Jimin salió del baño, solo con una toalla envuelta alrededor de su cintura. Se dirigía al baño cuando un fuerte dolor de cabeza lo hizo gritar e imágenes no muy agradables en recuerdos le hizo perder el equilibrio. Abrió la puerta inmediatamente, pero cuando se dio cuenta había caído encima de alguien, si, de Jungkook.

La toalla se deslizó hacia abajo, dejando a Jimin semi desnudo sobre Jungkook. Jungkook instintivamente puso sus manos en las nalgas de Jimin para estabilizarlo.

Jimin se sonrojó ligeramente, sintiendo una mezcla de sorpresa y confusión.

—¿Qué haces? —preguntó Jimin, intentando sonar sereno aunque su voz temblaba un poco.

Jungkook estaba peor, pero rápido se dio cuenta que podría vengarse de ese raro de una manera juguetona.

—Te estoy ayudando a no caerte. —dijo, sin retirar sus manos.

Jimin se sintió incómodo, pero no podía negar la sensación de calor que se extendía por su cuerpo. ¿Qué era eso?

—Ya estoy bien. —dijo, intentando apartarse.

Pero Jungkook no lo soltó.

—Espera. —dijo, mirándolo a los ojos— ¿Estás bien? Es que, tu piel de muerto viviente al fin tiene color.

Jimin se sintió atrapado en la mirada de Jungkook, su corazón latiendo más rápido. ¿Era taquicardia? ¿Tenía que ir al médico?

—Sí, estoy bien. —dijo, intentando sonar firme—. Ahora suéltame antes de que te rompa los dedos. —su voz sonó arisca.

Jungkook sonrió y retiró sus manos, ayudando a Jimin a levantarse.

Jimin se ajustó la toalla y se alejó, sintiendo una mezcla de alivio y confusión.

—¿No me vas a dar las gracias? Me pegué feo ¿eh?

Jungkook se rió suavemente.

Jimin le dio una mirada no muy agradable.

—Me importa menos lo que pase contigo. Déjame en paz.

Le cerró la puerta en la cara dejando a Jungkook con una molestia. Pero Jungkook sonrió en su habitación, sabiendo que había visto una parte de Jimin que pocos habían visto. Y mierda, él maldito raro tiene un buen cuerpo, uno que no había visto jamás.

Por otro lado Jimin se dejó caer en la baldosas de baño pensando en la imagen horrible que tuvo de Jungkook con sangre.

El domingo por la tarde Jimin salió de su habitación pues hoy había quedado de ir al bosque con Sam. Había dormido poco pensando en que fue eso que vio en su cabeza de Jungkook, tal vez la situación lo hizo querer pensar en ello, pero… no tenía sentido. En fin, tenía un libro que podría interesarle, además podrá darle su número ahora sí.

Jungkook estaba con sus amigos en la sala, ya que la señora Jeon no estaba y tampoco el señor Jeon. Habían salido temprano a una comida con clientes. El pelinegro los miró viendo una película de piratas.

Jungkook se acercó a Jimin, que se estaba preparando para salir.

—¿A dónde vas? —preguntó Jungkook.

—Al bosque. —respondió Jimin, sin mirar hacia atrás.

—¿Qué vas a hacer allí? —insistió Jungkook.

—Me voy a reunir con Sam. —dijo Jimin, ajustándose la chaqueta.

Jungkook se sorprendió.

—¿Sam? ¿Ese chico que conociste hace poco? — preguntó. Hoseok se miró con Eunwoo mientras comían palomitas.

Jimin asintió.

—Sí, ese mismo. Ya lo había mencionado.

Jungkook se puso serio.

—Jimin, deberías tener cuidado con él. He oído que tiene un pasado turbio. Además, es tarde, casi anochece.

Jimin se detuvo y se volvió hacia Jungkook, su mirada fría y calculadora.

—¿Y qué sabes tú de su pasado? —preguntó de vuelta, ignorando lo demás.

