☤ : 𝐎𝐎𝟓 ⇢ ❛𝐂𝐨𝐧𝐨𝐜𝐢𝐞́𝐧𝐝𝐨𝐭𝐞❜
Pov. Nayeon:
Ella se cayó entre mis brazos, no estoy muy segura de que la está afectando pero lo único que podría hacer ahora es auxiliarla.
Intente cargarla y para mi sorpresa no pesaba mucho lo cual era algo sumamente raro considerando su edad y altura, una chica como ella debería pesar alrededor de los sesenta kilos y a mi parecer ella a las justas rozaba los cuarenta kilogramos.
Recargue su cabeza sobre mi hombro y la cargué poniendo uno de mis brazos bajo su espalda y otro bajo sus piernas, me adentré en la escuela y me dirigí a la enfermería, la cual estaba con llave y me sería un poco difícil abrir la puerta y cargar al mismo tiempo a Jeongyeon, pero lo logré.
Entré en el salón y la recosté en una de las dos camillas que habían dentro teniendo cuidando de no lastimarla.
Se veía tan frágil y no estaba segura si lo que sentía en estos momentos era lástima o otra cosa.
Tomé una pequeña linterna larga y la acerqué a sus ojos para ver si reaccionaba ante la luz pero al hacer contacto parecía que seguía dormida, lo único que pude notar es que la parte interna de sus párpados era color blanquecino, y si algo recuerdo de la universidad es que ese síntoma y juntos a otros más eran indicios de anemia.
Tal vez eso tenga que ver con su repentino desmayo o su bajo peso, pero eso le cuestinoría mas tarde, ahora mi prioridad es que despierte.
Abrí el pequeño almacén de madera blanca y cristal trasparente y saqué una intravenosa junto a una unidad de suero vitamínico para aplicárselo y con la esperanza que se sienta un poco mejor.
Me acerqué a ella para sentarme en la camilla y le colocarle la intravenosa en su brazo previamente desinfectado.
Mientras veía como el suero caía gota por gota, me fijé en ella más exactamente su rostro, las heridas ya estaban en su etapa culminante de curación pero aparte de eso, la chica que tenía al frente es muy hermosa, sus facciones parecen angelicales aún dormida.
Sacudí mi cabeza para que lo pensamientos intermitentes se alejen de mi cabeza, pero aún así no funcionó.
Me paré de la camilla para ir a mi escritorio y tan solo esperar que despertara.
Jeongyeon despertó abriendo sus cansados párpados poco a poco, la iluminación blanca no la dejaba abrir sus ojos de inmediato, un fuerte dolor de cabeza en la cien la atacó poniendo su mano derecha sobre ella para tratar de calmarse.
Cuando pudo abrir los ojos se dió cuenta que no estaba en su casa, mucho menos en la escuela que se supone que debería estar, sus ojos voltearon para ver su brazo izquierdo el cual se encontraba con una especie de tubo delgado y transparente muy extraño para Jeongyeon.
Se asustó un poco cuando se fijó que tenía una pequeña aguja incrustada en ella, iba a levantar su brazo pero le dolía hacerlo, tampoco sabía donde estaba pero el lugar se le hizo un poco conocido.
ㅡ ¿Dónde estoy? ㅡ dijo con un tono leve y cansado pero suficiente para que la otra persona en el salón la escuchara.
ㅡ ¡Qué bien! Despertaste...
Nayeon se acercó a la pelicorto quien la miró extrañada y un poco confundida.
ㅡ ¿Qué me pasó? ¿Porqué tengo esta porquería en mi brazo? ㅡ dijo señalando su brazo izquierdo.
ㅡ Esa boca jovencita... ㅡ regañó Nayeon ganándose un "lo siento" por la contraria que parecía un susurro ㅡ Te desmayaste en la entrada del colegio y te traje hasta aquí lo que tienes en tu brazo es una intravenosa con suero para sentirte mejor. ㅡ le explicó
Jeongyeon solo inclinó su cabeza tratando de comprenderla pero no entendía nada.
ㅡ Me tengo que ir a mis clases... ㅡ habló Jeongyeon tratando de levantarse e irse pero fue interrumpida por Nayeon quien la tomó de los hombros y la obligó a quedarse en la camilla.
ㅡ No puedes irte como si nada en ese estado
ㅡ He pasado cosas peores ㅡ la miró ㅡ Créeme puedo manejarme sola...
ㅡ Pues ahora no lo harás, las clases ya están por terminar, solo quedan 10 minutos y ya informé a tus profesores sobre tu estado de salud, así que solo falta llamar a tus padres para que te recojan. ㅡ le informó Nayeon pero notó que al decir la palabra "padres" el rostro de Jeongyeon cambió a uno de indiferencia y seriedad.
