«Agosto, 01. Chiang Mai, Tailandia.

Una carta muda, con mucho cariño.

Hola, pequeño.

Cuando leas esto, no estaremos en las mismas tierras. Y te pido perdón, por eso y por todo.

Te quiero, te quiero tanto y de una manera que es medio imposible de explicar. Tu madre me hizo entender que las mariposas en el estómago son nervios, y que esos nervios eran porque me estaba enamorando de tí. Y sí, claro que me gustas, aunque seamos pequeños y aún faltan cosas qué aprender.

Hay tanto que quisiera contarte, FotFot, sobre mí vida y mí familia, o el porqué no puedo hablar. No me alcanzaría la tinta y me haría falta más papel para que entiendas el porqué de muchas cosas. Espero en el futuro poder explicarme.

Y si soy tu persona especial, no te ates a mí, por favor. Este tren que tomé, no sé cuando tenga boletos disponibles para regresar. Sé que tan inteligente eres, tú lo entenderás. Y sino, con el tiempo te darás cuenta. Tienes que continuar tu vida, FotFot, no lo olvides.

Cuida de Phuwin por mí. Pasa más tiempo con él, y no lo dejes solo en la cocina de tu casa, por favor. La va a incendiar, y tu casa es muy bonita.

Tampoco te alejes de Namtan. Es una tonta, pero te quiere. Sí, te quiere aunque estuviste a nada de patearle el trasero y humillarla frente a todos nuestros compañeros por mi culpa.

Hazle caso a mamá TaeHa (ella me adoptó el día que fui a tu casa sin avisar antes:D) No cortes tu cabello precioso, aliméntate a horario, duerme bien, y por favor, Fot...

BÁÑATE, MUGROSO.

Ay nooooo, mentira, siempre eres bonito><

Tengo que irme... Hasta que el destino nos junte otra vez <3

Te quiere, tu Gemini.
G-CM-N»

Fourth lloraba, y lo último escrito ya no daba risa como las primeras veces, para contrastar su tristeza. Eran las cinco de la mañana del día lunes primero de marzo, a las ocho daban inicio las clases y no había podido dormir. Ya era una costumbre no conciliar el sueño y releer la carta una y otra vez, observando la mitad del dije morado con forma de corazón -a la mitad, claro- que esa última noche le había regalado.

Habían pasado casi cinco meses desde la partida de Gemini a vaya a saber dónde. El celular viejo que le dejó a TaeHa para mantener contacto no servía de mucho, puesto que del otro lado no había respuesta alguna. De todas formas, todos y cada día, Fourth le enviaba un mensaje nuevo con la esperanza de que quizá, el mayor respondiera.

Por desgracia, no supo nada de Gemini ese año, ni el siguiente, ni el otro.

Y a medida que el tiempo avanzaba, Fourth iba dejando de lado la obsesión que se había generado con él. A tal punto que pensaba en él vagamente como un mejor amigo de la infancia o algo así, y aunque sentía un vacío en el pecho cuando lo recordaba entre sueños, no podía saber su nombre o ponerle un rostro siquiera, la vida sigue.

Y como Gemini pedía en la carta, que quedó perdida entre tantas otras cosas como la libreta y anotaciones que hacía de pequeño, la vida de Fourth siguió sin él.

estado: llorading 😭

porq yo tampoco quiero sufrir, voy a subir otro capítulo más...

© ʟᴀsᴠᴏᴄᴇsᴅᴇᴍɪ_ᴄᴀʙᴇᴢᴀ