Jungkook se encogió de hombros.

—Solo he oído rumores. —rasco su nuca nervioso desviando la mirada.

Jimin se acercó a Jungkook, su voz baja y firme.

—No juzgues a los demás sin conocerlos, Jungkook. No es justo. Es demasiado estúpido decir cosas de una persona sin saber realmente su vida.

Jungkook se molestó.

—¿Me estás llamando estúpido?

—Sí es que te quedó el sacó. —refuta.

—Claro... se me olvidaba que eres igual de raro que él. ¿Sabes que? Al carajo, no me importa con quien te juntes, eso me pasa por querer protegerte.

Jimin no se inmutó.

—La realidad es que no sabes nada de Sam. Y menos aún de su pasado. Además no he pedido que me protejas de nadie, se cuidarme solo, ya lo haz visto. —le dice para que recuerde lo de Austin.

Jungkook se enfureció.

—¡Tú siempre eres tan frío y distante! ¡No entiendes nada!

Jimin lo miró con una expresión seria.

—Entiendo más de lo que crees, Jungkook. Y sé que no debes juzgar a los demás sin evidencia. A mí solo me viste y me creíste un intruso y me sigues viendo así. Y si ya terminaste, me iré a ver a Sam.

Jimin se da la vuelta yendo afuera.

—¡Maldito raro! —le grita.

Jimin lo escuchó pero no dijo nada más. Aunque por fuera se veía que no le importaba, por dentro le dolió.

Se dejó caer en el sofá tomando un puño de palomitas.

—Déjalo Jk. Si él no quiere escucharte, lo lamentará más tarde. —le dice Hoseok.

Tal vez estaba siendo otra vez intenso con sus palabras. A pesar que le dijo que no le importaba con quien se juntaba, ahí estaba, pensando en qué tipo de chico era ese Sam. Jimin era un chico raro, el más raro que había visto, pero fue empático con el tema después que su padre le contó lo que vivió. No lo quería aquí porque le recordaba el daño que le pasó a su amiga. Tanto fue el daño que le dejó una gran marca en el corazón.

Disfrutó de lo que quedaba de la película, más tarde irá por él, y si no quiere, lo cargará contra su voluntad.
Sam estaba contento de poder llevarle algo a Jimin, le había caído bien, después de tanto tiempo de estar en la sombra al fin podría hacer una amigo con quien compartir sus gustos.

Tomó su mochila y metió el libro que quería prestarle a Jimin, baja y ve a su madre.

—Ya me voy mamá. Vuelvo al rato.

—No vayas a tardar mucho, Sam. Sabes que no me da buena espina ese lugar. Además, vendrá a cenar el señor Min.

Le comenta a lo que Sam se le borra la sonrisa. El señor Min, es un hombre que está pretendiendo a su mamá, no le agrada mucho que digamos. Tiene un hijo que es de los populares de la escuela a donde va él.

—Me voy.

Dice nada más. La señora Sinclair lo ve irse, su semblante se opacó, sabe que su hijo no acepta al hombre por obvias razones, pero también ella merece ser feliz después de la tormenta que pasó.

Sam dio marcha y con cuidado bajó por el bosque, esta vez más precavido pues no quería caerse otra como ayer. Pedaleo hasta llegar a la casita del árbol donde vio a Jimin. Sonrió un poco al verlo, pues si había venido.

Su forma de vestir le agrada, Jimin se ve lindo de negro.

—Hola, Jimin. Lamento tardar.

—Hola, no hay problema. Acabo de llegar también.

Sam deja su bici a un lado y los dos suben a la casita del árbol. Jimin limpió un poco y se sentó junto a Sam quien sacó el libro que quería compartirle a Jimin.

—¿De quién es la casita? Se ve vieja. —pregunta Sam.

—Es de Jungkook, con quien convivo en la casa Jeon.

—Se quien es. Es muy popular. —comenta.

—Eso supuse. Tiene un rostro atractivo, juega un deporte y es fuerte. —Lo dice con la imagen mental que le dio cuando lo vio sin camisa.

—Si a las chicas les gustan muchos como él. En fin... quería traerte este gran libro, espero que sea de tu agrado.

Le entrega el libro, Jimin lo toma y lee el título.

—¿Piñata?

—Así es. Te lo recomiendo porque es un libro que me ha impactado mucho. Se llama 'Piñata' de Leopoldo Gout. Es una novela que combina elementos de misterio, suspenso y literatura juvenil. La historia sigue a un grupo de adolescentes que se reúnen en una fiesta de cumpleaños en una mansión abandonada. Pero lo que comienza como una noche de diversión se convierte en una pesadilla cuando descubren que la fiesta es una trampa. La novela explora temas como la identidad, la amistad y la violencia. Lo que me gusta de 'Piñata' es cómo Gout utiliza la narrativa no lineal y múltiples perspectivas para mantener al lector en vilo. Es como si estuvieras resolviendo un rompecabezas junto con los personajes. Además, la escritura de Gout es increíblemente atmosférica y evocadora. Puedes sentir la tensión y el miedo que emanan de las páginas. En resumen, 'Piñata' es un libro que te mantendrá en el borde de tu asiento, intentando descubrir qué sucede a continuación. ¿Quieres leerlo?

Jimin se interesó.

—Sí, suena intrigante. Me gustará leerlo.

Sam sonrió.

—Genial, te presto mi copia. Realmente me encantan demasiado los misterios.

—Lo puedo notar.

Sam respira profundamente.

—Me encanta el bosque, huele delicioso. Además que es perfecto para pensar.

—Si, también me gusta. Me hace reflexionar. —responde Jimin sin expresión en su rostro.

—Hablando de reflexión, ¿has leído 'El crimen de Oriente Express'? —preguntó.

Jimin se sorprendió.

—Sí, es uno de mis favoritos. Agatha Christie es una genio.

Sam asintió entusiasmado.

—¡Exacto! Me encanta cómo construye la trama y los personajes.

—Sí, es una maestra de la literatura detectivesca.

Sam cambió de tema.

—Hablando de detectives, he estado investigando sobre una desaparición en Seúl. Es algo de lo cual me lo empecé a tomar personal.

Jimin se interesó.

—¿Qué desaparición?

Sam se puso serio.

—Una chica llamada Liz desapareció con su novio hace un año. La policía cree que se fugaron, pero los padres de Liz no creen eso.

—¿Qué hace que los padres de Liz crean que algo malo le pasó?

Sam se encogió de hombros.

—No lo sé, pero hay algo extraño en la historia. Los padres de Liz dicen que su hija nunca los habría dejado sin decir nada. Y hay testigos que vieron a Liz y su novio discutiendo días antes de desaparecer. Según mi investigación, la discusión se dio el día 3 de febrero, en una fiesta de cumpleaños de una amiga de Liz. Ellos se apartaron y caminaron al bosque, no se les vio salir. Aunque cuando los padres de Liz avisaron a la policía, no encontraron la ropa de Liz y algunas cosas.

—Puede ser que ambos llegarán a casa y tomarán sus cosas, tiene sentido lo que dice la policía.

Jimin se puso pensativo.

—Eso pensé al principio, pero resulta que tu Roomie, Jungkook, también estaba metido en esto. Lo vieron hablar con ella la última vez, según su testimonio, Jungkook dijo que ella no pensaba irse con su novio, el cual se llama Jackson, ella quería graduarse y ser veterinaria. Fue uno de los que más se involucró, dando entender que algo malo pasó y después los padres de Liz pensaron lo mismo.

—Vaya, al parecer Jungkook puede ocultar algo.

—Aún no he sabido nada más. Pero si ellos dijeron que Liz no sería capaz de hacer algo así, tal vez algo más pasó. Pues ni siquiera dejaron alguna pista de querer vivir juntos.

—Interesante. Me pregunto qué podría haber pasado.

