04| Escapando de la bestia
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SUNI

Despierto y mi cabeza duele como diez mil infiernos, no sé que me pasó. Veo los árboles y pinos desde dónde estoy y algo picaba tras mi nuca. Cuando abro mis ojos veo el cielo nublado, algunas nuves oscuras cargadas de agua.

¿A caso estoy en el suelo?.

Estaba confundida, con el leve dolor en mi cabeza. Me levanté con dificultad del suelo y me quede sentada un momento. Estaba sobre el pasto, a mi lado Jiyu se removió en su lugar y me ve desde el suelo.

─ ¿Qué pasó? ─ dijo sobando su cabeza.

─ Ni yo misma lo sé ─ mire en todas las direcciones.

Estamos en el bosque pero, ¿en qué momento llegamos aquí cuando estuvimos en esa casa?

Recuerdo ver a ese hombre, su sicatiz en el ojo, cuando quería tocarlo pero... El dijo que era mi pesadilla, mencionó mi nombre. Si voz fue lo último que escuché antes de despertar aquí. Mi amiga se levanta y yo hago lo mismo, después de unos minutos sin decir nada ella empezó a buscar nuestras mochilas, yo solo la observaba mientras lo hacía, las encontró y tomó la mía para entregármela, le agradecí y caminamos para buscar a nuestros compañeros. Ninguna decía nada de lo que pasó en esa casa, yo no quería recordarlo, y sabía que Jiyu tampoco quería que hablara sobre eso.

Cuando encontramos las cabañas a lo lejos, fuimos hasta ahí. Ya no quisimos buscar a nuestro grupo por nuestra cuenta, sabiendo lo que pasó en esa casa, cualquier cosa podría pasarnos en ese oscuro y tenebroso bosque. Me sentía más segura estando juntas aquí.

Después de dos horas a lo lejos se lograban ver a nuestros compañeros, Jiyu y yo estábamos sentadas sobre una banca de madera comiendo algunos bombones mientras los esperamos. Los celulares aquí no tenían recepción, así que solo nos dedicábamos ver el lago mientras los esperábamos. Tendriamos problemas cuando nuestro profesor regresara, y eso significaba dos cosas. Un castigo por parte de mi madre por primera vez y una llamada de atención hacia mi padre. Se dará cuenta de que tiene una hija. Al menos la segunda opción no me caía mal, al menos tendría su atención, eso era lo que esperaba todos estos años.

Pero... había algo extraño en los chicos cuando se acercaban. Frunci mi ceño.

─ ¿Por qué corren? ─ ella preguntó.

─ No lo sé.... ─ digo observándolos detenidamente.

Después de unos minutos llegaron todos agitados, otros llorando y unos heridos por arañazos de las ramas.

─ Pero ¿Qué les pasó?, ¿Dónde está el profesor? ─ les pregunté. Uno de ellos me mira y se acerca.

─ El profesor Lee.... Está muerto ─ mis ojos se abren con asombro ante lo dicho.

─ Pero ¿De qué rayos estás hablando? ─ le preguntó Jiyu aún sin creerlo.

─ Es verdad, un tipo con la cara de cicatrices y alas negras apareció de la nada. Y atravesó al profesor Lee con una estaca larga clavándola en su pecho hasta pasar su espalda. Todos corrimos asustados sin mirar atrás ─ dijo una chica llorando.

«¿Cicatrices y alas negras?.
¿Será el mismo de esa casa embrujada?.
¿Asesino al profesor Lee?.»

Entonces comienzo a entrar en pánico, miro a todos y después detrás de ellos donde se ubica el bosque pensando en que cualquier momento podría venir. No le importó que un grupo de chicos lo mirasen, podría hacerlo de nuevo y ellos estaban tan asustados que algunos se mantenían llorando. Veo sus rostros y no me ayudan en nada, más estoy alterándome.

«¿Qué haremos?.
¿Y si nos encuentra?.»

─ Tenemos que irnos, hay un asesino en éste lugar ─ reacciono de inmediato a la voz de Jiyu, ella tiene razón. y si mató al profesor Lee, puede matar a todos nosotros.

─ Chicos agarren todo lo que puedan, tenemos que subir al bus y decirle al chófer que nos lleve de regreso antes de que sea demasiado tarde ─ les digo, todos asienten con temor mirando a todas las direcciones.

─ ¿Donde está el maldito chófer? ─ Jiyu habló buscándolo por todo el campamento.

─ En su habitación, debe estar dormido ─ habló un chico.

