|CAPÍTULO 02|
02| No hay nadie
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SUNI
Cada vez sentía que no podía respirar, me estaba sofocando. Esto lo estaba viendo como algo para normal porque no encontraba otra explicación. Sentía la firmeza de una mano, pero no llegaba a lastimarme era algo fría. El viento hace que mi cabello se esparza un poco pegándome algunos en la cara.
─ ¿Por qué puedes verme? ─ Aquella voz gruesa de un hombre, se escuchó en lo alto sobre mí cabeza. Fue tanto el pánico que sentí y por impulso pude safarme con bruzquedad.
Corrí con todas mis fuerzas.
No quise mirar atrás, solo corrí en dirección aquellas personas para sentirme segura. Volteo una vez que llegué con ellos y me siento en un tronco cercas, no miraba a nadie en donde estaba.
Se había hido.
─ ¡Jóvenes! Les pido encarecidamente que por favor guarden silencio.
Me levanté para acercarme, ya estaban listos para ponernos dentro de las cabañas. Suspiré un poco para tranquilizarme, aún no me recomponia ante tal acontecimiento, fue algo perturbador.
─ Los acomodare en parejas y no, no voy a poner hombre y mujer en las habitaciones, serán mujeres con mujeres y hombres con hombres ─ las parejitas de aquí empezaron a quejarse mientras otros celebraban porque queden juntos los mejores amigos.
Todos estaban frente a mí, y yo estoy a tres metros separada de todos ellos. No me gustan los gritos o empujones, igual ellos no saben de mi existencia.
Soy de las chicas que les gusta vestir de negro y ropa floja, no me gusta enseñar mi cuerpo así que no llamo mucho la atención, las demás chicas usan faldas muy cortas y escotes que dejan poco o nada a la imaginación de los hombres.
Sentí un soplo de aire frío en mi hombro y algunos de mis cabellos se movieron ante eso.
Gire mi rostro y no vi a nadie, así que voltee en dirección a mis compañeros, sin hacer nada, solo viendo a mi profesor repartir a los alumnos a sus habitaciones. Sentí una presencia detrás de mi y voltee intuitivamente.
«No hay nadie.»
Seguí mirando hacia el frente, esta vez ignorare todo, pongo un audífono en mi oído derecho escuchando un poco de música y mis ojos se fijan expectantes hacia el profesor. Entonces mi celular empezó a fallar y lo observe, aparecía en blanco y después negro.
«Ok, creo que estoy comenzando asustarme otra vez»
Lo golpee un par de veces, unas letras aparecieron y después se quitaban constantemente, hasta que se detuvo y quedaron solo dos palabras escritas en el.
Te observo
De pronto mi teléfono volvió a su estado normal y siguió reproduciéndose la música que se escuchaba antes de los de los fallos
No sé por qué sentí la necesidad de voltear con valentía. Cuanto lo hice vi a lo lejos la silueta de un hombre, es la misma que había visto anteriormente cuando el autobús se detuvo, estaba parado cerca de un árbol, estaba completamente vestido de negro y su rostro no lo podía visualizar pero sabía que se trataba de él.
─ Señorita Park Suni, le toca compartir habitación con la señorita Lee Jiyu ─ voltee hacia mi profesor que me observa, yo asentí y camine en dirección a mi compañera que había alzado la mano.
Voltee a ver aquella persona que vi a lo lejos y ya no estaba, esto es muy raro, culpo a los libros, tal vez sea cosa de mi imaginación, esto no puede ser real. No puede.
─ Hola, Me llamo Lee Jiyu, soy tu compañera de cuarto ─ una chica de cabello castaño lacio, piel canela y de ojos cafeces claros llega frente a mi con una sonrisa la cual no correspondo.
─ Un gusto, Park Suni ─ correspondo a su apretón de manos para no ser grosera con ella. De verdad que me costaba. ─ Podemos irnos ya si gustas.
─ Claro, vamos ─ tomó mi brazo y tiró de el, y a esta ¿Qué le pasa?, acabamos de conocernos y ya se siente de confianza para tomarme de esa manera.
Llegué a pensar en apartarla, por hacer ese acto que me incomodaba. Me trataba como si fuéramos amigas. Pero en vista de todos mis compañeros no podían hacer nada, no estaba dispuesta hacer el ridículo reprendiendo a esta chica para que me diera mi espacio personal. Ella hablaba de no se que cosas y yo solo podía mirarala, me incomodaba.
Cuando llegamos a nuestra cabaña ella me suelta y el alivio me recorre por un momento ya que tendré que compartir habitación con ella. Tengo que acostumbrarme a esto, pronto iré a la universidad y tendré que compartir cuarto con alguien de todos modos.
La habitación era hermosa, con un olor a pino. Contaba con dos camas individuales una a lado de la otra como también ambos armarios. Tenía un baño y una vista hermosa hacia el lago y parte del bosque.
