𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝟏𝟎

—Chan Hyung, llegaste. —Jisung sonrió al ver al castaño entrar por la puerta, últimamente no habían pasado mucho tiempo juntos y el menor a veces lo extrañaba.

—¿Pasó algo? Casi nunca me llamas al salón de música a las cinco de la tarde. —Sonrió y se apoyó en una mesa, esperando la respuesta del más bajo.

—Debo preguntarte algo, muy importante. —Jugó con sus manos.— ¿Eres tu el de la nota?

—¿Qué nota?

—La que estaba en mi libro de Matemáticas, lo conseguí en la feria a principio de año, en el puesto de Minho Hyung.

Jisung recordaba ese día como si fuera ayer, cómo llegó al puesto de Minho y revisó el libro para comprarlo, ansioso por el nuevo año, por nuevas experiencias, nuevos sentimientos. Cuando le entregó el dinero al rubio y este sonrió, mostrando sus dientes de conejito. Desde aquel día, sin siquiera pensarlo, encontró nuevos amigos. Encontró su felicidad, Minho.

—Yo no te he escrito una nota, no te conocía. —Explicó con calma.— Minho te conocía desde antes, nos hablaba de ti el año pasado, todos te conocíamos como “El chico de pelo desordenado y mejillas lindas”, ya que así te describía Minho.

—¿Eh? —Su voz salió débil. La reciente información martillaba en su cabeza sin parar, como si quisiera romperla. Estaba confundido. Minho le había dicho que no tenía idea de quién le había enviado esa nota.

—Solo sé eso.

—Chan. —El rubio entró al salón, sin percatarse de la presencia del menor, hasta que estuvo enfrente de los dos.

—Minho, ¿Todo bien? —Chan preguntó, mientras Jisung seguía en un estado de trance, apreciando al rubio en frente de el.

—¿Puedes dejarme con Jisung, un momento? —El contrario asintió, saliendo de la sala. Minho se dirigió a Jisung, este no respondía sus llamados.

—Fuiste tu. —Pronunció. El rubio quedó estático, sin saber que decir o cómo defenderse.— ¿Tu pusiste esa nota y luego actuaste como si no me conocieras, cierto?

—Jisung, calma.

—¿Quieres que me calme? ¡Me has estado mintiendo! —Escupió las palabras, cómo si alguien se las pudiera arrebatar.— ¿Cómo voy a saber si lo que dices de ahora en adelante es real?

—Jisung, todo lo que siento por ti es real.

—¿Y no quisiste decírmelo? —Gritó.— Yo... ¡A mi enserio me gustas! Pero saber que fuiste tu el de la nota, no sé si me alegra o me decepciona.

—¿Puedes escucharme? Planeaba decírtelo pero...

—¿Te gustaba ver cómo buscaba cómo tonto el autor de esta nota? —Sacó dicha hoja de su bolsillo.

—No, nunca me gustó. —Soltó.— Me dolía ser tan cobarde y no poder decirte todo a la cara, me dolía tener que guardar este secreto por tanto tiempo, porqué sabía que cuanto más tiempo pasara, más te ibas a enojar conmigo y no estaba preparado para estar lejos de ti.

—¿Estar lejos de mi? —Soltó una pequeña risa dolida.— ¿Si me lo hubieras dicho desde un principio, no crees que las cosas hubieran ido mejor?

—Lo sé, me arrepiento. —Bajó la cabeza.

—Necesito un tiempo. —Minho lo miró a los ojos, cómo si le estuvieran quitando un pedazo de su corazón.— Me siento inseguro con todo esto. Necesito entenderlo.

—Déjalo así Minho. —Hyunjin apareció por la puerta, llegando a su lado. Había escuchado la conversación y se sentía orgulloso de las palabras de su mejor amigo. Trató de explicar su punto, y eso era suficiente.

Jisung salió del salón y consecutivamente, Minho se aferró a Hyunjin, soltando algunas pequeñas lágrimas. Sabía que iba a doler, pero no sabía que tanto.

(...)

—¿Fuiste tu? —Hyunjin cuestionó a Chan apenas llegó a la mesa.

—No sabía que era importante, lo juro. No fue con mala intención. —El castaño se sentía mal. No quería arruinar las cosas entre esos dos chicos, menos ver a su amigo llorar.

—Lo sé Chan, pero pudiste haberlo dicho con más cuidado. —Suspiró.— Minho se retiró de la escuela temprano, dijo que le dolía la cabeza.

—Espero no se coma la cabeza con lo de Jisung. Solo espero que los dos entiendan cómo se siente el otro.