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AMOR
TRISTEZA.
Yuna miró a Okarun durante unos segundos hasta desviar su mirada de forma instintiva, logrando conectar con Jin.
Ella frunció su ceño, mientras volvía a abrazar con fuerza al pelinegro, escondiendo su rostro en el cuello del de lentes.
︈─ Yuna-san...¿Qué pasó? ︈─ preguntó él, ya nervioso.
︈─ Mejor... vamos a otro lado, Okarun. ︈─ Dicho esto, tomó su mano.
Ella volvió a voltear, mirando directamente los ojos de Enjoji pero cortando su mirada se marchó junto a Takakura.
︈Una vez, ya más lejos, Yuna y él se sentaron en una esquina cerca de las corrientes del río.
︈─ ...Creo que me gusta alguien pero ese alguien ama a alguien más. ︈─ Soltó un suspiro.
︈─ Oh.. pero, ¿Qué hay de...? ︈─ Antes de qué Okarun pudiese mencionarlo.
Algo hizo click en la cabeza de Yuna, ¿Y sí Jin sólo estuvo practicando con ella?, así podía ganar más confianza y experiencia para hablar con Momo para conquistarla.
La depresión cayó encima de sus hombros, mientras bajaba su mirada.
︈─ Es difícil...quiero a Baal, directamente mi alma le pertenece pero mi corazón empieza a decir otra cosa cuándo se trata de Jiji. ︈─ Terminó por confesar Yuna..
Ella no era bonita, su actitud podría parecerle aterradora a cualquier chico. No es la más femenina ni tampoco la más creativa.
Ella no es... cómo las demás chicas. Yuna abrazo sus piernas mientras mantenía la mirada agachada.
︈─ Con Jiji es diferente...es cómo si ver sus ojos es ver..las estrellas, cómo si ellas se formaran en sus ojos pero ese brillo con tal fugor no me mira a mí. La mira a ella..︈─ Yuna escondió su rostro.
Aún recordando todo lo qué había pasado junto a él, qué simplemente había sido inevitable. Ella era joven, tenía toda su adolescencia por delante.
Era humana, podía cometer errores. Y su error, era haberse enamorado de Enjoji Jin.
Quién solo miraba con ojos de amor a su amiga de la infancia, Ayase Momo.
Sus ojos volvieron a cristalizarse, mientras su frágil corazón empezaba a agrietarse.
︈
─ Yo solo soy...un monstruo qué se esconde bajo la piel de un humano. ︈─ Ella desvío su mirada.
Okarun apretó sus labios mientras su pecho se contrae al escucharla decir, quizás yuna y él no eran muy diferentes.
︈─ No...¡No digas eso, Yuna-san, eres realmente genial y fuerte, eres hermosa, inteligente, sincera, amable, honesta y sobre todo fuerte!, ¡No eres un monstruo!, él día que nos conocimos, supe qué eras genial...
Yuna pateó al alien boxeador haciéndolo chocar con el fondo del pasillo mientras se ponía en posición de pelea.
Ambos iniciaron una pelea, un 1vs1 mientras la rubia parecía tener gran dificultad pero su rapidez y precisión de atinar golpes le daba cierta ventaja.
Al caer no tardó en levantarse, dándole una patada en la mandíbula, cómo si estuviese bailando breakdance.
Desde ahí en adelante, quien diría que en un nerd con cero popularidad parecía a ser el centro de atención al verlo con la chica rebelde del instituto.
Ella le entrego un jugo junto a unas galletas. Lo acompañaba hasta su salón, a veces se iban juntos en compañía de Ayase en la Moto de Yuna.
︈─ ¿Uh?, ¿Estos tipos están molestándote, Okarun? ︈─ preguntó Yuna.
Fue suficiente con qué ella alzará su mirada para qué estos se fueran de inmediato, no sin antes pedirle disculpas a Okarun.
︈─ ... Tú eres genial, Yuna-san. Al menos, yo pienso qué es así. ︈─ Okarun sonríe con sinceridad y calma.
Los ojos negros de Yuna se iluminan al escuchar sus palabras, ambos se abrazaron con suavidad.
︈─ Tú también eres genial, Ken. ︈─ Susurró ella.
Cuándo ambos se despiden, Yuna empezó a caminar hacia su casa. Quizás no debió irse del restaurante sin comer.
Ahora tenía algo de hambre. Caminó hasta la primera tienda qué vió, empezó a ver algunos productos.
Compró un ramen, al dirigirse a pagar puso sus ojos en blanco al ver al serpo servir como cajero.
︈─ Ayane Yuna..︈─ Dijo de forma fría y misteriosa. ︈─ Cincuenta yenes ︈─ terminó por decir.
Ella pagó, y preparó el ramen en la tienda. Salió a fuera y se sentó el duro pavimento para comer sola.
Quizás...si Baal estuviera allí, empezaría a pedirle qué le diese ramen o qué le comprará Yakisoba.
Y con aquél pensamiento, el hombre más alto qué ella de ojos rojizos apareció y entre sus brazos sostenía al pequeño niño de cabello blanco.
︈─ ¡¿Qué comes?! ︈─ Satanás corrió con emoción hasta ella.
︈─ Maldito glotón. ︈─ se quejó Yuna.
Baal empezó a hacerle ojitos para qué le diese dinero para comprar más comida. Yuna soltó un pesado suspiro y le entregó su cartera.
︈─ Vamos a comprar, satanás. Hoy ti mamá si pagó pensión. ︈─ Ambos demonios se fueron de risitas contentas hacia la tienda.
Yuna suspiro, continuo comiendo lentamente su ramen.
︈─ Solo son dos idiotas...︈─ miró el vaso de ramen y luego la puerta. ︈─ pero son mis idiotas. ︈─ finalizó con cierta burla.
Al llegar a casa, la estadía de Aira y Jiji había llegado a su fin, por ello. Yuna se despide dulcemente de Aira, prometiendo volver.
Mientras qué Jin y Yuna sólo se miraron a los ojos, la rubia se dió la vuelta para entrar a su casa.
Al cerrar la puerta, soltó un pesado suspiro. Fue incómodo pero no podía forzar a Jiji a qué gustará de ella.
Sí él era feliz amando a Momo, ella no tenía porque meterse en eso, ¿No?
Yuna caminó hacia su habitación seguida del pequeño satanás, ya era su hora de dormir. Así qué lo tomo entre sus brazos para así acostarlo en su cuna.
Baal estaba acostado en la cama, cómodamente viendo la tv.
︈─ Oye, mira lo qué compré para tí. ︈─ El dirigió su mirada hacia ella inmediatamente.
Yuna sacó un par de DVDS de batman clásicos haciéndolo saltar de emoción.
︈─ ¡Eres la mejor, yeii!, ¡Dios mío, te amo, te adoro! ︈─ El besó repetidas veces el rostro de la rubia.
︈─ ¡Suéltame, suéltame, la estupidez se pega, baboso!
Pero en el fondo, Yuna se sintió avergonzada. Desviando su mirada, realmente había extrañado la compañía de Baal.
Ambos se dieron un abrazo hasta caer en la cama mientras él besaba su cabeza.
...
︈─ Eres un idiota, lo sabes..¿No? ︈─ Aira se cruzó de brazos viendo a Jiji.
︈─ Ugh..es qué, ¡Yo la amo, Aira, amo mucho a Yuna pero ella...ella..! ︈─ Jiji se remueve cómo lombriz.
︈─ ¿Ella qué?, es obvio qué ustedes dos tienen un sentimiento en común y obviamente no es la amistad. Pero tú solo eres un idiota ︈─ la pelirosa rodó sus ojos.
︈─ Ah..es qué, ella es tan linda y yo soy tan común.
︈─ Bueno, ahí sí tienes algo de razón, estás medio curiosito.
︈─ ¡Oye!, debes animarme y aconsejarme, dime, ¿Qué debo hacer?
︈─ Hablar. Habla con ella, en privado. Mírala a los ojos y dile lo qué se sientes, aclara todo. ︈─Fue el consejo de Aira antes de marcharse.
Jiji la miró irse, quizás tenía razón y su única opción era hablar, serle sincero a Yuna.
Sus mejillas enrojecieron al recordar la sonrisa de la pelirubia, realmente no quería... perderla.
Yuna...él amaba a yuna.
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