Jeongyeon tocó el timbre del departamento 16 y esperó a ser atendida. Luego de unos minutos la mamá de Nayeon salió de ésta.

— Hola pequeña, ¿Buscas a mi hija?

— Si Señora. — Jeongyeon le dedicó una sonrisa y asintió rápidamente.

— Está en su habitación, pasa.

La menor salió disparada hacia el cuarto de la mayor, la mujer rio ante el acto y saludó a Jihyo quien vigilaba a Jeongyeon desde el marco de su departamento.

La menor llegó a la habitación de Nayeon y entró sin tocar. La más grande se encontraba durmiendo abrazada a un peluche de conejo blanco, Jeongyeon se subió encima de su amiga y la abrazó acostándose encima de esta con sus manitos y piernitas a sus costados.

— Unnie, arriba.

— Mmm Jeong, quiero dormir. —Nayeon se abrazó más al peluche.

— Unnie no es hora para dormir, quiero que esté conmigo. —Jeongyeon dio un leve saltó sobre el cuerpo de la mayor.

— ¿Por qué no te acuestas conmigo y dormimos un rato más?

— No, Nayeon no quiero dormir, además Mami Jihyo dice que puedo invitarte un helado.

Nayeon abrió los ojos.— ¿Helado? —Miró a Jeongyeon con una sonrisa.

— Si Unnie, Helado, Mami nos está esperando afuera. —Se bajó del cuerpo de la mayor.— La espero afuera.

— Todavía no entiendo por qué me traicionas de esta manera Jihyo.

— Bebé, basta, Jeongyeon tiene que jugar con otras niñas. — Jihyo siguió comiendo su helado.

— Pero no es cualquier niña, mira, ¡mira!, la está abrazando — Sana apretó el cono tan fuerte que terminó manchándose las manos y parte del pantalón.— Amor hay que hacer algo, está seduciendo a mi bebé. —Lloriqueó, Jihyo solo rodó los ojos y siguió comiendo su helado.

En la zona infantil Jeongyeon y Nayeon jugaban con dos niñas. Momo era un año más grande que Nayeon por lo que hacía equipo con ella y Mina, quien tenía la misma edad que Jeongyeon, hacía equipo con esta última.

— No va a atraparme unnie.— Jeongyeon no vio que una parte del piso estaba levantada y tropezó con ella.— Mi rodillita. —Sus ojos se cristalizaron.

— No, bebé, no llores. —Dijo Nayeon mirando la rodilla lastimada.

— ¿Bebé? —Jeongyeon la miró con una sonrisa.— Así le dice mami a mamá.

— Ugh amm.— Balbuceó Nayeon al darse cuenta del apodo que le dijo.— E-Es como se dicen las esposas, ¿No?

Jeongyeon ensanchó su sonrisa y se tiró encima de su mayor abrazándola, olvidándose de su rodilla lastimada.

— Awww son tan tiernas — Mina se abrazó del brazo de Momo.

— Minari, ¿Por qué esa mujer mira a Nayeon como si quisiera matarla? —Preguntó Momo mirando a la mamá de Jeongyeon.

¿Les está gustando la historia? Espero que si<3. Gracias por leer, los aprecio mucho. Los invito a pasar por mis otras historias 2yeon. Acabo de publicar una que también les gustará<3