Miraba por la ventanilla del coche, hoy realmente hacía un muy buen día para ir de viaje.

—San, podrías poner un poco de música, ¿por favor?—. Era completamente aburrido ir en el coche en silencio, ¿qué mejor que poner un par de canciones y cantarlas al unísono con la persona que más amas? Miré a San, quien no parecía tener la intención de encender la radio y conectar su teléfono al bluetooth del coche.

—San, por fa—. Fui interrumpido por la suave voz de mi amado.

—.Nobody knows, Nobody loves you like I do, Nobody knows, Nobody loves you like I do.—. De repente, San empezó a cantar la canción que compuso especialmente para mí, me sorprendió el día de mi cumpleaños, a la hora de darme los regalos. Simplemente, sacó una guitarra española de su habitación (cabe decir que nunca había visto que San tuviera una) y comenzó a cantarla para mí. Cuando acabó, me dijo que la hizo especialmente para mí pensando en nuestra relación y que el pobre Hongjoong le dio un poco de ayuda ya que, él no tenía ni la más mínima idea de escribir letras. Ah, sí, la guitarra también era suya. 

—Everything is all about you, everything is all about you, everything is all about you—. Empecé a cantar alargando los "You" de los dos primeros párrafos. Giré la cabeza para ver a San, él me estaba mirando mientras cantaba, me perdí en sus ojos negros tan profundos, que reflejaban tanto amor, amor por mí.

—¡SAN!

Cerré mis ojos con fuerza, a partir de ese momento solo recuerdo un par de cosas vagamente.

El coche dando vueltas en el aire.

La sangre recorrer mi frente.

Y por último, a San tirado en el suelo debajo de un gran charco de sangre.

Después de eso, no sé lo que sucedió.