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𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑢𝑛𝑖𝑐𝑜

- ¡¿Qué?! - exclamó Im ChangKyun, sorprendido, mientras sostenía su teléfono con fuerza.

- Lo que escuchaste. Quiero ir a un bar esta noche. - La voz de Yoo KiHyun sonaba decidida al otro lado de la línea.

- P-pero... - ChangKyun intentó articular una respuesta coherente, luchando por procesar lo que acababa de escuchar.

- Nada de peros. - KiHyun lo interrumpió con firmeza, su tono rozando la impaciencia. - Esta misma noche. Te espero en el bar.



La noche parecía regalarle su magia a Im ChangKyun, un joven de cabello negro azabache, ojos café profundo y baja estatura.

Caminaba absorto, con la mente vagando en el recuerdo de la última llamada que había recibido aquel día.

ChangKyun recordaba aquella conversación con tanta claridad como la palma de su mano, pero aún le resultaba difícil de digerir. Su amigo, quien se enlistaría en el ejército dentro de dos días, lo había llamado con evidente mal humor esa misma tarde.

El inocente maknae había supuesto, en un principio, que lo regañaría por descuidar el apartamento. Después de todo, la limpieza no era precisamente su fuerte, y tener como compañero a alguien obsesionado con la higiene no ayudaba en nada a aliviar la presión.

Sin embargo, esta vez la llamada se encaminó a otra ruta: Ir a un bar a tomar unos cuantos tragos con Yoo KiHyun.

A ChangKyun aún le resultaba extraño escuchar esas palabras saliendo de su querido amigo, siempre tan recto y perfeccionista. Pero lo que más le inquietaba no era la propuesta en sí, sino el tono con el que KiHyun lo había dicho.

¿Acaso estaba enojado? Bueno, esa faceta de KiHyun le conocía desde que habían debutado con Monsta X.

Pero ¿Porqué tanta ira de repente? Y sobre todo ¿Porque ir a un bar?

ChangKyun sabía que el alcohol podía ser una vía para desahogar las penas o para atreverse a hacer locuras. Eso era un hecho indiscutible, algo que todos entendían. Sin embargo, le resultaba casi imposible imaginar a la persona más estricta que conocía poniéndolo en práctica.

Llegó al bar una hora después. Si KiHyun ya estaba furioso durante la llamada, ni quería imaginarse cómo estaría ahora que finalmente se verían cara a cara.

Y, efectivamente, lo confirmó. Apenas abrió la puerta, una cabeza muy reconocida asomó como una suricata alerta.

Desde kilómetros de distancia se podía percibir el enojo que irradiaba. Por un breve instante, ChangKyun consideró dar media vuelta, ponerse el abrigo e irse sin mirar atrás. Pero allí estaba KiHyun, con una sonrisa tan forzada como inquietante y un brazo levantado, indicándole dónde se encontraba.

Con resignación, Im caminó hacia él. Ambos se saludaron rápidamente, y el más joven se dejó caer exhausto en la silla, aunque la noche apenas estaba comenzando.

KiHyun levantó la mano para llamar al camarero más cercano y, sin vacilar, pidió una botella con alcohol. Una vez que el mozo se retiró para cumplir con la orden, ambos jóvenes intentaron iniciar una conversación que,

al menos en apariencia, fuese cómoda.

- ¿Por qué llegaste tarde? - Preguntó KiHyun con un semblante serio, sin quitarle los ojos de encima.

-Lo siento, el taxi se retrasó. Había demasiado tráfico y los semáforos no ayudaron en nada -respondió ChangKyun, dejando escapar un suspiro de agotamiento.

-Oh, eso debió ser frustrante -murmuró KiHyun mientras tomaba la botella que el camarero acababa de dejar sobre la mesa.

ChangKyun asintió nervioso, sin atreverse aún a preguntar por qué estaban en un bar. Temía que el mayor no se tomara bien la pregunta, especialmente considerando que su humor ya estaba lejos de ser el mejor.

Tal vez tantear el terreno sería lo más prudente por ahora.

-¿Y cómo vas con tu equipaje? -preguntó finalmente, llevándose a los labios el primer trago de la noche.

