O7
✩₊˚.⋆🕸️⋆⁺₊✧
Problemas
(matrimoniales)
Yuna se excusó rápidamente en Ayase y Okarun, dejándolos junto a Kinta en el lugar dónde debían quedarse para luego irse a casa.
Al llegar, el silencio reino cómo siempre. Sino fuera porque varias cosas se cayeron cuándo piso la cocina.
Puso sus ojos en blanco y resopló, empezó a hacer la cena para buscar paz pero las luces se apagaban y prendían solas.
︈─...Baal, es la cena. Por favor ︈─ Puso sus ojos en blanco.
Pero al parecer fue suficiente para qué el demonio dejase las luces tranquilas y los objetos, cuándo Yuna colocó los platos y se sentó el altar tembló.
︈─ ¡¿Ah?!, vamos a cenar, no me voy a ir a otro lado, es mi casa. ︈─ Le dijo de forma acusadora.
Pero una fuerza la arrastró hasta el final del pasillo. Yuna gritó enojada y se levantó rápidamente para volver a sentarse frente al altar.
︈─ ¡Baal!, ¡Ya te dije qué ese beso fue solo para salvar a los demás! ︈─ Intentó explicar nueva vez, ya frustrada.
Pero apenas dijo eso, un plato fue disparado contra su cabeza. Yuna lo esquivó a duras penas
︈─ ...¡Bien, bien!, me iré a comer sola. ︈─ Se levantó ofendida, tomando su plato para irse.
Pero la misma fuerza de antes la arrastró del pie y la obligó a quedarse frente al altar.
Yuna, ya harta del pleito hizo un círculo de sal. Empezó a comer mirando enojada al altar.
︈─ Ya no te compraré Yakisoba. ︈─ Le dijo.
Los objetos empezaron a temblar, dando a entender qué otra discusión matrimonial entre la humana y el demonio había empezado.
Cuándo la cena finalizó, Yuna se lavó los dientes y fue a dormir. Cuándo se acomodó, decidió cubrirse con su manta y se recostó cómodamente.
Pero la manta fue jalada hacia otro lado hasta dejarla totalmente descubierta, el frío se apoderó de la habitación haciéndola temblar.
Pero ella no dijo nada, frunciendo su ceño tomó bruscamente la manta y volvió a envolverse en ella pero se repitió lo mismo de antes.
Yuna terminó abrazándose así misma para dormir mientras el ente ‘dormía’ en una esquina de la cama plácidamente.
En la madrugada unos ruidos despertaron a Yuna, provenían de su ventana. Ella se levantó para ver de quién se trataba, encontrándose con Jiji.
Joder, ¿Había algo qué pudiese ponerse peor?
︈─ ¡Yuna, yuna, déjame subir!
︈─ ¿Que haces aquí?, son las tres de la mañana. ︈
︈─...Es qué, estaba pensando en tí..︈─ Tras esto, Jiji escaló cómo pudo hasta entrar al cuarto de Yuna.
︈─ ¿En mí?, ¿Y eso por qué? ︈─ Ella se cruzó de brazos.
︈─ Te has alejado del grupo por culpa mía, ¿Verdad? ︈─ preguntó con tristeza.
︈─ ¿Qué? ︈─ Yuna se sorprende pero luego ríe, negando. ︈─ No, idiota. Estoy ocupada con asuntos personales.
Antes de poder decir algo más, Yuna agachó su cabeza junto a la de Jiji para esquivar una objeto volador.
︈─ ¿¡Qué fue eso?! ︈─ Preguntó asombrado.
︈─...Ugh, es Baal. Está molesto conmigo por lo qué pasó ︈─ Ella rascó su nariz.
︈─ ¿Baal?, ¿Es el mismo demonio qué dijiste?
︈─ Baal, ya sé qué estás muy molesto pero cómo puedes ver, es mi amigo. ¿Y qué hablamos sobre los amigos?
︈─ Mimimi...
︈Yuna suelta un suspiro cansado, pero vuelve a ver a Jiji.
︈─ Mira, sé de lo qué quieres hablar. Podemos hacerlo, pero en otro momento. ︈─ Ella le sonríe un poco. ︈─ Pero te aseguro qué no estoy molesta contigo ni con los demás.
Yuna tomó las manos de Jiji con suavidad y lo miró con una sonrisa. El más alto sintió su corazón acelerarse mientras sus mejillas se tornan rosadas.
Ella parecía un... ángel.
Yuna miró el altar algo molesta, pero aún así decidió acomodarlo con suavidad y limpiarlo con cuidado, le puso flores nuevas, piedras preciosas y sobre todo, mucho amor.
Tras esto, limpió su casa y acomodo muchas cosas. Sí, decidió no ir a clases para limpiar su hogar y hacer las compras, además de pagar la casa, la luz y el agua.
︈─ Cuándo vuelva quiero qué hayas bajado el pollo del refri o sino no te daré Yakisoba mucho menos de los Onigiris que te gustan. ︈─ Miró acusadoramente al altar para luego marcharse.
Decidió entregar rápidamente el dinero de la renta, después pagar la luz y el agua. Luego fue al mercado a hacer las compras, necesitaba muchas cosas.
︈Al terminar de comprar, pasó por una tienda para comprar Yakisoba, Onigiris muy grandes además de algunos jugos.
Dio un corto paseo, además de ver ciertas prendas muy hermosas. Pero negó con una pequeña sonrisa, cuándo iba de camino a casa se puso a pensar.
¿Por qué le había sonreído así a Jiji?
Ciertamente no lo conocía mucho, más allá de aquella vez qué lo ayudaron, las veces qué se veían en la escuela, en la casa de Momo.
La vez qué la ayudó a dormir, su calor...Sus palabras, su humor.
Aquél beso, aún lo recuerda. Sintió su pecho sacudirse al recordar la sensación de sus labios..
A ella...¿Le estaba empezando a gustar Jiji?, no, jamás.
No podía ser así. Ni siquiera se conocen bien, él solo era un idiota más.
Borro de su mente aquél recuerdo y siguió su camino a casa, negándose a sentir algo más qué simple cariño amistoso por aquél muchacho.
Al llegar a casa, se encontró justamente con lo qué le había pedido a Baal. Cuándo sacó el Yakisoba y el Onigiri, pudo sentir la emoción.
Preparo el Yakisoba y rompió la bolsa del Onigiri, lo dejó frente al altar y se fue a cambiar.
Cuándo se cambió, acomodó la compra y empezó a hacer el almuerzo para ella, ya qué el ente parecía disfrutar más del Yakisoba.
Terminó por prepararse un estafado, se sentó frente al altar para empezar a comer.
︈─ Sabes, baal. Te amo, me has protegido durante estos años y me has acompañado, sin dejarme sola que ya me siento extraña cuándo no estás. Pero, a veces quisiera verte, sentirte. Cómo los humanos cómo yo pueden sentirse.
Ante aquellas palabras, decidió continuar comiendo. Al terminar, lavó los platos y salió para arreglar su moto.
Le revisaría algunos detalles y le ajustaría algunos otros, además de cambiarle el aceite.
La tarde se le había pasado en eso, cuando volvió a entrar, se quedó en silencio. Se sentía algo rara ahora sin los gritos de Ayase o Okarun, los insultos de Aira y Seiko preguntándole si se quedaría a dormir hoy.
Soltó un suspiro, negando. Cuándo dirigió su vista al frente se encontró con un hombre alto, soltando un grito.
︈─ Yo...te daré calor, Yuna.
︈─ ¿Quién eres? ︈─ Preguntó, algo asustada.
Si entró a su casa y no terminó muerto, debía ser...
︈─ Estoy en el mundo terrenal, ahora puedo darte calor, podemos besarnos..︈─ Él la tomó suavemente de los hombros.
︈─ ¡¿Baal?!, Pero...¿Cómo es qué..?
︈─ Tú me lo pediste, todo lo que me pidas, lo haré, puedo estar contigo. ︈─ Él la sostuvo entre sus brazos.
Yuna casi se desmaya, Baal había pasado al mundo terrenal con aquella forma solo por ella y aquel comentario en el almuerzo.
Tragó en seco, sin saber que hacer al tener al mismo demonio frente a frente. Sin embargo, parecía ciertamente molesto.
Su necesidad intensa de buscar calor era...¿Por lo del Ojo maligno?
...
︈─ Eres un celoso demasiado exagerado. ︈─ Soltó ella.
︈─ Y tú una sucia infiel, trayendo a tu amante a nuestro hogar.
︈─ ¡Ya te explique lo que pasó! ︈─ gritó.
︈─ Mimimimi....
BAAL HUMAN FORM. !
🫦
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro