• 𝘾𝘼𝙋𝙄𝙏𝙐𝙇𝙊 𝙓𝙓𝙓𝙄𝙄𝙄
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"Las relaciones a veces terminan"
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Era muy tarde en la noche, y Jackson junto a Danny estaban en la preparatoria entrenando con un par de pesas. O, mejor dicho, Jackson entrenaba con unas pesas y Danny solamente lo ayudaba a colocarle más kilos. Hace unos días, Jackson logró levantar su camioneta pues había quedado encallada en un charco de lodo. Por lo tanto, quería demostrar cuanto peso era capaz de levantar.
—No. Dije que no me ayudes —Le dijo a Danny cuando lo ayudó con la pesa, pues estaba a punto de caerle encima.
—¿Qué no te ayude a no levantar la barra o que no te ayude dejando que te aplaste la garganta?
—Debo poder levantar el doble.
—En la luna, tal vez. —Le sacó un par de kilos a la pesa —. Voy a las regaderas. Si vuelvo y estás debajo de una pesa, me quedaré con tu Porsche. —Dijo antes de irse.
Jackson comenzó a escuchar sonidos que eran inaudibles para el odio humano. Pequeñas gotas cayendo del grifo. El ventilador apenas moviendo sus astas. Danny abriendo su grifo de agua. Sacudió su cabeza para desaparecer aquellos sonidos, y volvió a levantar la pesa que aun tenía varios kilos en sus extremos. Dándose palabras de ánimo a sí mismo, la levantó, pero no consiguió subirla, por lo que alguien más lo hizo por él.
—Gracias. —Agradeció pensando que se trataba de su amigo.
—De nada —Érica le respondió para luego tomarlo del cuello y llevarlo hasta aquella guarida subterránea en la que Derek vivía. Junto a Isaac, lo sostuvieron para que no escapara.
—¿Qué te sucedió durante la luna llena? —Preguntó Derek.
—¿Qué? Nada. No me pasó nada —Contestó algo enojado.
—Mientes. —Derek se colocó unos guantes negros en sus manos.
—No. Alto. Es verdad. Puedo demostrarlo. Me filmé a mí mismo. —Confesó.
Isaac rió y lo miró —¿Te filmaste?
—Sí. Era luna llena y puede que mientras tú tuvieras una crisis existencial por convertirte en monstruo, yo me preparaba para el regalo que tu Alfa me prometió. ¿Y qué ocurrió? Nada. —Volvió a mirar a Derek —. ¿Quieres pruebas? Te mostraré el video.
—No... Tengo una mejor idea —Agarró aquel vidrio que Lindsay había usado para espantar a la criatura que ahora se llamaba Kanima.
—¿Qué es eso? —Preguntó desesperado el muchacho, cuando Érica y Isaac hicieron que él se arrodillara y sostuvieron su boca abierta.
—Sabes, Jackson, siempre has sido una serpiente. Y todos saben que las serpientes son inmunes a su veneno. —Derek inclinó aquel vidrio con dirección a la boca de Jackson, y de este cayó una pequeña gota del veneno paralizante del Kanima. Jackson quedó paralizado mientras los tres lo miraban un poco decepcionados. —Eres una serpiente, Jackson. Pero no la que buscamos.
Isaac se agachó a su nivel para hablarle —Aún tienes que hacer una cosa por nosotros. Bueno, de hecho, solo por mí.
Y así, luego de que Jackson terminara su estado de parálisis, a la mañana siguiente se dirigió donde el Sheriff Stilinski para hablarle sobre aquello que Isaac le había pedido.
—¿Ahora dices que no viste a Isaac y su padre discutiendo antes del homicidio? —Le preguntó el hombre.
—No Exactamente...
—No exactamente... ¿O no? Porque hay una gran diferencia en la ley entre "No exactamente" y "No". Si "no exactamente" fuera estar sentado aquí, "no" sería estar sentado en medio del océano pacífico con mi carrera hundiéndose. Así que, cual es ¿eh? ¿"No exactamente" o "No"?
—No...
—Ay diablos...
En la preparatoria, Stiles llegó corriendo a toda prisa a la clase. Donde los mellizos McCall lo esperaban.
—Acabo de hablar con mi papá, que habló con Jackson y tengo horribles, muy, muy malas noticias. —Dijo él apenas llegó a su asiento.
—Creo que ya sabemos que es... —Scott dijo y señaló frente suyo donde Isaac estaba sentado muy tranquilamente en espera de la clase.