-Bien. Ya casi termino de guardar lo esencial. Solo queda revisar si me falta algo -respondió KiHyun con un suspiro, dejando entrever el agotamiento que lo envolvía al pensar en el caos de su departamento.

ChangKyun no pudo evitar que un nudo se formara en su pecho. En solo dos días, su querido amigo KiHyun se enlistaría para el servicio militar. La idea de no tenerlo cerca le resultaba difícil de procesar.

-Bueno, al menos HyunWoo podrá darte algunos consejos antes de irte -comentó con una sonrisa, recordando cómo el líder había compartido su experiencia con los demás miembros.

-No quiero hablar de él -cortó KiHyun de golpe, frunciendo el ceño mientras daba un trago a su vaso.

Oh no. ChangKyun había encontrado el motivo de tanto estrés. De todas las cosas que podían haber alterado a KiHyun, ¡¿esta vez había sido el líder?!

¡¿Pero cómo?! Necesitaba saberlo. La curiosidad podía matar al gato... o en este caso, a ChangKyun.

-¿No quieres hablar de Hyung? ¿Por qué? -preguntó sorprendido, olvidándose de su plan de abordar el tema con cautela.

"Al diablo con tantear el terreno, quiero respuestas ya," pensó con desesperación. Mientras tanto, KiHyun jugueteaba con su vaso recién lleno, observando el líquido como si pudiera encontrar ahí la solución a su dilema.

Dudó unos momentos. ¿Era prudente contarlo? Tras un breve silencio, finalmente cedió.

-Él se irá del país hoy y no estará en mi despedida -confesó con una mezcla de enojo y tristeza reflejada en su rostro. Sus labios se curvaron hacia abajo mientras la frustración brillaba en sus ojos.

ChangKyun procesó la revelación. ¿Todo ese enojo, toda esa ira... solo porque Hyung no asistiría a su despedida?

-¡Él sabía perfectamente cuándo me iría! -exclamó KiHyun, alzando la voz-. ¿Y aún así se marcha como si nada?

ChangKyun intentó mantener la calma, aunque por dentro se sentía inquieto. Lo mejor era tratar de apaciguarlo antes de que la noche empeorara.

-Tal vez tiene mucho trabajo que hacer allá. Sabes que ha estado muy ocupado estos días -sugirió con un tono lo más sereno posible.

Sin embargo, lo que no esperaba era la respuesta que KiHyun le daría a esa justificación.

-¿"Ocupado"? -replicó con un amargo sarcasmo, mientras sus ojos se llenaban de reproche-. ¿Tan ocupado como para irse con HyungWon?

ChangKyun se sorprendió por la reacción de KiHyun. Tal vez el alcohol estaba empezando a hacer efecto, pero... ¿cómo demonios le quitabas la botella a alguien que ya la estaba abrazando? Era casi imposible.

Pensó por un momento sobre lo que había dicho KiHyun: "¿Tan ocupado como para irse con HyungWon?" Rara vez mencionaba al alto en sus conversaciones, pues su relación con él siempre había sido algo distante, como el agua y el aceite. Por eso, le parecía curioso que ahora lo hiciera.

-¿Acaso KiHyun, estás celoso? -preguntó con una sonrisa traviesa, disfrutando del giro inesperado que había tomado la conversación.

En cuanto las palabras salieron de su boca, los ojos de KiHyun se abrieron desmesuradamente, lleno de enojo. Intentó responder rápidamente, pero terminó ahogándose con el trago que había tomado.

Tras toser varias veces y recobrar el aliento, KiHyun gritó con más furia que antes:

-¡Por supuesto que no! ¡¿Por qué lo estaría?!

-Oh, no es nada. -ChangKyun dejó escapar una risa pequeña mientras miraba su vaso-. Creí que lo que te molestaba era la cercanía entre ellos.

KiHyun bufó, con los brazos cruzados, claramente más alterado.

-No me molesta su cercanía. ¿Por qué me debería molestar? -dijo, visiblemente molesto-. Ellos solo fueron... por trabajo.

-Está bien, como tú digas -respondió ChangKyun con una pequeña sonrisa irónica.

