• 𝘾𝘼𝙋𝙄𝙏𝙐𝙇𝙊 𝙓𝙑𝙄𝙄
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"Jackson lo sabe"
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Una persecución se llevaba a cabo gracias a Derek Hale, pues se le había ocurrido la brillante idea de presentarse en la preparatoria Beacon Hills, para atormentar al profesor Harris. Obvio la policía llegó en su rescate lo cual provocó que en este mismo momento casi todo el departamento de Beacon estuviera persiguiéndolo.
—Repito. El sospechoso va a pie. Lo perseguimos con dirección noroeste. —El Sheriff informó a los demás oficiales. Al dar una vuelta, Derek detuvo su correr pues el auto de Chris Argent lo obligó a tomar otro camino.
—Va a pie, se metió en la fábrica de fundición —Él informó a su hermana que se encontraba en otro auto. Persiguiendo otra cosa.
—Espera, ¿Dijiste que va a pie?
—Sí, a la fábrica de fundición.
—¿Corriendo?
—Sí, corriendo —Chris cortó la llamada para seguir persiguiendo a Derek.
—Si va corriendo, ¿Quién diablos maneja su auto?
—¿Más rápido? —Scott preguntó dentro del auto de Derek Hale.
—Mucho más. —Stiles añadió. —Creo que no entiendes el concepto de persecución.
—Si acelero, nos mataremos.
—Si no aceleras, ellos no mataran —Lindsay mencionó luego de algún rato en silencio. Pues se encontraba intentando crear alguna distracción con las cosas que Derek tenía en su auto, para poder lanzarle a Kate. Scott aceleró por millonésima vez, y perdieron de vista a Kate. —La perdimos.
Stiles sacó el radio para poder escuchar lo que los oficiales decían —"A todas las unidades, sospechoso a pie, rumbo a la fábrica".
Scott cambió su curso hacia la fábrica para así poder salvar a Derek de los oficiales y de los cazadores. Entró por unas de las grandes puertas del lugar, y disparos se escuchaban, pues Chris Argent se encontraba intentando cazar a Derek con unas especies de flechas explosivas. Stiles llamó a Derek y este rápidamente se subió al vehículo en el asiento donde el humano se encontraba, haciendo que este pasase para atrás, a un lado de la chica McCall.
—¿Qué parte de discreción no entendiste? —Scott dijo una vez ya se encontraba dentro, y abandonando el lugar.
—¡Maldita sea, lo tenía! —Derek gritó.
—¿Al Alfa? —Preguntó Stiles.
—Sí, lo tenía. Y el maldito policía llegó por mí.
—Oye, solo están haciendo su trabajo —Stiles dijo mirándolo y Derek le devolvió la mirada con una de odio y enojo. Mucho odio y enojo.
—Sí, gracias a alguien que decidió hacerme el fugitivo más buscado de todo el estado. —Ahora miró a Scott, con mucho odio y enojo.
—¿Podemos superarlo? Cometí un error tonto, lo sé.
—Sí, dejemos los estúpidos errores de Scott para otro momento —Lindsay añadió poniéndose entre los dos asientos del medio —. ¿Cómo lo descubriste? —Miró a Derek para que le dijera quien es el Alfa. Pero él no quiso soltar ni una palabra.
—¿Puedes intentar confiar un segundo? —Ahora dijo Scott.
—En los dos —Lindsay continuó.
—En los tres —Stiles corrigió, pero Derek lo miró —. O solo en ellos, estaré aquí atrás. —Stiles se hizo a un lado, para que Lindsay pudiera ponerse en el medio de los asientos.
—La última vez que hablé con mi hermana, estaba por descubrir algo. Descubrió dos cosas. La primera, a un hombre llamado Harris...
—¿Nuestro profesor de Química? —Lindsay preguntó —. ¿Por qué él?
—No lo sé aún.
—¿Cuál es la segunda? —Continuó Scott.
Sacó un dibujo de su bolsillo —Una especie de símbolo. —Scott ya lo había visto, por lo cual, soltó un gran bufido -. ¿Qué pasa? ¿Sabes qué es?
—Lo vi en un collar... En el de Allison.
[...]
—Será algo imposible, ¿Lo sabes? —Scott decía mientras entraba a la preparatoria junto a su amigo.
—Solo pídeselo prestado.
—¿Cómo?
—Es fácil. Solo di: "Allison, ¿Me prestas tu collar para ver si tiene algo o hay algo para guiarme al hombre lobo Alfa al que debo matar para estar juntos?".
—No ayuda... —Scott lo detuvo.
—¿Por qué no hablas con ella?
—No quiere hablarme.
—¿Y si le dices a tu hermana que se lo pida? Son amigas, y con ella no está enfadada... Quizás pueda conseguirlo. —Stiles ideó.
—Es una posibilidad, pero quiero conseguirlo por mi cuenta... Oye, ¿Y sí se lo quita mientras se ducha?
—Es lo que te calma, es lo que te tranquiliza ¿Sí? Reconcíliate con ella. Recuérdale los buenos tiempos y pídele su collar. —Scott no respondió, pues una cara boba en su rostro se dejaba ver —Estás pensado en ella en la ducha ¿Verdad?
—Sí...
—Escucha, concéntrate ¿Sí? Consigue el collar, encuentra al Alfa, cúrate y recupera a Allison. En ese orden, ¿Bien?
—Conseguir el collar, encontrar al Alfa, curarme, recuperar a Allison —Se repitió el hombre lobo, pero no estaba siendo escuchado por su amigo, pues este estaba mirando hacia los casilleros, donde aquella chica McCall se encontraba guardando sus libros —. ¿Aún no hablan?
—¿Eh? —Preguntó él confundido —¿A qué te refieres?
—Sobre la otra noche. La noche de mi estúpida confesión. ¿No han hablado nada al respecto?
—Creo que los dos estamos intentando evitarlo de alguna forma. —Stiles desvió la mirada de la chica para mirar a su amigo —. Oye, ayer durante la persecución de Derek ni siquiera nos miramos... Es complicado.
—Solo dime una cosa... —Stiles miró a su amigo en la espera de la pregunta —¿Ella te gusta? Sé que tu amor por Lydia aún sigue ahí. Aunque quieras olvidarla, va a llevar tiempo, solo dime sí de verdad te gusta mi hermana para ahorrarle un corazón roto...
—No lo sé, Scott. Lydia me ha gustado desde tercer grado. Y sé que en el fondo me sigue gustando, pero nunca me miraría. Nunca me hablaría. Pero Lindsay —Volvió a mirar a la chica, que ahora se encontraba hablando y riendo con otra chica de cabello rubio —, ella me notó desde el primer momento, y no lo digo porque sea tu hermana... O tal vez sí lo diga porque sea tu hermana, pero ese no es el punto.
—Stiles, el punto aquí es, que sí te gusta Lindsay. Y ella gusta de ti, no sé desde cuándo, pero le gustas.
—¿En serio?
—Vamos, amigo, tú eres el único que no lo ha visto. Su mirada, su nerviosismo al hablar cuando estás cerca, los insultos... Son una forma rara de ocultar los sentimientos que ella tiene. —Scott añadió.
—¿Tú como sabes eso?
—Es mi melliza, Stiles. De algún modo, sé cómo se siente.
—Interesante... En fin, no sé qué hacer.
—Puedes, pueden —Se corrigió —, seguir con sus vidas normales, y aquel que mencione el tema primero, felicidades —Utilizó las mismas palabras que su hermana le dijo aquella noche de confesiones. —Solo no actúes extraño frente a ella.
—¿Extraño? ¿A qué te refieres? —Preguntó el humano deteniendo su caminar.
—Vamos, Stiles, las miradas de ayer en el auto de Derek que le lanzabas cuando estaban sentados en la parte trasera no eran nada discretas. Te vi por el espejo retrovisor.
—Yo no... Yo no hice nada.
—Sí, como digas. —Scott comenzó a caminar nuevamente.
—Oye, Scott, yo no le lancé miradas de nada... —El chico corrió detrás de su amigo.
Jackson se encontraba en el hospital, pues les había hecho caso a sus amigos y había ido a revisarse esa herida o marca que Derek le dejó detrás de la nuca. Pues aquella noche en la escuela, le había dolido demasiado, y tenía que saber de una buena vez, que era eso.
—¿Qué dijiste que te rasguñó? —Preguntó el doctor.
—Solo fue un animal. Mire, ¿Puede darse prisa? Mi primera clase empezó. —Jackson estaba boca abajo mientras él le revisaba la herida.
—¿Has tenido problemas para dormir?
—Un poco. He tenido sueños.
—¿Sueños o pesadillas?
—Pesadillas sobre un incendio... Una casa y pude escuchar gritos y... Esperé, ¿Qué tiene que ver con esto?
—Nada. Eso espero —El doctor tomó unas pinzas del cajón y se acercó a Jackson.
—¿Qué es eso? —Preguntó el chico preocupado.
—Solo quiero ver más de cerca.
—Mire, no tengo mucho tiempo...
—Será un momento.
—Pensé que había dicho que solo lo vería.
—Sí, pero para eso, tendré que revisar un poco más. —El doctor dejó las pinzas en la mesa y se decidió por otra herramienta, una especie de tijeras. Jackson no pudo decir nada, pues se encontraba algo aterrado por lo que estaba a punto de hacer aquel doctor —Quédate quieto, por favor. —Acercó las pinzas/tijeras a Jackson y este reaccionó como si de un escalofrío se tratara. —¿Te dolió?
—No, solo es que está frío.
—Ah, porque este piquete solo dolerá un poco —El sujeto colocó otra vez las pinzas en la herida de Jackson mientras él parecía retorcerse del dolor que sentía. El doctor pedía tranquilidad, mientras Jackson pedía que se detuviera. —Hay algo justo debajo de la piel... Solo un momento...
—¡Ya basta!
Jackson rogaba, pero el sujeto seguía intentando sacar algo de la herida, que ya había empezado a sangrar un poco. Una especie de planta comenzó a salir de esta. Era una planta de Wolfsbane. Jackson no entendía nada, sentía mucho dolor. Pero cuando intentó voltear para ver al doctor, este ya no se encontraba. En su lugar, Derek sostenía las pinzas mientras sacaba la planta de su cuello.
Jackson gritó y cerró sus ojos. Parecía todo un sueño, y eso era. Pues se levantó de repente y se encontraba en la camilla del hospital, pero nada de lo que había sentido, fue real. Su mente se lo había hecho creer.
—Muy bien, puedes ponerte la camisa —Pidió el doctor, había terminado de revisarle la herida. —La herida de tu cuello no es para alarmarse.
—¿Esta noche podré jugar?
—Claro, sin duda. Pero quiero darte un antibiótico —Levantó la mirada de la planilla que estaba llenando para mirar a su paciente —. ¿Has comido alguna hierba extraña últimamente?
—¿Cómo qué?
—Tienes envenenamiento por Aconitum.
—¿Qué diablos es Aconitum?
—Es una flor morada, es una hierba venenosa...
—Wolfsbane. —Aclaró él.
—Sí. Así que te es familiar.
—No, yo... No tengo idea de cómo lo supe... —Jackson terminó de vestirse, para luego salir del consultorio y acercarse a recepción. Donde la madre de los mellizos se encontraba.
—Hola. —Saludó ella amablemente.
—Hola. ¿Le importa si busco algo en su computadora?
—Apuesto que un rostro tan atractivo no escucha un "No" a menudo.
—Ni lo mencione...
—¿Eres amigo de Scott? —Ella preguntó. —¿De Lindsay? ¿O de ambos?
—Sí —Contestó el chico Whittemore —. Somos muy amigos los tres, de hecho.
—¿Sí? —Melissa miró hacia los lados, y le dejó la computadora libre a Jackson —. Que sea rápido.
Jackson se acercó a la computadora y empezó su búsqueda. Una sonrisa satisfactoria apareció en su rostro, pues su búsqueda había sido exitosa. Abandonó el hospital rápidamente sin agradecer el uso de la computadora. Melissa se acercó nuevamente y la máquina solo mostraba los registros del hospital. Jackson había borrado su historial de búsqueda.
[...]
Lindsay se encontraba en su casillero, pues su clase había terminado, y para no andar cargando sus libros, los guardó ahí. Aunque la puerta de su casillero se cerró de golpe, dejando ver a Jackson con una sonrisa satisfactoria.
—Sé lo que eres, McCall.
—¿Qué? —Preguntó ella confundida.
—Sé lo que eres. Lo que son. Tú y el otro McCall.