Al salir de ahí, luego de estar muy pendientes de las actitudes del chico Lahey, los tres comenzaron a conversar sobre lo que Stiles había descubierto de aquella nueva criatura llamada Kanima.
—De acuerdo, solo encontré una cosa sobre el Kanima. Es un hombre-jaguar de Sudamérica que persigue homicidas.
—Eso no era un jaguar —Lindsay habló.
—Sí, y yo no soy un homicida.
—Pero lo viste matar a alguien, y puede que por eso intentara matarte. Si aún no lo intenta, quizá no se detenga hasta que mueras.
—Sabes, a veces me dan ganas de dudar de nuestra "Relación" —Hizo comillas en aquellas palabras mirando a la chica McCall.
—Tarde algún tiempo, pero encontré un programa para restaurar el video. Lo haré en mi clase libre de la tarde —Danny le habló a Jackson.
—Hazlo. Avísame cuando lo tengas —Contestó él.
Érica pasó por su lado haciendo sonar sus pulseras en su muñeca lo cual desconcentró a Jackson por completo. Ella y Isaac comenzaron a hablar no muy lejos de él y quien pudo escucharlos a la perfección.
—¿Derek quiere que lo hagamos durante Química? —Dijo ella.
—Sí, y si es Lydia, mataremos a ese monstruo.
—Hay que hacer la prueba primero.
—¿Un Kanima? —La campana dando el aviso de la siguiente clase ocasionó que cubriera sus oídos rápidamente.
Jackson retomó su camino a la siguiente clase y se sentó detrás de Scott y Stiles para poder hablarles y comentarles sobre aquella información que escuchó en los pasillos de la preparatoria. Lindsay estaba en un asiento más adelante que ellos, pero aún podía escucharlos gracias a su super oído.
—Oigan, testículo izquierdo y derecho —Los llamó —. ¿Qué diablos es un Kanima? —Ambos miraron sorprendidos a Jackson, pero su rostro fue dirigido nuevamente al frente por Bobby quien golpeó un libro sobre la mesa.
—De acuerdo, escuchen. Una advertencia antes de la revisión. Algunos de ustedes como McCall —Señaló a Scott —, deberían crear su propio grupo de estudio, porque el examen de mañana va a ser tan, pero tan difícil que creo que ni yo lo aprobaría. Bien, necesito un voluntario para que pase al pizarrón y conteste la primera pregunta. ¿Quién lo hace? —Algunos alumnos levantaron sus manos. Entre ellos, Lindsay y Lydia.
—Paralizado. Desde el cuello hacia abajo. ¿Tienen idea de lo que se siente eso? —Jackson volvió a hablar.
—Conozco esa sensación —Stiles dijo.
—Espera, ¿Derek te hizo una prueba? ¿Por qué creería que eres tú? —Scott preguntó.
—¿Cómo voy a saberlo?
—Oye, yo podría saber porqué le hizo una prueba. —Lindsay habló, pero no recibió respuesta alguna.
—¿Creen que es Lydia? —Volvió a preguntar Stiles.
—No sé, solo escuché su nombre y algo sobre clase de Química.
—¡Jackson! —Bobby lo llamó. —¿Tienes algo que compartir con la clase? —Stiles y Scott se hicieron los distraídos mientras él seguía en espera de la respuesta de Jackson.
—Am... Solo mi gran admiración por mi... Entrenador.
—Eso es lindo —Jackson sonrió —. Ahora, ¡Silencio! ¡Cállate!
—¿Cómo sabemos que no es Lydia? —Scott se adelantó un poco para hablarle a Lindsay.
—Lydia no sería capaz de hacer algo así. Por más consciente que estuviera o no. Esa criatura es pura maldad, y estoy cien por ciento segura que Lydia solo ocupa un cincuenta por ciento. Talvez un cuarenta cuando está de buenas.
—Lin, ese no es un argumento muy válido.
—Bien, sí. Tienes razón, pero no puede ser Lydia. Ella está bien.
Lydia también estaba en esa clase. Mientras algunos resolvían las preguntas del pizarrón, ella anotó todo en su cuaderno. Al levantar la mirada una persona que conocía a la perfección estaba frente a ella. Peter Hale escribió unos símbolos raros en la pizarra en forma circular como aquel símbolo de venganza.
Todos los alumnos la miraron y ella solo se quedó inmóvil con el lápiz en su mano. Luego, aquel hombre se volteó para verla y comenzó a acercarse a ella en forma amenazante y derribando los pupitres que, por alguna misteriosa razón, ahora se encontraban vacíos. Ella se levantó deprisa y pequeñas lágrimas caían por sus mejillas. Peter la acorraló entre la pared y estrujó algo en su mano para luego abrirla y soplar una especie de polvo.