ㅡ Yo no tengo padres. ㅡ dijo entre dientes ganándose un pequeña mueca de asombro por parte de Nayeon ㅡ ¿Puede hacerme el favor de quitarme esta cosa? ㅡ señaló su brazo.
ㅡ ¿Cómo que no tienes padres? ¿Quiénes viven contigo?
Jeongyeon la miró como si estuviera harta de que todas las personas le preguntaran lo mismo, lo cual era cierto, así que quería ahorrarse más preguntas y decidió ir al grano.
ㅡ Mi padres me botaron de la casa por ser lesbiana y se quedaron con su excelente y maravilloso hijo menor... ㅡ rodó sus ojos ㅡ Vivo en un cuarto con mi hermano mayor que sufrió el mismo desprecio de mi padres pero por otro motivo, aunque es una incomodidad enorme vivir con él, lamentablemente tengo que hacerlo porque no tengo otra opción.
La menor dirigió a su vista hacia Nayeon quien se encontraba un poco boquiabierta y algo sorprendida por lo que acaba de decir Jeongyeon, la pelicorto devolvió su vista a sus manos y tratar de pensar que todo lo que dijo no le afecta para nada.
Por otro lado Nayeon se encontraba confundida y sorprendida, no podía creer que existan padres tan desalmados para echar a su hija de la casa solo por gustos, es algo completamente ilógico y sin razón.
Sentía algo de lástima por Jeongyeon, pero también quería protegerla, se había enterado algo mas de aquella chica que le causaba tantas interrogantes por las noches.
Volvió a analizar lo ultimo que le dijo Jeongyeon, ella vivía con su hermano y por la forma en que lo dijo parece que no le gusta nada, ¿será que es joven le causa algún daño a Jeongyeon?.
Nayeon no quiso sobrepensar de más y solo se fijó en la chica que tenía al frente y se encontraba viendo y jugando con sus manos, aún le quedaba la duda de si estaba enferma de anemia o no pero de misma forma no es algo para tomar a la ligera, esa enfermedad podría causarle cosas muy graves.
El timbre sonó anunciando el termino de las clases y sacando a Nayeon y Jeongyeon del silencio.
ㅡ Creo que es hora de irme... ㅡ dijo la menor.
Nayeon asintió y procedió a retirarle la intravenosa con cuidado, no quería que Jeongyeon se fuera sola tenía miedo de que algo malo podría pasarle, o peor aún la pelicorto podría sufrir otro desmayo y esta vez no habría nadie para auxiliarla.
De ninguna manera dejaría que se vaya sola.
ㅡ Si gustas puedo llevarte a tu casa... ㅡ habló Nayeon captando la atención de Jeongyeon.
ㅡ No creo que eso sea correcto enfermera Im, va contra los protocolos de la escuela... ㅡ la miró fijamente.
ㅡ Yo creo que tú no eres de las estudiantes que siguen las cosas correctas, ¿o me equivoco? ㅡ la miró divertida.
Jeongyeon soltó un risita por lo bajo.
ㅡ Esta bien, solo dejaré que me lleves porque tampoco quiero aparecer tirada en la acera al amanecer.
Ambas rieron y se miraron formando un pequeño silencio pero para nada incómodo.
Jeongyeon salió de la camilla tomando su mochila la cual no pesaba nada, Nayeon tomo su bolso y su bata y ambas se dirigieron al estacionamiento de la escuela.
Se adentraron entre todos los autos hasta llegar a uno plateado y brillante.
ㅡ ¿Este es tu auto? ㅡ preguntó Jeongyeon mirando el auto con maravilla.
ㅡ En realidad no, es de mi mejor amiga Momo, solo que me lo dejo prestado por esta semana. ㅡ sonrió mostrándole la llaves del auto.
La castaña presionó uno de los botones de la llave haciendo que el auto de un sonido indicando que las puertas ya están desbloqueadas y ambas pueden entrar.
Nayeon tomo el asiento del conductor mientras que Jeongyeon el del acompañante, ambas dejaron sus cosas en los asientos traseros y la castaña introdujo la llave en el auto para prenderlo.
ㅡ ¿Sabes manejar? ㅡ preguntó la menor.
ㅡ Mi padre me enseño desde que tenia tu edad solo que nunca pude tener un auto propio y solo me regalo una moto pero no se manejarla aún.
Jeongyeon solo soltó un "ohh" en respuesta, Nayeon prendió el auto y piso el acelerador para seguir el camino e irse a casa.
El trascurro era muy tranquilo, aunque había mucho tráfico y el ocaso ya las había alcanzado, manejaban entre las calles sin cruzar si una palabra, todo era silencio para las dos pero era un silencio cómodo y tranquilo, hasta que Nayeon recordó que tenia algo pendiente por hacer.