—Lo siento, no tengo idea de lo qué estás hablando —Ella volvió a abrir su casillero, pero Jackson volvió a cerrarlo.
—Sí, claro que sí. Y éste es el asunto —Se acercó más a ella —. Como sea que se hayan convertido en lo que son, lo conseguirán para mí también.
—¿Conseguirte qué? —Ella se alejó de él, pues la distancia era muy cercana y cualquiera podría pensar cualquier cosa.
—Lo que sea. Una mordida. Un rasguño —El rostro de la chica McCall cambió por completo. Jackson había descubierto su secreto —. Aspirar polvo de hadas bajo la luna llena, no me importa. Lo conseguirán para mí o... Haré que Allison descubra el secreto de Scott, ¿Qué crees que pasará? —Jackson se alejó con una sonrisa muy feliz en su rostro. Estaba a punto de conseguir lo que más quería en su vida. Y en el proceso, utilizar a los McCall para su beneficio.
Lindsay guardó sus últimas cosas en su casillero lo más rápido que pudo, y con la preocupación a flor de piel, corrió en busca de su hermano. Tenía que decirle. Jackson había descubierto lo que eran, y nada bueno saldría de eso. Esa información en manos o, en este caso, boca de Jackson Whittemore, no era muy gratificante.
—Jackson lo sabe —Dijo ella con la respiración entre cortada. Lo había encontrado en uno de los pasillos junto a Stiles.
—¿Qué? ¿Qué sabe Jackson? —Preguntó sin entender el hombre lobo.
—Jackson. Él sabe. Sabe lo que somos. —Dijo con la respiración ya más controlada.
—Ay no...
—¿Cómo diablos lo supo? —Preguntó el chico Stilinski.
—No tengo idea...
—Muy bien. ¿Lo dijo en voz alta? ¿Dijo eso?
—¿Qué palabra? —Lindsay intentaba entender a lo que se refería su amigo.
—Eso, hombre lobo. ¿Dijo que sabe lo que son?
—No, pero lo sugirió claramente... —Ella seguía diciendo. Mientras Scott seguía en un estado de silencio absoluto.
—Talvez no es tan grave como parece... No creo que tenga pruebas. Si quiere decírselo a alguien, ¿Quién le va a creer?
—¿Qué tal el papá de Allison? —Habló por fin el lobo adolescente.
—Entonces, sí es grave...
—Necesito una cura. Ahora mismo —Scott dijo.
—Oye, ¿No crees que yo también la necesito? —Ella miró a su hermano —. Vamos, Scott, tú te curas y yo soy la que va a tener que salir corriendo de cazadores sola.
—Pero solo hay una cura. Eso es lo que dijo Derek.
—Genial, ¿Y la usaras tú para estar con el amor de tu vida? Eso es, estupendo. —Dijo con mucho sarcasmo en sus palabras.
—Oigan, no peleen —Stiles intentó detener la pelea de ambos hermanos —. ¿Conoce al padre de Allison?
—No lo sé —Le respondió Scott.
—¿Dónde está Derek? —Volvió a soltar una pregunta.
—Escondido, como le dijimos. —Contestó Lindsay.
—Muy bien. Tengo otra idea. Aunque tomará tiempo y sutileza.
—Tenemos el partido. Son cuartos de final y es su primer juego —Scott aclaró.
—Sí, lo sé... ¿Ya planeaste algo para Allison?
—¿Allison? ¿Qué sucede con ella? _Preguntó Lindsay.
—El collar. Intento ver como pedirle su collar a Allison —Scott respondió —. La veré en la siguiente clase.
—Consigue el collar. —Stiles se alejó, pues ambos hermanos compartían la misma clase.
Ellos entraron al salón, donde ya se encontraban varios alumnos. Scott se detuvo en la puerta mientras miraba a Allison. Un asiento vacío a su lado le llamó la atención. Cuando estaba por sentarse ahí, Lydia se lo ocupó.
—Consíguete otro lugar, cariño. —Ella le dijo, obligándolo a sentarse atrás de Lydia —. Lindsay, cariño, hace tiempo no hablamos. Puedes sentarte a un lado mío si gustas —Lydia le ofreció con una sonrisa, pues el otro lado de ella se encontraba vacío.
—Gracias, Lydia, eres la mejor.
—Lo sé. —Ambas soltaron una pequeña risa —. Oigan, tenemos que organizar una salida de chicas. Las tres —Miró a sus dos amigas —. Conocernos mejor, ¿Qué opinan?
—Am, claro. Sería genial —Allison aceptó.
—Sí, estoy algo ocupada estos días, pero veré que puedo hacer.
—Estupendo. —Lydia, con una sonrisa en su rostro, volvió su vista al frente de la clase. Scott por su lado, miró a su hermana algo confundido. Pues él no creía que era tan amiga de Lydia Martin. Ella solo lo miró haciendo un ademán con su mano para que se olvide del tema.
—Muy bien clase, saquen sus libros —La profesora pidió.
—Allison. —Scott la llamó.
—Hola. Ya empezó la clase —Ella intentó ignorarlo.
—Lo sé, me callaré, pero tengo algo en mi teléfono que quiero enviarte. Te gustará.
—Sí... —Scott envió el mensaje, y cuando la chica Argent lo abrió se encontró con varias fotos de ellos juntos.
—Escuchen, quisiera retomar la discusión de ayer con un análisis de Iago. Y la forma de influencia que tuvo en los celos de Otelo. —La clase había dado comienzo con una explicación de la profesora. Allison terminó de ver las fotos, para tomar sus cosas y abandonar la clase, seguida por Scott, obviamente.
—Allison.
—¿Por qué me las enviaste, Scott? —Dio la vuelta para mirarlo. —¿Intentas hacerme sentir peor por terminar contigo?
—No. Pensé que te gustarían. Que te recordarían a nosotros.
—¿Intentas lastimarme? ¿Vengarte de mí? Por favor no me hables, ¿Sí? —Sus lágrimas ya habían empezado a caer desde que salió del salón de clases. —Necesito más tiempo para llegar a ser amigos. ¿Sí? —Dio media vuelta, dispuesta a alejarse de él. Y eso hizo.
[...]
Ya en la cafetería, ambos hermanos se encontraban con sus bandejas de comida y algo tensos. Scott por su charla con Allison, y Lindsay por su conversación con Jackson, la cual aún seguía preocupando a ambos hermanos. Stiles apoyó su bandeja frente a ellos, y comenzó a interrogar a Scott sobre el collar de Allison.
—¿Lograste conseguir el collar?
—No precisamente.
—Le envió algo a su celular y ella salió corriendo y llorando, y Scott corrió detrás de ella. —Explicó Lindsay mientras comía un pedazo de su pata de pollo.
—En resumen, no quiere hablarme —Aclaró Scott.
—No te dará el... —Stiles volvió a hablar con su boca llena de comida, pero Scott lo interrumpió.
—No me dará el collar.
—¿Descubriste algo más?
—Que no se nada de mujeres y que son psicóticas.
—¡Oye! —Su hermana le reprochó —. Yo no soy psicótica —Volvió a morder un trozo de su comida.
—Muy bien. Pensé en un plan B en caso de que algo así pasara. —Stiles añadió.
—¿Cuál es el plan B? —Preguntó su amigo.
—Roba el estúpido collar.
—Oigan, tenemos que hablar con Harris. —Lindsay les recordó.
—Mi papá lo puso en custodia por 24 horas —Dijo mirando a la joven McCall a los ojos después de tanto sin hacerlo, pues las cosas luego de todo lo ocurrido quedaron algo tensas —. El collar es todo lo que tenemos. Róbalo, ¿Quieres? Gracias. —Le dijo a Scott.
Lindsay se encontraba mirando un punto cualquiera en la cafetería, cuando comenzó a sentir que alguien la estaba observando. Jackson tenía la mirada clavada en ella.
—Scott, Nos está viendo... Actúen normal —Les dijo a ambos.
Él mordió una manzana, haciendo que ambos hermanos pudieran escuchar el crujir de dicha fruta —¿Pueden oírme? Sí, claro, ¿Verdad?
—¿Qué pasa? —Preguntó Stiles.
—Jackson está hablándonos. Sabe que podemos oírlo. —Ella le respondió. Pensó una idea, la dudó, pero la situación lo ameritaba, así que dijo lo que estaba pensando —Mírame, hagamos como que hablamos.
—Scott, dile a tu hermana que deje de fingir, sé que me está escuchando.
—Vamos, Stiles, háblanos. Di algo. —Ahora insistió Scott.
—No puedo decir nada. Mi mente está en blanco.
—¿Crees que es buen momento para tener la mente en blanco, Stiles? Vamos, piensa en algo. —Lindsay le dijo algo alterada.
—No puedo trabajar con tanta presión. Para que lo sepan, ya no está sentado ahí. —Lindsay y Scott comenzaron a buscarlo con la mirada, pero no lograron toparse con él. Hasta que volvieron a escucharlo.
—¿Intentan buscarme? Estoy aquí... ¿Qué más pueden hacer? ¿Eh? ¿Pueden ver mejor? ¿Son más fuertes, poderosos? No. Sabía que tú Scott, no podías mejorar tanto en Lacrosse. Lo que significa que eres un estafador ¿No es cierto? Digo, ¿Al menos sabes jugar Lacrosse? —Las palabras de Jackson estaban provocando una furia interna en Scott. —Apuesto que mi nuevo co-capitán hará muchas anotaciones hoy ¿Verdad? Y dime, ¿Qué harás esta noche en tu primer juego, chica McCall? Es un juego muy rudo para niñas, ¿No crees? ¿No prefieres unirte a una clase de danza? Tú no sabes jugar Lacrosse, no aguantarías ni un golpe sin tus habilidades de monstruo. Eres una niña indefensa, que siempre estuvo detrás de la sombra de su hermano —Lindsay estaba furiosa. La rabia podía notarse en su mano, en la cual estaba estrujando a la pobre botella de agua —. Y mientras fingen que no son unos tramposos, arruinaré sus vidas si no me dan lo que quiero. ¿Sabes con que empezaré, Scott? Con ella. Eliminaré cualquier posibilidad que te quede con ella. Y cuando lo haga, estarás solo, y pondré su mano por todo su cuerpo. —Scott igual de enojado que su hermana, intentó tomar un poco de agua para controlarse, pues las palabras de Jackson estaban causando un efecto terrible en ambos.
—Oigan, no pueden dejar que haga esto. No pueden permitir que tenga ese poder en ustedes. —Stiles intentaba concentrarlos en lo importante, pero ninguno le ponía atención, aún seguían escuchando al odioso chico Whittemore.
—Voy a hacer todo lo que no tuviste oportunidad de hacer y, Scott, ella me pedirá más. Apuesto que le gusta ser ruidosa, incluso le guste gritar. ¿Cómo te sentirás, Scott, cuando grite mi nombre? —Scott ante la fuerza que había implementado al tomar su bandeja, la rompió por la mitad. Ambos hermanos lograron ver a Jackson parado cerca de la entrada de la cafetería. Estaba con una sonrisa en su rostro, mientras daba otra mordida a su manzana.
Luego de esa escena en la cafetería, Lindsay abandonó el lugar, dispuesta a alejarse lo más posible de Jackson. No quería encontrarse con él al salir, pues quien sabe que haría con total de conseguir su estúpida transformación. Lindsay estaba dispuesta a perder sus últimas horas de clase, no quería seguir permaneciendo allí. No después de todo lo ocurrido.
—Lindsay, oye, espera —Una voz a sus espaldas hizo que se detenga.
—Aléjate, Stiles, no quiero saber nada de nadie.
—Perderás tus últimas clases, sí lo sabes ¿No?
—No me interesa, solo quiero alejarme de la escuela —Ella comenzó a caminar con dirección a su casa.
—¿Quieres que te lleve? —Se ofreció.
—Perderás tus últimas clases, Stiles —Repitió las palabras anteriormente utilizadas por el chico.
—No me interesa, solo quiero acompañarte —Él le dijo. Ella rió por el uso de palabras que ambos estaban utilizando.
—Bien, al parecer no voy a hacer que cambies de opinión, asi que, andando. —Ambos caminaron hasta el Jeep del chico, abrieron las puertas y abandonaron el establecimiento educativo.
—Oye, Lin, no hemos hablado nada de lo que pasó la otra noche... —Stiles comenzó a hablar.
—Oye, Stiles, no hemos hablado nada de lo que pasó la otra noche... —Ella repitió, Stiles la miró algo serio —Sí, bien. Lo siento. Respecto a la otra noche, todo es verdad. Todo lo que dijo Scott es verdad —Ella confesó. Cansada de seguir ocultando lo que ya había salido a la luz —. Me gustas, Stiles. Ya está, lo dije. Uff... —Soltó un gran suspiro. Stiles no dijo nada, se mantuvo callado —. Genial, arruiné todo ¿Verdad?
—No, no... Solo que es difícil de procesar. Digo, siempre me has tratado mal. Bueno, no mal, mal, pero... Agh, tú me entiendes.
—Creo... Si te he tratado mal es porque era mi única forma de hacerme entender a mí misma que no podía tener nada contigo —Ella lo miró.
—¿Por qué? —Preguntó él mirándola de reojo tratando de no quitar la vista del camino.
—Vamos, Stiles, estás enamorado de Lydia, ¿Crees que yo hubiera tenido una oportunidad? Por Dios, eso solo pasa en las películas. —Se cruzó de brazos para dirigir su mirada a la ventana y ver el paisaje.
Stiles detuvo el auto en medio del camino para poder mirarla —Yo no estoy enamorado de Lydia...
—¿Qué? —Ella volvió a mirarlo.
—Lo que dijo Scott aquella noche, también fue verdad. Salimos después de que él rompiera con Allison, lo llevé a una estación vieja, bebimos y de algún modo yo me emborraché, él no y pude confesar alguna que otra cosa... —Es hora, todo estaba saliendo a la luz, y esta vez de una forma mucho más sincera —. Le dije que tú me gustabas, Lindsay. —Ella no apartó la mirada de él ni él de ella. —Lydia ya no me interesa. Me dejó de interesar desde nuestra salida, cuando fuimos a ver el show de títeres y demás. Ahí supe que Lydia ya no me interesaba de la misma manera que antes. No quise admitirlo antes, yo mismo intentaba negarme todo, pero cada vez pasaba más tiempo contigo y eso que sea lo que siento, seguía creciendo. Hasta que llegó el punto que no pude negarlo más, y me di cuenta que de verdad me gustabas, Lindsay...
Ella lo miró. Él la miró. Ambos quedaron en silencio, sin decir nada más. Fue ella la que dio el primer paso. Fue Lindsay la que se acercó a él para poder besarlo. Stiles no se alejó. No se apartó. Hizo todo lo contrario a eso, le siguió el beso. Terminando con las ganas que ambos sentían de poder probar los dulces labios del otro.
Terminaron el beso después de unos largos segundos. Se separaron. Miraron al frente. Nadie volvió a decir nada. Pero no era incomodo el momento, todo lo contrario. Una sonrisa se formó en el rostro de cada uno.
—Bien. Sigamos nuestro camino. —Lindsay habló después de un tiempo.
—Sí, sigamos nuestro camino. —Stiles volvió a encender el vehículo y retomaron el camino. No podían creerlo. Se habían besado, ¿Cómo seguirían con todo esto? Confesar todo era una cosa, pero besarse y después seguir como si nada, era muy diferente. Ninguno quería que eso pasara, pero ninguno se atrevía a hablar sobre lo ocurrido. —Bien, tengo que buscar algo en mi casa. ¿Quieres acompañarme? Después podré llevarte a tu casa. —Stiles detuvo su Jeep frente a su hogar.
—Sí, claro. Mamá no está en casa. Scott por lo visto sigue en la escuela, así que no tengo preocupación para volver a casa —En cierto modo, ella dijo esas palabras con un doble sentido. Porque sabía qué si volvía a su casa, el tema del beso se olvidaría. En cambio, sí acompañaba a Stiles, eso se tendría que hablar en algún momento.
Ambos entraron a la casa y se dirigieron a la habitación del chico, Lindsay se sentó en la cama mientras Stiles comenzaba a buscar algo por su escritorio. Lindsay se había percatado de lo que se encontraba a un lado de la habitación, iba a comentarlo con el chico cuando la voz de su padre llamándolo se escuchó, Stiles le respondió con un "Papá, que pasa...", él volteó y por fin, logró ver a Derek Hale detrás de la puerta. Lindsay iba a hablar con él, cuando fue interrumpida por el Sheriff que venía entrando a la habitación de su hijo. Derek le hizo una seña a Stiles para que alejara a su padre de la habitación, rápidamente el chico lo obedeció y se dirigió hasta la puerta prohibiéndole la entrada a la habitación.
—¿Dijiste que pase? —Preguntó el oficial.
—¿Qué? Dije: "Hola, papá".
—Oye, escucha, tengo algo que hacer, pero estaré ahí en la noche. En tu primer partido —El sonido de un objeto cayéndose se escuchó dentro de la habitación —¿Qué fue eso? ¿Hay alguien ahí contigo? —El alguacil preguntó, pues Stiles se encontraba con la puerta cerrada apenas asomando su cuerpo por esta, lo cual le pareció una situación algo sospechosa.
—Em... —Stiles no respondió, pues fue interrumpido por Lindsay que se colocó a un lado de él.
—Hola, señor Stilinski, ¿Cómo se encuentra?
—Lindsay, hola... No sabía que estabas aquí. ¿Qué hacen ahí dentro?
—Tarea.
—Practicar. —Ambos contestaron una cosa totalmente diferente.
—Estamos haciendo la tarea para después poder practicar para el partido de esta noche —Lindsay logró formular una respuesta más coherente.
—Cierto, tú también estás en el quipo, Lindsay. Felicidades. Me alegro mucho por ustedes. Y estoy orgulloso de ti, hijo.
—Gracias. Yo también estoy feliz y orgulloso... De mí.
—Te dejaran jugar, ¿Verdad?
—Sí, papá. Somos titulares. Se supone que nos tendrán que dejar jugar...
—Sí, cierto. Estoy orgulloso de ambos. —Noah se acercó para abrazar a su hijo, y luego a Lindsay. —Los veré luego.
—Sí, cuídate, papá... —Le dijo él cuando ya se encontraba bajando las escaleras y a una distancia bastante alejada de la habitación. Lindsay entró primero y se colocó a un lado del escritorio, dispuesta a escuchar las palabras de Derek de por qué se encontraba ahí.
Stiles cerró la puerta, y Derek lo acorraló contra ella —Si solo dices una palabra...
—¿Qué quieres que diga? "Papá, Derek Hale está en la casa. Trae tu arma" —Derek aflojó su agarre del chico —. Sí, claro. Si protegeré tu trasero, mi casa, mis reglas. —Dio una palmada al pecho del hombre lobo, él lo soltó y le acomodó la chaqueta. Stiles imitó su acción con una sonrisa, pero al pasar por su lado, este lo espantó —¡Ay por Dios!
—¿Derek, que haces aquí? —Lindsay preguntó ocultando una pequeña risa por la reciente escena.
—¿Scott consiguió el collar? —Preguntó ignorando su pregunta.
—No, aún está en ello. Pero hay algo más que podemos hacer. —Stiles dijo y Derek le dio un asentimiento de cabeza para que continúe —. La noche que nos quedamos en la escuela, Scott mandó un mensaje a Allison pidiendo verlo ahí.
—¿Y?
—No fue Scott. —Interrumpió la chica.
—¿Pueden saber quién lo mandó?
—No, nosotros no... Pero conozco a alguien que puede.
Y así, la búsqueda del mensaje misterioso daba comienzo. llamarían a ese alguien que los ayudaría a descubrir el destino principal de ese mensaje. Esto generaba un poco de conflicto en ambos amigos, pues su idea era estar solos para poder hablar sobre todo lo que estaba pasando. Seguir hablando sobre sus confesiones. Sobre lo que sentían. Sobre el beso que había ocurrido y del cual ninguno se arrepentía. Porque muy en el fondo, ambos lo querían. Ambos querían sentir esa sensación. Y si Derek no hubiera estado en la habitación, ese beso hubiera continuado.
🌙🌙🌙
Bueno, bueno, bueno... Que capítulo más intenso, ¿No lo creen?
Al fin se confesaron sus sentimientos nuestros chiquitines. Y además ¡Se besaron! Cuantas cosas en tan poco tiempo. En fin, ya de a poquito van a seguir leyendo como se va a ir desarrollando la historia de estos dos tórtolos.
Espero que este capítulo les haya gustado. No olviden comentar y votar. Gracias por su increíble apoyo. Nos leemos pronto.
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