|CAPÍTULO 06|
06| El collar
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SUNI
Una semana después...
Son las ocho de la noche, me la pasé dormida casi todo el día, me levantaba a comer y regresaba a mi habitación a seguir durmiendo.
Después de lo que paso hace una semana, nos dieron un mes de recuperación por un posible trauma, todos hemos visitado a un psicólogo en estos días. Cada quién por su parte obvio.
Mis padres están muy atentos conmigo, y se lamentan no estar conmigo hoy. yo los convencí de que fueran, se que es importante para ellos formalizar ese contrato con unos extranjeros. Es lo que papá siempre ha querido y se ha esforzado en lograrlo. Y en este momento me encuentro recién bañada y lista para despedirlos.
Dejo el collar en la mesita de mi habitación, nunca me lo he quitado desde que lo encontré, ninguno de los chicos reclamo por el. Tal vez por la situación en la que estábamos. Bajo las escaleras y me dirijo a donde están, ellos se ven muy bien con sus trajes elegantes. Los abrazo.
— Que tengas éxito Papá — le digo aún en el abrazo. Él besa mi cabeza.
— Gracias mi amor ¿Estás segura que estarás bien? Puedes quedarte con tu amiga en su casa — niego rápidamente.
— Estoy bien, ya nos hemos estado viendo todo la semana y ella es una chica con demasiada energía, quiero descansar más — le digo haciendo un puchero. Los dos me sonríen.
— Bien querida, el refrigerador esta lleno de comida preparada, si quieres algo solo caliéntalo en el microondas — dice Mamá y asiento, ella observa mi cuello — ¿Aún conservas ese collar? se te ve muy lindo — ella lo toma con dos de sus dedos.
¿Pero... Que no lo había dejado en mi habitación?. Frunci mi ceño confusa.
— No ha aparecido el dueño aún.— digo y trato de recordar si lo deje o no en mi habitación. — Estaré bien, se les hará tarde — les recuerdo y ellos me abrazan una vez más.
Salen de la casa y suben al auto, les digo adiós con agitar mi mano hasta que quedan a una distancia larga y entonces entro a la casa cerrando con llave. Esta noche tendré un tiempo para mí, disfrutaré ver algunas películas y comida chatarra, de verdad que es tan deliciosa, nunca mas juzgare Jiyu sobre esto.
Me levante del sofá estirando mis brazos, camino a la cocina por un poco de agua. Pero me detengo en seco cuando me doy cuenta de algo.....
«¿Estoy en mi habitación? ¿En qué momento llegue aquí?.»
Camino fuera de mi habitación bajando las escaleras, cuando de pronto se va la luz, me dirijo despacio a la sala donde dejé mi celular. Lo tomo e ilumino el camino, vuelvo a subir las escaleras para llegar a mi habitación.
Ya no tenía nada que hacer, ya era tarde y de cierta forma el sueño empezó a llegarme de nuevo. Una vez entrando a mi habitación la puerta se cierra de golpe sola haciendo un fuerte ruido que me hizo sobresaltar.
De la nada llega la luz, y se va de nuevo, parpadea varias veces hasta que noto que no estoy sola en mi habitación. Alguien está aquí y es un hombre, por su robusto cuerpo y alta estatura. Camina hacia mí dirección y yo solo me quedo estática en mi lugar ¡Hay un ladrón en la casa! ¡Estoy encerrada con el ladrón!.
Toca mi hombro y me empuja suavemente hasta que mi espalda se pega en la pared. La luz vuelve de nuevo pero no con su intensidad, solo lo suficiente para verlo. Cuando me doy cuenta de quién se trata ahogo un grito, se trataba de él. Me observa de arriba a bajo, hasta que su mirada caen en mis ojos, yo no he bajado la mirada tampoco, sus ojos..... No puedo dejar de verlos, era incompleto imán con los míos, me obligan a verlo, y así verlos como cambian de color, puedo ver algunas imágenes a través de ellos.
Estaba asustandome. ¿Como podía ver esto?
Esta él..... Corriendo entre los árboles, en otra estoy yo dentro del autobús, después aparezco en el bosque sola con el collar en mano, «Fue cuando lo encontré» ..... Me muestra otra imagen de él y el collar puesto en su cuello.
«Es el mismo»
«Por Dios el mismo collar..... Entonces esto es suyo»
Aparto la mirada rápidamente y toco el collar que hay en mi cuello. Él toma mi mano, su toque es frío como el hielo, aparta mi mano del collar lentamente y sigue observándome. Esta más cerca de mí, sin intentar nada, solo escucho el sonido de los autos allá afuera, nadie ha hecho un movimiento. Lo escaneo rápidamente viendo su vestir, sus alas no estaban, parecía un chico normal como algunas de las anteriores veces que vi de él.
Con forme pasaron algunos minutos me di cuenta que no tenía intención de atacarme. Solo permanecia de pie viendome.
«Y si no quiere hacerme daño?. Tal vez solo quiera su collar».
— Esto es tuyo — intento quitarlo pero el vuelve a poner su mano para que no lo haga — ¿Has venido por el?, por favor, discúlpame yo no lo sabía, sólo déjame tranquila y te lo daré, es tuyo acéptalo — le digo lo mas calmada posible, aunque por dentro mi corazón parecía haber corrido un maratón.
Él acerca su cuerpo hasta pegarse con el mío, contengo mi respiración y toca mi barbilla con su dedo índice, la alza y el acerca su rostro al mío. «No por favor, que no me besé.»
Y como si me escuchara él solo pega su frente con la mía bajando su mano, y con la otra toca mi cintura, él cierra sus ojos y yo me dedico a ver las marcas en sus párpados hasta sus pómulos. Pongo una mano en su pecho y él abre sus ojos observándome ante mi tacto, su mano libre toca mi mejilla con simples roses con las yemas de sus dedos.
Intento llegar a su rostro con mi mano libre, pero sujeta mi muñeca y la baja para que no lo haga. Despega su frente de la mía y veo su vestir. Está llena de sangre.
─ Te vez..., aun más hermosa despierta ─ me quede de piedra cuando su voz gruesa estalló en cada rincón de la habitación. ─ Verte dormir todas esas noches después de que te fuiste de mi busque, me detienen en hacerte daño. Tu no eres como ellos, pero me enfurece que lleves su sangre.
─ ¿De qué hablas?
─ De tus amigos, ellos. Odio que estén tan cerca de ti ─ se aparta de mí.
─ Ellos no llevan mi sangre ─ dije confundida ─ No somos familia.
─ No, pero ustedes son la familia de esos idiotas que querían verme muerto. Pero no lo lograron. Tu abuelo tampoco pudo y me enfurece que seas algo de él.
─ ¿Mi abuelo?
─ Sí, ese maldito policía. No se cansaba de Joderme la existencia. Pero me dio una gran satisfacción al ver su rostro asustadizo ─ sonrió ─ Cuando se dio cuenta de lo que realmente era.
─ Tú eres un demonio ─ no quita la sonrisa.
─ No, conejita. ─ volvió acercarse ─ Soy un híbrido. Mi padre es un demonio. Mamá es un ángel. ─ mi mano viajo a su collar.
─ ¿Por qué tengo algo que es tuyo?
─ Quería que lo hicieras y no sabes lo orgulloso que estoy de que lo tengas. Es así como puedo encontrarte donde estés sin que me invoques. Y demuestra que eres mía.
— Llévatelo — le digo quitándome el collar y se lo extiendo para que lo tome, el solo me sonrió y bajó su mirada a mi mano, hago lo mismo y veo que no está, el extiende su mano y tira levemente el collar en mi cuello para que lo note. «¡¿Por qué no me lo puedo quitar?!» — Llévatelo, lo siento no debí tomarlo es tuyo — él niega con la cabeza.
— Tú... Eres mía, Suni — mi corazón vuelve acelerarse, tengo miedo — Me perteneces en el momento que lo tomaste en tus manos... Nunca podrás quitártelo, yo te he escogido.
«¿Pero qué?» y me sorprendo el valor que tuve al enfrentarlo.
— No, no te pertenezco. — digo molesta — llévate esta porquería ¡No quiero ser parte de ti! — grito molesta y él me mira furioso, la luz se apaga estallando la bombilla consigo.
Él me empuja bruscamente a la pared cuando me había separado un poco, trato de empujarlo y decirle que se aleje.
— Mataré a tus amigos....— se acerca hasta mi oreja y susurra en mi oído —
Uno a uno hasta llegar a ti, ellos están avisados. Ellos no pueden estar vivos. Me lamento en dejarlos ir y solo lo he hecho gracias a ti. Estas confundida lo sé. Pero me encargaré de que veas que no soy el malo de la historia.
— Pero tú asesinabas personas — dije en susurro.
— Lo sé, preciosa. Pero tampoco ellos no eran blancas palomitas. Ellos habían hecho pactos conmigo y quería solo dejarles claro las cosas. Intentaron desafiarme sin darse cuenta de lo que hacían.
— Pero... Tu marca
─ ¿Killer Jk? ─ soltó una suave risa nasal. ─ No era mi nombre verdadero. Solo lo use para que aquellos que habían hecho contrato conmigo supieran de lo que era capas de hacerles si no aceptaban las reglas.
Ya no podia más con esto.
─ Dejanos en paz. No te hicimos nada ─ dije con temor.
─ No lo creo mi pequeña conejita ─ se acercó aún más y beso mi frente. ─ Cada demonio necesita un ángel, Suni. Y tu eres el mío. No podrás deshacerte de mí.
─ Yo no quiero esto ─ el se parta dando pasos hacia atrás.
─ Pero yo sí. Iré tras de ustedes como lo fueron sus abuelos. Empezó la Cacería ─ sin mas desaparece.
«¿los matará?...»
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