—Lydia... —Bobby la llamó. Ella había ido a responder una de las preguntas a la pizarra —. Excelente... ¿Alguien más quiere contestar? ¿Y hacerlo en español...?
Cuando ella volteó, el pizarrón estaba lleno de palabras que parecían en otro idioma. Lindsay le sacó una foto con su celular para traducirlo.
—¿Qué es eso? ¿griego? —Scott preguntó.
—No, hermano. Creo que es inglés. —Les mostró la foto a los dos chicos, y volteó la imagen. Al hacerlo la palabra "Someone help me" Podía leerse, lo cual se traducía como "Alguien ayúdeme".
[...]
—Harris nos tiene entre ceja y ceja en clase de Química, así que no podemos hacer mucho —Lindsay dijo señalándose ella misma y a Stiles. —Si hay algo que tú puedes hacer, es ahora.
—Derek no la matará sin pruebas.
—Sí, bueno, entonces le hará una prueba como a Jackson. Y estoy muy segura de que será aquí. —Dijo mirando fijamente a Isaac y Érica que acababan de llegar al salón.
Ella intercaló miradas entre Isaac y Lydia para ver quien lograba sentarse primero con la chica. Lindsay y Scott al ser más rápidos lograron sentarse a su lado, mientras, Stiles, Érica y Isaac en otro lugar. Allison entró también a la clase de Harris y Scott para que entendiera el porqué de la situación le señaló discretamente a los dos lobos detrás de ellos.
—Einstein una vez dijo: "Dos cosas son infinitas. El universo y la estupidez humana". Y no estoy seguro del universo, pero yo mismo he encontrado estupidez infinita. —Harris dijo llegando a un lado de Lindsay y mirándola de reojo. —Para combatir la plaga de ignorancia en mi clase, van a combinar sus esfuerzos en una ronda de experimentos en grupo. Así veremos si dos cabezas son mejores que una. En el caso del señor Stilinski, menos que una. Érica ve a la primera estación. Comenzarás con... —Todos los chicos en la clase de Harris levantaron sus manos. —No pedí voluntarios. Bajen sus manos llenas de hormonas. Comenzaremos con el señor McCall.
Los grupos se habían asignado. Scott tuvo que ir con Érica. Lydia había quedado con Allison. Stiles con un alumno cualquiera al igual que Lindsay y Isaac. Scott habló con Érica intentando disuadirla de hacerle la prueba de Kanima a Lydia.
—No sé qué piensen hacer, pero esperen. Primero hablaré con Derek.
—¿Y no quieres hablar conmigo? —Se le acercó y él se alejó rápido —. Que gracioso. En la escuela actúan como si no salieran, pero ella no te quita los ojos de encima. —Dijo viendo de reojo a Allison.
—No sé de qué hablas.
—Si yo fuera Allison —Ella colocó su mano en su pierna —, te desearía todo el tiempo...
Lydia los vio y comenzó a hablar con Allison. —¿Nunca? ¿Nunca te dan celos?
—¿Debería?
—Pues sí. Con lo que está pasando, eso exige un poco de celos —Allison los miró y su rostro se transformó rápidamente a una mueca de seriedad.
Scott detuvo la mano de Érica y la enfrentó —No eres mi tipo.
—Soy justo tu tipo —Ella dijo colocando sus ojos en amarillo y que por suerte nadie vio. La campana de Harris dio su primer aviso.
—Cambien. —Informó el profesor.
—Escúchame, ¿Sí? —Allison miró a Lydia —. No hables ni con Érica ni con Isaac.
—¿Por qué?
—No lo hagas.
—Andando. Siguiente estación. —Harris les habló.
—Confía en mí, ¿Quieres?
Volvieron a cambiar de puesto. Lydia quedó con Scott. Allison con Stiles. Érica con un alumno equis y Lindsay junto a Isaac. Ella se quedó mirándolo en la espera de alguna palabra, pero nada. Por lo tanto, comenzó a hacer el experimento con tranquilidad mientras también daba inicio a su conversación.
—Que no se les ocurra lastimarla. ¿Oíste? Porque si hacen algo, convertiré tu trasero de lobo en un abrigo y se lo daré a ella en su cumpleaños.
—¿En serio? Nunca he ido a una de sus fiestas de cumpleaños privadas. Aunque una vez la invité a salir.
