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Me sentí mal mientras miraba el periódico que tenía ante mí.

La marca oscura.

Acababa de terminar de empacar mis cosas para el cuarto año cuando vi al Diario El Profeta en la mesa de la cocina justo antes de que de repente desapareciera de la vista.

Miré hacia arriba para ver el rostro inquieto de la abuela mientras se colocaba el papel debajo del brazo.

—— No era mi intención que lo hubieras visto. —— Dijo con brusquedad.

—— Pero abuela. —— Gemí con miedo. —— ¿Qué significa esto?, ¿Están.          .están de vuelta?.

—— Solo habrían sido unos niños haciendo una broma enfermiza, eso es todo. —— Murmuró la abuela, sin mirarme a los ojos. —— Los Lestrange todavía están encerrados donde permanecerán hasta sus últimos días. Ahora no te preocupes más por eso, Neve.

Pero no pude evitar sentir un extraño movimiento en la boca del estómago cuando abordé el Expreso de Hogwarts en septiembre.

Tratando de no dejar que eso me molestara, fui en busca de una cara amiga.

Al final me conformé con un compartimento con Harry, Ron y Hermione, donde procedieron a contarme con entusiasmo sobre la Copa del Mundo de Quidditch. A pesar de todo el incidente de Dark Mark, estaba bastante envidiosa de habérmelo perdido.

—— La abuela no quería que me fuera. —— Dije miserablemente. —— No compraría boletos. Sin embargo, sonaba increíble.

—— Lo fue. —— Dijo Ron. —— Mira esto, Neve.  

Rebuscó en su baúl en el portaequipajes y sacó una figura en miniatura de Viktor Krum.

—— Oh, wow. —— Respiré con envidia. —— ¿Puedo.          .puedo tocarlo?.

—— Ponte fuera de combate. —— Dijo Ron, inclinándolo sobre mi mano extendida.

Observé con asombro cómo Krum se pavoneaba sobre mi palma, guiñándome un ojo mientras lo hacía. Sentí un poco de retorcimiento en mi estómago; Admirando lo guapo que se veía.

—— Oh, mira, Longbottom tiene un nuevo novio. Aún así, al menos es una mejora con respecto a un viejo sapo lleno de bultos.

Miré hacia arriba para ver a Draco Malfoy, flanqueado por Crabbe y Goyle de pie en la puerta, sonriéndome alegremente.

Rápidamente arrojé el Krum en miniatura sobre el regazo de Ron, mis mejillas enrojecieron furiosamente. Me sentí como si me hubieran atrapado en el acto de hacer algo muy malo.

—— No recuerdo haber pedido que se uniera a nosotros, Malfoy. —— Dijo Harry con frialdad, inspeccionándose las uñas.

—— Ahora, ahora, no hay necesidad de ser tan grosero. —— Draco arrastró las palabras con un toque de diversión en su voz. —— ¿Solo pensé en entrar y preguntar quién va a entrar?. Espero que lo hagas Weasley, ya que hay oro involucrado.

—— ¿De qué estás hablando? —— Ron espetó.

—— ¿Vas a entrar? —— Repitió Draco. —— ¿Supongo que lo harás, Potter?. Nunca pierdes la oportunidad de presumir, ¿Verdad?. Una cosa es segura.          .podemos asumir con seguridad que Longbottom no lo hará; No aceptan llorones, después de todo.

Sentí que se me formaba un nudo en la garganta que traté desesperadamente de tragar. Yo odiaba cómo las palabras de Draco tenían la capacidad de afectarme tanto. Deseaba con todo lo que tenía poder aprender a ser de piel gruesa como el trío dorado.

—— O explica de qué estás hablando o vete, Malfoy. —— Dijo Hermione con irritación, sobre la parte superior de su libro escolar.

Pero Draco permaneció firmemente donde estaba mientras una sonrisa de júbilo se extendía por su rostro pálido.

—— ¿No me digas que no lo sabes? —— Dijo encantado. —— Dios mío, padre me lo contó hace mucho tiempo. Lo escuché de Cornelius Fudge. Pero claro, mi padre siempre está asociado con las personas más importantes del Ministerio.

Riendo una vez más, hizo una seña a Crabbe y Goyle para que lo siguieran antes de detenerse y volverse para mirarme.

—— ¿Te cortaste el pelo o algo, Longbottom?.

Mirándolo en estado de shock, negué con la cabeza en silencio.

—— Hmm. —— Frunció el ceño, finalmente encogiéndose de hombros, antes de desaparecer finalmente.

¿Qué diablos fue eso?

*****

Entonces iba a haber un Torneo de los Tres Magos. Esto no era música para mis oídos.

Al menos, pensé, era demasiado joven para tener que molestarme en pensar en una excusa para no entrar.

Pero todavía significaba que iban a haber dos escuelas más que se unirían a nosotros para presenciarme humillarme durante un año más en Hogwarts.

Y tuvimos el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras más aterrador hasta la fecha. De hecho, descubrí que no podía mirar directamente a su rostro con cicatrices horribles, donde sus ojos vagaban grotescamente alrededor sin sentirse mareado.

Así que esto realmente no ayudó en nada, cuando durante nuestra primera lección, decidió mostrarnos una demostración de cada una de las Maldiciones Imperdonables.

Sin embargo, no pude evitar levantar una mano temblorosa cuando Ojo Loco Moody preguntó cómo se llamaba la segunda Maldición Imperdonable.

Hubo un grito de sorpresa colectivo cuando todos vieron lo que estaba haciendo. Excepto en Herbología, nunca levanté la mano.

—— ¿Sí? —— Dijo Moody mientras su ojo mágico giraba para fijarse en mí.

—— Hay una - la maldición Cruciatus. —— Dije, con una voz pequeña pero distinta.

—— Longbottom. —— Dijo Moody, sus ojos estudiándome intensamente.

Mi corazón latía nerviosamente mientras asentía levemente. Sabía por la forma en que me miraba, que él lo sabía. 

Sabía exactamente cómo entendí sobre esta maldición en particular.

Sin decir más, apuntó con su varita a la araña sobre su escritorio.

——  ¡ Crucio !.

Manchas blancas comenzaron a nublar mi visión cuando la araña comenzó a temblar horriblemente, meciéndose de lado a lado en un grito silencioso.

Sentí que la habitación se inclinaba hacia los lados cuando mi respiración me dejó en pánico.

—— ¡Para! —— Escuché a Hermione gritar con voz chillona.

Moody bajó su varita mientras su mirada seguía la del resto de la clase; Que pasó a estar sobre mí.

—— ¿Estás bien, Neve? —— Susurró Seamus en voz baja a mi lado.

Me di cuenta de que estaba temblando visiblemente. Mis manos se cerraron con tanta fuerza sobre el escritorio frente a mí que mis nudillos estaban blancos.

Asentí con la cabeza, mirando a lo lejos mientras Moody continuaba usando la maldición Asesina en la araña.

Me sentí algo entumecida. Y no fue hasta que estuve un poco fuera del salón de clases que me di cuenta de que en realidad estaba congelado en el lugar.

—— ¿Nevé? —— Dijo Hermione gentilmente mientras se detenía con Harry y Ron a su lado.

—— Oh, hola. —— Dije, mi voz un poco alta. —— Interesante lección, ¿No?. Me pregunto qué hay para cenar, me muero de hambre.

—— Neve, ¿Estás bien? —— Instó Hermione.

—— Oh, sí, estoy bien. —— Balbuceé, mi voz todavía alta. —— Cena muy interesante - quiero decir lección - ¿Qué hay para comer?.

Noté que Harry y Ron intercambiaron una mirada de desconcierto.

—— Neve.      .  —— Dijo Harry.

Pero fue interrumpido por un extraño sonido metálico.

—— Está bien, muchacha. —— Dijo la voz baja y gruñona de Moody mientras cojeaba hacia mí. —— ¿Por qué no vienes a mi oficina?. Vamos, podemos tomar una taza de té.

Eso era lo último que quería hacer. Miré suplicante a Harry, Ron y Hermione mientras este hombre aterrador me llevaba. Pero simplemente se encogieron de hombros, lo que me permitió ir a mi perdición.