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Encontré el vestido perfecto.

Era rosa, simple y elegante, y estaba segura de que nadie más tendría uno igual.

Apenas podía creerlo cuando la abuela accedió a encargarmelo. Viktor estaba obligado a notarme en él, y luego, con suerte, procedía a enamorarse completamente de mí.

—— Wow. —— Suspiró Seamus mientras yo bajaba las escaleras del dormitorio a la sala común. —— Neve, te ves.     .

Pero no pudo terminar su oración cuando pisé el dobladillo de mi vestido y comencé a volar hacia adelante por los últimos escalones.

Afortunadamente, Seamus estaba lo suficientemente cerca para atraparme.

—— ¡Woah! —— Se rió entre dientes, logrando mantenerme en pie. —— Preguntaría si duele, pero ni siquiera yo soy tan cursi.

—— ¿Eh? —— Pregunté preguntándome de qué diablos estaba hablando.

—— Nada. —— Dijo con las mejillas enrojecidas.

—— Um, estoy bien ahora, Seamus. —— Dije, mirando hacia abajo deliberadamente a sus brazos que todavía estaban rodeados con fuerza alrededor de mi cintura. —— Puedes soltarme.

Pero la verdad era que no era muy buena para caminar con tacones altos. Solo recé para estar bien bailando con ellos; Había estado practicando en secreto el vals en el baño cuando no había nadie más.

Era imperativo que impresionara a Viktor para que se enamorara de mí.

Seamus amablemente me dejó aferrarme a su brazo mientras bajábamos al vestíbulo de entrada.

Estaba tan nerviosa por ver a Viktor.

Nos quedamos entre los demás, esperando al resto de los recién llegados antes de que se nos permitiera entrar en el Gran Comedor.

Los Slytherin subieron los escalones de las mazmorras, liderados por Draco Malfoy y Pansy Parkinson.

Me horroricé por completo al ver que Pansy llevaba un vestido rosa con un estilo terriblemente similar al mío.

El disgusto en su rostro era evidente cuando se acercó a mí, arrastrando a un Draco de aspecto descontento con ella.

—— ¡ ¿Cuál es el significado de esto? ! —— Ella escupió, la repulsión goteaba de cada palabra mientras me miraba de arriba abajo.

—— Mira.       .  —— Dijo Seamus, levantando una mano de advertencia hacia Pansy.

Quien estaba inclinada tan peligrosamente cerca de mí que tuve que arrugar mi nariz por el hedor de su abrumador y enfermizo perfume dulce.

Draco tiró de ella ligeramente hacia atrás, sus ojos se posaron en mí muy brevemente.

—— Vamos, Pansy. —— Apretó entre dientes. —— No hagas una escena.

La guió a la fuerza para que se alejara y, mientras caminaban de regreso hacia el resto de los Slytherin, dejé que mis ojos miraran hacia su cabello, que se veía particularmente brillante esta noche; Brillando como el sol contra su elegante túnica de terciopelo negro.

—— Te ves un millón de veces mejor de lo que ella podría. —— Dijo Seamus, atrayendo mi atención hacia él.

—— Gracias. —— Murmuré, sintiéndome algo abatida, aunque no sabía por qué.

Y luego tuve mucho de qué sentirme mal cuando Viktor Krum entró con su cita.

—— ¿Hermione?.

Se veía completamente hermosa con túnicas de color azul bígaro; Su cabello ya no es tupido, sino liso y brillante. Viktor no podía apartar los ojos de ella.

Incluso Seamus se quedó sin aliento al ver esta belleza inesperada.

El dolor me atravesó como nunca antes lo había sentido. La traición, el rechazo y un sentimiento de absoluta patética me dieron ganas de romper a llorar allí mismo en medio del Hall de Entrada.

Nunca me había sentido más fea y más perdedora en mi vida. ¿Por qué nadie podía mirarme de la forma en que Viktor miró a Hermione?.

Pero no pude detenerme en eso. Tenía que asistir a un baile.

Y tenía la sensación de que algo se avecinaba, tal vez esta noche.

¿Quién sabe?.

No pude evitar mirar a mi alrededor con asombro cuando entramos en el Gran Comedor.

Fue como un cuento de hadas. Las paredes del Salón estaban todas cubiertas de escarcha plateada brillante, con cientos de guirnaldas de muérdago y hiedra cruzando el cielo negro estrellado. Las mesas de la casa se habían desvanecido; en cambio, había alrededor de un centenar de sillas más pequeñas, iluminadas por linternas, cada una con capacidad para una docena de sillas.

Los campeones lideraron el baile, Harry luciendo incómodo como el infierno mientras seguía tropezando con los pies de Parvati.

Cedric y Cho, Fleur y Roger, sin embargo, parecían modelos como en un anuncio de baile de salón.