-Además, su relación no me incumbe.

-¿Estás seguro? -preguntó ChangKyun, alzando una ceja con curiosidad.

-Completamente. HyunWoo y yo solo somos amigos... solo eso y nada más -finalizó KiHyun, llevando su vaso a los labios y dejando que el silencio llenara el aire.

La primera botella ya estaba casi vacía. La charla fluía con comodidad, aunque KiHyun evitaba y negaba cada intento de hablar sobre él y el moreno.

ChangKyun, por su parte, lo observaba divertido. "¿Solo amigos?", se repetía para sí. Ni él podía creérselo; las miradas, los gestos, el trato entre ambos eran mucho más que eso. Y no era el único que lo notaba.

Definitivamente, debía hacer algo para aclarar las cosas entre ellos. Fuera como fuera, no pensaba tragarse esa mentira, porque si algo tenía claro era que Im ChangKyun no caía tan fácil.

Al menos, el alcohol estaba cumpliendo su papel. El enfado visible en el rostro de KiHyun parecía disolverse tras cada vaso que bebía.

KiHyun llamó al mesero y pidió otra botella. La noche prometía ser aún más larga, especialmente para ChangKyun, quien ahora tendría que lidiar con un KiHyun semi ebrio.

Yoo jugueteaba con su vaso, haciéndolo girar entre los dedos, hasta que el mesero llegó nuevamente con la botella de licor.

ChangKyun la tomó y se encargó de servir en ambos vasos, aunque fue prudente con la cantidad que puso en el del mayor.

-¿Por qué me sirves tan poco? -preguntó KiHyun, frunciendo el ceño. -Creí que íbamos a beber hasta desmayarnos.

-Has tomado demasiado, y no es solo por tu salud -respondió ChangKyun mientras lo miraba de reojo-. Es para que no hagas ninguna tontería.

-Aguafiestas -murmuró KiHyun, dejando caer la frente sobre la mesa de madera.

-Te estoy ahorrando la vergüenza. Ya me lo agradecerás.

Aunque molesto, KiHyun tuvo que reconocer que el maknae tenía razón. No quería acabar dormido a medio camino, como había sucedido otras veces.

-Del 1 al 10, ¿qué tan enojado estás con él? -preguntó ChangKyun, con evidente curiosidad.

-Diez -respondió sin titubear.

-¿Y si fue una decisión que tomó el manager a última hora? Tal vez él ni siquiera lo sabía.

-No lo sé -respondió KiHyun, con tono apagado. -De cualquier forma, no estará cuando me vaya. Quizás ni le importe.

-No digas eso, KiHyun -lo reprendió ChangKyun, indignado. -Tú sí le importas. Y demasiado, según veo.

-Claro, "le importo demasiado" -respondió KiHyun con sarcasmo-. Lo estoy viendo con mis propios ojos.

ChangKyun lo observaba intranquilo. Nada de lo que decía parecía ayudar; si acaso, estaba empeorando la situación. Perdido en sus pensamientos, olvidó que había dejado caer el silencio entre ellos. Su mirada permanecía fija en el pobre KiHyun, quien golpeaba su cabeza contra la mesa, visiblemente afectado.

La curiosidad lo venció nuevamente, aunque esta vez con cierta indecisión. Sabía que debía actuar rápido, porque KiHyun no tardaría mucho en quedarse dormido.

-¿Tienes idea de a qué hora se irá? -preguntó tras dar un sorbo a su vaso.

ChangKyun tenía la esperanza de que aún les quedara tiempo para llamar a Hyung y demostrarle que las cosas no eran como KiHyun creía.

El mayor levantó la cabeza lentamente. Sus mejillas estaban teñidas de un tono rosado, al igual que su frente, que aún mostraba la marca del golpe contra la mesa.

-¿Por qué te interesa tanto este problema? -espetó KiHyun con un deje de enfado en su voz.

-Porque sé que eres de los que se ahogan en un vaso de agua -respondió ChangKyun, con un tono serio. -No ignores mi pregunta. Responde.

KiHyun desvió la mirada y, cruzando los brazos, dejó caer la cabeza nuevamente.

