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Tiempo: Capítulo especial aparte de la serie basado después de la temporada 1. Este nunca fue lanzado al aire, solo vía online hace tiempo. Fue un especial donde Stiles ayuda a Scott a buscar una cura.




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"Buscando la cura"

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Ambos hermanos se encontraban recorriendo el bosque con sus ojos amarillos adaptándolos a la oscuridad. Una ventaja a la hora de resolver crímenes en Beacon Hills. Llegaron hasta el estacionamiento de un lugar, y rápidamente decidieron subirse al techo de aquel Jeep que conocían a la perfección. El chico allí dentro miraba extrañado el lugar de donde provenía el sonido, cuando por la ventana del acompañante, la cabeza de su mejor amigo se dejó ver, colgado boca abajo.

—¿Qué encontraste? —Preguntó Scott.

—¿Algo que nos ayude? —Volvió a preguntar su hermana esta vez colgando boca abajo, pero de la ventana del conductor donde Stiles se encontraba.

El chico se bajó del vehículo y se posicionó frente al Jeep para luego sacar su celular y comenzar a reproducir un video en su pantalla.

"El término Licantropía deriva del mito griego, Lycaon, Rey de Arcadia famoso por su crueldad. Más tarde fue transformado en un lobo por Zeus. Se convirtió en un monstruo como castigo por sus acciones monstruosas." —El video mostraba a un científico o doctor explicando el término frente a una pizarra color blanca llena de palabras raras —"Pero licantropía, como todos sabemos, es otra forma de llamar a un hombre lobo. La leyenda del; mitad hombre, mitad lobo que aparece en decenas de culturas diferentes. Desde los Wikatas de Lituania a los Wawkalak de Rusia. El más conocido, Loup Garou, de Francia. Al contrario de lo que se cree, las habilidades del hombre lobo no están contenidas hasta la luna llena, si no que pueden ser usadas a voluntad. Estás habilidades van desde una velocidad increíble a una notable agilidad capaz de moverse en forma bípeda como también en forma cuadrúpeda."

—Un segundo —Lindsay interrumpió —, ¿Eso quiere decir que podemos caminar como perros también? Eso es vergonzoso... En fin, continuemos —Ella dijo para que Stiles volviera a reproducir lo restante del video.

"Sí, sé lo que es la licantropía. Es el desorden psicológico cuando un individuo se cree un animal salvaje. No estoy aquí para discutir eso. No estoy hablando del desorden mental. Estoy hablando de hombres lobo, la existencia real y probada de hombres lobo..." —El video continuaba con algunas risas que podían interpretarse como burla a lo que el sujeto decía. Burlas de sus demás compañeros doctores que no creían ni una palabra de lo que él decía.

—Él es el tipo —Stiles dijo —. Esta es su cura.

—¿Quién es él? —Lindsay cuestionó.

—Su verdadero nombre es Conrad Haberland.

—¿Qué quiere decir "Su verdadero nombre"? —Ahora fue Scott quien indagó en respuestas.

—Lo cambió legalmente y así es como sé que es la persona correcta. ¿Saben a cuál lo cambió? Doctor Conrad Fenris.

—¿Lo dices en serio? —Scott dijo sorprendido.

—Sí —Scott quedó con una cara de confusión en su rostro —. No tienes idea de lo que significa, ¿No?

—No...

—Okey, yo le explico —Lindsay se le adelantó —. Fenris era el hijo de Loki en la mitología nórdica. —Stiles la ayudó con la explicación mostrándole algunas fotografías —¿Ves?

—¿Es el tipo en el caballo?

—Es el lobo, idiota —Lindsay lo golpeó detrás de la cabeza levemente. —Se supone que es la inspiración para el cuento de Caperucita Roja.

—¿Y por eso cambió su nombre? —Scott volvió con sus preguntas.

—Vieron el video, todos se estaban riendo de él y eso lo arruinó. —Stiles continuó.

—Entonces, ¿Por qué cambiar su nombre por el de un lobo gigante?

—Probablemente porque todavía lo cree... —Lindsay añadió —. Míranos, hace unos meses no creíamos ni nosotros en hombres lobo, y ahora somos unos... Irónico, ¿Cierto?

—Okey entonces... ¿Qué te hace estar tan seguro de que tiene una cura?

—Bueno, no estoy seguro, pero vi todos sus videos. Sabe todo lo que hay que saber sobre hombres lobos, y quiero decir todo. Solo escuchen esto —Volvió a darle reproducir a uno de sus videos.

"Mitos como estos se propagan por todas las culturas. Ideas de usar la piel de un animal y adquirir las características de ese animal. Guerreros conocidos como Berserkers cubriéndose con pieles de oso y parecieran pelear con una furia incontrolable, casi en trance. Entonces, ¿Cómo llegamos al término Berserker? Ahora, ¿Esos Berserkers se autoconvencieron de esa furia animal? ¿O estaba sucediendo de verdad?"

—Esto es lo más cercano que tenemos a un experto certificado...

—Excepto Derek —Scott aclaró.

—Ahí estás... Mencionando su nombre de nuevo. ¿Por qué? ¿Disfrutas lastimándome?

—¿Lastimándote? —Lindsay cuestionó cruzándose de brazos. —Stiles, no quiero enterarme que mi novio tiene un amorío secreto con Derek Hale.

—¿Qué? No, Lindsay, por Dios. Me refería a que me lastiman confiando en Derek y no en mí.

—Ahh, ahora sí. Igual sigo desconfiando de ese amorío secreto. —Ella dijo con una sonrisa.

—¿Cómo vamos a encontrar a este tipo? —Scott preguntó alejando a sus amigos de una conversación sin sentido. Stiles miró detrás de ellos, donde aquel doctor salía de un edificio.

—Ya lo encontré. —Los tres siguieron con la mirada al doctor hasta que se acercó a ellos y se pusieron a divagar por ahí para que nadie sospechara nada. Una vez se alejó de ahí, volvieron a hablar —Vamos. Hora de seguirlo.

El doctor comenzó a caminar por el estacionamiento seguido de Stiles y los dos mellizos. De vez en cuando, aquel hombre dirigía su mirada hacia atrás donde ellos lo seguían.

—Creo que nos vio... —Scott acotó.

—¿Y qué? —Stiles dijo.

—Creo que piensa que lo estamos siguiendo... Porque eso es lo que exactamente estamos haciendo. —Lindsay dijo obvia, susurrando.

—No, no lo piensa.

—Bueno, está caminando más rápido.

—No, no lo está.

—Nosotros definitivamente estamos caminando más rápido —Lindsay dijo apresurando su paso como todos.

—Porque él está caminando más rápido —Stiles le dio la razón a Lindsay.

—Seguramente cree que vamos a robarle...

—Scott, no vamos a robarle. Vamos a hablar con él. —Lin explicó.

—Creo que él cree que vamos a robarle.

—Si siguen hablando los dos, es obvio que va a pensar que queremos robarle —Stiles habló. —Además, creo que si creyera que vamos a robarle estaría...

—Corriendo... —Lindsay terminó por él viendo al doctor correr por el estacionamiento. —Alcáncenlo.

Y así, ambos amigos comenzaron a correr por el estacionamiento hasta poder taclear de alguna forma al doctor. Lindsay no lo haría. No quedaría mal frente a aquella persona que los ayudaría. Si iban a humillarse, Scott y Stiles eran las personas perfectas para el trabajo.

—¡Tomen el auto, tomen la billetera, todo, pero no me lastimen! —Dijo asustado el hombre.

—¡No, no, no! Está bien, no vamos a lastimarlo —Stiles lo tranquilizó y vio una herida en la mano del doctor que se hizo tras la tacleada —. De nuevo...

