☁︎𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 6☁︎
(Advertencia: El siguiente capítulo contendrá escenas de sex0 y lenguaje un poco inapropiado, si eres sensible a este tipo de cosas, te invito a no leas y esperes a los siguientes capítulos) PD: hice mi mayor esfuerzo con el la narración, es la primera vez que lo hago, pido disculpas si no es como lo esperaban.
Narrador Omnisciente
Viernes por la tarde, estaba un ojiceleste terminando de ordenar su escritorio, engrapando papeles importantes, archivandolos, guardandolos en carpetas y por orden de importación.
La razón de esto es que quería llegar temprano a casa, pues según el horario que tenía con los chicos, hoy le tocaba a él pasar la noche con su amada Yume.
Cuando observo que todo estaba en orden, salió de su oficina directo al ascensor, para seguidamente marcar el piso del estacionamiento subterráneo e ir directo a su carro.
En lo que manejaba, estaba pensando que posiciones podría hacer con su esposa, estuvo investigando en varios sitios como poder hacer sentir placer a tu pareja. Incluso con ayuda de Suguru, aprendió que partes del cuerpo humano se necesita estimular para mayor placer y que no solo sea su coño.
De tan solo imaginar como haría llorar de placer a su esposa hacia que su pene se pusieron duro. Se relamio los labios deseando llegar a la casa para poder enterrar su cara en el coño de su amada.
Una cuadra antes de llegar, se bajó y paso a un super que están abierto, entro y busco el chocolate derretido.
Ya con eso en mano, fue a pagar y volvió a su auto en marcha a su hogar.
Cuando llegó y abrió la puerta, observo que ninguno de los muchachos estaba ahí, lo cual se acercó al refri para observar que hoy harían horas extras. Sonrió por eso.
Al parecer el día de hoy la suerte estaba de su lado. No tendría piedad con ella.
Camino directo a la habitación donde su linda peliroja lo esperaba con una sexy lencería rosa. Sus ojos se dilataron ante tal escena.
Era ella sentada tipo W en la cama, con su cabello suelto que caiga como cascadas de fuego por su escotado pecho, el cual solo hacia que quisiera enterrar su rostro en el y morir asfixiado en medio de sus suculentas gemelas. La lencería contaba con unas medias rosas con encaje en la parte superior que estaba en el muslo, el sostén de un rosa un poco más fuerte tenia encajes de vuelitos y un broche en forma de corazón en medio sus pechos.
Gojo solo tragaba grueso mientras la observaba manosear y aplastar ella misma sus senos, intentando provocarlo.
Y vaya que lo logro, pues en lo que se acercaba iba desabrochando su corbata lentamente para luego lanzarla por alguna parte de la habitación, y desabotonaba uno por uno los botones de su camisa.
Ya cerca de la cama se mantuvo de pie frente a ella, y fue entonces cuando su actitud cambió.
Sus ojos celestes pasaron a tener una mirada más filosa y pesada, esa mirada de deseo de Satoru solo hizo que Yume se mojara más de lo que ya estaba.
Sin más saco a relucir su lado más dominante, haciendo su voz más grave por la excitación, ordenó a la oji dorada que desabrochara su pantalón y sacará su miembro de este.
Fue entonces cuando el pene del albino golpeó la cara de la chica, estaba tan erecto que lo primero que hizo fue darle una cachetada como bienvenida.
-Chupalo-ordeno con una voz más grave de lo normal, mientras la agarraba del cabello y acercaba su pene a su boca.
Obediente la chica empezó abrir la boca para meterlo dentro, en cuanto la abrió se vio un monton de hilos de saliva, dándole una vista tan lasiva al albino, que sin contenerse metió su miembro de una estocada en la boca de la peliroja.
-Ah~-suspiro satisfactoriamente el hombre cuando entro.
La chica empezó con un vaiven lento de adelante hacia atrás, sacando suspiros por parte del albino y arcadas por parte de ella.
Lo metió completo para seguidamente sacarlo y embarrar de saliva todo su falo largo, lo volvió a meter y con el resto que sobró empezó a masajear. Con su otra mano agarraba y apretaba sus bolas sacando más suspiros del chico.
Con el pedazo de carne dentro su lengua empezó hacer círculos al rededor de la cabeza en forma de hongo, sacando un gemido de Satoru.
Sonrojada, con lágrimas en sus ojos, y haciéndole una mamada, esa imagen era una gran bendición para Gojo, quien cada vez se estaba acercando más a su liberación.
Pero no conforme, Yume saco su pene de su boca, para luego chupar y lamer sus testículos estimulando más al hombre, quien ya están sonrojado y jadeaba peor que perro luego de salir a correr.
-Cuidado con los dientes cariño~
Asintiendo solo seguiste en lo tuyo, dejando sus testículos, sentiste como ya iba a acabar, por lo tanto lo metiste una vez más en tu boca; aprovechando eso, Gojo hizo más fuerte su agarre en tu cabello y con una última embestida, lo metió profundamente hasta que su pene llegó a tu laringe y ahi soltó todo su semen.
Fue tanto que tus cachetes se llenaron y varias hilos y gotas de semen se salían por las orillas de tu boca.
-Si lo botas, te castigo-te miro serio- tragalo.
Queriendo llevar la contraria y más exitada al oír sobre castigarte, lo soltaste todo. El semen cayó de tu boca directo al suelo, soltando un suspiro lo miraste rentadoramente.
-Q-quiero ver qué lo i-intentes-sonreiste burlonamente.
El hombre soltó una carcajadas, para luego agarrarte de tus cachetes con una mano, fue tanta la fuerza y presión en estos, que lo más seguro es que dejaría una marca de sus dedos:-Acabas de ganarte 1 mes en silla de ruedas, cariño mío.
Sin más te soltó de un empujón en la cama, haciendo que te fueras de espalda y calleras en esta, para ver cómo Satoru sostenía su corbata que recogió del suelo y amarrarte en el respaldar de su cama.
Un brillo malisioso se veía en su mirada, siendo está más oscuro por la dilatación de sus pupilas.
Se quito su pantalón y boxers lanzandolos en alguna parte de la habitación y se acercó gateando hasta quedar a centímetros de tu rostro rojo.
Tentando acercó sus labios robandolos provocandote y sacandote un suspiro de necesidad por besarlo.
-S-satoru-gemiste pidiendo, eso solo provocó que su ego creciera y sonriera más.
-¿Que quieres?-te miro directo a tus ojos llorosos- vamos mi amor, ruegame ¿Que quieres?
-B-besame, por favor- rogaste, y como buen esposo obedeció a tu pedido.
Pero...
No especificaste en que labios debía besarte.
Alejándose de tu rostro, lo cual te dejo confundida, viste como empezaba a besar y jugar con tus senos, lamiendo y mordiendo dónde se le daba la gana. Marcas de mordiscos, chupetones de todos los colores estaban en tus pechos.
Tus pobres pezones están tan erectos, tan sensibles y rosados por tanta estimulación que te daba el más alto, que tú coño estaba palpitando se mojaba cada vez mas.
Arto del estorboso brasier, el hombre lo hizo arrancado de tu pecho y con sus grandes manos, masajeo con más fuerza y ganas tus tetas.
Pellizcaba y mordía con tantas ganas tus pobres pezones, que pensaste que te los arrancaría. Tu mente se nublaba de tanto placer que provocaba tu pareja, que lo único que venía a tu mente era que te comiera y cogiera como cajón que no cierra.
Satisfecho con las marcas que te hizo, empezó a repartir besos por tu abdomen y estómago. Recordó que el ombligo y parte inferior de este, es un lugar muy sensible para varias personas.
Así que curioso soplo y observo como te retorcidas por ese gesto, contento empezó estimular esa parte, sacandote gemidos, intentaste morder tus labios para que no se oyeran tan altos.
Pero para Satoru, tus gemidos, jadeos y lloriqueos eran su música favorita en toda su existencia, sin más con su mano abrió tu boca y metió su lengua empezando una batalla entre ustedes, por ver quién tenía el dominio. Ganó él.
Cuando se separó un hilo enorme y largo de saliva los unía:-No vuelvas a callar esa hermosa sinfónica cariño, quiero que todos los vecinos y personas existentes, sepan que mi mujer es tan amada que incluso en la cama es tan buena la cogida que le doy, que necesita gritar y desgarrar su garganta por tanto placer que siente.
Sudorosos estaban los dos, así que asintiendo volvió a bajar su cabeza, para seguir estimulando tu ombligo y de paso con su mano estimular tu necesitado coño y clítoris.
No resistiendo y ya importandote poco lo que dirán los demás, dejaste salir tus gemidos y jadeos. Satoru Gojo estaba haciendo que tocaras el paraíso.
Sentiste un hormigueo en tu parte baja, consecuencia de que estabas apunto de llegar, y él al sentir como tus paredes vaginales le apretaron sus dedos se detuvo, sacandote un jadeo de protesta. Sonriendo por eso saco sus dedos y los lamió, dando una imagen tan candente que ya querías que te cogiera y te tratara como muñeca de trapo.
Satisfecho con tu reacción te tuvo misericordia, entonces por fin rompió tus bragas y observo ese dilatado clítoris. Tus paredes vaginales se veían tan rosadas y mojadas por tanta exitacion, que su pene se volvió a poner duro queriendo entrar ya.
Pero sacando fuerza de voluntad de dónde no la tenía, te observo y sonrió maliciosamente. Es entonces que entendiste que te daría la mamada del siglo y no iba a parar hasta sacarte por lo menos 2 squirt.
