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BEELZEBUB.

Cómo se había vuelto una costumbre, yuna se levantaba primero qué aquellos dos. Se iba a dar una ducha, se lavaba los dientes, se ponía su uniforme, se peinaba.

Preparaba el desayuno, procedía a levantar a Vamola, la ayudaba a bañarse, la dejaba lavandose los dientes, ella podía ponerse el uniforme sola así qué no se preocupaba mucho.

Yuna preparaba el bento para Vamola con lo qué había dejado preparado la noche anterior, dejaba el desayuno tapado en la mesa.

Cuándo Vamola se sentaba para desayunar, Yuna subía hasta su habitación para despertar a satanás. No sin antes preparar un biberón con una leche tibia de forma muy específica.

Cuándo él abría sus ojos, Yuna lo cargaba para alimentarlo y bajaba con él a la mesa.

︈─ Vamola, recuerda lo que te enseñé. Es de mala educación comer con las manos ︈─ señaló Yuna.

︈─ Losh shiento.

︈─ No comas con la boca llena. ︈─ le corrigió rápidamente.

Cuándo Satán terminaba por tomarse su biberón, Yuna apresuraba para darle un baño y ponerle su uniforme de la guardería.

Ahora sí, le tocaba despertar a Baal. Yuna se sentó en la esquina de la cama y tiró un pedazo de tocino en la cara.

︈─ Despierta, te toca llevar a satanás a la guardería. ︈─ Él se quejó pero también se levantó.

︈─ Mmm...¿Por qué tengo qué llevarlo yooo...?, hoy tengo una cita con el sueño.

︈─ Sí no lo llevas, no te traeré Yakisoba. ︈─ Amenazó.

︈─ Ya voy jefecita. ︈─ Él se levantó cómo un cadete y caminó hasta el baño.

Cuándo ya era la hora, Yuna tomaba la mochila de Vamola y ayudaba a ponérsela.

︈─ Ya nos vamos, dejé la comida en la mesa para cuándo Satanás vuelva, también tienes el desayuno y los snacks de siempre ahí.︈─ Yuna le dio un beso en la mejilla a Baal y luego a satanás.

︈─ ¡Adiós yuna, ten un buen día! ︈─ Dijo el más pequeño con alegría. ︈─ Tú también vamola, hehehe.

︈─ ¡Adiós, adiós! ︈─ se despidió alegremente la alien.

Ambas tomaron rumbo hacia la escuela en la moto de Yuna.

Mientras qué un Baal asueñado miraba a satanás.

︈─ ¿Le mentimos diciendo qué fuiste y nos quedamos viendo la ley y el orden? ︈─ Preguntó con pereza.

︈─ Eso dijiste la semana anterior y Yuna me dijo burrito. ︈─ Satanás hizo un puchero.

El más alto soltó un pesado suspiro, cuándo se cambió tomó al más pequeño con un brazo y con el otro tomó su mochila.

Caminando hasta la guardería con pereza, sentía el resto de miradas en ambos.

︈─ ¿Por qué esas zorras te miran tanto? ︈─ preguntó Satanás.

︈─ No sé, tampoco importa. La única mirada qué me importa es la de Yuna. ︈─ Confesó sin mucha importancia.

Una vez satanás se quedó en la guardería, Baal caminó nuevamente hacia la casa.

Quizás las mujeres lo miraban por su enorme atractivo y masculinidad, vistiendo una camisa negra remangada con algunos botones abiertos dejando a la vista su pecho, unos pantalones negros y unos zapatos formales.

Una vez llegó a casa, se deshizo de las prendas hasta quedar en calzones de Batman qué le había comprado su amada.

Tomó toda la comida y subió hasta la habitación, encendió la Tv y empezó a ver los DVDS qué su amada también le había regalado.

Las horas pasaban, lleno de pereza mientras pensaba en algo productivo qué hacer.

︈─...No debí quedarme con el pecado de Belphegor, bueno, creo qué no debí comermelo en general. ︈─ Baal se alzó de hombros.

Quizás...muchos de nosotros habíamos estado idealizando a Baal.

Beelzebub o mejor conocido cómo Baal, es un demonio de más de ciento de miles de años.

Era el pecado de gula y hermano mayor de satanás. Pero, ¿Cómo había terminado allí?

Todo se remontaba tiempo atrás. Viendo a esa mujer de cabello rubio y ojos violetas llenos de maldad.

Era hermosa. Aquella perfección en su rostro y cuerpo era la cruel tentación qué podía llevar a cualquier a la muerte. Unos enormes cuernos sobresalían de su cabeza mientras aquella sonrisa solo generaba escalofríos.

Incluso estando en el propio infierno, repleto de pecadores, demonios de toda clase. Ella era aún más aterradora, su simple presencia causaba un efecto qué ni siquiera él cómo pecado capital podía causar

︈El terror de todo demonio, creadora del infierno, Lilith.

︈─ No te parece encantadora la idea...¿De sentir? ︈─ le preguntó, con una sonrisa maliciosa.

︈ ... Apesar de su poder, de su edad o forma, Baal no era nada frente a aquella mujer..

︈─ Y no te parece una idea aún más encantadora...tener sentimientos humanos.

Baal quedó helado mientras ella empezaba a reírse de forma burlona. Sentándose en aquél estúpido trono.

︈─ Quiero decir, eres un pobre demonio, tan horrible y patético, soy alguien muy bondadosa. ¿No te parece tener una debilidad?, así serás más interesante. ︈─ Ella cortó su risa.

La idea de tener sentimientos humanos y una debilidad era algo qué a cualquier pecado le disgustaría.

︈─ ¿Sabes?, subí a la tierra y no pude evitar sentirme encantada ante los bebés, me he decidido por tener uno. ︈─ Lilith se puso de pie para caminar hasta él.

Y tú serás quién cuide de ese bebé.

Aquellas palabras fueron lo que había dado inicio a ésto, Lilith había maldecido al demonio de la gula con un gran poder pero en cambió, su mayor debilidad sería una humana.

Una bebé de cabello rubios cómo el sol y ojos negros cómo la noche, quién dejaría de ser humana al tocar el fruto prohibido.

La creación más perfecta de Lilith, creada a su imágen y semejanza. Con una parte del poder de su creadora dentro suyo y una maldición.

Nacería en el mundo humano, con una historia ya escrita, con un final plasmado en aquél libro de la vida.

Destinada a ser una mujer llena maldad cómo su madre. Destinada a ser un ℳ𝑜𝑛𝑠𝑡𝑟𝑢𝑜.

Destinada a encontrarse con una calavera, obligada por un enorme deseo de tenerla. Se la llevaría consigo, dando inicio al principio del fin.

Ella había creado una obra, la obra más perfecta de todas. Un recipiente perfecto para cualquier demonio y maldición.

Una niña qué empezaría a verse igual a su madre. Empezando por su cabello, el cuál se volvería más liso y largo.

Continuando con sus rasgos, qué empezarían a verse mucho más delicados, al igual qué su cuerpo. Seguido de sus ojos negros cuál carbón.

Qué empezarían a teñirse de un color violeta qué haría qué cualquier hombre deseará pecar.

Y por último, cuándo la marca aparezca... será lo qué esté dictando el final de aquél libro.

Baal, quién había sido maldecido y controlado por Lilith para qué parte de su espíritu subiera al plano terrenal y se quedará con la niña, parecía oponerse en un inicio.

Pero ya no había vuelta atrás, las cadenas habían surgido y ya estaba atado.

Él estaba destinado a amar con locura a la mujer que llevaría el mundo a su fin, él estaba destinado a...amar a Yuna.

PICTURES OF YUNA