• 𝘾𝘼𝙋𝙄𝙏𝙐𝙇𝙊 𝙓𝙓𝙄𝙑
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"Soy el Alfa ahora"
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—Vengan, ayúdenme —Derek les dijo a ambos hermanos luego de que el sujeto se encontrara inconsciente en el suelo.
—No. —Respondieron a la vez.
—¿Qué?
—Dinos como detener a Peter. —Scott continuó.
—¿De verdad quieren hablar sobre esto ahora?
—Irá por Allison y su familia. Irá a matarlos.
—¿Y qué?
—Derek, sólo... —Lindsay habló —Sólo dinos como detenerlo.
—¡No pueden! —Sacudió su mano aún agarrada —No sé cuándo regresará Kate, asi que alguno de los dos, ¡Quíteme esto! ¡Quítenme esto ahora!
—Prométeme que me ayudaras. —Scott habló.
—¿Quieres que arriesgue mi vida por tu novia? ¿Por tu estúpido romance que no significa absolutamente nada? No estás enamorado, Scott. Tienes dieciséis años. Eres un niño.
—Tal vez tengas razón. Pero sabemos algo que tú no —Lindsay lo enfrentó —. Peter dijo que no sabía lo que hacía cuando mató a tu hermana. Mintió. —Ella desdobló un papel. El mismo papel que mostraba a un ciervo con el espiral de venganza. —¿Recuerdas esto? Fue lo que trajo a tu hermana de vuelta a Beacon Hills.
—¿Dónde encontraste eso?
—Nuestro jefe nos dijo que hace tres meses alguien llegó a la clínica pidiendo la copia de esta foto. ¿Quieres saber quién fue? —Lindsay seguía informando al hombre lobo. —La enfermera de Peter. Ellos trajeron a tu hermana para que Peter pudiera matarla y convertirse en el Alfa. Y por eso nos ayudaras.
—Sólo ayúdanos y... Yo te ayudaré a abrir el otro... —Tarde. Derek había puesto toda su fuerza para soltarse el mismo.
—Los ayudaré.
Stiles estaba dispuesto a ir a buscar a sus amigos. No podía quedarse en el hospital sin hacer nada. Además de tener una información que les interesaría a todos. Pues era eso lo que siempre estuvieron intentando descubrir.
—¿A dónde vas? —Jackson le dijo antes de que se fuera.
—A buscar a Lindsay y Scott.
—Pero no tienes auto.
—Ya me di cuenta, gracias.
—Yo te llevo, vamos... —Intentó tocarlo, pero Stiles se alejó de él.
—¡Solo porque te sientes culpable de repente no está bien! ¿Sí? La mitad de todo esto es tu culpa.
—Tengo auto, tú no. ¿Quieres mi ayuda o no?
—Bueno. ¿Trajiste el Porsche?
—Sí. —Sacó las llaves y Stiles las agarró.
—Bien. Yo manejo. —Antes de dar otro paso más, Chris Argent se les interpuso en su camino.
—Chicos... ¿Me pregunto si saben dónde se encuentran Scott y Lindsay McCall?
—¿Los hermanos McCall? Am... —Stiles habló nervioso, pero más tranquilo que Jackson. Él era literalmente un manojo de nervios. Temblaba como una hoja en invierno. —Pues no los he visto desde el baile. Jackson, ¿Tú sí?
—Am... Yo...
—Por amor de Dios... —Stiles se lamentó. Y así, en un parpadeo, ambos fueron arrojados dentro de una habitación vacía. En la cual cerraron las puertas para no escapar.
—Les preguntaré de nuevo. ¿Dónde están Lindsay y Scott McCall? —Los dos volvieron a negarse a contestar, por eso mismo, Chris tomó a Stiles desde la camisa y lo estampó contra la pared —Déjame hacerte una pregunta, Stiles. ¿Has visto a un perro con rabia?
—No. Lo pondré en mi lista de cosas por hacer si me suelta.
Él lo soltó —Pues yo sí. Y lo único con lo que lo puedo comparar es: Con ver a un amigo mío convertirse en luna llena. ¿Y quieres saber qué pasó?
—En realidad, no. Sin ofender su habilidad para contar historias.
—Intentó matarme y me vi obligado a dispararle, justo en la frente —Tocó la cabeza de él —. El tiempo que estuvo agonizando intentó enterrarme sus garras, intentando matarme. Como si fuera lo más importante que pudiera hacer en su último intento de sobrevivir. ¿Puedes imaginarlo?
—No. Y parece que necesita ser más selectivo con...
Argent golpeó fuertemente la pared. —¿Alguno de los dos ha intentado matarte en luna llena? ¿Has intentado amarrarlos?
—Sí, tuve que esposarlos a un radiador. Aunque Lindsay fue voluntaria. ¿Por qué? ¿Hubiera preferido que los encerrara en el sótano y quemara la casa con ellos dentro?
—Odio negar un rumor tan popular, Stiles... Pero nosotros no lo hicimos.
—Cierto. Derek dijo que tenían un código. Supongo que nadie lo rompe.
—Jamás. —Dijo él seguro.
—¿Y si alguien lo hiciera?
—¿Alguien como quién?
—Su hermana.
[...]
Los dos hombres lobo, y la mujer lobo, abandonaron esa especie de cueva subterránea aprisiona lobos, para volver al exterior. Donde, por suerte para todos, no había nadie. Todo estaba en completa oscuridad y parecía muy tranquilo. Pero Lindsay, aun con su estado alerta, no dejaría que nadie los sorprendiera.
—Esperen, esperen... —Derek les dijo quedándose atrás. —Algo no está bien.
—¿Qué pasa? —Scott preguntó.
—Hay una vibra extraña aquí... —Lindsay intentó apoyar las ideas de ambos.
—Es como si fuera un...
—No, no digas "Muy fácil" La gente dice "Muy fácil" Y cosas malas pasan. ¿Crees que encontrarte fue fácil? Tuve que subirme a una roca grande. ¡Casi caigo! —Lindsay le informaba al hombre lobo —¿Crees que escaparnos del padre de Allison fue fácil? Nada de esto ha sido fácil.
—Sí, claro. Es cierto. —Antes de que pudiera decir algo más, una flecha fue a parar a un costado de su hombro y luego una más en su pierna. Lindsay logró ver a Allison junto a su tía apuntándoles con su arco. —¡Sus ojos!
Una flecha explosiva se estrelló en un árbol detrás de ellos, haciendo que ambos cayeran al suelo y con su vista algo dañada. Derek quebró sus flechas para poder liberarse de ellas y ayudó a los dos a alejarse de las cazadoras. No pudieron llegar muy lejos, pues ambas ya se encontraban cerca de ellos y estaban muy confundidos como para salir corriendo.
—Allison, puedo explicarlo...
—Deja de mentir. Por primera vez, no mientas. —Ella se acercó cada vez más a él.
—Te iba a decir la verdad en el baile. Te lo iba a decir todo... —Él no podía ver con claridad, pues la flecha le había hecho algo de daño. —Porque todo lo que yo dije, todo lo que yo hice...
—Fue para protegerme.
—Sí.
—No te creo.
—Pues créele —Lindsay dijo llegando como pudo hasta su hermano. Para colocarse a su lado y ver a Allison —. Nunca vi a nadie arriesgar su vida como mi hermano lo hizo por ti.
—Deja de mentir tú también —Ella la miró —Nunca fuimos amigas. De seguro todos los tratos buenos de ti hacia mí eran puras mentiras.
—Allison, eso es mentira. Tú fuiste mi primera mejor amiga de verdad... Nunca te haría daño. Ninguno de los dos te haría daño.
—Eso es mentira...
—Vamos, Allison, escucha lo que estás diciendo. Estás siendo influenciada por tu tía —Ella le dijo —. No dejes que te moldee a su manera.
—Por Dios, ahora dispárales antes de que lo haga yo —Kate llegó hasta ellos.
—Tú dijiste que los atraparíamos.
—Lo hicimos. Ahora los mataremos —Pasó por el lado de Derek disparándole. —¿Ves? No es difícil. Ay no... Conozco esa mirada. Es la mirada de: "Tendrás que hacerlo tú, tía.". —Ella apuntó primero a Scott.
—Kate, ¿Qué? ¿Qué haces? —Allison habló.
—Me gustan esos ojos cafés... —Dijo mirando a Scott, y luego miró a Lindsay —Creo que no tuvimos tiempo de conocernos, linda... Ouh, que pena.
—¡Kate! —Chris llegó al rescate. —Sé lo que hiciste. Baja el arma.
—Hice lo que me dijeron. —Aún seguía apuntando a los hermanos.
—Nadie te pidió matar a esas personas. Había niños en esa casa, eran humanos. —Ella estaba en negación. No quería dejar de apunarles —Ve lo que haces... Sostienes un arma frente a dos chicos de dieciséis años, sin pruebas de que hayan matado a alguien. Nos regimos por el código. —Unas palabras en algún idioma, salieron de su boca.
—Cazamos a quienes nos cazan —Allison tradujo.
Kate quitó el seguro del arma, mientras Chris apuntaba a su hermana —Baja el arma, ya. —Él disparó dándole a un árbol —. Antes de que te dispare. —Ella bajó el arma, en el segundo justo que la puerta de la casa Hale se abría lentamente —Allison, retrocede.
—¿Qué es eso? —Ella preguntó.
—Es el Alfa —Lindsay le respondió volviendo a pararse mientras colocaba sus ojos del amarillo característico.
Peter salió a una velocidad de hombre lobo de la casa mientras comenzaba a correr entre todos los cazadores y hombres lobo. Ellos lo seguían con la mirada, apuntando con sus armas, pero no podía ser cazado. Golpeó a Chris Argent, luego siguió por Allison. Hasta que Kate fue la última Argent de pie.
—¡Ven aquí! —Ella se volteó y Peter atrapó su mano con el arma. La tomó del cuello y la tiró haciendo que quedara en la entrada de la casa, para que luego Peter la adentrara en ella.
—¡No!
—¡Allison, espera! —Lindsay la siguió dentro de la casa. Pues ella era la única en pie. Scott había sido derribado también por Peter segundos atrás.
—Es hermosa, Kate. Se parece a ti, tal vez no tan maltratada. Por eso te daré la oportunidad de rescatarla. Discúlpate —Él tenía sus garras en su cuello, dispuesto a acabar con su vida.
—Peter, suéltala. —Lindsay le dijo.
—No, Lin... Déjame a mí —Allison contestó.
—Di que sientes haber matado a mi familia. Por haberme quemado y herirme durante seis años... Dilo, y la dejaré vivir.
—Lo siento... —Kate dijo. Pero Peter, aun así, enterró sus garras en su cuello desgarrándolo por completo.
—No sé lo que tu digas, Allison, pero esa disculpa no sonó, nada sincera. —Él comenzó a acercarse a ella.
—No te acerques a ella, tío tieso —Dijo ella colocando sus ojos amarillos y haciéndole burla por su estado de catatonía de hace unos días. Ella miró a su costado, donde Derek y Scott se encontraban apoyándola para destruir al Alfa —Corre, Allison. Aléjate de aquí.
Y así, la pelea entre lobos dio comienzo. Los tres atacaron a Peter, pero él se defendía arrojándolos contra los muebles y esquivando sus golpes. Scott lo golpeaba en la cara, pero Peter no parecía reaccionar a ninguno de sus golpes. Lo único que Scott conseguía, era ser revoleado otra vez contra una pared. Lindsay aprovechó su momento de distracción y se colocó en su espalda para intentar darle algún que otro rasguño por ahí. Pero al igual que Scott, lo único que consiguió, fue que la tomara por los hombros y dándole una vuelta, terminara de espaldas contra el suelo.
Ahora era turno de Derek. Él corrió hasta su tío en cuatro patas y dio un gran salto. Haciendo que Peter lo golpeara en el estómago mandándolo a volar por los aires. Sí, la pelea con el Alfa no sería muy fácil de ganar. Nuevamente, Lindsay se reincorporó y volvió a atacarlo, pero Peter la tomó por el cuello apretándolo lentamente. Ella le dio varios golpes en su rostro, donde Peter parecía reaccionar e intentaba evitar transformarse en lobo. Peter la lanzó haciendo que su cabeza chocara con una de las columnas de la casa. Ella como pudo logró verlo transformarse completamente en aquella bestia que atormentaba sus vidas desde el segundo uno que todo comenzó.
Una ventana se rompió. Y por dicha ventana, ambos hermanos fueron lanzados por el Alfa llegando nuevamente hasta el exterior. Se reincorporaron rápidamente, pero Peter logró agarrarlos y levantarlos completamente del suelo. Scott y Lindsay se miraron y tras una mirada que ellos solos entendían, patearon el pecho de Peter haciendo que los soltara y que él retrocediera con brusquedad.
Una bocina de un auto los distrajo a todos. Una bocina de un auto del cual bajaron Jackson y Stiles. Este último traía un frasco en su mano y el cual fue lanzado con dirección al Alfa. Pero él lo agarró antes de que pudiera quebrarse contra él.
—Ay mierda... —Stiles dijo.
—¡Allison! —Scott le gritó mientras le lanzaba su arco. El cual ella equipó rápidamente con una flecha, y disparándola hacia el frasco que Peter tenía en su mano. Haciendo que se incendiara por completo. Jackson, quien traía otro frasco, lo lanzó hacia él. Incendiando mucho más al hombre lobo Alfa. Lindsay vio como Peter quería acercarse nuevamente a la chica Argent.
—¡No! ¡Te dije que te alejaras de ella! —Corrió hasta él, dándole una patada en el aire y desviándolo hacia otro lado. Haciendo que cayera de rodillas con todo su cuerpo calcinado por el fuego.
Allison se acercó a Scott, quien estaba transformado en lobo. Él intentó evitar su mirada, pero Allison se lo prohibió. Quería que la mirara, quería verlo a él. Quería verlo en su verdadera faceta. Sin miedos, sin rencores. Siendo solo ellos. Ella se acercó a él y se besaron.
—¿Por qué hiciste eso? —Dijo Scott cuando terminaron el beso.
—Porque te amo. —Respondió ella.
Lindsay se acercó a Stiles tan rápido como pudo. Intentando asegurarse de que se encontrara bien. Pues no lo había visto desde el baile y tenía miedo de que algo malo le hubiese pasado en su ausencia.
—¡Stiles! ¿Te encuentras bien? ¿No tienes nada? —Ella comenzó a revisarlo. Pero antes de que pudiera seguir con su inspección, Stiles levantó su mentón haciendo que lo mire. —¿Qué? ¿Qué sucede? —Stiles simplemente se acercó a ella y la besó. Terminando con un ciclo consecutivo de angustias y sufrimientos. —¿Por qué hiciste eso? —Preguntó ella al terminar el beso.
—Porque te amo. —Repitió aquellas palabras que su amigo usó hace un momento. Lindsay le sonrió y volvieron a besarse. Esta vez, aceptando esos sentimientos que ambos sentían por el otro.
Derek salió de la casa y caminó hasta donde se encontraba el cuerpo de su tío. No había muerto aún, solo se encontraba inmóvil por las quemaduras graves que tenía por todo su cuerpo. Como aquella vez que lo rescataron del incendio que Kate provocó hace unos años.
—¡Espera! —Scott intentó detenerlo para que no hiciera nada de lo que se arrepentiría luego.
—Dijiste que la cura viene de quien te mordió... —Lindsay siguió. No podía acercarse a él, pues Stiles la tenía entre sus brazos. Había sufrido mucho, no dejaría que su chica saliera herida nuevamente.
—Derek, si lo haces, estaremos muertos... —Scott dijo. —Su padre, su familia... ¿Qué se supone que haremos?
—Scott... Si este cerebro de pájaro —Señaló a Derek —, no termina matando al otro cerebro de pájaro... Tú toma la cura. Hay una sola. Tú la necesitas más que yo. —Ella miró a Stiles —Yo logré encontrar a alguien que me acepta no importa si soy humana o... Mujer lobo. —Stiles le sonrió. Pues estaba en lo cierto. Habían pasado por muchas cosas, y él estaba seguro que la amaría no importa lo que sea.
—Tú ya... Lo decidiste... —Peter decía con las últimas fuerzas que le quedaban —Lo puedo oler en ti...
—¡Espera no lo hagas! —Scott dijo, pero ya era tarde. Derek había desgarrado con sus garras el cuello de su tío. Y tras unos segundos de puro silencio, donde Derek volvía a mirar a los demás... Dejó a la vista sus nuevos ojos rojos. Aceptando con mucho placer su nuevo lugar en la manada.
—Soy el Alfa ahora.
[...]
Los tres amigos, ahora dos de ellos siendo pareja... Se adentraron lentamente a la habitación de Lydia. Pues ya que nunca supieron bien que es lo que Peter le había hecho. Los doctores habían dicho que estaba en estado crítico. Y su nueva misión seria investigar aquella mordida.
—Cierra la puerta —Scott le susurró a Stiles. Él hizo lo que pidió, pero la puerta comenzó a hacer unos chirridos, así que la cerró con más delicadeza hasta que la puerta se cerró por completo.
—¿Qué? —Dijo al ver la mirada de los mellizos sobre él.
Lindsay, quien era la más decente para hacer el trabajo, levantó la bata medica de Lydia y deshizo la gaza que le cubría la herida.
—¿Ya sanó? —Preguntó el chico Stilinski quien no quería ver, pues estaba seguro que le daría algo.
—No, claro que no. —Contestó la chica McCall.
—No entiendo. El doctor dijo que estaría bien.
—Pero la mordida no está sanando como la nuestra... —Scott aclaró. —Significa que...
—No es una mujer lobo —Lindsay continuó.
—Entonces, ¿Qué es?
Jackson entró a la casa de Derek. Pues aún seguía con su idea de conseguir el poder que todos parecían tener.
—Derek. ¡Derek! —Él se encontraba al pie de las escaleras, con la oscuridad cubriéndolo por completo. —Yo te ayudé. Yo ayudé a salvarte. Tienes lo que querías... Tienes lo que querías. Ahora mi turno llegó. Dame lo que quiero. —Derek dio un salto llegando al instante frente a él. Puso sus ojos de color rojo, dispuesto a entregarle lo que siempre anheló en su vida. El poder de un hombre lobo.
—"Mujer vinculada con el incendio de hace seis años, ¿Es sospechosa de asesinatos en Beacon Hills?" —Argent leyó el periódico, donde Kate salía en la primera página como la culpable de todo.
—Estarán aquí en dos días. —Victoria le recordó.
—No debimos hacerlo. Ese estúpido collar.
—La policía lo hubiera resuelto. No dudes que recibirán la culpa de algo que no hizo.
—Seremos parias en esta ciudad.
—Podremos soportarlo.
—¿Y Allison? —Preguntó él por su hija.
—Aprenderá. ¿Pero qué hay de los hermanos?
—No soy su único problema ahora...
Scott estaba disfrutando su tranquilidad con Allison en su tejado. Ambos estaban felices, las verdades habían sido descubiertas, y ya nada los lastimaría. Peter había muerto, Derek se había vuelto el Alfa, y con su nuevo cargo, solo tendría que encargarse de no cagarla o todo terminaría en desastre.
Lindsay se encontraba con Stiles. Los dos dentro del Jeep del chico, mientras recorrían la ciudad de Beacon en busca de algún lugar para comenzar su cita. Habían aceptado sus diferencias. Habían abierto sus corazones a nuevos amores. Los dos se habían animado a experimentar situaciones que nunca imaginaron que tendrían que vivir en su vida. Pero se sentían bien. Ya nada malo pasaría. Seguirían con su adolescencia normal. Seguirían descubriendo nuevas facetas del amor. Y sí, llevaría tiempo. Porque nada era sencillo con ellos dos. Nuevas experiencias serían conocidas, pero Lindsay las enfrentaría. Porque se sentía mucho más segura. Mucho más valiente que antes. Dispuesta a aceptar cualquier meta que la vida le pusiera en su camino. Después de todo, ella se convirtió en lo que es, gracias a la Mordida de Lobo.
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Bueno, hemos llegado al final de esta temporada. Pero como expliqué al comienzo del libro, este tendrá la segunda temporada. Por lo que les recomiendo que no la eliminen de su biblioteca, así Wattpad puede avisarles cuando ya se haya publicado la segunda parte.
En fin, llegando a la parte sentimental, quiero agradecerles mucho su apoyo, y aunque no haya obtenido muchas leídas, quiero que sepan que yo amé escribir este libro. Y lo voy a seguir haciendo, porque todavía quedan muchas más cosas por seguir descubriendo de la vida de nuestra querida Lindsay McCall. Y aun quedan muchas ideas locas en mi cabeza.
Tengo pensado publicar algún que otro extra que contarán una historia a parte de la original. Tipo, una cita entre Stiles y Lindsay, y cosas relacionadas así. Serán tres en total, y los publicaré lunes, miércoles y viernes de la semana que viene. Ahora, a lo importante; comenzaré a publicar los capítulos de la segunda temporada como dentro de un mes... Puede ser que más. Pues tengo que ponerme al día con mis tareas y quiero alejarme un poco de las preocupaciones por no llegar a subir capítulo el día correspondiente, jeje. Como ya dije, no quiten la historia de sus bibliotecas. Así podrá llegarles la notificación que esta escritora novata, por fin, después de tanta espera, ha publicado la nueva temporada.
Bueno, hasta aquí mi comunicado sentimental. Nuevamente gracias por todos sus votos, comentarios y apoyo. De verdad lo aprecio mucho. Nunca dejen de apoyar a las escritoras que estamos en esta plataforma. Tenemos errores, pero siempre estamos dispuestas a aceptar críticas constructivas para que puedan leer algo bonito visual y textualmente decente.
Nos volvemos a leer muy pronto. Cuídense mucho, y recuerden. No salgan a buscar la mitad de un cuerpo, en medio del bosque en luna llena, o terminaran con una Mordida de Lobo.
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