40
La cama de Jin era amplia, lo suficiente para poder dormir ambos, aún así, preferían dormir casi encima del otro.
Con Jin abrazándolo como koala, Jungkook ya no sentía su brazo por la posición en la que estaba, debajo del otro, rodeando su cintura.
Aún así, no se molestó en quitarlo, no quería despertar a su novio.
Era de madrugada, y Jungkook se había despertado, terminando en un momento de insomnio que quería destruir, pero no podía.
Así que se quedó despierto, mirando a Jin, acariciando sus mejillas, cuellos y cabello lentamente, para no despertarlo.
El rato pasó, Jungkook había terminado contando las pequeñas pecas que tenía el cachetón, ya iba unas cuantas cuando notó las manos de Jin moverse apenas un poco en sueños, sonrió con ternura.
Al principio, no podía evitar mirar lo adorable que parecía, aunque no supo en que punto, lo que pensó que era un sueño resultó ser una pesadilla.
Jin frunció el ceño, negando, apretaba sus ojitos, sus labios comenzaron a moverse, y Jungkook escuchó lo que creyó un murmullo provenir de ellos.
El corazón de Jungkook se aceleró, y recordó de meses atrás, cuando supo que Jin podría hablar pero inconscientemente, había bloqueado su voz.
Se acercó un poco más a él, preocupado.
— Jinnie —Habló con suavidad, el chico seguía con el ceño fruncido, negando, ahora un poco más fuerte que antes —Es un sueño, es solo un sueño, despierta.
— N-No...
Jungkook alzó las cejas, su corazón comenzó a latir más fuerte.
Una dulce palabra, con una voz aún más dulce, aguda, a pesar de que había sonado bastante ronca.
Jungkook se acercó aún más, abrazando a Jin, acomodando el rostro del chico a la altura de su cuello, dejando besos en su coronilla, acariciando su cabello.
— Shhh... Estoy aquí, bebé —Murmuró —Todo está bien, despierta... Es sólo un sueño... —Murmuraba.
— Kook... —Escuchó, en una voz más calmada que antes, y sintió su corazón desbocar.
Sonrió, sus ojos se nublaron un poco.
— Sí, bebé, soy yo... Estoy a tu lado.
Jin negó de nuevo, esta vez, más lentamente, despejando su vista.
Alzó las cejas al ver a Jungkook con lágrimas, alzó su mano para preguntar, pero el rubio sólo negó, besó sus labios, con cariño, algo rápido para el gusto de Jin, quien lo seguía mirando confundido.
— Nada, bebé, nada —Dijo Jungkook, aún sin poder borrar su sonrisa.
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