—Lleváis un maldito año de relación, ¡¿Y me tienes que traer aquí porque no sabes que flores le gustan a Yeosang?! ¿De verdad?—. Estaba de camino a la floristería de delante de la universidad junto a Seonghwa. Hoy es 14 de febrero, y como no, el estúpido este que tengo por amigo tiene que regalarle algo a Yeo, porque si no ten por seguro que se enojará diciendo que Hwa no lo quiere suficiente o que está con otro, maldito dramático.

—Cállate Wooyoung, ¿Crees que hablé alguna vez de flores con mi novio? Es un tema realmente aburrido, no me jodas...—. Y aquí estamos otra vez.

—Oh, vamos, Seonghwa, ya sabes que cada flor tiene un significado diferente y según el color o el tipo cambia, ¿verdad? Solo cállate y entra, pide un ramo de claveles rojos y margaritas.

—¿Esas son las que le gustan a Yeosang?—. Este chaval de verdad que no escucha una mierda de lo que le digo.

—¿Acaso eres jodidamente sordo? Te estoy hablando del significado de las flores y me preguntas eso. Los claveles rojos representan un corazón enamorado y las margaritas, preferiblemente blancas. Alegría y pureza, además, es una bonita combinación de colores—. Sí, como os podréis haber dado cuenta, soy un pequeño amante de las flores, mi papá es jardinero y cuando era pequeño me hablaba sobre flores y su significado. No es que estuviera interesado en la jardinería, pero me gusta saber lo que transmiten.

—Vale, pero tú entras conmigo.

—¿Qué? Pero yo no qui—. Seonghwa tiró de mi hombro para meterme a la fuerza a la tienda. Maldito bastardo, me las pagarás.

—Buenos días, ¿qué desean?—. Dios mio, con que han sido bendecidos mis ojos.

—Buenos días—. Seonghwa sonrió de manera dulce. —Me gustaría un ramo de... ¿Cómo dijiste, Wooyoung?—. Apartó su mirada de aquel chico de ojos profundamente negros y me miró. Estaba en otro mundo, mirando los ojos de aquel chico pelinegro, realmente hermoso, casi se me paró el corazón cuando dijo "Buenos días, ¿qué desean?", con esos hoyuelos tan bonitos.

—Wooyoung, ¿Me escuchas?—. Seonghwa empezó a sacudirme de un lado a otro para despertar de mi trance.

—Ramo de claveles rojos y margaritas, por favor.— El chico me sonrió y empezó a hacer el ramo tal y como le pedimos. Le tendió a Hwa una pequeña tarjeta por si quería escribir algo dentro de ella, él rápidamente aceptó y se puso a escribir cualquier mierda cursi que le pasara por la cabeza. Yo mientras tanto di una pequeña vuelta por la floristería, admirando las flores. Paré abruptamente dándome cuenta de que tenían flores de cerezo, mi flor favorita, significa "belleza efímera" Es raro encontrarlo en floristerías ya que, esta flor se encuentra en los árboles de cerezo, y es normal que te vendan el árbol, no sus ramas con flores.

—¿Te gustan?—. Di un saltito del susto y me giré, el florista me estaba mirando con una sonrisa, esperando mi respuesta.

—Es mi flor favorita, significa belleza efímera—. Me sorprendí porque los dos dijimos lo último a la vez, nos echamos a reír. Él dejó un pequeño cubo con margaritas en el suelo para acercarse a donde estaban las flores de cerezo.

—Wooyoung, el ramo está listo, solo falta que lo pague, espérame fuera si quieres—. Seonghwa habló de repente, cortando todo el buen ambiente que tenía con este chico. Seonghwa, a veces te odio.

—Está bien, te espero allí—. Iba a salir por la puerta cuando sentí una mano posarse suavemente en mi hombro, giré lentamente para ver al chico de profundos ojos negros y bonitos hoyuelos delante de mí.

—Feliz san Valentín, Wooyoung, soy San.— Me tendió un pequeño, pero pequeñísimo ramo de flores de cerezo y yo agarré este. Cuando abrí la boca para hablar, él rápidamente me calló.

—Corre a cuenta de la casa, ten un buen día—. Volvió a sonreír y se dirigió a la caja donde estaba Seonghwa. Me quedé en la puerta esperando a que Seonghwa saliera con el maldito ramo.

Definitivamente, tengo que venir a por flores aquí más a menudo.

↳🌹」

—Así como te lo vengo contando, Yeosang.— Maldita perra chismosa llamada Park Seonghwa.

—¿De verdad, Woo?, ¿Ese chico te regaló esa flor sabiendo lo que significa?—. Posó su mirada en mí, poniendo extrema atención en lo que fuera a decir. Oh no, Yeosang, no te voy a dar los jugosos detalles de absolutamente nada.

—Vamos Yeosang, el chico solo fue amable y me lo regaló, seguro es para los que están más solos que la una el día de hoy, seguro que le va regalando su flor favorita a todos—. Yeo volvió su mirada a Seonghwa. Como si le indicara silenciosamente que hablara, mientras Mingi ponía una vaga atención a lo que se estaba hablando y Hongjoong estaba dormido sobre la mesa de la cafetería.

—A ver, piensa un poco, la manera en que te lo decía era como si te estuviera diciendo "eres muy lindo, por favor, ven a comprar flores aquí seguido". Súmale que el mismo significado de la flor es belleza. Indirectamente, te dijo que eras lindo, además que te dijo su nombre ¿Verdad?—. Vale, puede ser que Seonghwa tenga un poco, solo un poco de razón.

—Bueno, si es así, ¿Cuál es el problema? Me refiero, cree que soy lindo, fin de la historia—. En el fondo de mi corazón dolía un poquito, a mí también me parecía muy lindo, de la nada Mingi empezó a poner más atención.

—¿Cómo dijo que se llamaba el chico?—. Mingi soltó.

—San—. Park y yo lo dijimos a la vez, pero yo, en cambio, lo fulminé con la mirada indicando un "cállate".

—Ya decía yo que me sonaba a mí de algo un chico en la floristería de en frente...— Oh, Mingi tiene información, y obviamente me la va a dar.

—Desembucha tigre, ya estás tardando.— Miré a Mingi directamente a los ojos esperando que dijera lo que supiera con ansias, esto obviamente a Yeo no se le pasó por alto.

—Solo sé que el chaval es el hermano mayor de una chica de mi clase, Choi Hye-Kyo, que trabaja en una floristería cerca de aquí y asiste a clases en esta misma facultad por las tardes, al contrario que nosotros, querido.— Interesante.

—Ah, esta chica no es la que va fardando de tener un hermano realmente guapo a absolutamente toda la universidad, ¿Verdad?— Mingi soltó un suspiro pesado asintiendo.

—Es esa mismita, está todo el día San para arriba, San para abajo. Lo que tendrá que aguantar el chico en su casa, pobrecito.— En eso concuerdo, pobre de San, pero realmente a la chica razón no le falta, él es realmente hermoso.

—Iré a comprar una flor el viernes, deséenme suerte.— Sin más, me levanté de mi asiento, y me fui de la cafetería.

A partir de ahora, todos los viernes iría a buscar una flor allí.

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Hola, espero que les haya gustado el capítulo uno de "Miss that rose". Cuídense, duerman bien, coman adecuadamente y beban mucha agua.

Buenos días/tardes/noches.