—Lo siento, solo queremos hablar unos minutos con usted —Lindsay continuó tranquilizando con su dulce voz.

—¡¿Hablar de qué?!

—Bueno, no era la reacción que esperaba... No vuelvo a tranquilizar a nadie nunca más.

—Solo algunas preguntas, por favor...

—Lo siento, pero no —Dijo él guardando las cosas en su vehículo. —Ya no hablo más de eso.

—Por favor, no va a tomar más que un par de preguntas —La chica McCall volvió a insistir.

—Dije que no. —El sujeto se adentró a su vehículo y se alejó de la vista de los mellizos y del humano.

—¿Ahora qué? —Scott preguntó.

—Plan B. —Contestó Stiles.

—¿Nos vamos a arrepentir del Plan B? —Lindsay dijo sin quitar la vista por donde se había ido el sujeto.

—Solo si nos atrapan.








[...]










Gracias al olfato de los dos hermanos, lograron dar con la vivienda de aquel doctor que les negaba las respuestas a sus preguntas. Los tres eran duros de roer, y conseguirían la cura sea como sea. Aunque eso involucrara entrar a una propiedad sin permiso y hurgar entre sus cosas.

Aprovecharon el momento perfecto, cuando el doctor abandonó su humilde residencia. Los tres bajaron del Jeep y caminaron con mucho cuidado hasta la puerta de entrada de la casa.

—Esto es una mala idea —Scott susurró.

—Lo dices como si solo tuviera malas ideas...

—Es porque todos los planes que tú ideas, son malas ideas.

—Me alegra saber que alguien que amo está de mi lado —Dijo con sarcasmo —. Oye, se aprende más de los fracasos que de los éxitos.

—Deberías ser un genio a estás alturas —Lindsay balbuceó mientras caminaban hacia la puerta.

Inspeccionaron el lugar por el vidrio que les permitía ver y milagrosamente no había nadie. Stiles se sacó su camisa y la envolvió en su puño. Scott al verlo, le habló.

—¿Estás seguro de hacer eso?

—Solo es vidrio. —Y con todas sus fuerzas, golpeó aquel vidrio que no logró recibir ni siquiera un rasguño por parte del chico —¡Hijo de una maldita...!

—¿Y que aprendimos de ese error? —Lindsay se acercó a él para ver su mano.

—Sí, que divertido. Los lobitos tienen buenos chistes esta noche —Volvió a colocarse su camisa —. Creo... Creo que si puedo trepar aquí arriba... Parece lo suficientemente estable, creo que puedo subirme y...

—Oye... ¿Esto servirá? —Añadió la chica lobo sacando una llave de debajo del tapete de entrada.

—Sí, eso servirá... Está bien —Dijo el chico tomando las llaves de su mano para abrir la puerta de la casa.

—Okey, ¿Qué estamos buscando? —Scott preguntó cerrando la puerta a su paso una vez todos estaban dentro.

—En uno de sus videos habla de años de investigación. Así que debe haber libros, diarios, fotografías, algo.

—No vamos a robarle, ¿No?

—No, solo vamos a sacar lo que necesitamos en mi teléfono.

—Buen plan.

—Gracias.

Lo que aquel chico no sabía era que, ninguno de sus acompañantes le había contestado. Esas palabras vinieron de la sala de estar donde aquel doctor se encontraba apuntando a Stiles con una pistola. Rápidamente, Lindsay con su instinto por protegerlo, se colocó frente a él.

—No queremos problemas... —Ella dijo.

—Entonces salgan. Salgan de mi casa ahora mismo. —Siguió apuntándoles.

—Absolutamente —Stiles estaba dispuesto a abandonar la casa de no ser por Scott quien lo tomó de los hombros para detenerlo.

—Cinco minutos, por favor. Solo algunas preguntas.

—Si no pueden ver el arma en mi mano, puedo recomendarles un buen oculista... Si no, salgan de mi casa o voy a disparar.

—De hecho, mi vista mejoró desde la última vez... ¿Sabe que más? —Lindsay le habló acercándose lentamente a él. El doctor no contestó —Mis reflejos. —Y así como si nada, le quitó el arma al doctor, quien retrocedió rápidamente —Cinco minutos. Es todo lo que pedimos. No estaríamos haciendo esto si no tuviéramos un buen motivo.

—¡Cambié mi nombre para alejarme de locos como ustedes que creen que esta mierda es real! —Ahora se encontraba con las manos alzadas temiendo de que aquella chica se le escapara un tiro.

—¿Usted no lo cree? —Lindsay dijo dejando el arma sobre la mesa para darle a entender que no le harían daño.

—Por supuesto que no.

—Entonces, ¿Por qué cambió su nombre a Fenris? —Scott y Stiles permanecían en silencio. Lindsay estaba sobrellevando la situación tan bien sola, que decidieron no interferir. —Pienso que lo cree, y no creo que vuelva a tomar esa arma...

—¿Cómo sabes eso? —Fenris dirigía cortas miradas al arma.

—Usted es un médico... ¿No hacen un juramento de no hacer daño?

Él dejó de ver el arma y suspiró en rendición —Dios, odio ese juramento... Estaba viviendo en Wisconsin, trajeron una mujer inconsciente a mi guardia... —Explicaba mientras buscaba unos papeles para mostrarle a los adolescentes que ahora se encontraban en la sala —Me dijeron que fue un accidente de caza. Que una flecha que era para un venado terminó hiriéndola. Saqué la flecha y ella despertó. Treinta minutos después la herida se había ido.

—Quiere decir, ¿Curada? —Stiles le preguntó mirando un libro.

—Como si nunca hubiera pasado... Aprendí dos cosas ese día. —Se acercó a ellos con un cuaderno en sus manos —. Hay gente en este mundo que puede curarse con una habilidad que la ciencia no puede explicar. Imaginen lo que significa para alguien que dedicó su vida a curar, es como echar un vistazo al Santo Grial.

—¿Cuál fue la segunda cosa? —Ahora fue turno de Scott.

—También hay gente en este mundo que quieren matarlos. ¿Quieren adivinar por qué usan una flecha?

—Ella no iba a curarse hasta que no sacaran la flecha... —Lindsay agregó mirando una fotografía extraña.

—Ellos también los cortan a la mitad. Separando el cuerpo no hay forma en que se recuperen.

—¿Por qué los quieren muertos? —Scott volvió a preguntar.

—Son lo desconocido. Son algo más poderoso que uno mismo. No puedo imaginar que haya alguien atemorizado por algo como esto. Pasé cinco años buscándola. Supe que estaba aquí en Beacon Hills, y luego desapareció. —Les entregó una fotografía para que pudieran verla —. Todo lo que encontré fue esta foto vieja de ella con un hombre joven. Probablemente su hijo... —Aquella foto mostraba la silueta de una mujer con una persona detrás... Cuya persona ellos conocían como Derek Hale. No dijeron nada y el doctor siguió hablando —Cuando conecté a la mujer con el mito del hombre lobo, encontré diferencias entre los nacidos hombres lobo y los mordidos —Los hermanos intrigados por la información, prestaron mucha más atención a las siguientes palabras de aquel hombre —Las familias que nacieron como hombres lobos, parece que tienen un rito de una vez al año. "The Wolf Moon".

—¿The Wolf Moon? —El chico McCall frunció el ceño ante aquellas palabras.

—Es el nombre que los nativos americanos le dieron a la luna llena. Febrero es The Ice Moon, Storm Moon en Marzo... —Su amigo le explicó.

—Llamaron Wolf Moon a enero porque lobos hambrientos aullaban fuera de la aldea a medianoche.

