.

—Entiendo —sus ojos claros se clavaron en la sábana de hospital que la cubría—. Siento las molestias, me cuidaré mejor.

—Ya te lo dije, no es ninguna molestia, eres mi hija Angie —posó su mano en la pierna de la fémina, transmitiendole calma—. Somos familia, es normal preocuparse por la familia.

Agnes asintió, bajando la cabeza. Sus ojos comenzaban a picar a causa de las lágrimas.

Sí, jamás perdonaría a su madre por no enseñarle lo más básico en las relaciones familiares.

Nunca se sintió en una familia con ella, ¿es que acaso lo eran?

—Lo siento —sollozó, secando las pocas lágrimas que se escapaban de sus ojos—. Madre no era tan amorosa.

—Yo lo siento, debí haberla buscado —se lamentó—. Asegurarme de que había tenido las precauciones adecuadas, lo lamento, Angie.

—Está bien, haz sido un buen padre estos meses —sonrio—. El mejor...

—¡Angie! —Jacob entró, animado al ver despierta a la cobriza, habían pasado un par de horas desde que llegaron al hospital—. ¿Cómo te sientes?

—Estoy mejor, sin rastros de la fiebre.

—Son buenas noticias, papá no tardará en solicitar tu alta y podremos ir a casa a comer lasaña.

—Que buen plan, Jake.

—Verdad que si —ambos rieron, en lo que Billy los miraba contento. Sus hijos parecían más unidos que al principio.

Ya no habían más situaciones incómodas, ni comentarios algo ácidos. Ahora solo eran dos hermanos conviviendo, como debió haber sido desde un principio.

Si volvía a tener comunicación con aquella mujer de cabellera pelirroja, sin duda tendría una buena y extensa charla sobre su hija. Y si la mujer tenía un efecto negativo en Agnes, jamás dejaría que se volvieran a encontrar.

—El doctor Cullen fue muy amable y me ahorro el papeleo, así que ayuda a tu hermana mientras firmo una última cosa —dijo, antes de hacer rodar la ruedas de su silla en dirección a la puerta—. Los veo en la camioneta.

Y sin más se marchó, dejando a los hermanos continuar con sus bromas antes de que Agnes le pidiera privacidad para cambiarse. Sostuvo el vestido azul que Jacob le había entregado, era nuevo.

Sonrió enternecida por el detalle.

La única cosa que le agradecería a su progenitora, era que le había dado a Billy Black como padre.

Aunque aún no era conciente de algunas cosas que venían con él.

Posibilidades de pertenecer a un mundo al que era ajena.

—¿Por qué hay tanto alboroto? —cuestiono una vez estaban de pie en el estacionamiento.

—Quizá hubo un accidente —le restó importancia.

Agnes asintió, fijando sus orbes claros en la patrulla que se acercaba. Reconociendo al conductor de esta y sintiendo su corazón acelerarse.

Se maldijo, un tanto ansiosa por las reacciones que el Swan causaba en ella.

Estaba en grandísimos problemas, que a este paso la convertirían en una fiel creyente de tantas oraciones que citaba.

Tal vez eso necesitaba, volverse devota antes de continuar pecando.

De continuar cediendo a las tentaciones, a la lujuria.

Pero sería algo imposible, estaba desarrollando una atracción sexual por el Swan. Y si alguien le preguntará si intentaría un movimiento sobre el hombre en la menor oportunidad.

Su respuesta sería un si.

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