Traté de no mirar a Viktor y Hermione, quienes parecían estar robando el show.

O más como robar mi sueño.

—— ¿Debemos? —— Seamus preguntó mientras otras parejas comenzaban a pisar la pista de baile para unirse a la elegante formación.

Asentí con la cabeza, permitiéndole guiar el camino antes de que se detuviera para mirarme, colocando una mano torpemente en mi cintura y la otra entrelazada en mi mano.

Comenzamos a girar, avanzando al compás de la música mientras me concentraba en no tropezar con mis pies.

Pero bailar me estaba resultando sorprendentemente fácil.

Casi me olvido de mi dolor por perder a otro príncipe mientras bailaba sin esfuerzo en los brazos de Seamus, dejando que la música y el sentimiento de euforia me alcanzaran mientras dábamos vueltas y vueltas.

Pero luego, después de un tiempo, la música cambió. Y para mi horror, notas familiares llenaron el aire.

Fue la canción de la rana.

Me congelé cuando empezaron a sonar ruidosas risitas.

—— Ignóralos. —— Dijo Seamus mientras mis ojos viajaban hacia donde Draco y Pansy estaban parados sospechosamente cerca de la orquesta, mirándome con alegría.

Cerré los ojos en humillación mientras más risas sonaban a nuestro alrededor. Podía sentir los ojos de todos girando hacia mí.

Seamus agarró con fuerza mi cintura con renovado fervor y comenzó a hacerme girar de nuevo.

—— Muéstrales que no te importa. —— Susurró en mi oído.

Hice precisamente eso, dándome vueltas con un esfuerzo extra y encontrándome incluso sonriendo mientras miraba el rostro alegre de Seamus.

Pero luego sucedió una mierda.

—— ¡ Cambia a tu izquierda ! —— La profesora McGonagall gritó a mitad del baile.

Seamus me dio una mirada de disculpa antes de separarse y balancearse hacia el siguiente compañero.

Y, para mi horror, de repente me encontré en un nuevo par de brazos.

Draco Malfoy.

Sin esfuerzo, nos llevó directamente a los siguientes pasos, haciéndome girar con sorprendente elegancia.

—— Vaya, Longbottom. —— Dijo arrastrando las palabras, moviendo sus labios peligrosamente cerca de mi oído. —— Me sorprende que puedas seguir el ritmo.

Encontré que mi respiración se atascaba en la parte posterior de mi garganta cuando percibí una bocanada de colonia almizclada.

—— ¿Te gusta mi elección de canción? —— Sonrió divertido mientras sus ojos plateados destellaban hacia los míos desde debajo de su cabello rubio blanco. —— Lo elegí especialmente para ti.

No pude responder, en lugar de eso lo miré sin palabras mientras su mano apretaba la mía, continuaba girándome, su otra mano agarraba firmemente mi cintura.

Me sentí mareada y no podía entender por qué. Mi corazón latía a un ritmo anormal y no tenía ni idea de si esto era algo bueno o malo.

No tenía palabras; En cambio, seguí bailando con él, sin poder apartar mis ojos de los suyos.

Todo a nuestro alrededor se vuelve borroso.

¿Que esta pasando?.

El calor en mis mejillas se volvió demasiado, y antes de que el baile hubiera terminado, me aparté de él.

Me dio una mirada divertida mientras sus manos se apartaban de mí. Todos continuaron bailando a nuestro alrededor, pero yo apenas me di cuenta de ellos excepto por el Slytherin de cabello rubio blanco frente a mí.

Mi corazón latía rápido, mi pecho subía y bajaba pesadamente.

Todo lo que pude ver fue a él.

Y, como por una fuerza magnética desconocida, nos acercábamos de nuevo mientras todos los demás continuaban bailando en forma borrosa a nuestro alrededor.

—— ¿Draco? —— Respiré en un susurro tembloroso.

Sus ojos plateados parecían buscar los míos, algo inusual destellaba en ellos mientras su rostro se acercaba poco a poco al mío.

No pude soportarlo más, y cerré los ojos, mi corazón se aceleró ante la intensidad del momento.

Luego, como si alguien hubiera accionado un interruptor, una mano me agarró del brazo, devolviéndome a mis sentidos.

—— ¡Aquí estoy, Neve! —— Llamó Seamus jovialmente justo cuando Pansy se arrojaba de nuevo a los brazos de Draco.

Parpadeé, sin estar segura de lo que acababa de pasar.

Cuando Seamus me apartó para ir a buscar una bebida, no pude evitar mirar por encima del hombro.

Un destello de ojos gris plateado se encontró con los míos, y no me perdí la mirada mutua de confusión en ellos.

Algo loco acababa de suceder, pero no estaba segura de qué.