—No quiero saber sobre tu triste historia donde fuiste rechazado. Gracias.
—El primer día de primero de prepa...
—Y creíste que todo sería diferente en la preparatoria, pero ella te dijo que no. Oye, ¿Vas a ayudar o te vas a quedar ahí como estatua? —Lo miró de costado.
—Ella se rió y me dijo que volviera cuando mi bicicleta tuviera motor en lugar de cadena.
—El amor rechazado es lo peor. ¿Has probado con la escritura? Así puedes canalizar toda tu energía negativa.
—Naah. Quiero usarla para aniquilarla. No soy muy bueno escribiendo. —Él la miró y Lindsay lo tomó del cuello de la chaqueta para enfrentarlo.
—Esto no es un juego, Isaac. Te lo advertí. Tú o alguno de los estúpidos cachorros de Derek le toca uno de sus cabellos, se la verán con nosotros.
Isaac le colocó un mechón de pelo detrás de la oreja y luego habló —¿Qué te sucede? ¿Ahora dependes de otros para proteger a tus amigos? Tú no eres así, cariño.
Ella lo soltó, pero aun permanecieron frente a frente —No necesito a nadie para defender a mis amigos, cariño... —Repitió aquel apodo que ya se había vuelto costumbre entre ambos cuando se enfrentaban. —Y créeme que me gustaría por mucho darte una demostración de lo que puedo hacer.
—Stiles, ¿Puedes calmarte? —Allison le dijo al verlo muy intranquilo en su asiento.
—No. No puedo.
—¿Esto es por Lydia o porque Lindsay está con Isaac?
—Ambos.
—No creo que sea por ambos —Dijo ella y viendo que el chico no quitaba la mirada de su novia.
—Bien. Es por Isaac, ¿Sí? Solo mira eso —Señaló la mesa frente a ellos —. No quiero que se acerque así a Lindsay.
—Stiles, ¿Acaso tienes celos?
—¿Celos yo? Pff, claro que no. —Dijo colocando una sustancia rara en el tarro del experimento.
—Es lo que ellos quieren. Érica me hizo lo mismo con Scott. No dejes que te descontrolen. Además, es Lindsay. Sabes que ella no haría nada.
—Sí, pero míralo. Hasta yo querría salir con él.
Harris volvió a tocar la campana para cambiar de puesto. Y Stiles le agradeció internamente pues no podía seguir viendo aquel escenario donde un hombre lobo lindo estaba muy cerca de su novia. Luego del cambio, Scott quedó con Stiles. Allison con alguien equis. Lydia con Isaac y Érica junto a Lindsay. Stiles iba a pararse para ir con Lydia, cuando Harris golpeó la mesa donde él estaba.
—Si pone mi paciencia a prueba, señor Stilinski, el resultado será que repruebe.
—Muy bien, niña perra, ¿Qué le harán? —Lindsay habló con Érica.
—No crees que la mejor pregunta sería, ¿Qué nos haría ella a nosotros? —Dijo poniendo cara de tristeza. —Sabes, tú y Stiles se ven lindos juntos. Nunca creí que tú llegarías a sentir afecto por alguien. Pero siempre me consideré algo psíquica... Y puedo deducir que lo suyo no durará mucho.
—¿Qué quieres decir con eso? —Lindsay le contestó un poco irritada.
—Sabes, mi habilidad de la audición no es lo único que mejoró. También puedo ver... Y créeme que aquello que vi hace rato entre tú y Isaac, era más que rivalidad. —Sonrió.
—Solo quieres hacerme enojar, Érica, pero eso no funcionará. Jamás me separaré de Stiles.
—El tiempo lo dirá, linda.
—Sabía que te volverías más perra de lo que ya eras. ¿No pudiste quedarte con tus tontos problemas? No, claro que no. Tuviste que recurrir a que alguien más salvara tu vida porque tú no podías hacerlo sola —Lindsay la enfrentó —. Te tenía respeto, Érica, ¿Sabes? Siempre luchaste tú sola con todo. ¿Y ahora que eres? La estúpida mascota de alguien más.
—¡Mejor cierra tu boca! —Ella le colocó su mano con garras sobre su pierna.
—Vamos, hazlo. —Lindsay tomó la mano de Érica y ejerció fuerza sobre su mano para clavarse las uñas de Érica en su pierna —. Que todos vean de lo que eres capaz.
Érica retiró su mano rápido mientras lentamente la pierna de Lindsay se curaba. Harris volvió a tocar la campana dando por finalizado aquel experimento grupal.
