★ 𝟎𝟐𝟑: starlight
023.┆ ⋆ ˚。⋆୨୧˚ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗧𝗪𝗘𝗡𝗧𝗬-𝗧𝗛𝗥𝗘𝗘
—Starlight˙✧˖°📷
"He said, "Look at you, worrying so much about things you can't change
You'll spend your whole life singing the blues
If you keep thinking that way"
He was tryna to skip rocks on the ocean saying to me"
—T.S
Siempre he odiado las discusiones y pese a aquel hecho, de algun modo constantemente soy participe de estas.
A los adultos les estaba resultando imposible concluir un acuerdo relacionado con el como actuar asertivamente: huir o defender la prisión.
En cuanto a mi, yo solo tengo demasiado sueño.
Bueno, tampoco. En realidad, estoy firmemente convencida de que lo mejor es quedarnos a luchar por este lugar el cual, con el poco tiempo que hemos estado aquí, se ha convertido en el hogar de todos y vale la pena.
Es verdad, sobrevivimos todo el invierno y un poco más alla fuera pero ¿acaso no lo hicimos con un creciente miedo de que en un instante todo nuestro esfuerzo se desvaneciera y reduciera a cenizas?
Sumando a semejante grimlin que es Judith, no tenemos futuro vagando por lo que en algún tiempo fue un planeta de humanos.
—No nos iremos —sentenció Rick con suma autoridad.
—No podemos quedarnos aquí —reiteró Hershel, quien firmemente creía que lo mejor por hacer era escapar.
—¿Y que si hay otro francotirador? —comenté, alzando mis cejas.
—Una tabla de madera no servirá —agregó Sophia ironizando su hablar.
—Ni siquiera podemos salir —apoyó Carl a mi lado con su hermana en brazos.
Bueno, en realidad parecía que estaba cargando un saco de papas. Pero no podemos juzgarlo, es hermano primerizo.
—Ni a luz del día, no tiene caso —finalicé.
Hubo un silencio en el cual todos los presentes prefirieron ignorar a nosotros, los pequeños.
—Rick dice que no vamos a huir y no lo haremos —declaró papá.
—No, es mejor vivir como ratas —bromeó Merle.
Por que si, el venia de acompañanante del ballestero.
—¿Tienes una idea mejor? —rechistando le cuestiono el lider.
—Si, debimos habernos ido desde anoche y vivir para luchar otra batalla pero se nos fue esa oportunidad, seguro tiene exploradores en los caminos que salen de aquí.
—Eso ni siquiera es una idea, solo estas echando en cara algo que pudimos haber hecho, pero sin contribuir nada —farfulle con mis brazos cruzados.
Carl, quien se dio cuenta de mi floreciente irritación, coloco una mano en mi hombro.
—Aurora —advirtió Rick levemente.
—No le tenemos miedo a ese imbecil —siseo Daryl.
—Deberían, eso del camión y la reja no es más que solo tocar el timbre para él, puede que tengamos muros fuertes pero el tiene armas y gente, si controla los terrenos altos, rayos, podría hacernos morir de hambre.
—Dios, pongamoslo en otro bloque de celdas —pidió Sophia.
—No, tiene razón.
—Al diablo, ¡es todo tu culpa, tu fuiste quien inició esto! Si no nos hubieras secuestrado, Rick y los demás no habrían atacado Woodburry —recalqué, posicionando mi postura de pie.
—¡Aurora! —nuevamente regañó el antes nombrado, esta vez elevando su tono de voz.
—¿Qué importa quién tiene la culpa? ¿Qué haremos ahora? —interfirió Carl, jalando mi brazo suavemente hasta recolocarme a su lado.
Como te odio, bonito.
—Ya dije que deberiamos irnos —repitió papá Hershel por cuantesima vez en los ultimos minutos—. Axel esta muerto, no podemos permanecer aquí sentados.
Rick bajo la mirada y se preparo para evitar secamente tomar una decisión nuevamente, al dar los primeros pasos el tono elevado del anciano lo detuvo:
—¡Vuelve aquí!
Con tán solo aquellas dos palabras provoco que el miedo me sucumbiera, creanme: Hershel enojado no es alguien agradable.
Sin embargo, durante el apocalipsis no habia alzado la voz de tal manera fuera de la vez que los de este grupo forcejearon la puerta del granero y acabaron con su familia.
Rick se detuvo, más no volteo a verlo.
—Te estamos perdiendo, todos lo hemos visto y entendemos por qué pero ahora no es el momento, una vez dijiste que esto no es una democracia, ahora tienes que hacerlo valer, puse la vida de mi familia en tus manos...aclara tus ideas y haz algo.
Todos estaban ausentes. Bueno, figurativamente: parece ser que la pequeña discusión de hace un rato alteró el orden entre nosotros, una parte del grupo simplemente decidió encerrarse en su celda a tomar una siesta o, en el caso de Carl, tratar de concientizar a su papá.
¿Yo? Yo no hago nada más que dar vueltas por el comedor, lastimando mis uñas hasta sangrar.
Aquello era un hábito que me había acompañado alrededor de mis doce cortos y ajetreados años de vida. Y esto era un detonante de otros sucesos, como el enojo de mis papás.
Ellos estaban al tanto de esta constante costumbre y cada vez que observaban los bordes de mis uñas tomar un color rojizo, solían castigarme por ello.
O bien, me gustaba creer que alguno que otro factor también tenía que ver y por ende, solo buscaban algo en que descargar su ira. Poniéndolo así, prefería que lo hicieran conmigo antes de que se dañaran a ellos mismos.
Pero mi hermano no creía lo mismo, al contrario, parecía tratar de hacer todo lo que estaba en sus manos por evitar que vieran mis manos o directamente convencerme de que dejara de hacerlo.
Un rastro ficticio de ardor cosquilleó la palma de mi mano, descifrando un recuerdo borrado de mi memoria.
Mis manos ensangrentadas.
Un accidente.
Súplicas.
Curitas de muchos, muchos colores.
El.
La pesadez en mi estómago y el repentino arrebatamiento de aire provocaron que cayera de rodillas al suelo.
En aquel instante todo era incierto: lo que pase y lo que no. Carecía de conocimiento para saber si tenía algún motivo para enojarme, para estar triste o para alterarme como lo estoy haciendo ahora.
Flashbacks sanguinarios confusos y borrosos venían a mi mente, complicando aún más mi guerra interna.
Y lo peor era que la única persona capaz de darme respuestas había muerto. Mi hermano estaba muerto.
Trague saliva con dureza mientras observaba aquellos converse con telarañas dibujadas dirigirse hacia mi, por la mente de Carl pasarían miles de ideas del por que me encuentro así, y ninguna sería acertada.
Sus brazos envolvieron mi cuerpo en un suave abrazo, propiciándome calor. Su mano acarició mi pelo lentamente, algo inseguro.
—Hable con papá, tal vez mañana vayamos en busca de suministros, armas. Se que te frustra que no hagan nada aún pero por favor, no te preocupes por eso y deja de pensarlo tanto, no estás viviendo debidamente y ya se lo que dirás pero a pesar de estar en un apocalipsis, yo creo que todavía tenemos lugar en el mundo.
Apreté mis labios formando una línea con estos.
Yo a Carl le podría creer todo, ir con los ojos cerrados tras de él, pero aquello no era más que una mentira la cual había aceptado hace ya un tiempo.
—Tal vez este lugar ya no pueda ser considerado seguro, pero haré todo lo que esté en mis manos para que nosotros estemos bien.
Nos separamos un poco, aun frente a frente del otro.
Esboce una sonrisa, permitiéndome disfrutar del pequeño momento que estaba teniendo con Grimes.
—¿Y tu desde cuando eres tan romántico? —pregunté burlonamente, sorprendiendo
incluso a mi misma de siquiera pensar en esto como algo romántico.
—Pues, digamos que mi mamá me obligaba a ver muchas películas románticas de los noventa.
Me reí sin pena alguna, aunque verdaderamente aquello para mí resultaba sumamente tierno.
Finalmente él se puso de pie hasta extender su mano para que yo imitara su acción, una vez hicimos esto nos percatamos de que, en realidad, no estábamos solos.
Desconocía por cuanto tiempo Merle había estado ahí, pero de acuerdo con su expresión desconcertada, algo habrá escuchado.
—Santo cielo hermano, hasta el Woody de tiendita china tiene más vida amorosa que tú —exclamó a la vez que subía los escalones, esperando que el otro Dixon, quien ya se encontraba en la parte superior del pabellón, lo escuchara.
—Si lo dices...—comenzó el.
—¡Woody de tiendita china! —chille, alzando mis brazos para después tomar su tan aclamado sombrero y colocarlo en mi cabeza, este me quedaba levemente grande y por supuesto que el ojiazul no pasó esto por alto.
—Tal vez te quede cuando te crezca el cerebro —bromeó él, riendo.
Yo abrí mi boca con ofendimiento y comencé a corretearlo por todo el lugar delimitado.
—¡Carl Grimes, ven aquí!
La mayoría del grupo, por no decir todos, nos encontrábamos haciendo guardia.
No entendía por qué esperar hasta mañana para ir a hacer algo que debimos de haber hecho hace un tiempo, pero es la dictadura de Rick y así se va a quedar.
Con ambas manos resguardaba mi pistola, en una posición que me permitía actuar rápidamente en caso de que Sophia divisara algo con sus binoculares.
—Asignemosle una casa de Harry Potter a cada uno de los miembros del grupo —propusó y a modo de respuesta yo asentí—. Uh, Carl.
—El tiene cara de...
—¿El amor de tu vida?
—No, a parte —murmure y al rodar mis ojos le proporcione un leve codazo en el costado de su estómago—. Gryffindor definitivamente.
—Concuerdo, concuerdo. Hey, ¿acaso dijiste "a parte"? ¿Ves? ¡Yo lo sabía, lo de que tengan tres hijos llamados Betty, Augustine y James se hará realidad! —voceo, entusiasmadísima.
—Como odio no poder molestarte con nadie —señale, cruzándome de brazos más no negando nada de lo anterior.
—Robert Pattinson existe.
—Soph, es un actor que te triplica la edad —recalque, divertida.
—Esos son los mejores.
—¡Probablemente este siete metros bajo tierra!
—Por eso.
Negué con mi cabeza para posteriormente mirar a la rubia y con tan solo notar su expresión supe que algo andaba mal.
—Oye, ¿que viste? —cuestione, ya con mis alarmas encendidas.
No obtuve respuesta y en cambio ella solo me paso los binoculares, los cuales me coloque en seguida.
Había un peculiar caminante sin brazos con una especie de cadena rodeando su cuello y detrás de este, una persona se protegía. Como si de un repelente se tratase.
—Mamá —llame—. Hay algo raro ahí afuera, observa.
La antes nombrada uso el franco por unos momentos para después hablar.
—Es Andrea, traigan a Rick y a los demás.
Asentimos e inmediatamente salimos apresuradas a avisarles.
—¿Qué? ¿Como? —cuestionó la Peletier, más para sí misma que para mi, sin embargo de todos modos hable.
—Es verdad, en Woodburry Merle nos lo dijo, ella ha estado con el gobernador, pero no me entra en la cabeza porque está aquí...
Alejando cualquier tipo de pensamiento negativo acerca de ella, le contamos todo a nuestro líder el cual nos dió la orden de prepararnos y volver a nuestras posiciones, esta vez acompañadas de Carl.
Era entendible desconfiar de ella después de haber pasado tanto tiempo con nuestro enemigo.
—Pensaba que ella había muerto cuando nos salvó a mí y a mamá en la granja —contó Sophia.
Yo estaba atenta a cualquier movimiento en falso que Andrea pudiera realizar, pero nada de eso pasó. Rick la inspeccionó con cautela en busca de armas, pero no había rastro de estas, por lo que la dejaron pasar.
Nosotros, los tres pequeños, seguimos al grupo y la primera imagen que vi al entrar fue a Andrea abrazando a Carol.
En cierto modo me parecía de lo más bonito que ella estuviera aquí, era como si el antiguo grupo aún estuviera presente.
—Hershel, Dios mio...no puedo creerlo —exclamó, percatandose de la pierna faltante del anciano—. ¿Dónde está Shane?
—Pasando por el proceso de descomposición en la granja, si vas en los próximos días tal vez aún puedas rescatar sus huesos —solté, sin siquiera pensar en como Carl puede sentirse, arrepintiéndome al instante—. O-osea...
—¡Rory, pero cuanto has crecido, estás tan linda! —exclamó, acercándose hacia mí en busca de un abrazo el cual correspondí, aunque un tanto desconcertada—. ¿Y Lori?
Las caras inexpresivas de ambos Grimes hablaron por sí solas.
—Tuvo una hija, pero no lo logró —relate, sintiendo un vacío en mi estómago de tan solo recordar aquella escena—. T-Dog tampoco sobrevivió.
—Lo siento, oh, lo siento tanto. Rick, yo...¿viven todos aquí?
—Si, en las celdas —respondió Sophia.
—¿Por allí? —apuntó a un pabellón, recibió un asentimiento en la cabeza de casi todos y después se adelantó a decir—: Voy a entrar.
—No te lo permito —frenó Grimes mayor.
—No soy su enemiga, Rick.
—¡Teníamos ese campo y ese patio, hasta que tu novio destruyó la reja con un camión y abrió fuego!
—Dijo que dispararon ustedes primero.
—Pues te mintió —informe.
Tenía que ser un hombre.
—Mató a un prisionero que vivía aquí, Axel —contó Carl con un tono de voz nada agradable, incluso para mi.
—Nos caía bien, era uno de nosotros —añadió Daryl.
—Yo no sabía nada, apenas me enteré, vine aquí. ¡Ni siquiera supe que estuvieron en Woodburry hasta después del tiroteo!
—Eso fue días atrás —bramó Glenn.
—Se los dije, vine en cuanto pude.
Michonne se recargó en la pared y con un ruido captó la atención de la rubia.
—¿Qué les dijiste?
—Nada —contestó la de rastras.
—No lo entiendo. ¡¿Salí de Atlanta con ustedes y ahora soy una extraña?!
Ocho meses cambian muchas cosas.
—¡Casi mata a Michonne, casi nos mata a nosotros, tan solo mira lo que le hizo a Maggie, a Rory! —vociferó papá, furioso.
—¡Él tenía el dedo en el gatillo! —señaló a Merle—. ¿No fue él quién los secuestró? ¿Quién te golpeó? Miren, no puedo justificar ni explicar lo que hizo Phillip.
—Eso estás haciendo ahora —reproche.
Andrea, quien al igual que a los demás del grupo les pareció extraño que de la nada el Club de Huérfanos y una Colada haya decidido comenzar a opinar en las discusiones, me miró extrañada.
—Estoy aquí para unificarnos. Tenemos que solucionar esto.
—No hay nada que solucionar —sentenció Rick—. Tenemos que matarlo, no sé cómo o cuándo, pero lo haremos.
Puedo jurar haber visto como él inclinaba su cabeza levemente a la derecha, y todos sabemos lo que eso significa: peligro.
—Podemos solucionarlo —reiteró ella—. Hay lugar de sobra en Woodburry para todos ustedes.
—¡Ja! Tu sabes que eso no es así.
Uh, medio difícil decidir a quién creerle.
—¿Qué te hace creer que ese hombre quiere negociar? ¿El dijo eso? —intermedio Hershel, el hombre sabio.
—No.
—¿Entonces por qué viniste? —interrogó Rick.
Andrea, como pensando en que responder, tocó el puente de su nariz con intranquilidad.
—Porque se prepara para una guerra. La gente está aterrada, los ven como asesinos. Se entrenan para atacar.
—Te dire que —interrumpió el ballestero—. La próxima vez que veas a Philip, dile que le sacaré el otro ojo.
—Ya hemos soportado demasiado, si quiere guerra, la tendrá —sentenció Glenn.
—Rick, si no te sientas y buscas una solución, no se que puede pasar. El tiene un pueblo entero.
Y nosotros tenemos a un niñero a prueba de balas, es decir, Daryl.
—Mirense, ya perdieron tanto. No pueden seguir solos.
—Si quieres que todo esto pare, debes de ayudarnos a entrar —dije.
—No —negó ella.
—Entonces no hay más que hablar —concluyó Rick, saliendo del sitio.
—¡Hay gente inocente! —proclamó ella, pero ya era tarde, él se había marchado.
Por mi parte, solo podía pensar en una cosa: Andrea y el gobernador son pareja.
Anteriormente no había excavado tanto en ello, pero ahora una idea estaba apareciendo en mi mente y pese a que era buena, me disgustaba pensar en esta.
—Vaya, vaya. Con que el gobernador y Andrea son noviecitos —bromeó Sophia, aunque su semblante cambió repentinamente a uno serio.
—Tiene la oportunidad perfecta para matarlo —hable, cruzándome de brazos.
—Piensas lo mismo que yo, ¿no es así? Lo de asesinarlo después de pasar una noche con él —recibió un asentimiento como respuesta—. ¿Quieres que se lo diga yo?
—Por favor.
Mientras caminaba me percate de que Andrea estaba a punto de irse, por lo que decidí ser más rápida y detenerla.
Si, quería tratar de hacerla entrar en razón acerca de lo mucho que puede hacer de ayuda, pero también quería platicar con ella por al menos unos segundos.
En mis brazos cargaba a la pequeña Judith, claramente no era experta, pero algo más que Carl si se.
—¡Oye! Antes de irte creo que deberías de conocer a esta criatura ahuyentadora del sueño, alias, pequeña destructora.
Una sonrisa iluminó el rostro de la mujer a la vez que extendía sus brazos para poder cargarla, una vez lo hizo volteo a verme.
—Ese es un apodo tan Daryl.
—Bingo —afirmé, sonriendo ampliamente.
—¿Y cómo se llama verdaderamente?
—Judith, Carl eligió su nombre.
La rubia asintió y meció a la pequeña por un par de segundos en los que pareció pensativa.
—¿Qué pasó con Lori?
—Su parto estuvo lleno de complicaciones, dado que ocurrió en medio de la invasión de una horda, Hershel no la pudo atender y Maggie tuvo que practicar la cesárea con mi cuchillo. Carl...Carl fue quien le disparó.
—¿Y Shane? ¿Qué pasó con él?
Apreté mis labios para evitar dejar salir un rastro de mueca de disgusto y conté.
—La noche que dejamos la noche Rick lo mató ya que Shane quería hacerlo primero, todo lo de la desaparición de la lagartija de Monster Inc. fue planeado.
—No me lo creo. Shane amaba a Rick.
—No, Shane solo amaba a Lori.
Andrea negó ligeramente, incapaz de aceptar la realidad.
—Rick está frío, inestable.
—¿Quién no lo estaría después de lo que pasó? Es comprensible.
Un silencio algo incómodo le siguió a esto, ella me observaba tanto como para dejarme pensando en que podía ver a través de mi, preguntándose que había sucedido.
Una sonrisa algo forzada cubrió mi rostro.
—Fue lindo volver a verte —murmure mientras que ella me pasaba a Jud. Nos abrazamos brevemente antes de finalmente despedirnos con la mano.
No mire atrás para ver como Sophia convencía a Andrea, me encamine directamente al pabellón y pase un largo rato en compañía de Beth, quien me utilizó como modelo para hacer sus peinados raros.
Después de la partida de Andrea la noche llegó velozmente y como si de un milagro se tratase el grupo estaba experimentando un momento de paz.
Rick cargaba a su hija en compañía de Carl, Sophia hablaba con su mamá, Beth cantaba, Daryl y Hershel hablaban y Merle hacía muecas de enfado ante la voz de la menor Greene.
No mentiré, ¡lo entiendo completamente! Pero existe algo muy bonito llamado disimular que él debería aprender.
Tome asiento en medio de mis padres frente a la improvisada fogata y me acurruque entre ellos.
—¿Sabías que antes del apocalipsis, la única interacción que Glenn tenía con mujeres era con su mamá y al repartir pizzas? —se burló mamá, provocando que papá pusiera mala cara.
—No, pero lo note desde el grito varonil que pego cuando me encontró —conté, divertida.
—¿Mi cero experiencia con el género feminino es algo malo? —farfulló Glenn, frunciendo el ceño.
—¿Antes? Definitivamente. ¿Ahora? Incluso si ves a una caminante mujer, quedas muerto —advirtió Maggie, los tres reímos.
El cantar de Beth continuaba invadiendo el ambiente y dejando marcas de tranquilidad con esto.
—And a ring made from a spoon, everyone's looking for someone to blame, if you share my bed you share my name...
Era un sentimiento raro.
Era una falsa paz.
🎀 Word Count: 3168
₊✧⋆⭒˚。⋆
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₊✧⋆⭒˚。⋆
──★ My 𝘀𝗽𝗮𝗰𝗲!! 🐍
HOLAA, HASTA Q ACTUALIZO JAJAA
Dato: odio el primer acto de este fic.
Bueno, antes no era así. Pero después empecé a ver como muchos votaban desde la introducción al primer capitulo pero no pasaban del primer acto y ps supongo que es por que no les gusto, pipipipi.
En otras cosas, ¿cual fue su canción fav de Guts (spilled)? La mía def es stranger.
Diganme q no soy la unica que esta harta de los memes de Jojo Siwa 😭
¡Los amo y mil gracias por leer "Mastermind"! 📖💓
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