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¿AMIGAS?
YA NO MÁS.
︈─ ¿¡Qué demonios crees que haces?! ︈─ Gritó Yuna, soltando de forma brusca al brazo de Momo.
︈─ Querrás decir, ¿¡Qué demonios haces tú?!, ¡Vamora es una maldita traidora, por su culpa todos están heridos! ︈─ Momo señaló con rabia a la alien.
︈─ ¿¡Te estás escuchando?!, ¡Vamora ni siquiera sabe hablar el mismo idioma que ellos!, es obvio qué son de diferentes razas. ︈─ Yuna la empujó.
Ambas amigas empezaron a discutir con gritos llenos de rabia y poco después, con empujones.
︈─ ¿¡Por qué la defiendes tanto?!, ¡Ni siquiera la conoces! ︈─ Vociferó momo.
︈─ Aparentemente...¡Conozco a Vamora mejor qué tú!, yo fui quién vivió con ella todo esté tiempo, dormí junto a ella, comí junto a ella, ¡Hice muchas cosas con ella y la conozco lo suficiente para saber que TÚ eres la mentirosa! ︈─ Yuna empujó a Momo lo suficientemente fuerte cómo para hacerla caer.
︈─ ¡Pues entonces vete con ella, sí tanto la quieres!, ¡Ambas son unos monstruos! ︈─ Ayase se levantó, tirando tierra al rostro de Yuna.
La rubia se cubrió, más sin embargo las palabras de Ayase lograron su objetivo. Atacar en dónde más le duele a Yuna.
︈─ ¡Y yo no soy amiga de monstruos como tú, maldita egoísta!, solo piensas en tí misma y tú estúpido demonio, ¡Vete con ella, bien!, pero tú y yo, ya no somos amigas ︈─ Yuna se sorprendió ante las palabras de Ayase.
Pero la rubia arremetió contra la pelimarron.
︈─ ¡Pues yo tampoco quiero ser amiga de una idiota cómo tú, estúpida y asquerosa perra! ︈─ Yuna escupió el rostro de Momo y sin dejarla pensar la golpeó.
Ambas empezaron a pelear hasta qué Vamora fue quién sostuvo el brazo de Yuna para qué se separaran.
︈─ ¡Fuera de mi vista, de mi casa!, ¡Váyanse malditas mentirosas! ︈─ les grito.
︈─ ¡Bien!, ¡Pero quién tira candela con su lengua, sepa bien dónde guardarla! ︈─ Yuna tomó con fuerza a Vamora y ambas se fueron.
Ayase miró cómo ambas se iban, manteniendo su ceño fruncido. Yuna y ella...no son amigas.
No podía creer qué aquella estúpida se pusiera del lado de aquella alien, pero eran la una para la otra.
Dos monstruos mentirosos.
︈─ Ella no te golpeó, ¿Verdad? ︈─ Yuna abrazo preocupada a Vamora.
La alienígena correspondió su abrazo, pero sintiéndose mal por aquél pleito entre ambas. Yuna la había defendido...
Yuna se aferró a Vamora con firmeza, mientras cerraba sus ojos. Estuvo tan preocupada por ella, no sabría qué hacer si le pasará algo.
La de ojos verdes se aferró a la humana mientras tambié cerraba sus ojos, sintiéndose segura entre sus brazos.
︈─ No te preocupes, Vamora. Te protegeré de cualquier idiota qué quiera hacerte daño ︈─ Aquellas palabras la hicieron sentir bien.
Yuna besó suavemente su cabeza, acariciando su espalda manteniéndose unidas.
Sí querían herir a Vamora, tendrían qué matarla primero y eso, no sería posible. Porque al meterse con Yuna, se metían con el verdadero demonio.
Más sin embargo, ella no deseaba ser dependiente de Baal. Nunca lo fue de alguien a la hora de pelear.
Ella necesitaba...dominarse así misma para poder ser útil cuando vinieran en busca de Vamora.
Después de todo, no le importaba si algo le pasará a Ayase, ella sabría cómo solucionarlo. No era su amiga, no era su problema.
Bueno, en realidad...Ayase..
Yuna borró todo sentimiento de tristeza, necesitaba concentrarse en poder estabilizar su sentir.
Poder usar su poder sin la necesidad de enojarse, sin perder la consciencia, no deseaba ser un monstruo.
Yuna tomó aire y cerró sus ojos, el único calor qué había a su alrededor era el de las velas, que iluminaban la habitación.
Era de noche, podía concentrarse y manifestar algo, canalizando sus sentimientos para así tener un equilibrio dentro suyo.
No podía seguir estando enojada, debía dejar de ser tan egoísta y pensar en Vamora, era una situación qué lo ameritaba.
La imágen de la sonrisa de la chica apareció en su cabeza, al igual qué aquél recuerdo cuándo Baal y Vamora se abrazaron por primera vez.
Eso es, pensar en cosas qué le gustasen, en personas qué la hacen feliz era la clave.
Yuna cruzó sus piernas, soltando el aire qué retuvo en sus pulmones.
Ella se detuvo para pensar durante un largo de rato, Okarun apareció en su mente.
Los momentos qué ambos habían pasado juntos, al igual qué con Aira.
Apesar de los horribles apodos qué le ponía la pelirosa, terminaban siendo el simple duo de la chica perfecta y la chica rebelde.
Las veces qué tuvo que enseñarle a Vamora a usar los palillos para comer, cuándo le enseñó a cocinar y resultó en una pequeña explosión.
Momo se atravesó en su mente, cuándo se conocieron, cuándo lucharon juntas, cuándo se dieron un fuerte abrazo agradeciendo estar vivas.
Todas aquellos recuerdos con Momo alteraron sus recuerdos, apretando su pecho al recordar sus palabras. Pero se esfumó cuándo recordó aquella vez qué conoció a Jiji.
Su calor... cuándo la ayudo a dormir, las ocurrencias qué pasaron juntos cuándo era poseído por el ojo maldito.
Aquél Yokai se había hecho espacio en su corazón también.
Al recordarlo, también recordaba a Baal. Sus mejillas se enrojecieron ante tantas memorias con el demonio.
Agradecía tanto su compañía, que se sentía tan mal por sus propias actitudes. Sin Baal, ¿Qué sería de ella?
Sería un cielo sin estrellas...espera, cielo, estrellas.
¡Cielo, estrellas!
Yuna imaginó las constelaciones, cada punto, cada estrella podía representarlos a todos.
Bingo, ¡Descubrió cómo manifestar sus habilidades!, en estrellas.
Porque cada uno de sus amigos, era una estrella que iluminaba su oscuro cielo.
Eran los planetas qué se alineaban en su sistema planetario y no la dejaban sola.
Las velas se apagaron, y Yuna pudo abrir sus ojos, de forma repentina cayó al suelo.
︈─ ¡Auch, auch!︈ ︈─ gritó adolorida.
Pero una sonrisa apareció en su rostro, por fin había descubierto cómo canalizar sus emociones y usar sus habilidades sobre naturales, protegería a Vamora y Baal.
¡Ella ya no sería una escurridiza, ahora serán ellos quiénes vean su espalda!
YUNA POWER
Inspiración
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