Capitulo 10
Llegaron a una gran bodega abandonada.
Todo parecía normal, incluso te emocionaba la idea de lo que era aquella sorpresa.
Que lastima que no era nada de lo que imaginabas.
Draken, tu compañero de trabajo estaba amarrado a un silla, y en la boca tenía una mordaza.
Tenía la vista agachada, pero en cuanto escucho ruido alzó la vista, dejando ver su rostro de odio.
Su vista se volvió de tristeza y se ablando al verte ahí.
—Draken? — dijiste desconcertada
—Te gusta tu sorpresa cariño~?
—Que es esto!? Por que Draken esta aquí!? — preguntaste con miedo ante la respuesta
—Que te lo diga el mismo — respondió quitándole la mordaza
—Maldito! Deja ir a _____ — dijo de inmediato el rubio
—Qué boca tan más sucia tienes, hay que hacer algo con ella no? — dijo Rindou para acercarse a una mesa con varias herramientas en ella —Agarrenla
—No espera que-
No terminaste de hablar cuando Sanzu y Ran te tomaron de los brazos, sentandote en una silla.
Te sujetaron a ella, pero al ver que no quedabas quiera, tuvieron que amarrarte de igual manera que hicieron con Draken.
Ahora no tenía como huir, tu verías todo lo que le harían a Draken.
(ATENCIÓN: De aquí en adelante narrare escenas de tortura, donde vendrá escenas explícitas, que traerán sangre etc. si no es de tu agrado te invito que hasta aquí dejes la lectura hasta el otro
cap)
Verías totalmente todo. Como iban a torturar a tu amigo.
Y tú... No podías hacer nada al respecto.
El chico se coloco unos guantes un tanto gruesos y empezó su tortura.
Rindou tomó una pinza, y obligó a Draken a abrir la boca. Este trató de morderlo pero ya era tarde.
Rindou tomó la lengua de Draken con la pinza, estirandola haciendo que un dolor en garganta apareciera en el rubio.
Tomó un fierro que llevaba tiempo calentandose, con la otra mano con cuidado y la coloco en la lengua de Draken.
El rubio empezó a patear el piso por el ardor que sentía en la lengua, lo caliente al instante hacia que su lengua cicatrizara sin dejar caer sangre.
—Ahora si... — dijo el dejando de quemar la lengua del rubio —Aún piensas que _____ está secuestradas?
Draken no podía hablar, y sólo le mando una mirada de odio a Rin, y luego vio con ojos de miedo a la chica.
Como si estuviera pidiendo ayuda con la mirada. Hasta que pequeñas lágrimas salían de él, queriendo que esta tortura acabará.
Lágrimas salían de los ojos de la chica.
—Hiciste llorar a mi chica~ —dijo decepcionado Rin —Mereces un castigo por eso~
—NO!!! —gritaste Rin te vio con enojo
—Callenla —ordenó el, y Sanzu de puso una mordaza
Sanzu dejó a su chica de lado y continuó con Draken y con la misma pinza que había tomado su lengua la uso para sus manos.
Ya que están estaban inmóviles, se le hizo más fácil arrancarle las uñas una por una.
Dejando debajo de su mano un vaso grande para que cayera toda la sangre. Y una vez le quito la cinco uñas de una mano, tomó un martillo y empezó a golpear aquella mano que recién se le habían arrancado las uñas, a golpearla con el martillo.
Repitió el mismo proceso con la otra mano.
—Vamos di ah~ — exclamó Rin para abrir la boca de Draken y tirar a ella toda la sangre que había recolectado de sus uñas.
El rubio de inmediato empezó a escupirlo todo, el ardor de su lengua, y el líquido rojo que llevaba unas cuantas uñas, hizo que no pudiera más.
Y se vómito sobre sí mismo.
—Que asco
Dijo con disgusto Sanzu al ver el desastre que ocasionó Rin.
—Ran, tienes listo lo que te pedí? —dijo el ya para terminar con su trabajo.
—Lleva calentandose desde que empezaste~
Ran se fue, y cuando volvió con el iba una olla grande con un líquido caliente dentro de él.
Aceite caliente
El aceite llevaba calentandose desde que Rin empezó a torturar a Draken, que llegó al punto de empezar a hervir.
A unos dos metros arriba de Draken había otra plataforma, ahí se subió Ran.
—Alejense~ estoy por tirarlo~
Comentó Ran, Rin se alejo y todo el aceite caliente cayó sobre el cuerpo de Draken.
El rubio empezó a gritar, tratar de zafarse por el calor y como le quemaba la piel el aceite.
Pero nadie iba a salvarlo.
Tú solo decidiste no ver, cerraste los ojos y bajaste la mirada, lo único que escuchabas eran los gritos de Draken. Y risas de los demás.
—Que haremos con el? —preguntó Sanzu
—Déjenlo morirá después —comentó Rin, se acercó a ti, e hizo que alzará la mirada —Ves hermosa, esto lo provocaste tú....
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