☤ : 𝐎𝐎𝟕 ⇢ ❛𝐀𝐛𝐫𝐚𝐳𝐨❜
Mierda. ¿Qué está pasando?
Jeongyeon levantó la vista un milímetro para asegurarse que la persona la cual la estaba abrazando se trataba de Nayeon.
La mayor mantenía sus brazos alrededor del cuerpo de la pelicorto, el acercamiento de ambas no le incomodaba a ninguna, todo lo contrario, ambas se sentían cómodas. Por un lado, Nayeon, trasmitía un aura de protección para tratar de calmar a la menor, no le gustaba verla así. Por otro, se encontraba Jeongyeon quien mantenía sus ojos abiertos por el shock de estar siento abrazada por una persona que apenas conoce, pero eso no evitaba que se sienta realmente bien estando en esa posición.
Se quedaron en ese abrazo por unos largos minutos. Jeongyeon se sentía bien, demasiado bien que podría acostumbrarse. Ese pensamiento la asustó y en un acto impulsivo empujó a la castaña, separándola por completo de ella. La contraria se avergonzó un poco, eso pudo notarse en sus mejillas ruborizadas.
La menor estaba procesando lo que acababa de ocurrir. En primer lugar, ¿por qué se dejó abrazar? Ella odiaba con el alma el contacto físico, las únicas dos personas en el mundo que dejaba que la toquen eran Chaeyoung y Tzuyu. De algún modo, el tacto reciente que tuvo con la castaña no le incomodó, le hizo sentir segura y confiada. ¿Por qué?, no lo sabe.
ㅡ Lo siento, no quería incomodarte ㅡ habló Nayeon irrumpiendo en los pensamientos de la pelicorto.
ㅡ No te disculpes... Perdóname a mí por empujarte.
Jeongyeon hablaba con la mirada baja, no quería hacer contacto visual con la mayor. Se sentía nerviosa y mirarla lo empeoraría.
ㅡ Discúlpame tu a mí. No debí acercarme a ti sin tu consentimiento... ㅡ Nayeon suspiró ㅡ No sé qué cosa estaba pensando. ㅡ La castaña se encontraba inquieta, se notaba en su lenguaje corporal y el ligero tartamudeo en su voz ㅡ Otra vez, perdón por invadir tu espacio personal ㅡ Nayeon cubrió su rostro con las palmas de sus manos ocultando su vergüenza.
Jeongyeon pensó que talvez fue demasiado grosera al empujarla. Ver a la castaña tapándose el rostro, le hizo pensar que estaba llorando y se sintió peor. No quería que se sienta mal por su culpa.
Un dolor, más específico, un nudo en la garganta; hizo que la pelicorto se acerque a Nayeon y ponga sus manos encima de las de la castaña.
ㅡ No pidas disculpas, ya te lo dije ㅡ habló Jeongyeon, mientras sus manos bajaban las manos de Nayeon para poder observarle el rostro.
Los ojos de Nayeon empezaron a lagrimear, se sentía extraña. Estaba sintiendo algo raro dentro de ella y aún no descifraba que es lo que era. Por otro lado, Jeongyeon se preguntaba de donde sacó el valor para acercarse y tomar las manos de la castaña.
Ambas chicas estaban tomadas de las manos y al levantar la vista hicieron contacto visual. Nayeon tenía algunas lagrimas cayendo de sus ojos, mientras que los ojos de Jeongyeon aún estaban enrojecidos por haber llorado anteriormente.
La menor se fijó en los ojos de la castaña, esos hermosos ojos color caramelo; podría acostumbrarse a verlos repetitivamente. Aunque tenías lagrimas cubriéndolos, no impedía que la pelicorto observe la belleza de aquellos faroles dulces y sus hermosas pestañas.
Jeongyeon no podía dejar de mirarlos, pero era mejor parar, antes que la situación se ponga incomoda para ambas.
ㅡ Em, me temo que tengo que irme ㅡ dijo Jeongyeon mientras se paraba y se aproximaba al sofá a recoger sus cosas.
ㅡ ¡Espera! ㅡ Nayeon se paró casi inmediatamente y fue tras ella ㅡ ¿No dijiste que te ibas a quedar?
Jeongyeon suspiró, estaba en una situación de duda. No estaba segura si irse y afrontar algo que ella no quería o quedarse en un lugar donde probablemente pueda estar segura y (por fin) pasar una noche sin preocupaciones que puedan agobiarla.
ㅡ Tengo que irme.
La menor solo dijo esas tres palabras, tratando de sonar lo más centrada posible, aunque su voz llorosa no la ayudara mucho.
ㅡ No creo que sea buena idea que vayas sola por las calles a las diez de la noche. Es muy tarde. Me culparía si te llegase a pasar algo malo.
Jeongyeon sonrió de lado, le parecieron lindas las palabras de la castaña. ㅡ No me pasará nada, estaré bien.
Nayeon supuso que no habría nada más que pueda decir para persuadir a la pelicorto que quedarse es la mejor opción. Aunque, si había una opción.
ㅡ Esta bien, pero si deseas puedes darte un baño antes de irte. No creo que el uniforme sea muy cómodo. No te preocupes por la ropa, te prestaré y me la devuelves luego. Tus heridas necesitan seguir sanando y creo que un conjunto de ropa más cómodo te sentaría mejor ㅡ dijo Nayeon
ㅡ Que inteligente... ㅡ habló la menor mientras miraba los ojos de la mayor y sonreía de una manera vacilona ㅡ De acuerdo, acepto tu propuesta. Yo también creo que el uniforme es incómodo. Después de esto, me iré.
Nayeon sonrió, tenía planeado prepararle un poco de comida mientras Jeongyeon se bañaba. Era necesario para ella, quería asegurar que la menor coma algo en el día.
ㅡ Bien, el cuarto de baño está dentro de mi dormitorio ㅡ le dijo señalándole el lugar ㅡ Puedes ir, después te alcanzo un conjunto de ropa limpia.
Jeongyeon abrió la puerta para encontrarse con una habitación de amplitud regular, de tonalidad magenta con blanco y algunos detalles, la decoración era moderna y del gusto de la pelicorto. Observó que sobre la cama de color magenta se encontraba un pijama con estampados de pequeños conejos, le pareció tierno.
ㅡ Que considerada...
Jeongyeon y su curiosidad querían revisar un poco más la habitación de la castaña, pero decidió que no era el mejor momento y debía irse lo más antes posible.
Entró al cuarto de baño, y al verlo quedó sorprendida. Todo estaba limpio y ordenado, a Jeongyeon le encantaban ver lugares así, le causaban una inmensa satisfacción. Cerró la puerta y le colocó el pestillo.
Miro el lugar a su alrededor y empezó a desvestirse, dobló su ropa y la dejó sobre una encimera. Se metió en la ducha lentamente y abrió el grifo dejando que las suaves gotas de agua caigan sobre su desnudez. El agua que caía era refrescante y del agrado de la menor; ni tan fría, ni tan caliente. Normalmente, Jeongyeon estaba acostumbrada a bañarse con agua fría casi helada.
Estaba disfrutando del agua, tomó un poco de shampoo de una de las botellas que estaban sobre la pequeña repisa que se encontraba dentro de la ducha y empezó a frotarse el cabello lentamente. El shampoo tenía una fragancia a mango dulce, justo como el olor del cabello de la castaña que detectó Jeongyeon.
Nuevamente, dejó correr el agua sobre ella e inició a enjuagar su cabello. Todo parecía estar normal, hasta que un pitido en sus oídos la aturdió. Ignoró ese molesto sonido y siguió enjuagándose, pero no pudo estar tranquila mucho tiempo. Un profundo dolor de cabeza se sumó al sonido punzante y empezó a molestarla.
Se sentía mareada y todo en el cuarto de baño inició a dar vueltas.
ㅡ No, por favor, esta vez no... ㅡ se dijo a si misma
Sus piernas empezaron a temblar y decaer, se agarró de la repisa para sostenerse, pero sin querer tiró algunas cosas. Jeongyeon empezaba a ver todo dar vueltas y su vista se tornó demasiado borrosa.
Hasta que finalmente todo a su alrededor se volvió negro.
Estaba asustada.
Just say...
Nayeon ahora tendrá 21, pq si :]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro