Capitulo 7
Al día siguiente te levantaste como era costumbre. Pero esta vez era diferente.
No estabas en tu casa.
Suspiraste y se sentaste en la orilla de la cama reflexionando como habías acabado ahí.
— Cómo terminé aquí? — dijiste para ti misma
— Solo por que me provocarás no significa que estaba a tus pies... — escuchaste la voz de Rin
— Eso... Solo quería jugar
— Pues, ahora aguanta el juego~
Rin dejo la bandeja de comida que tenia en la mesa de noche.
Y saco del bolsillo de su pantalón una crema.
La destapó y la puso en tu mejilla donde el día anterior te dio la cachetada.
— Duele? — preguntó
— Un poco...
— Si me hicieras caso esto no pasaría
Guardaste silencio y sólo viste al piso.
Tal vez, si me lo merezco
Pensaste
— Listo~ come por que en un rato saldremos~
Salió del lugar y empezaste a comer, hasta que terminaste el llegó.
Te trajo con el una muda de ropa y te dio el tiempo para cambiarte.
Esa tarde estuvieron de compras, el te dijo que estarías un tiempo con el y que necesitabas ropa.
Parecían una pareja sana y normal frente a las demás personas.
Pero no era así, Rindou era controlador.
Cuando llegaron al departamento te llevó directo a la habitación donde estarías por ese lapso de tiempo.
Te dejó ahí y se fue un rato, aprovechaste y sacaste el teléfono que tenías bajo el colchón.
Cuando llegaste lograste meter tu teléfono en tu sostén.
Y estuvo ahí durante bastante tiempo, hasta que lograste sacarlo y esconderlo.
Marcaste a la policía y esperaste a que respondieran.
— Hola? Necesito ayuda, estoy-
No pudiste terminar por que te quitaron el teléfono, Rindou te lo quito.
Lo tiro al piso y seguido de eso lo piso, sacó su arma y empezó a dispararle al dispositivo.
— Que mierda haces? — preguntó furioso Rin
— Necesitaba encontrar una manera para huir...
Te tomó de las muñecas y las apretó fuerte llegando al punto de lastimarte
— Me lastimas... — le dijiste pero lo ignoro
— Dije que te querías aquí! ¿Qué parte no entendiste — guardaste silencio — Contesta!!
— No puedo seguir aquí sin tener miedo!! — exclamaste — Tengo miedo Rin... Miedo a que alguno de tus amigos me mate...
— Tsk — te soltó — Nadie te hara daño, ahora quedate aquí, ya vuelvo
Salió y dejó la puerta cerrada desde afuera, sobaste tus muñecas, estaban rojas y tenían las marcas.
Nada estaba bien.
Mientras tanto afuera estaba Rindou dándole una advertencia de muerte a sus compañeros de trabajo.
— Si alguien pone un dedo encima, le corto la mano ¿entendido? — amenazó Rin
— La niña~? — dijo Sanzu — Si supieras todo lo que le quiero hacer~
— Sanzu callate, Rindou no está jugando — le regaño Ran
Al final, ahora tenías la seguridad y certeza de que nadie te iba a hacer nada.
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