-No lo sé -murmuró, con la voz apagada.

-¡¿Qué?! -exclamó ChangKyun, sobresaltando al mayor.

El castaño asintió antes de continuar, con una expresión que empezaba a reflejar más tristeza que enojo.

-Llamé a HyunWoo antes que a ti esta tarde. Quería que los dos, incluyendo a HyungWon, vinieran con nosotros a tomar. Pero apenas atendió, solo dijo:
"Lo siento, KiHyun. Ahora no puedo hablar contigo. No tengo mucho tiempo, viajaré con HyungWon hoy y no podré ir a despedirte...".

ChangKyun escuchaba con atención, no solo las palabras de KiHyun, sino también su tono y su expresión. Lo que vio lo sorprendió: KiHyun estaba genuinamente triste.

-Tan pronto lo dijo, lo insulté y colgué.

-¿Qué? ¿Por qué hiciste eso? -preguntó ChangKyun, incrédulo.

-Estaba enfadado. No esperaba que me rechazara -respondió KiHyun, sujetándose la cabeza con ambas manos. -Él... no me va a perdonar.

Suspiró profundamente, dejando salir toda la frustración que cargaba.

-KiHyun, claro que te perdonará. ¿Acaso olvidaste cómo es Hyung? -ChangKyun se detuvo por unos instantes, su voz parecía a punto de quebrarse.

-Si le importas, idiota -continuó, rascándose la cabeza con visible incomodidad. -Más de una vez ha dejado todo de lado solo para ayudarte. ¿De verdad crees que eso lo hace por cualquiera?

Al levantar la mirada hacia KiHyun, notó que este había apoyado nuevamente la cabeza sobre la mesa. Por un momento pensó que ya estaba dormido, pero la voz apagada del mayor lo sacó de su error.

-Ya es tarde, ChangKyun... Demasiado tarde.

Finalmente, ChangKyun lo entendió. Entendió que el sentimiento que más consumía a KiHyun era la culpa: culpa por haber interrumpido e ignorado al moreno.

También comprendió que el castaño estaba furioso y abatido, no solo por la ausencia del mayor, sino por lo que esa ausencia significaba en un día tan importante para él.

Y tal vez, muy en el fondo, ChangKyun se dio cuenta de que su amigo estaba enfrentando algo nuevo: la confusión.

Unas lágrimas asomaron en los ojos de KiHyun mientras su mente comenzaba a desempolvar recuerdos. Recordó aquellos pequeños momentos en los que HyunWoo le mostraba atención e interés, detalles que quizá no había valorado lo suficiente.

Cada palabra, cada acción, cada sonrisa del moreno volvieron a su mente, golpeándolo con una claridad dolorosa. Se dio cuenta de que la relación entre ellos era diferente a cualquier otra. No era una simple amistad. Era algo más, algo que ahora parecía inalcanzable.

De pronto, otro recuerdo cálido cruzó por su mente, uno que siempre había atesorado. No podía recordar con exactitud el día ni la hora, pero la imagen de la mirada y la sonrisa de HyunWoo permanecía grabada en su interior.

Ese día tan confuso, HyunWoo lo había invitado a salir "como amigos". Habían pasado un buen rato juntos; el clima era perfecto, y las palabras entre ambos fluían con naturalidad.

En ese día especial, HyunWoo le había regalado una pulsera. Un gesto simple, pero lleno de significado. También recordaba el abrazo que compartieron, un momento en el que ambos sonrieron con sinceridad.

Sin embargo, había algo más de ese día que ahora cruzaba por su mente. Algo que había estado enterrado bajo capas de confusión y negación.

Ese día, la voz de HyunWoo había viajado como un susurro hasta su oído.

Palabras confusas salieron de los labios del moreno. Pero KiHyun, incapaz de procesarlas en ese momento, simplemente las dejó pasar. Ahora que las recordaba, sentía que necesitaba entender su significado.

Antes de que pudiera hundirse más en esos pensamientos, una voz lo trajo de vuelta.

Era una voz que conocía perfectamente.

¿Acaso era ChangKyun?

De repente, la imagen de HyunWoo y él desapareció. Un espacio negro, vacío, se apoderó de su mente. Y entonces, aquella voz que lo llamaba se volvió más fuerte, como un eco ineludible.

-¡KiHyun, despierta! ¡Por el amor de Dios! -gritó ChangKyun desesperado.

-¿Qué sucede? -preguntó KiHyun desorientado, parpadeando con dificultad. -¿Dónde estamos?

-¿¡Que dónde estamos!? Es una respuesta muy sencilla, querido amigo. -El menor colocó las manos en su cintura, visiblemente molesto. -¡Estamos en un taxi! -exclamó, claramente enfadado.

KiHyun lo miró curioso, aún aturdido. Al bajar la vista, notó que estaba medio acostado: su cabeza y sus brazos colgaban fuera del vehículo, mientras el resto de su cuerpo permanecía dentro.

Cuando habían llegado al taxi, ChangKyun no logró despertarlo y decidió arrastrarlo por los brazos. Levantarlo nunca fue una opción; el peso del mayor lo habría destruido en el intento.

-¿Qué me sucedió? ¿Cómo es que...? -balbuceó, mientras se enderezaba en el asiento del automóvil.

-¡Lloraste! Te bebiste todo lo que quedaba en la botella, le pediste al mozo que trajera otra, y antes de que la abrieras te golpeaste la cabeza contra la mesa. ¡Y después te quedaste dormido! -ChangKyun interrumpió rápidamente, su voz llena de frustración. -Tuve que pagarle al mozo y arrastrarte hasta el taxi. ¡¿En qué rayos estabas pensando?! -gritó, exasperado.

-Lo siento, ChangKyun. No sé qué me pasó -murmuró KiHyun, visiblemente apenado.

ChangKyun suspiró y aceptó la disculpa a regañadientes. Pero lo que no esperaba era que el mayor rompiera a llorar de repente, logrando que tanto el conductor como él quedaran boquiabiertos.

-¡¿Y ahora qué te ocurre?! Ya acepté tus disculpas, no tienes por qué preocuparte -dijo ChangKyun, alarmado, mientras movía las manos de forma desesperada.

-No es eso -respondió KiHyun, cubriendo su rostro con ambas manos. -Solo me siento confundido.

-¿Confundido? -repitió ChangKyun, ahora más intrigado que molesto.

-Disculpen, jóvenes, pero debo continuar con mi trabajo. ¿Podrían...? -intervino el chófer, tratando de mantenerse profesional.

-Le pagaré el doble si se queda un par de minutos más -dijo ChangKyun con seriedad, acercándose a su amigo.

-¡¿Me está sobornando?! -exclamó el conductor, sorprendido.

El menor no respondió. Su atención estaba completamente centrada en KiHyun.

-¿Por qué te sientes confundido?

KiHyun bajó las manos, mostrando unos ojos rojos e hinchados. Lágrimas seguían cayendo por sus mejillas, pero ChangKyun las detuvo con sus dedos antes de que continuaran su camino.

-No lo sé -sollozó KiHyun, con la voz quebrada. -Siento que estoy perdido... con cada mirada y cada palabra que él dice.

Más lágrimas inundaron sus ojos, y cuando los cerró, cayeron como cascadas por su rostro.

-S-Siento que la culpa me consume. Me atrapa cada segundo porque no lo escuché hasta el final. No lo vi, no lo seguí, lo ignoré... le hice daño... Fui cruel. Y duele, duele mucho saber que él...

Cubrió su cara con las manos mientras las lágrimas seguían brotando sin control. ChangKyun, incapaz de encontrar palabras, simplemente lo abrazó. Con una mano acariciaba su cabello, intentando calmarlo de alguna forma.

-¡Duele mucho saber que él no estará! -gritó KiHyun entre lágrimas. -Me arrepiento de lo que hice...

ChangKyun se separó un poco para observar su rostro. Aunque lucía demacrado, había algo en su expresión que lo hizo quedarse en silencio.

KiHyun secó algunas de sus lágrimas y, con la respiración entrecortada, continuó:

-Antes me confundía su forma de ser. Pensaba que solo era respeto, amabilidad y sinceridad lo que había entre nosotros... pero ahora siento que quería mostrarme algo más.

El menor dejó escapar una pequeña sonrisa. KiHyun estaba empezando a encontrar esos rastros que HyunWoo había dejado en su camino. ChangKyun decidió no interrumpir; no quería arruinar el proceso que su amigo estaba atravesando.

Era KiHyun quien debía encontrar las respuestas y decidir qué hacer con ellas.

El castaño alzó la vista hacia su amigo, una ligera sonrisa asomándose en su rostro tras unas últimas lágrimas.

-ChangKyun... Quiero confesarme. Él... me gusta.

-No hace falta que me lo repitas -respondió ChangKyun con una sonrisa orgullosa. Acto seguido, giró hacia el conductor-. Chofer, llévenos al aeropuerto.

-¿¡Qué!? -gritó el taxista, enfadado y sorprendido a partes iguales.

Antes de que pudiera protestar, ChangKyun sacó su cartera y le pagó el triple al conductor. El hombre, aunque molesto, no se quejó. Con una expresión amarga encendió el auto y empezó a conducir hacia su destino.

KiHyun no dejaba de sentirse nervioso. Su corazón latía con fuerza, como si intentara salir de su pecho. Temía lo que estaba por hacer, temía que sus sentimientos no fueran correspondidos y que todo esto solo fuera un impulso del alcohol.

Pero, ¿qué tenía que perder?

Si no lo intentaba, ya estaba perdiendo. Necesitaba intentarlo, por él. Por cada risa compartida, por las palabras que aún resonaban en su memoria, por las miradas que lo habían desarmado en más de una ocasión.

Por HyunWoo.

Llegaron al aeropuerto tras una hora de viaje. ChangKyun confiaba en que habían llegado a tiempo, aunque no tenía idea de cuándo salía el vuelo.

Tan pronto el auto se detuvo, KiHyun saltó fuera y corrió hacia la entrada. Su ansiedad crecía con cada paso, su mente no dejaba de formular posibilidades, rezando internamente que no fuera demasiado tarde.

Una vez dentro, su mirada buscó desesperadamente los paneles con los horarios de vuelo. Pero entonces lo recordó: HyunWoo no había mencionado a dónde iba.

La desesperación lo alcanzó. Sacó su teléfono y decidió llamar a HyungWon, por primera vez viéndolo como una segunda opción. Sin embargo, la llamada fue directamente al buzón de voz.

-Maldición... Si apagó su teléfono... eso quiere decir que él... -murmuró, apretando el aparato contra su oído mientras intentaba llamar de nuevo.

La ansiedad lo llevaba a caminar de un lado a otro, el teléfono pegado a su oreja, sus manos temblando. Pero todo se detuvo en seco cuando, a través de la enorme ventana del aeropuerto, vio un avión comenzando a despegar.

El nudo en su garganta lo paralizó. Sus piernas cedieron y cayó de rodillas al suelo, derrotado. Llevó sus manos a su rostro, dejando que las lágrimas fluyeran libremente, empapando su ropa.

"Demasiado tarde... Lo siento."

En su mente solo había frustración y arrepentimiento.

-¿KiHyun? -Una voz lo llamó desde la distancia.

No tenía fuerzas para girarse. No quería saber quién era, no quería enfrentarse a otra decepción. Sus ojos estaban hinchados, su cabeza le daba vueltas y sentía el peso del alcohol aún presente en su sistema.

"Seguramente es ChangKyun," pensó. "¿O acaso un fan? No importa."

-¿KiHyun? -La voz volvió a llamarlo, esta vez más cerca.

- Suficiente... - Murmuró con enfado. Mientras se levantaba. - ¡Deja de llamarme! - Grito volteando con rabia y cansancio en sus ojos. Pero al girarse, la figura que vio hizo que su corazón se detuviera un instante.

Allí, frente a él, estaba Son HyunWoo, con una maleta a su lado y una expresión de preocupación en el rostro. Vestía una chaqueta negra y tenía un semblante más serio de lo habitual, pero en sus ojos brillaba algo más profundo, algo que KiHyun reconoció al instante pero no sabía cómo nombrar.

- HyunWoo... - susurró, como si no pudiera creer lo que veía.

- ¿Por qué estás aquí? - Preguntó el mayor con suavidad, dejando la maleta a un lado para acercarse.

KiHyun no pudo responder de inmediato. Las emociones lo embargaron, y lo único que pudo hacer fue bajar la cabeza, intentando ocultar sus ojos hinchados y enrojecidos.

- ¿KiHyun? ¿Estás bien? - HyunWoo tomó un paso más hacia él, pero el castaño levantó la mirada de repente, con una mezcla de enojo y dolor.

- ¡¿Por qué no te fuiste?! - gritó, su voz temblando, mientras las lágrimas regresaban a sus ojos. - ¡Me dijiste que te irías, que no estarías para mi despedida! ¡Me hiciste pensar que no te importaba!

HyunWoo lo miró, sorprendido por la intensidad de sus palabras. Pero, en lugar de responder inmediatamente, dio un paso más, hasta quedar frente a él.

- No podía irme sin verte, KiHyun - dijo en voz baja, pero con una firmeza que hizo que el castaño lo mirara fijamente. - No después de la llamada de hoy. No después de todo lo que hemos vivido juntos.

El silencio se apoderó del momento, roto solo por el sonido lejano de los altavoces del aeropuerto y el murmullo de la gente que pasaba. KiHyun intentó procesar las palabras de HyunWoo, pero algo dentro de él comenzó a romperse y a reconstruirse al mismo tiempo.

- Yo... pensé que no me importabas... que nunca me importaste... - HyunWoo continuó, su voz temblando por primera vez. - Pero me estaba mintiendo a mí mismo. Tú siempre has sido más que un amigo para mí, KiHyun.

El castaño lo miró, completamente atónito. Su corazón latía con fuerza, como si esperara esas palabras desde hacía una eternidad.

- HyunWoo... yo... - Intentó hablar, pero su voz se quebró. El mayor sonrió levemente y dio el paso final, tomando sus manos con suavidad.

- No tienes que decir nada si no quieres. Pero quiero que sepas que me importas más de lo que podría explicarte.

Las lágrimas volvieron a correr por el rostro de KiHyun, pero esta vez no eran de tristeza ni de enojo. Asintió lentamente, apretando las manos de HyunWoo como si fueran su única ancla.

- Tú también me importas... más de lo que creí posible - dijo finalmente, con una sonrisa pequeña pero sincera.

HyunWoo sonrió también, inclinándose ligeramente hacia él. En ese momento, todo el ruido del aeropuerto desapareció, y para KiHyun, solo existían ellos dos.

El mayor levantó una mano para secar con suavidad las lágrimas de las mejillas de KiHyun. Sus dedos rozaron su piel con ternura, y antes de que cualquiera pudiera dudar, HyunWoo acortó la distancia restante entre ellos.

Sus labios se encontraron en un beso dulce y pausado, cargado de todas las emociones que habían reprimido hasta ese momento. Fue un beso que habló más de lo que las palabras jamás podrían expresar, un momento en el que ambos se entregaron por completo al sentimiento que los unía.

Cuando se separaron, sus frentes permanecieron juntas, y HyunWoo sonrió ligeramente mientras KiHyun lo miraba con los ojos brillantes, su pecho agitado.

- Esto... era lo que necesitaba decirte - susurró HyunWoo, con una voz tan baja que solo KiHyun pudo escuchar.

El castaño respondió con una leve risa entre lágrimas, sintiendo que por fin estaba en el lugar correcto.

A lo lejos, ChangKyun, que había estado observando con una sonrisa triunfante, sacó su teléfono para escribir un mensaje rápido: "Misión cumplida. Ahora me deben una buena cena."

Finalmente, el maknae se dio la vuelta, dejando que sus hyungs tuvieran el momento que tanto merecían.

𝓣𝓱𝓮 𝓔𝓷𝓭 ~☃⛇

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゚。Fᴇʟɪᴢ ᴀɴ̃ᴏ ɴᴜᴇᴠᴏ Mᴏɴʙᴇʙᴇ ✨
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