— Que hija de puta —Bramó Taehyung, con todo su corazón cuando terminó de escuchar la historia de Jungkook.

Jimin y Jin alzaron las cejas ante el insulto, aunque Jungkook no estaba sorprendido.

— Bien, bien, siempre family friendly —Taehyung rodó los ojos —Qué descendiente femenina de la mujer del pueblo, ¿Va?.

Jin tardó un segundo en reír, rompiendo la seriedad, haciendo que los demás tuvieran una mueca divertida.

— Eres raro —Murmuró Jungkook, inconscientemente, buscó la mano de Jin para tomarla, entrelazando sus dedos —Pero ahora puedo estar más tiempo con Jin, todo el tiempo, en realidad, Omma Kim no deja que me vaya.

— ¿Y qué hay de tu madre?.

Jungkook se encogió de hombros.

— Ella no puede hacer nada, ya soy mayor de edad, legalmente soy independiente —Dijo.

Ambos asintieron.

— Nos preocupamos cuando no volviste a aparecer —Murmuró Taehyung, aunque su mirada fue un momento a Jin, en realidad, estaban más preocupados por el chico mudo que por la falta de Jungkook.

El mayor entendió el gesto, y también miró al pelinegro, encontrándose con esos ojitos como de perrito abandonado, Jungkook alzó las manos que tenían unidas, besando el dorso de la mano de Jin, y dedicándole una sonrisa.

— Lo siento —Volvió la vista hacia los dos castaños —No podía hacer nada, mi madre estaba con el celular encima todo el día.

— ¿Ella veía todos los mensajes que te mandábamos? —Preguntó Jimin.

Jungkook asintió.

— Sí... Además de que seguramente revisó las conversaciones anteriores —Jungkook suspiró, incómodo —¿Recuerdan la vez que nos juntamos, y que Taehyung y yo terminamos un poco ebrios?

Los dos tardaron un momento en recordar.

— ¿Cuándo Tae comenzó a sacar fotos de todo lo que hacíamos?.

Jungkook asintió.

— Y vídeos... Entre ellos uno mío vomitando —Habló con una sonrisa vergonzosa.

Taehyung abrió los ojos enormemente.

— No digas que los vio...

El rubio asintió.

— Bien, si tu madre vio esas cosas y sigues vivo, entonces tienes la mayor suerte del mundo.