—Sí, me gustaría saber la verdad. ¿Quieres ayudarme a investigar? Digo, sería divertido aunque también un poco peligroso.

Jimin lo miró, su expresión seria.

—¿Estás seguro de que queremos involucrarnos en esto? Hay que dejarle esto a la policía.

Sam se encogió de hombros.

—No lo sé, pero algo me dice que hay más de lo que parece. Puede ser interesante, hasta lo que llevo, creo que la familia de Liz y de tu Roomie Jungkook y la amiga de Liz, tienen razón en algo, a todos les dijo que quería ir a esa universidad de aquí de Seúl y ser veterinaria, ¡incluso fue aceptada!, no tiene sentido que ella se fuera por amor.

Jimin regresó su mirada al libro. Sam rompió el silencio que se creó después de lo que hablaron.

—Me gustan los misterios, una vez resolví uno de pequeño. —comenta Jimin—. Aunque por amor y dejar tus sueños me parece patético.

—Jimin, ¿No crees en el amor?

Jimin se detuvo y lo miró con una expresión fría.

—El amor es una ilusión. —dijo con voz baja y antipática.

Sam se sorprendió.

—¿Qué quieres decir?

Jimin se encogió de hombros.

—La gente hace estupideces por amor. Se vuelven ciegas, ignoran la realidad y se destruyen mutuamente.

Sam se sintió incómodo con la respuesta de Jimin.

—Pero también puede ser hermoso. —dijo— Cuando se encuentra a esa persona, el amor puede ser algo casi mágico.

Jimin se rió con desdén.

—La gente se enamora de la idea de amor, no de la persona en sí. Es una fantasía que se desvanece pronto.

Sam se sintió confundido.

—¿Nunca has estado enamorado?

Jimin se puso serio.

—No. Y no quiero estarlo.

Sam se sintió incómodo con la respuesta de Jimin y decidió cambiar de tema.

—Tal vez... pero si jamás lo experimentas, no serías humano. El amor llega y sin previo aviso, te confunde y ¡Bam! Ahí es cuando te ves atrapado. Tal vez Liz se dio cuenta de ello.

—Oh, la mataron por ilusa.

—Bueno, y que libro me trajiste a mi. —cambio de tema.

La conversación había terminado, pero la pregunta de Sam seguía resonando en la mente de Jimin. ¿Qué había pasado en su pasado para que viera el amor de esa manera?

Jimin no entendía nada de amor y no le interesa, aunque sabe que Sam tiene razón. Llega cuando menos lo esperamos.

Jungkook camino al bosque ya que iba por Jimin, a pesar de lo que le dijo, no dejará que ocurra algo raro, cuando lo visualiza, ve a ese tal Sam. Ambos discutían de algo, no se veía tan mal tipo pero no descarta lo que Hoseok le contó.

—¡Jimin! —le grita a lo que ambos chicos lo ven— ¡Ya es hora de cenar, baja! —mete sus manos en su sudadera, lo que Jimin al verlo vestido de esa manera le hizo tragar grueso.

—Tengo que irme. —le dice a Sam quien solo asintió.

Ambos bajan y Sam toma su bici.

—Hola, soy Sam Sinclair. —estira su mano para saludarlo a lo que Jungkook la toma.

—Jeon Jungkook. —dice serio.

Sam sintió la mirada pesada del alto chico, lo que sonrió nervioso.

—Sam, antes de que te vayas, este es mi número. —le entrega una nota—. Ya cuento con móvil.

—Genial, te estaré mandando sobre, ya sabes.

Jimin asintió sin emoción.

—Claro, nos vemos.

Sam se despide y se marcha. Jungkook frunce el ceño, no le da buena espina ese Sam. Se marcha con Jimin.

Tal vez empezarían con algo que tal vez tenga consecuencias, pero también algo bueno. En especial con Jimin, quien se siente raro cuando ve a Jungkook.

Las cosas se pondrán interesante...
Nos vemos pronto.