Nayeon siguió limpiando las heridas con la delicadeza que la caracteriza, hasta que terminó de limpiar y desinfectar las siete heridas que cubrían el rostro de la chica.

ㅡ Bueno Jeongyeon estás de suerte, las heridas de tu rostro no son tan graves así que no te dejaran marcas permanentes.

Jeongyeon soltó un suspiro, la verdad no le importaba mucho si le dejaba marca o no, ya que ella lo veía como marcas de guerra pero seguro era algo que la enfermera Im no entendería.

Nayeon tomó el brazo de la más joven y lo volteó para ver su codo, hizo una mueca en su rostro ya que vio que la herida era algo profunda y aún seguían brotando algunas gotas de sangre.

ㅡ Parece que si fue una fuerte pelea

Jeongyeon volvió su atención a ella, viéndola con falsa confusión

ㅡ No fue una pelea, me caí ㅡ dijo cortante

ㅡ Es malo mentir pequeña ㅡ la miró fijamente

ㅡ No soy pequeña tengo diecisiete, ya casi soy mayor de edad ㅡ habló volteando los ojos.

Nayeon rió por lo bajo, era divertido escuchar sus respuestas, tomó una gasa y la pasó por el codo de Jeongyeon sacando la sangre para proceder a coger un algodón y mojarlo nuevamente con el líquido para limpiar la herida a profundidad.

ㅡ ¡AUCH!. Oiga eso dolió ㅡ reclamó casi gritando.

ㅡ Tranquila, aún ni siquiera te toqué ㅡ rió mostrándole el algodón completamente limpio y su codo que aún no había sido tocado.

Jeongyeon miró su codo y luego la miro a ella soltando un chasquido de fastidio ㅡ Entonces hágalo con cuidado.

Nayeon la miró divertida, sus reacciones le hacía subir su ánimo el cual estaba completamente aburrido, aquella chica con cabello corto marón, polo y short deportivo demostraba firmeza pero aún así se podría notar que ocultaba cosas.

Pasaron unos minutos y finalmente Nayeon terminó de desinfectar todas las heridas del cuerpo de Jeongyeon, por suerte ya no se había quejado más, la castaña comenzó a vendar las heridas leves, hasta que llegó a la herida abierta de codo.

ㅡ Tendré que inyectarte una anestesia para poder suturar tu codo, es una herida muy grande y no puede curarse solo como las demás.

Jeongyeon asintió levemente dándole a entender que continuara, Nayeon tomó una aguja y la llenó de un líquido que la pelicorto no reconocía peto a la hora de ver la punta de la inyección se asustó un poco.

ㅡ No te dolerá, solo aguanta un poco y no tenses tu brazo.

Jeongyeon miró con un leve miedo la punta de la inyección, a ella le daba pánico aquellas cosas, pero no se va a arriesgar a gritar y hacer una escena. Apenas sintió el pinchazo y líquido entrando en su brazo aguanto la respiración para olvidarse del pequeño dolor, hasta que el dolor desapareció y empezó a sobar levemente su brazo.

Nayeon se acercó a Jeongyeon con hilo y una aguja pequeña para suturar la herida de la pelicorto; empezó a introducir la aguja para empezar a cerrar la herida, Jeongyeon no sentía ningún dolor pues la anestesia estaba haciendo efecto en ella, además Nayeon hacia su trabajo minuciosamente para no hacerle ningún daño a Jeongyeon.

Al cabo de algún minutos Nayeon acabo su trabajo dejando solo tres puntos suturados en el codo de Jeongyeon, se sintió orgullosa de su trabajo bien hecho y procedió a vendar con una gasa su brazo.

ㅡ Ya estás lista, ahora en cinco días tienes que volver para quitarte los puntos.

ㅡ Así que... ¿Nos volveremos a ver? ㅡ miró fijamente a Nayeon, quién asintió con una sonrisa.

ㅡ Por favor, cuídate y no te metas en peleas.

ㅡ Ya le dije que solo me caí ㅡ Jeongyeon rodó los ojos y bajó de la camilla para retirarse.

Estaba por irse, pero Nayeon la llamó.

ㅡ ¡Ey! Ven

Jeongyeon se acercó hasta el escritorio de Nayeon quien le entregó una bolsa de papel con una tableta de pastillas dentro de ella.

ㅡ Tienes que tomar una después fe cada comida para ayudar al proceso de curación.

ㅡ ¿No se supone que debo comprarlas? ㅡ le pregunto levantando una ceja.

ㅡ Se supone... ㅡ la miró ㅡ Pero te las regalo ㅡ  le sonrió ㅡ Recupérate pronto, ¿si?

Jeongyeon le dió una sonrisa tímida y le agradeció con una reverencia por la atención y las pastillas, para despedirse con la mano de Nayeon.

Al salir, vió una placa con el nombre de Nayeon escrito en ella.

ㅡ Enfermera Im Nayeon, practicante de enfermería. ㅡ leyó en un susurro ㅡ Así que aún sigue en la universidad. ㅡ rió levemente ㅡ Nos volveremos a ver pronto enfermera Im.

Sonrió y soltó un pequeña risa, para caminar directamente hacia su aula, esperaba que nadie le haga preguntas, lo último que quería es empezar a decir excusas para que la dejen en paz, le dolía la cabeza y su cuerpo por todos los golpes, obtendría su venganza pero eso sería más adelante.

Terminó el día y Nayeon se encontraba regresando a su casa, podría haber regresado con Momo, pero ella se quedó para atender a una pequeña y esperar que sus padres la recogieran.

Mientras caminaba tranquilamente por las calles de una distrito de Seúl, pensó en aquella chica tan herida que llegó a su consultorio, nunca había visto a alguien con tantos hematomas y heridad.

¿Quién le haría tanto daño a una chica tan joven?

Su preocupación volvió a ella, sentía que debía volver a verla para ver como se encontraba pero lamentablemente ya estaba muy lejos de la escuela. Soltó un suspiro, para despejar su mente y ya no preocuparse más.

Llegó hasta la puerta de su departamento y entró, su mascota Kookeu la saludo parándose en sus dos patitas traseras y mordiendo su ropa para hacerla pasar más rápido a casa.

ㅡ Tranquilo pequeño, ya estoy en casa. ㅡ le habló mientras acariciaba el suave pelaje del can.

Se sentó en su sofá recargando su cabeza en él siendo seguida por su mascota quien poso su pequeña cabeza en las piernas de Nayeon; aunque intentaba relajarse un poco, lamentablemente no pudo evitar volver a pensar en Jeongyeon y en lo herida y débil que la encontró.

Quería averiguar que le había pasado realmente.