—Tiempo. Si han catalizado la reacción como deberían, ahora mismo estarían viendo un cristal. —Scott y Stiles alzaron su frasco y una sustancia dudosa podía verse. Mientras que, en los demás tarros, un bello cristal se veía. Isaac tomó el suyo con unas pinzas y se lo extendió a Lydia —. Ahora, la parte final del experimento que seguramente disfrutarán, es que pueden comérselo. —Lydia estaba a punto de llevarse su cristal a la boca, cuando Scott la llamó.
—¡Lydia!
—¿Qué?
—Nada... —Contestó al ver la mirada de todos sobre él.
Ella siguió con su experimento y comió aquel cristal el cual Isaac había impregnado con el veneno de Kanima. Tanto él como Érica, tenían una sonrisa en su rostro pues a la chica Martin no le había pasado absolutamente nada. Muy a la distancia, en el estacionamiento de la preparatoria, Derek los escuchaba y veía. Dando por finalizada su búsqueda de aquella criatura.
[...]
—Derek está afuera esperando a Lydia —Scott informó una vez los cuatro se reunieron en la oficina de Bobby que se encontraba completamente vacía.
—¿Van a matarla? —Allison preguntó.
—Si él cree que ella es el Kanima, sí. Y más después de lo de la piscina.
—No es ella.
—Lindsay, le hicieron la prueba y no pasó nada. —Scott le recordó.
—No, no puede ser ella.
—Eso no importa porque Derek cree que es ella. Así que, o lo convencemos de que está equivocado, o descubrimos una manera de protegerla. —Allison planeó.
—No creo que vaya a hacer algo aquí. No en la escuela —Lindsay habló.
—¿Y después de la escuela? ¿Y si le demostramos a Derek que se equivoca?
—¿Antes de las tres? —Stiles habló por fin.
—Puede haber algo en el bestiario.
—Ah, ¿El libro de novecientas páginas escrito en latín que no podemos leer? —Aquel chico habló con su habitual sarcasmo. —Buena suerte con eso.
—Yo sé de alguien que puede traducirlo... —Allison añadió.
—¿Y recién ahora lo dices? —Lindsay le reprochó —. Asombroso. Da igual, quizá puedo hablar con Derek y convencerlo de que no es ella. O al menos conseguir otra oportunidad para demostrar lo contrario... —Los tres la miraron —Vamos, si algo sale mal, déjenme que yo lo arregle.
—¿Qué significa? —Su novio le preguntó.
—No quiero que ninguno salga lastimado... Y no necesito de nadie más para defender a mis amigos... —Habló ella recordando aquellas palabras del chico Lahey.
Allison buscó entre sus cosas y sacó una ballesta de mano. —Creo que puedo defenderme sola.
De a poco Lindsay comenzó a recordar los sucesos anteriores a todo. Cuando Gerard la interceptó en el hospital y la apuñaló. Recordando lo que su familia puede hacerles a los de su clase. Lo rápido que uno de ellos puede cambiar de apariencia y de personalidad. Que ya no puede ni confiar en sus amigos con miedo a salir lastimada.
—Solo... Solo si algo pasa, quiero que me llamen, ¿Sí?
—No creas que te dejaré hacer esto sola, ¿O sí? —Scott le habló.
—Scott, quiero que me dejes hacer esto por mi cuenta. No necesito de nadie para defender a mis amigos.
—¿Esto es por lo que dijo Isaac? —Él le preguntó y todos los presentes se notaron más interesados en la conversación. Principalmente Stiles.
—¿Qué? No. Claro que no.
—Lin, los oí. —Ella agachó su cabeza —. Que no te haga sentir inferior. Tú puedes defender a tus amigos con o sin nuestra ayuda. Porque eres increíble. Nunca vi a una persona más valiente que tú. Eres la primera en preocuparse por los demás y no dudas en salir a defenderlos. Has oídos sordos a las palabras de los demás. Porque si defiendes a tus amigos con ayuda de los demás, es precisamente por eso. Porque tienes a alguien que te quiere. Nunca dudes de ti misma. ¿Entiendes? —Ella limpió algunas de sus lágrimas que cayeron por sus mejillas y asintió. —Bien. ¿Lista?
—Sí... Hagámoslo. —Alzó su cabeza para mirar a Allison. —No me importa que tu padre nos descubra. Si necesitan ayuda, manden mensaje, llamen, griten, los escucharemos y vendremos tan rápido como podamos. Tenemos hasta las tres. —Ella volteó para caminar hasta la puerta, cuando volvió a girar rápidamente y detener una flecha a pocos centímetros de su rostro.
