𝟯𝟱.
Amelia abrió los ojos y vio como se encontraba en el hospital, Steve suspiro al ver que la chica había despertado.
— ¿Por qué estoy aquí Steve? —Preguntó Amelia frunciendo el ceño mientras observaba como tenía un catéter en su muñeca—. ¿Y Billy, donde está Billy?
— Después de todo lo que te hizo ese infeliz ¿Sigues preocupaba por él? —Steve suspiró para luego agarrar la mano de su melliza—. Todavía sigue en coma, por lo menos ya está respirando por su misma cuenta.
— Tengo que ver cómo está, necesito verlo —Amelia se quito el catéter para luego intentar levantarse fallando en el intento.
— No te levantes Meli, necesitas descansar —De repente el doctor entró a la habitación y sonrió levemente al ver a su paciente despierta.
— Me alegro que se encuentre despierta Señora Harrington, tengo que darle los cuidados que tiene que tener con su bebé para que así su esposo la ayude —Amelia abrió los ojos como platos para luego volver a sentarse.
— ¿Bebé? ¿Estoy embarazada? —El doctor frunció el ceño para luego asentir.
— Usted tiene tres semanas de embarazo Señora Harrington —Amelia sintió como su corazón palpitaba a una velocidad inigualable, estaba embarazada, iba a ser mamá—. Señor Harrington necesito que cuide a su esposa lo mayor posible.
— Ella no es mi esposa, es mi melliza —Exclamó Steve el cual también se encontraba sorprendido.
— Oh, lo siento —Dijo el doctor un tanto avergonzado—. Si me disculpan me retiro, vendré a verla más tarde.
— Steve.. Tenías razón, estoy embarazada —Sollozo Amelia y Steve la abrazó mientras acariciaba su cabello—. ¿Que se supone que haré?
— Lo superaremos juntos meli, ya lo verás, no te dejaré sola —Respondió Steve para luego besar la cabellera de su hermana.
Amelia abrió la puerta de aquella habitación y observó a Billy lleno de cables, Amelia trató de ahogar un sollozo al verlo en ese estado.
— Dios mío, ¿Que te paso cariño? —Amelia acarició la cara del rubio y vio como estaba llena de golpes y laceraciones—. ¿Quien te hizo esto?
De repente se escuchó como la puerta de la habitación se abría, Amelia volteo para luego observar a Max mirándola con una leve sonrisa en su rostro.
— Te fui a buscar pero tú hermano me dijo que te encontraba aquí, ¿Estás bien? —Preguntó Max para luego caminar hacia el otro extremo de la camilla.
— Supongo, simplemente no puedo creer lo qué pasó —Amelia se retiro las lágrimas que brotaban por sus ojos—. Él estaba tan bien la última vez que lo vi...
— Recuerdo que ese día me encontraba sola en la casa, tocaron la puerta débilmente y me paré a abrir y simplemente lo vi hay.. —Max hizo una pausa mientras sollozaba—. Estaba lleno de moretones y de sangre, tenía su ropa rasgada y recuerdo que lo último que me dijo antes de que se desmayara fue: "Busca a Amelia, dile que la amo..", se desmayó en mis brazos y yo entré en pánico, no supe que hacer, llame a una ambulancia y solo pude ver como lo subían a él y yo solo estaba hay llorando bajo la lluvia, él te ama Amelia, te ama con todo su corazón.
— Yo también a él, lo siento.. Necesito tomar un poco de aire —Amelia se limpió sus lágrimas para luego caminar hacia la puerta.
— Amelia.. —La castaña sintió como todo su cuerpo se estremeció al escuchar su voz.
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