ㅡ ¿No te molesta si hago una parada en mi casa? ㅡ preguntó ㅡ Necesito sacar unos documentos de ahí.
Jeongyeon negó con la cabeza dándole a entender que no le incomodaba y Nayeon cortó camino por una curva que la llevaría hacia su casa.
No estaban tan alejadas de la casa de la castaña por lo que llegaron rápido y se estacionaron frente a un edificio celeste de mas de veinte pisos o eso creyó Jeongyeon
ㅡ ¿Vives aquí? ㅡ preguntó Jeongyeon bajando del auto y tomando su mochila.
ㅡ Si, vivo en el décimo piso, no es tan grande pero me gusta. ㅡ habló y ambas bajaron por completo del auto.
Se adentraron en el edificio siendo recibidas por un hombre bien vestido.
ㅡ Hola Nayeon, ¿tuviste un buen día? ㅡ pregunto aquel chico.
ㅡ Hola Mark ㅡ lo abrazó, ambos estaban acostumbrados a esa muestra de cariño pues era muy bueno amigos
Jeongyeon solo veía la escena sintiéndose como un mal tercio y sin querer mirando de mala manera al chico presente.
ㅡ ¿Es tu amiga? ㅡ cuestionó Mark
Nayeon la miró y Jeongyeon le dio una sonrisa leve.
ㅡ Algo así... subiré a traer algo, fue un gusto verte otra vez Mark. ㅡ le sonrió y el chico le devolvió la sonrisa.
Ambas chicas se despidieron con gusto, aunque Jeongyeon no tanto, se dirigieron hacia el ascensor y esperaron a que este bajara y abriera las puertas.
ㅡ Al parecer eres muy amiga del recepcionista... ㅡ habló Jeongyeon
ㅡ Nos conocemos desde hace años en los primeros ciclos de la universidad, el me mostro uno del departamentos de aquí y decidí comprar uno.
El ascensor bajó y ambas lo abordaron para dirigirse al piso número 10 donde estaba el departamento de Nayeon, cuando el ascensor llegó ambas bajaron y fueron hacia una de las cinco puertas que habían en el piso.
Nayeon sacó su llave para introducirla en la puerta y entrar, siendo recibida nuevamente por su buen amigo Kookeu.
Jeongyeon vio al pequeño peludo y se agachó a acariciarlo.
ㅡ Es tan bonito y tierno... ㅡ dijo mientras acariciaba al can ㅡ ¿Cómo se llama?
ㅡ Se llama Kookeu.
La pelicorto se paró tomando al perro entre sus brazos.
ㅡ Pasa... ㅡ dijo Nayeon dándole el pase a la menor para entrar a su casa.
Jeongyeon caminaba con lentitud mientras ingresaba en el departamento de Nayeon, era muy grande aunque la castaña dijo que era algo pequeño, las paredes color cenizo claro y los muebles junto a la mesa de cristal en el centro eran muy bellos; en su imaginación esa era la casa de los sueños de la menor.
ㅡ ¿Jeongyeon? ㅡ la llamó Nayeon tratando captar su atención.
La pelicorto escucho su nombre y sintió un pequeño escalofrío por ser sacada de sus pensamientos.
ㅡ Puedes sentarte en el sofá, voy a buscar algo. ㅡ dijo Nayeon dandoles una sonrisa que fue correspondida por la menor ㅡ Siéntete cómoda.
Nayeon desaparecio por las habitaciones y Jeongyeon solo pudo sentarse en el sofá a seguir admirando todo lo que estaba dentro de la casa.
Sacó su celular de su mochila y se dio cuenta que tenia muchos mensajes y llamadas perdidas por parte de su hermano mayor, no les tomo mucha importancia y solo se fijo en la hora; eran cerca de las ocho y media de la noche, era muy tarde para regresar a casa y no quería encontrarse con su hermano.
Pensó bien encontrando una solución a su pequeño problema, y eso involucraba a Nayeon, solo esperaba que lo que le pidiera no la incomodara.
Nayeon regresó sin nada en las manos, y llegando hasta donde estaba Jeongyeon.
ㅡ No pude encontrar nada, supongo que después le preguntaré a Momo, seguro ella lo tendrá. ㅡ habló ㅡ Ahora si vamos te dejo a tu casa...
Jeongyeon se quedó congelada por un momento pensando si lo que estaba a punto de decir estaba bien.
ㅡ Pensándolo bien, ¿puedo pedirte un favor? ㅡ susurró
ㅡ Si claro dime ㅡ le respondió la castaña.
ㅡ ¿Puedo quedarme esta noche en tu casa?
nunca había echo un capitulo tan largo xd
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