Con sus manos alzó tus piernas y las coloco en sus hombros, agachándose quedando cerca de tu entrada. Estabas tan exitada y estimulada por el hecho de no haberte venido, que la respiración caliente de tu hombre en tu parte baja, solo hizo que lo desearas más, ya querías que te hiciera venir.
-Gracias por la comida~
Fue lo último que escuchaste para sentir como Gojo devoraba tu vagina sin ninguna pena ni consideración contigo.
Su lengua entraba y salía como le daba en gana, mordía, lamía, besaba y succionaba ese coño lleno de fluidos tuyos como si fuera uno de sus dulces favoritos.
Gemias y gemias como si no hubiera un mañana. Era tanto el placer, que tu boca producía tanta saliva que está se salía sola de tus labios.
Sentías como ibas a venirte, y apretando su cara con tus muslos lo hiciste viniendote en su boca. Gustoso la tomo toda y sin dejar su trabajo e importadole poco que ya te liberaste, siguió lamiendo y succionando.
Tu coño rosa, paso a ser de un color rojo.
Gojo sin detenerse agrego está vez una mano y empezó a moverla por tu clítoris sin consideración alguna.
Más gemidos, suspiros y gritos salían de tu boca, la saliva se desbordaba de esta misma y tú mirada estaba tan dilatada que sentías que estabas en una película porno.
Pasando los minutos por fin, tuviste tu primer squirt mojando la cara de tu amante y toda la sabana debajo de ustedes.
Creyendo que ya con eso Satoru te iba a dar un respiro lo miraste para observar como esté solo se secaba su rostro y mirarte como un depredador.
-Esto aún no acaba linda
El fuerte agarre en tus piernas te hizo gemir, las volvió a colocar en sus hombros y ya con el condón puesto, entro de una estocada en ti. Gemiste de dolor y satisfacción.
Joder, la silla de ruedas no la ibas a necesitar, lo que necesitabas era una camilla.
Sin piedad, saco todo su miembro y volvió a entrar más duro que antes. Y así fueron 3 embestidas más y por fin tuvo un ritmo más rápido.
El va y ven te hacia perder la poco cordura que tenías, en esa habitación de ruidosos gemidos, y sonidos lasivos. Se escuchaba como el respaldar de la cama chocaba con la pared del cuarto.
Satoru no te tuvo piedad alguna, lo habías desobedecido y este era tu castigo.
Era tanta la fuerza que estaba aplicando el albino, que unos cuadros de esa misma pared, cayeron al suelo y se rompieron.
Importadole poco, siguió con su labor de cogerte como cajón que no cierra, duro y rápido.
Tanta potencia hacia que sus testiculos golpearan tu culo y al chocar sus pieles hacian un ruidoso clap clap , los aplausos se quedaban cortos con esos sonidos.
-Y-ya-ya no aguanto-pediste cansada.
-Ya-ya casi, ya casi, so-solo un po-poco más
Y unas cuantas embestidas más los dos se corrieron, sugetandote firmemente sin salir de ti, y tus piernas teniendo unos pobres calambres. Nada más con la vista nublada veías como estás temblaban aún en los hombros del albino.
Suspirando salió de ti, y se acercó para besarte, buscando tu lengua y succionarla dando finalizado su beso.
Se quito el condón y lo lanzo al tacho de basura, para después desatarte las manos, las cuales estaban rojas y con una marca por la fricción que causó la corbata en ellas.
Las tomo entre sus manos y después las beso, para dejarlas descansar.
Aún con los espamos anteriores, viste como se acercó a tu oído para susurrarte:-Esto aún no termina, tenemos toda la noche y madrugada.
Solo podías mirarlo con tus ojos abiertos de la impresión, a lo que esté sonrió con suficiencia.
-¿Q-que?-consternada y sin aliento lo miraste como se ponía otro condón, y su pene se volvía a levantar duramente.
-Oh cariño, haré que mis venas queden marcadas en deliciosa vagina.
Sin más, viste como te daba la vuelta y te ponía en cuatro para sin darte tiempo, entrar en ti, sacandote un gemido.
Definitivamente los vecinos no durmieron esa noche por tremendo escándalo.
Extra
Al día siguiente cuando ya todos estaban en el departamento, se oyó como tocaban el timbre. Toji quien era el más cercano abrió la puerta para observando como Satoru entraba con una pobre peliroja en una silla de ruedas.
Los 4 hombres restantes solo observaron los moretones y chupetones que la fémina tenía en su cuerpo.
-¿Se divirtieron?-pregunto burlonamente el pelirosa
Antes de que la chica le pudiera reclamar, Nanamin salía de la habitación de ayer con los cuadros rotos.
-Creo que esto responde a tu pregunta.
La próxima vez, no volvería a molestar a Satoru, pero no sé arrepentía de nada.
Total, caminar nunca fue una opción con ellos como esposos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro