★ 𝟎𝟎𝟒: blood on the sides of the mountain
004. ┆ ⋆ ˚。⋆୨୧˚ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗙𝗢𝗨𝗥
—Blood On The Sides Of The Mountain *ੈ♡⸝⸝🪐
"The evil it spread like a fever ahead
It was night when you died, my firefly
What could I have said to raise you from the dead?
Oh could I be the sky on the Fourth of July?"
—Sufjan Stevens
El campamento estaba sumido en un silencio total, o al menos así lo percibía desde mi tienda de acampar de la cual no había querido salir, por que esto significaría ver el cuerpo sin vida de miembros de nuestro grupo, ver el cuerpo sin vida de Amy. Entonces, solo permanecía en el colchón de Glenn mirando el "techo". Desconocía que harían con la cantidad de cuerpos, si los enterrarían, quemarían...no, aquello era inhumano. No podían quemar el cuerpo de personas que conocíamos, ¿cierto?
Pase mis manos por mi cara, frustrada, y cambie de posición, ahora quedando boca abajo. Estire mi mano flojamente hacia mi mochila, sacando un libro. Leer me mantendría distraída, me mandaría a otro mundo sin tantas preocupaciones. Pero claro, Carlangas tenia que interrumpir mi lectura como siempre, no había siquiera abierto el libro cuando este ya me estaba arrastrando hacia afuera, por que el muy chismoso quería saber que decisión tomarían los adultos sobre todo lo ocurrido.
—Ven, detrás de la caravana.—indicó, sujetando mis dedos entre los suyos.
—Pero no escucharemos nada.—me queje, rodando mis ojos y agachándome.
—Hablan gritando, claro que lo haremos.—afirmó, haciéndome un gesto para que guarde silencio. Inclinamos nuestras cabezas ligeramente para observar.
—No hablas en serio, no podemos depender de ella.—Daryl comenzó—. ¡La chica muerta es una bomba de tiempo!—vocifero en un tono de voz más elevado.
—¿Que sugieres que hagamos?—cuestiono Rick, no tomándole importancia a las palabras de Daryl, quien se acerco más a el.
¿Beso?
Ah, no. Una discusión, una aburrida.
—Pegarle un tiro. Limpio, en el cerebro—sugirió a la vez que apuntaba a su propia cabeza—, desde aquí. Es imposible que falle desde esta distancia.
No, no lo harían. No podían. Eso le correspondía a Andrea y solo a ella.
—Solo déjenla en paz.—hablo Lori, sentándose en un tronco.
Daryl rodeo el grupo, molesto, y llego hasta Jim, murmurándole algo que no alcanzamos a escuchar. Junto con Morales tomo uno de los cuerpos y comenzaron a arrastrarlos hacia la fogata, pero a aquel hombre lo conocíamos. Si bien jamas cruce palabra con el, era parte del grupo. Tal vez después de todo, no quedaba mucha humanidad.
—Oigan, ¿que están haciendo?—Glenn llamo, asimismo se acercaba hacia ellos. No obtuvo respuesta alguna, es más, lo ignoraron—. Aquí van los caminantes. ¡Nuestra gente va a allá!
Gracias, al menos Glenn no estaba completamente mal del cerebro.
—Todos están infectados.—Daryl repuso.
—¡Nuestra gente va en esa fila de allá!—Glenn repitió y apunto al lugar al que se refería , cada vez más enfadado—. ¡Nosotros no los quemamos! Los enterramos. ¿Entienden?
Nuestra gente va en esa fila de allá.
Finalmente, Daryl y Morales cambiaron su dirección y obedecieron. Los enterrarían como era debido, genial. Pero, se acercaron peligrosamente a la caravana.
—Lo que va vuelve.—Daryl comentó Innecesariamente, a decir verdad.
—¡¿Porque no te callas?!—Morales chillo, ya bastante harto.
Mi animal espiritual.
—¡Abandonaron a mi hermano, lo tienen merecido!
Mi mirada se cruzo con la de Carl.
—Mmm, bueno. Yo creo que ya me voy.
—Vamos.
Nos pusimos de pie, y con sumo cuidado teníamos la intención de rodear el campamento, pero Glenn nos encontró primero.
Una mirada de regaño destellaba en sus ojos.
—No deberían de estar aquí. No vean esto.
Lejos de obedecer completamente, me incline hacia el y lo abrace brevemente.
—Gracias por no permitir que los quemaran.—agradecí, susurrante.
Y justo cuando su mirada comenzaba a suavizarse y parecía que diría algo, fue interrumpido por un anuncio.
—¡Lo mordió, un caminante mordió a Jim!
Me lleve mi mano a la boca, y sentí pesadez en el estomago. Todos se apresuraron a llegar al lado del infectado, y Carl y yo no fuimos la excepción.
—Vamos, muéstranos.—Daryl pidió, que metido.
Jim tomo una pala en un movimiento rápido, estaba asustado, tanto como todos.
—Tranquilo, Jim.—Walsh llamo.
—¡Atrápenlo!
—Baja eso, ¡baja eso!
Daryl y Shane ordenaban ante Jim defendiéndose aunque realmente no había nadie atacándolo. T-Dog lo tomo desde atrás, y ahi pararon los llamados.
—Estoy bien, estoy bien.—Jim anunció, soltando el pala de una vez. Daryl rápidamente alzo su camisa, dejando ver claramente una mordida de caminante.
Tome la mano de Glenn, reteniendo mis lagrimas. ¿Porque me ponía tan sensible estos últimos días? Mis ojos ni siquiera se humedecían por Jim en si, sino por las mordedura. Creo que en este punto mi repugnancia hacia los caminantes ya es muy notable. Jim repetía infinidad de veces que estaba bien, pero, no lo estaba. ¿Como lo estaría?
Estaba infectado, era un hombre muerto que caminaba.
Intente que Glenn me permitiera quedarme con los adultos, a escuchar de lo que opinaban. Pero obviamente, no me dejo, era delicado.
No había hablado con Sophia, ni una sola palabra desde anoche, ni siquiera cuando ya estábamos seguros. Supongo que yo no quería pasar por aquello, por tratar de consolarla, si es que estaba triste. Porque de mi boca no saldrían las palabras "siento lo de tu padre" por que no era así, no lo lamentaba en lo más mínimo. Pero tenia que hacerlo, es lo que las mejores amigas hacen, y aunque no tendría palabras de consuelo, con mi compañía y apoyo si que contaría, eso siempre. En mi camino hacia ella me encontré con una escena poco atractiva. Carol estaba dando repetidos golpes a un cuerpo con un hacha, y ese cuerpo era Ed. Pase de largo y ahora si alcance mi destino.
—Hola.
—Hola.—contestó neutralmente—. Taylor tiene una canción para todo, tu lo dijiste.—yo asentí, un tanto confusa—. ¿Tiene una sobre que a tu padre abusivo lo mordió un caminante?
—Eh, no...
—Que decepción. Ven, siéntate conmigo.—ofreció mientras palmeaba el colchón, yo asentí y me senté a su lado, ella recargo su hombro en el mío.
—¿Todo bien? Puedes hablar conmigo si gustas.
—¿Crees que lo extraño? No, en absoluto. Tan solo tengo unas cuantas buenas memorias con el, y no valen la pena. No me alegro tampoco, no siento nada. Estoy mal, ¿verdad? ¿Como dices tu? Inhumano.
—Hey, no. Lo que sientes es completamente valido. El nunca te demostró aprecio, no tienes que lamentarte, no. Te quiero, ¿si? Y tu mamá también, juntas sobrepasaran esto.
"You can see the world, following the seasons
anywhere you go. You don't need a reason, 'cause they never showed you love. You don't have to be sorry for doing it on your own..."
El CDC era nuestro destino. No me quedaba claro que era, una institución del gobierno al parecer. El grupo alberga la esperanza de que obtendremos respuestas, sobre el virus, sobre una posible vacuna o cura que ayude a Jim. Y si les soy sincera, esto es una misión fantasiosa y suicida. Pero nadie me haría caso a mi, una niñita de 10 años berrinchuda. Así que no hay más que seguir las decisiones de los adultos, por más locas que suenen. Tal vez ese lugar esta infectado, igual que el resto del país. Pero supongo que no perdemos nada con intentar. No perdemos nada, tal vez solo un par de personas mueran en el camino. Pero eso no es nada, ¿verdad, Rick?
Me encontraba al lado de Carl, si, había terminado por caer en los encantos Grimes. No es cierto, simplemente ya no nos llevábamos tan mal. Solo un 7% menos. Sophia estaba a mi lado, llamando a los niños Morales.
—Muy bien gente, escuchen.—Shane llamo, captando la atención de todos nosotros—. Para los que tengan radio, estaremos en el canal 40, no lo usen para conversar ¿esta bien? Si tienen un problema y no tienen radio, no tienen señal o lo que sea, toquen la bocina una vez. La caravana se detendrá.—afirmó—. ¿Alguna pregunta?
Esperen, ¿el líder no era Rick? ¿Tenemos líder? Me confunden más que los easter eggs de Taylor Swift.
—Nosotros no vamos a ir.—Morales anunció, provocando una ola de miradas confundidas hacia su familia.
¿Como, como? Es decir, no es como que nosotros tengamos mejores posibilidades pero no me cabía en la mente. No somos tan raritos, ¿o si?
—Tenemos familia en Birmingham.—aclaro la señora Morales—. Queremos ir con nuestra gente.
—Van por su cuenta, nadie les cuidara la espalda.
Pues si Shane, eso es prácticamente lo que se esta dando a entender.
—Correremos el riesgo, hare lo mejor por mi familia.—declaró Morales.
—¿Están seguros?—Rick preguntó.
—Ya lo hablamos. Seguro.
—Esta bien, ¡Shane!
Murmuraron algunas cosas que mi pequeña mente no logro traducir, para después entregarle un arma a Morales, una muy buena, junto con algunas municiones en una caja a la mitad.
Carl sollozaba silenciosamente, al igual que Sophia. Realmente apenas había cruzado palabras con los niños Morales fuera de cuando el grupo se juntaba, pero siempre los he considerado amigos.
—Gracias a todos, por todo.—la Señora Morales agradecía mientras se fundía en un abrazo con Lori.
Se estaban despidiendo, lagrimas caían de los ojos de Sophia a la vez que se despedía de Eliza, esta le entregó su muñeca de porcelana. Eliza giro su mirada hacia mi, le dedique una sonrisa cálida y un movimiento de mano, pero ella se acercó y me abrazo fuertemente, abrazo el cual correspondí. Dejo un brazalete de la amistad en mi mano, en tonos rosados y turquesas y mi nombre en el.
—Los termine esta mañana, para Sophia y tu. Yo también tengo uno. Consérvenlo, se que jamas fuimos muy amigas pero ustedes dos eran mis mejores amigas. —sonrió levemente y volvió con su familia.
Ahora me siento terrible. Eliza nos consideraba sus mejores amigas a las dos, a Sophia y a mi. Y yo consideraba a Sophia la mía, y Sophia me consideraba a mi la suya. ¿Voy a llorar por eso? Definitivamente.
Los Morales se marcharon, y me gusta pensar que en un futuro lejano nos reencontraríamos
por cuestión del destino. Todos. Sin muertos. Pero todos sabemos que eso no es más que un pensamiento.
—Adelante, ¡vamos!—Shane grito, y todos subimos a nuestros respectivos coches.
Por supuesto, yo con Glenn, en la caravan. A donde el vaya yo iría. El estaba en el asiento del copiloto, y yo en el trasero junto con Carl y Sophia. Coloque el brazalete en mi muñeca y temí de cuando ya no me quedara. Pero aunque ya no me fuera util, soy de esas que conservan hasta el mínimo detalle.
Era un viaje largo y los quejidos agonizantes de Jim no estaban ayudando. El estaba sufriendo. Y me pregunte, ¿porque continuábamos aferrándonos a esto? No tiene esperanza alguna. Están retrasando algo que es inevitable, y al final nadie conseguirá nada, nada más que Jim sufra aun más. Ya perdió a su familia, para que torturarlo.
No tardo mucho para que la caravana se detuviera, por un asunto de la manguera o algo así. Ninguno de los niños bajamos de la caravana, y tampoco habíamos cruzado palabra en todo el viaje aunque, a decir verdad, yo me la pase dormida. Tal vez el viaje hubiera sido menos abrumador si existiera la posibilidad de recuperar mis audífonos y encontrar un reproductor de música con toda la discografía de Taylor Swift y The Neighbourhood.
—Niños, vengan a despedirse de Jim.—Lori llamó.
Oh.
Carl, Sophia y yo obedecimos al instante, caminando detrás de la Señora Grimes.
—Otro maldito árbol.—habló Jim entre quejidos y cantidades de sudor, cuando Shane lo dejo apoyado en un tronco.
—Oye, Jim. Sabes que puedes cambiar de opinión.—le recordó Shane.
—No. Está bien. La brisa se siente bien.
Shane retrocedió unos pasos, y la primera en acercarse fue Jacquie, quien se puso de cuclillas ante el hombre.
—Cierra los ojos, cariño.—habló la morena en un dulce tono de voz—. no luches.—dijo antes de dejarle un beso en la mejilla.
Rick se acercó a Jim junto a una pistola
—¿Quieres que te deje esto?—preguntó, mientras yo tomaba la mano de Carl.
—N-no. Ustedes lo necesitarán.—respondió con mucho esfuerzo, agonizaba, pero se preocupaba por nosotros—. Estoy bien....estoy bien.
Todos fueron acercándose , Dale, Carol, Andrea...y yo que solo me despedí con un movimiento de mano rápido y una sonrisa, pero seamos sinceros, yo no conocía a Jim de nada.
Dejábamos a alguien, y aunque él lo decidió así, no estaba bien del todo, pero así es como el lo quiso y se respetaría. Cuando nos alejamos, no aparte mi mirada de la ventana de la caravana desde donde observaba el hombre hasta que su imagen se desvaneció por si sola.
Habíamos llegado al famoso y aclamado CDC. Era un lugar amplio, con una arquitectura curiosa pero linda, supongo. Solo había un microscópico problemita, estaba infestado por cuerpos de muertos en el piso. ¿Estaban realmente muertos? Quien sabe, podrían levantarse en cualquier momento y comernos enteritos. Pero eso es lo de menos, si me muero, me muero. Pero, ¿el olor? El olor era apestoso, asqueroso, nauseabundo, repugnante y todas las palabras utilizadas para referirse a algo que huele terriblemente.
Comenzamos a avanzar con sigilo, los adultos con armas en mano y yo con mi cuchillo, por las dudas. Todos tosíamos, Dios mío, tal vez aquí ocasionamos otro virus aun peor mientras buscamos la cura del otro. Glenn me proporcionó un trapo para cubrirme mejor la nariz, aunque no fue de mucha ayuda, de todos modos, apretaba tanto mi nariz con este que al final termine como Rodolfo el reno. Pues blush fácil, ¿no?
Llegamos hasta la entrada del lugar, donde los hombres intentaron abrir de múltiples formas, todas fueron un intento inútil.
—Aquí no hay nadie.—T-Dog decretó.
—¿Y por que están bajas las cortinas?—Rick replicó.
Yo me acerque a dicha entrada, visualizando las cámaras fijamente, buscando algún tipo de movimiento, luz, lo que sea.
—¡Caminantes!—Daryl grito, demasiado alto para mi gusto—. ¡Nos trajiste a un cementerio!
—Tomo una decisión.—Shane intervino.
—¡Fue una pésima decisión!
—Cállate, ¿me oíste? Cállate, ¡cállate!—Shane rechisto furiosamente—. Rick, esto no tiene salida.
—¿A donde iremos?—una voz de mujer pregunto, y de ahi en fuera no quise escuchar nada más, me irritaban sus quejas, los gritos y sus discusiones.
Se rinden antes de tiempo. Había alguien dentro, tenia que. Solo necesitaba una señal.
Todos ya estaban decididos a marcharse, ya lo estaban haciendo y escuchaba a Glenn llamarme. Rick se posicionó a mi lado. Y ahi estaba, la señal que había estado esperando. La cámara hizo un movimiento minúsculo, pero lo hizo.
—La cámara se movió.—Rick anunció, palmeando mi espalda.
—Lo imaginaste.—Dale comentó.
—No, yo también lo vi.—dije, y me gire hacia ellos.
—Pues ambos lo imaginaron, ¡ambos estan dementes! Primero disque vieron un helicóptero, ¿y ahora esto?—T-Dog se quejo, dirigiéndose una vez mas a los vehículos.
—Se movió.—Rick repitió.
—Rick, no hay nada, es automático. Es...es solo una maquina.—Shane señaló—. No hay nada que hacer. ¡Vámonos, vámonos! Amigo escúchame, mira este lugar, esta muerto. ¿Ves? Esta muerto. ¡Olvídalo Rick, esta muerto!
Pero Rick hizo caso omiso, golpeo la entrada ferozmente.
—¡Rick, aquí no hay nadie!—Carol grito.
—Se que estas ahi adentro.—Rick comenzó, mirando a la cámara fijamente, del mismo modo que yo lo había hecho anteriormente—. ¡Se que puedes escucharme! Por favor, estamos desesperados, por favor ayúdanos. Hay mujeres y niños, sin comida y casi nada de gasolina.—rogó, siendo interrumpido por Lori un instante—. No tenemos a donde ir. Si no nos dejas entrar, nos matas.—enunció, soltando un golpe más—. ¡Ayúdanos, ayúdanos, ayúdanos! ¡Nos estas matando!—Rick repetía las mismas oraciones a la vez que Shane lo arrastraba hacia el grupo, lo mismo que Glenn hacia conmigo.
Y, cuando parecía que Rick por fin estaba desistiendo y rindiéndose hacia la idea de que había esperanzas en aquel lugar, la entrada se abrió dejando ver un brillo, o una luz resplandeciente casi cegadora.
¿Lo logramos?
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—With love, A. 🏹
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