A Beomgyu le habían dado un pase para que, si quería, pudiera quedarse todo el día en la cabaña.

Como Taehyun era uno de los cuidadores, también podía quedarse con él, usando el mismo pase.

Pasaron la noche abrazados al otro, durmiendo cómodamente, hasta que la luz entraba en demasía por las cortinas de las ventanas, lo que hizo a Beomgyu despertarse.

Frotando sus ojitos, vió a Yeonjun, quien disimulaba no tener el celular con la cámara apuntando en su dirección.

Rodó los ojos, seguía irritable por el dolor, aunque era muchísimo menos que ayer.

Se levantó un poco y eso fue suficiente para que Taehyun se despertara, vio a Beomgyu, quien hizo unas señas y señaló a Yeonjun.

─ Cobramos por las fotos. ─ habló, su voz salió ronca.

Yeonjun rió.

─ ¿Tú, cobrar? Sí, seguro. Regalada.

─ Tu madre es la regalada. ─ contraatacó. ─ Y tú eres adoptado.

Yeonjun fingió comenzar a llorar exageradamente.

─ Ya, suficiente. ─ Soobin detuvo su actuación. ─ ¿Vienen a desayunar?

Taehyun le dedicó una mirada a Beomgyu, quien se encogió de hombros.

─ Los vemos en un rato, vayan si quieren. ─ contestó el peli-rojo.

Ayudando a Soobin bajar la rampa, se fueron, cerrando la puerta detrás de ellos.

─ No tengo hambre. ─ habló Taehyun, recostándose de nuevo en la cama.

Beomgyu negó, dando a entender que él tampoco tenía ganas de un desayuno.

─ ¿Nos quedamos aquí todo el día? ─ preguntó Taehyun, con una sonrisa ladina.

Beomgyu sonrió, asintió con ganas.

editado [18.06.21]