—Ay Dios... ¡Lindsay! Discúlpame. No quise, yo... —Stiles le entregó la ballesta a Allison —. Lo siento, tiene un gatillo sensible... —Lindsay se acercó a él —. De verdad, lo siento...
—Tranquilo. Te ganó la curiosidad. Lo entiendo.
—No, Lindsay. No lo entiendes. Pude matarte.
—¡Stiles! ¡Cálmate! —Ella le gritó pues había comenzado a desesperarse, luego miró a Allison y Scott —¿Pueden dejarnos solos un segundo? Enseguida iré. —Ambos asintieron y abandonaron la oficina. —¿Qué sucede contigo?
—Es todo. Sucede todo.
—No comprendo...
—Todo esto, Lindsay. La situación con Lydia. Tú poniendo tu vida en riesgo. No quiero eso para ti.
—Sabes que somos los únicos que podemos proteger a nuestros amigos, ¿No? —Ella se cruzó de brazos.
—Sí, lo sé, pero también sé que no puedes arriesgar tu vida.
—Stiles, si no arriesgo mi vida, personas las cuales quiero sufrirán o morirán. ¿Acaso no quieres salvar a Lydia?
—Sí, pero tú no me entiendes.
—¡Pues explícamelo porque lo estás haciendo muy confuso! —Ella gritó.
—Te quiero, y me dolería mucho saber que algo malo te pasó por causa de todo esto.
—Sabías como era mi vida cuando comenzamos a salir. Sabes que siempre tendré que arriesgar mi vida por las personas que quiero y eso te incluye a ti. Así que no me digas que no lo haga, porque sabes que te ignoraré por completo.
—Lo sé, pero también es otra cosa.
—Stiles, me estás confundiendo mucho y se nos acaba el tiempo. Hablaremos después —Se acercó a la puerta cuando Stiles la volvió a llamar.
—Es por Isaac, ¿Sí? —Confesó —. Los vi hoy en clase de Química. Y sé que solo hablaban para intentar saber lo que le haría a Lydia, pero ese acercamiento...
—Por favor... —Soltó un suspiro —. ¿Isaac? ¿En serio? ¿Ahora crees que fraternizo con el enemigo?
—No es lo que dije, es solo que... Me pone muy nervioso que estés a su lado. Y no solo él, lo son todos. Isaac. Jackson. Matt.
—¿Jackson? ¿Matt? —Lindsay se cruzó de brazos y lo miró.
—Sí, bueno. De Jackson lo dudo, pero Matt... Los vi también antes del partido en las semifinales.
—Stiles, si es momento de sacar a relucir temas sobre celos, no te convierte en el mejor para tenerlos. ¿Quieres que comience con los míos? Bien. Número uno, Lydia. Número dos, oh sí, también Lydia.
—¿De qué hablas? —Se cuestionó el chico.
—¿Sabes qué? No quiero seguir hablando. Nos vemos luego, Stilinski. —Dio media vuelta para abandonar la oficina y azotar la puerta, para alejarse seguida de Scott.
—¿Qué sucedió allí dentro?
—Nada que te interese. —Le habló —. Talvez las palabras de Érica no estaban tan erradas... —Susurró ella mientras se limpiaba una lágrima.
La situación los estaba superando a ambos. Eran demasiadas cosas en las que pensar y ninguno tenía tiempo para el otro, y talvez eso fue lo que los hizo reaccionar. Los celos eran solo una fracción de todos sus problemas. Stiles no quería perder a Lindsay y ella no quería perderlo a él, pero ¿Qué les aseguraba que una acción errónea no lastimará a ninguno? No lo sabían. Y por más protección o reclamos que ambos se hicieran, oídos sordos ellos hacían.
No era momento para pensar en eso. No era momento para llorar por una pequeña pelea de pareja. Así que Lindsay, puso todo de sí y caminó junto a Scott en busca del hombre lobo Alfa que ya estaba causando muchos más problemas que su tío. Aún así, ella tenía su mente en la reciente conversación. Era su primera pelea de pareja y mentiría si ella dijera que no le afectó, porque sí lo hizo. Y las palabras de Érica tampoco la tranquilizaban, pero... Talvez eso no estaba muy alejado de la realidad. Después de todo, las relaciones a veces terminan, pero Lindsay esperaba que eso no ocurriera.
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