—¿Cuál era el ritual? —Lindsay indagó.

—Es como una reunión familiar. Se reunían todos juntos y realizaban ritos de paso. Obtenían poder unos de otros. Se supone que son más fuertes juntos en manadas. El Alfa, el Beta, y el Omega que es el lobo de rango más bajo. —Él explicaba. Cierta información aquellos hermanos ya la sabían, pero aquellos datos claves que estaba dando el doctor, les favorecía demasiado —. Todos contribuyen a la fuerza de la manada. ¡Maldición!

—¿Se encuentra bien?

—Mi ama de llaves no quiere que fume así que esconde mis cigarrillos.

—¿Es médico y fuma cigarrillos? —Stiles preguntó con una sonrisa.

—Saben, sus cinco minutos se están acabando.

—Una pregunta más, por favor —Scott pidió. —¿Hay una cura?

—¿Cura para qué?

—Dijo que había diferencias con los hombres lobos mordidos. Puede él o ella... —Miró de reojo a su hermana —Quien sea, ¿Pueden ser curados?

—Sí. —Ambos hermanos miraron sorprendidos al sujeto —Córtalos por la mitad. La muerte cura todo de una vez. Miren, lo siento. Investigué por quince años y nunca escuché de una cura. ¿Por qué están tan interesados? Es solo un mito, una leyenda.

—¿Está seguro de eso? —Stiles cuestionó.

—Estoy más que seguro. Tengo la seguridad de alguien que destrozó por completo su reputación personal y profesional por una estúpida obsesión. ¿Tienen idea de lo que es saber que has arruinado tu vida? —Nadie decía nada, parecían niños pequeños siendo regañados por sus padres —. Una cosa es culpar a otros, pero es diferente cuando te culpas a ti mismo. ¡Dios! Necesito un cigarrillo. ¡Sus cinco minutos se acabaron!

Los tres se levantaron del sofá y caminaron hasta la puerta de salida. Stiles fue el primero en salir, pero Lindsay y Scott se quedaron unos segundos viendo a aquel doctor acercarse a ellos dos.

—Todavía lo cree, ¿Verdad? —Lindsay dijo mirándolo.

—A veces. Pero luego vuelvo a la realidad. Quizá haya gente que pueden curarse milagrosamente con sentidos desarrollados, vista perfecta, sentido del olfato, pero ¿Hombres lobos? No es posible.

—Gracias por sus cinco minutos, y lamento la escenita de hace rato... —Lindsay se disculpó —Ah, y... Su ama de llaves tiene razón, debería dejar de fumar. Pero si de verdad necesita uno, están en la biblioteca, detrás de los libros.

Ambos hermanos dieron la vuelta para volver al Jeep de su amigo, pero no sin antes colocar sus ojos amarillos por una milésima de segundo. Aquel doctor corrió dentro de su casa dejando la puerta abierta para confirmar lo que la adolescente decía. Buscó entre los libros, y ahí estaban aquellos cigarrillos. Volvió a correr hacia el exterior, pero los niños ya no se encontraban ahí, y talvez con solo esa demostración de lo desconocido, aquel doctor había vuelto a creer en aquello que creía imposible.
























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Ey, con este extra damos por finalizada la temporada uno. Espero les haya gustado. Este extra es un especial de un capítulo que sacaron solamente para una plataforma online. Pero si quieren verlo, lo pueden encontrar en YouTube como "Buscando la cura" O también pueden verlo desde el link que les dejé en multimedia... Eso sí, se encuentra solo en inglés...

En fin, no tengo nada más para decirles, solo que muchas gracias por sus comentarios bonitos y por sus votos en la historia. De verdad me hace feliz saber que algo que escribo les gusta... *Se emociona* Okey, ahora me despido y nos leemos en la siguiente temporada, recuerden no borrar la historia de sus bibliotecas para que les salga la notificación de que subí la otra parte... Los amo <3

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