─ Tenemos que ir por él, guardemos la calma, nos iremos y le diremos a la policía. ─ ellos asienten a lo que les dije. Están tan asustados que no saben qué hacer. Necesito guiarlos y tranquilizarlos un poco ya que sé como se sienten, yo así estaba hace horas atrás ─ Debemos separarnos, la mitad buscará lo necesario para irnos y los demás iremos en busca del chófer, Jiyu ¿Puedes quedarte con ellos? ─ ella acepta ─ Bien, necesito cuatro chicos por favor ─ de uno por uno dudosos levantaron la mano y se acercaron a mi ─ Vámonos.

Caminamos entre el campamento, y uno de ellos tocó mi hombro, gire mi cabeza para verlo aún caminando.

─ ¿Qué sucede? ─ le pregunto.

─ ¿Quién eres? ─ estoy cansada de esto, nadie sabe quién soy, pero de que sirve que me moleste, de todas formas siempre se disculparan, el mismo déjà vu de siempre.

─ Soy Suni, y ¿Ustedes? ─ los miro a todos.

─ Soy Hanuel

─ Hoseok 

─ Yo Jimin

─ Yoongi

Asiento y después de esa incomoda presentación seguimos en la búsqueda. Una vez encontrado la habitación estaba cerrada, intentamos abrirla y le gritamos al chófer y este no nos habría.

─ ¿Y si salió y no ha vuelto? ─ preguntó la chica llamada Hanuel.

─ Yo siempre lo veo dormido aquí, no podría irse, no hay nada que ver aquí para poder salir ─ Respondió Yoongi.

─ ¡Ya sé!, en la habitación del profesor Lee estaban las llaves de las habitaciones, o mejor dicho las copias, porque tenemos una cada quien. ─ Jimin levantó la mano a la altura de su rostro y empezó a caminar en dirección a su habitación pero me detengo.

─ Esperen aquí ustedes. ─ les dije

Una vez encontrado las llaves, y regresado con los demás que nos esperaban, abrimos la puerta con un poco de dificultad. Al abrirla soltamos un grito de terror, vimos al chófer colgado del techo amarrado con una soga en su cuello. «Está muerto».

Salimos corriendo de aquel lugar con aquella imagen en nuestra mente, sentía que en caulquiera momento me descinvetaria del mundo y me desmayaria. Él estaba aquí, cerca de nosotros. Nos quitó nuestra última fuenta para poder irnos, él estaba al tanto de todo. Cuando llegamos con los demás nos miraban confundidos, mientras que nosotros tratamos de regular nuestra respiración, era una mezcla de emociones que era inevitable controlar.

«¿Cómo nos iríamos ahora?.
¿Saldremos de aquí?.
¿Íbamos a morir? »

─ Vamonos por favor, el conductor también está muerto ─ Jimin soltó sin importale tan fuertes que se oían esas palabras.

Yo no me detuve de nueva cuanta para ir hacía donde Jiyu estaba. Tenía miedo de que llegara él a donde ella se encontraba y le hiciera daño, tenía que estar con ella y me lamentaba en dejarla sola. Yo quería Jiyu, se había ganado en solo dos días mi cariño. Cuando la vi con todos corrí a ella y la abracé fuerte. Ella se dio cuenta de mi estado, y de que algo no andaba bien.

─ Suni háblame ¿Qué diablos pasó? ¿Por qué están de esta manera? ─ me bombardeo con preguntas en cuanto quedamos frente a frente y yo me encorve agarrando mis rodillas una vez de separarnos. Levanté la mirada y la observe. Se le ve asustada y preocupada.

─ El chófer.... ─ respiro un poco. Mi agitado corazón no ayuda, y mis piernas tiemblan ─ Él.... Él está... ─ y alguien termina de hablar por mi.

─ ¡Está muerto! ─ gritó Jimin─ ¡Cuando llegamos a su habitación, lo encontramos colgado de una soga, se suicidó! ─ todos soltaron un jadeo de asombro. Y algunas chicas lloraban en silencio.

─ ¿Y si no se suicidó?, ¿Y si lo colgaron? ¡Todos vimos cuando salió ese tipo y mató al profesor! ─ habló Yoongi y gritó lo último.

─ ¡Cállate idiota! ─ lo golpea en el hombro Hanuel ─ Puede escucharte y saber que estamos todavía aquí, el está en el bosque, fue en donde lo vimos por última vez ─ «¿Qué haremos?». Me preguntaba y buscaba una y mil maneras de escapar, hasta que una me resultó coherente.

─ ¿Quién sabe conducir? ─ llame su atención y todos se miran entre sí, pero nadie dice nada ─ Alguien tiene que conducir el autobús, así saldremos de aquí ─ Uno con lentitud levanta su mano y todos lo miramos.

─ Puedo hacerlo, se conducir, no quiero estar en este lugar ni un momento más ─ dice Yoongi, le aviento las llaves y las atrapa.

─ Vamos, suban con cuidado, mientras mas rápido mejor ─ les digo y ellos corren rápidamente para subir. Jiyu se acerca a mi

─ Estas haciendo un excelente trabajo, nos estás organizando, y estás cuidando de todos aún cuando ellos ni te conocen, y yo... Y-yo soy una de ellos ─ bajo su mirada con vergüenza.

─ Eres mi amiga y me conoces ahora ─ toco su hombro y ella me mira ─ Aunque en estos dos días que nos conocimos, me he dado cuenta de que tu absoluta amistad vale la pena. Eres generosa, y humilde. Has demostrado ser una chica abiertamente de su corazón y eso es lo que me ha gustado, siento que si algún día, estaría en problemas tu estarás ahí ─ ella llora en silencio ─ Y si hago esto, es porque mi madre me ha enseñado ayudar, aún sin recibir a cambio. Ellos necesitan a alguien y yo haré lo que estén mis manos para ayudar a todos. ─ le sonrío y ella a mi.

Subimos al autobús y ella y yo nos sentamos al frente con Yoongi, para no dejarlo solo, al parecer los chicos sienten seguridad conmigo, pues todos estaban juntos amontonados cerca de mi, dejando la parte trasera y la mitad del autobús deshabitada.

Yoongi arranca y conduce fuera del campamento. Sigo pensando en todo lo que sucedió desde que llegué a ese lugar.

Nunca me había pasado cosa igual, no me explico lo que pasó. Estoy tan aterra como ellos pero trato de no demostrarlo, ellos necesitan sentirse seguros en una persona, y eso haré. porque adultos ya no hay.

─ No sé a donde ir, esta es mi primera vez, solo llevo la mitad de año con ustedes, nunca habían venido ─ es cierto, Yoongi fue ingresado a mitad de año, y no sabe cómo regresar.

─ Te diremos, todos estaremos atentos, si alguien no recuerda otro lo hará, conduce tranquilo estamos juntos ─ estiró mi mano y toco su hombro para tranquilizarlo. Él asiente en acuerdo a lo que dije y sigue mirando el trayecto del camino.

Estuvimos 15 minutos en movimiento hasta que la lluvia comenzó, era difícil ver pues también estaba por oscurecer.

Yoongi gira el volante en una curva cuando de la nada cae un rayo en un árbol haciendo que se esté se desprenda de sus raíces y caiga un tronco como obstáculo en el camino.

Él sin detenerse hizo lo que pudo en esquivar una parte del tronco y pasar por el espacio libre, todo fue tan rápido que casi nos volcábamos, pero afortunadamente no pasó.

─ Bien hecho, lo has hecho bien Yoongi ─ lo anima Jiyu y Jimin palmea su hombro.

A lo lejos vimos una sombra, era un hombre parado frente al camino, no se quitaba. La noche ya había llegado, todo estaba totalmente en la oscuridad, Hasta que las luces del autobús iluminaron la silueta, todos gritaron con terror al ver de quién se trataba.

Era él

─ ¡Él es el asesino del profesor Lee! ─ gritó Hanuel aterrorizada.

─ ¿Qué hago? ─ dijo Yoongi asustado sin detenerse y nadie respondía por la tan repentina presencia de aquel hombre ─ por Dios ¡¿QUÉ HAGO?!

─ ¡Atropellalo! ─ grita Hoseok a mi lado ─ ¡Hazlo idiota!, no te detengas ¡Acelera! ─ y él lo hace.

Todos asustados vemos como él en el camino nos sonríe y sus ojos se enfocaron en mi, mi corazón bombeaba con rapidez su mirada me intimidaba tenía mucho miedo. Y entonces Yoongi lo arrolló golpeando su cuerpo haciendo un fuerte ruido por el impacto. Gritamos juntos por lo que pasó, y Yoongi se lamentaba por lo que había hecho. Se culpaba durante el camino.

─ Nos salvaste, no te de tuviste, él es un asesino, no te lamentes ─ habló la chica Hanuel.

─ Es verdad, si te hubieras detenido ya estuviéramos muertos todos ─ mi amiga trata también de animarlo.

Todos después de eso estábamos callados, nadie decía nada, y algunos metros de distancia se podía ver la salida.

Una vez fuera de ese bosque algunos soltaron suspiros de alivio, y me sentía bien al saber que salimos de ese lugar y que estábamos todos a salvo.

Eso esperaba...

Si ven nombres que no tienen nada que ver me dicen. Solo hay nombres coreanos. Eso creo. Ayúdenme con eso.