─ Mira eso, es maravilloso ─ Jiyu pone sus manos en su cintura viendo por la ventana hacia el lago. Después se gira a mirarme ─ Creo que hemos tenido suerte. Nos ha tocado la mejor vista ─ sonríe.
─ Lo es. ¿Que lugar quieres? ─ pregunté señalando las camas y los armarios.
─ Oh, el que sea esta bien, Sun. ¿Te puedo llamar así? ─ Hice un gesto, un intento de decir que no me molestaba pero resultó otra ─ Siento mi imprudencia, no tenemos esa confianza.
─ No importa puedes decirme ─ ¿Que podía hacer? Hizo un puchero al hacerlo. Sus ojos predominaban triztesa y me sentí mal por eso. Me sentí como una villana. Ella solo estaba asiendo amable a su manera.
Su sonrisa se ancho y ambas nos dirigimos a los armarios y una vez acomodando todas nuestras cosas ella me dijo que si podíamos entablar alguna conversación, así que empezó hablar.
─ ¿Eres Nueva? ─ y ya empezamos mal, soy invisible para ellos, he compartido clases con ella desde que entre al instituto.
─ No, compartimos clases desde primer año ─ le dije seria y ella me miró con asombro.
─ Por dios, no lo sabía ─ «lo sé» pensé ─ Lo siento, pero podemos tratarnos ¿Podremos ser amigas? Me gustaría conocerte mejor ¿Qué dices? ─ ella me observaba atenta a mi respuesta.
─ Amm... sí, supongo ─ dije y me encogí de hombros.
«No tengo nada que perder con intentarlo»
Haría feliz a mamá y dejaría de insistir para que lleve a chicas a la casa.
─ ¡Hay que bien! podremos hablar de los chismes que cuentan en la escuela, también de los chiscos que nos gustan ¡Que emoción! ─ empezó a hablar demasiado rápido y eso de cierta forma comenzó a desesperarme, pero trate de no ser grosera con ella.
─ ¿No hablas con chicas del instituto? ─ pregunté por curiosidad. La había visto sola en algunas ocasiones, en los pasillos o cuando teníamos educación física. Ella negó y bajo la cabeza ─ ¿Por qué no? ─ soltó un suspiro y se sentó en su cama yo hice lo mismo en la mía quedando frente a ella y la observe.
─ Mi padre es empresario, y no quieren juntarse con la riquilla del salón ─ asentí comprendiendo todo. ─ Yo entre con una beca, mis padres no me ayudaron a entrar a la escuela. Fueron mis notas. Pero ellos cren...
─ Que nuestros padres ayudaron en todo ─ La interrumpí ─ Mi padre también es empresario ─ ella alzó la mirada con una gran sonrisa en su rostro.
─ ¿De verdad? ─ yo asentí con una sonrisa que no fue falsa solo natural y soltó un grito de emoción a lo cual tape mis orejas con ambas manos ─ Esto es ¡Increíble! He encontrado una amiga ─ se levantó quedando parada en la cama y empezó a saltar de alegría como si fuera una niña de cinco años.
Una amiga, mi primer amiga.
Mamá cuando se entere estará tan emocionada hasta estar atosigando Jiyu cada que pueda.
─ ¿Qué haces en tu día libre? ─ ella para de saltar y se sienta en la cama enrollando sus piernas estilo Indio.
─ Visito a mi abuelo, paseo a mi perro, recibir dinero de papá para pagar mi amor y... ─ «valla» ─ leo un libro fantástico de Wattpad es de lobos.
─ Ya veo, eres una chica con ocupaciones. ─ copeo su postura ─ ¿Sabes?, Yo también leo libros ─ y antes de que grité hablo ─ Puedes escoger el que gustes, traje conmigo algunos ─ ella asintió de manera rápida.
Después de algunos minutos nadie habló más, solo mirábamos la habitación que nos asignaron, hasta que ella rompió el silencio con una pregunta que jamás me esperaría.
─ ¿Ningún chico del instituto te gusta? ─ la observe confundida y de pronto las luces parpadearon tres veces hasta que se aclararon. ─ Vamos, tu secreto será guardado por mi ─ yo negué con la cabeza ─ Por favor, es más yo te diré primero quién me gusta del instituto ─ ella comenzó a ponerse nerviosa y sus mejillas se tiñeron de rosa, lo admito me hizo sonreír al verla así tan chistosa. Era vergonzoso ─ Me gusta Taehyung el chico del equipo de fútbol.
Esperaba algo de mi parte, pero no sabía que decir. ¿Que era un mujeriego? ¿Uno de los chicos inalcanzables? El era uno de los chicos más populares del instituto. Y su primo Hoseok me gustaba. ¿A quien engaño? Estoy igual o peor que ella
─ Pues creo que te queda a la perfección ─ ella rió algo tímida ─ Hoseok me gusta ─ Solté sin más, sin mirarla. Ella gritó y mis tímpanos pidieron piedad.
De pronto las ventanas de nuestra habitación empezaron a romperse de una por una y gritamos con tanto terror asustadas. Los vidrios caían por el piso, y solamente nos cubriamos la cabeza ya que no sabíamos que hacer.
─ Salgamos ¡Corre! ─ me dijo y así lo hice, salimos gritando como locas maniáticas llamando la atención del profesor y algunos alumnos.
─ ¡¿Que ocurre?! ¿Están bien? ─ el profesor se acercó a nosotras con preocupación.
─ Las ventas de nuestra habitación ─ dice Jiyu agitada ─ Las han roto, alguien las rompió ─ el profesor nos miró confundido y caminó adentro de nuestro cuarto. Y después salió con una mirada de molestia.
─ No vuelvan hacer ese tipo de bromas o las castigaré ─ lo miramos confundidas ─ Entren a su habitación, es tarde y mañana empezaremos el recorrido ─ y se fue dejándonos sin palabras.
─ Pero... ─ digo y veo como Jiyu avanza para entrar en nuestra habitación y también lo hago. Ya dentro mis ojos se abren con asombro.
─ ¡Las ventanas están intactas! ─ gritó tomándose de la cabeza.
creo que este lugar está embrujado.
─ Ignora esto ¿Sí? ─ llame su atención ─ Hay que dormir, el profesor se molestará si no dormimos y amanecemos como zombies mañana por la mañana.
Quice tranquilizarla, pero no sirvió, me miró como si estuviera loca.
─ ¡El problema es que no dormiré! No puedo ignorar esto, tu viste lo mismo que yo, oíste el sonidos de los vidrios romperse, los pedazos de cristal cayendo al suelo ─ «lo sé, esto da un poco de miedo» ─ Yo soy muy cobarde Nat.
─ Tranquila, podemos dejar las luces encendidas ¿Qué te parece? ─ ella dudó un momento y después asintió.
Tomamos nuestras respectivas camas y nos acomodamos en ellas dispuestas a dormir.
«Sólo serán tres días Suni, puedes con esto.»
Desperté un poco soñolienta, las luces estaban apagadas, tal vez Jiyu las apago. Traté de acomodarme mejor para así retomar mi sueño. Pero sentí que algo sobaba mi mejilla y abrí mis ojos, pero obviamente no miraba en la oscuridad. Cerré mis ojos con fuerza y me cubrí con la manta hasta mi cabeza.
Mis latidos pueden escucharse con claridad, mis manos me sudan y las ganas de gritar y salir corriendo aumentaron cuando sentí el lado de mi cama hundirse y un roce en mi pierna.
Trate de no moverme, quiero gritar, quiero mandar todo al carajo y salir corriendo de la habitación, o despertar a Jiyu.
Me remuevo un poco en la cama, y sentí un peso sobre mí, como si una mano se enrollará en mi cintura para no moverme.
«¿Y si es Jiyu? tal vez tenga miedo y quiso dormir conmigo. Sí, tal vez sea eso.»
«Pero.... Entonces ¿Por qué apago las luces?.»
Destape mi rostro de la manta que me cubría, la luz de la luna dejaba en claro un poco la oscuridad y fue entonces que vi un brazo tatuado sobre mi cuerpo. «No es Jiyu, definitivamente»
Brinque de la cama soltándome de su agarre y corrí hacia las luces presionando el interruptor varias veces pero no funcionaba. Un aliento frio se sintió en mi cuello, y las ganas de querer gritar aumentaron, no veia nada de esa parte del cuarto.
─ Sshh
Es el susurro que escucho en mi oído y las luces son encendidas, Jiyu despierta y me ve confundida.
─ ¿Qué haces levantada? ─ ella mira su teléfono y lo deja en la mesita de nuevo ─ Ya veo casi son las 6 am, te levantas temprano ¿Eh? ─ salió de la cama y se dirigió al baño. Yo camine hasta sentarme en mi cama.
Aún me encuentro asustada, «¿Qué acababa de pasar?» . Mire toda la habitación y sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo.
─ ¡Jiyu!, voy a salir ─ grite y ella me dijo que está bien.
Ya la luz del día estaba comenzando aparecer tome un abrigo y salí de la habitación.
La niebla hace ver esto tenebroso, lo cuál me hace pensar el por qué me están sucediendo estas cosas, al principio creí que se trataba de mi exceso de lectura, pero esto está siendo demasiado.
Camine sin rumbo alguno pero trate de no alejarme del campamento, escuche el sonido de las aves cantar, y el sol comenzó aparecer entre los árboles con tonos rojizos y naranjas.
«Es hermoso...»
A lo lejos se podían ver unas montañas. Y me acerque un poco para verlas mejor, baje la mirada y vi insectos caminar por el suelo hasta que mi vista cayó a un collar cerca de ellos. Parecía enterrado, como si estuviera hace mucho tiempo ahí así que lo tomé y tiré de él hasta sacarlo del suelo.
Es muy bello, solo que estaba sucio. Se trataba de una especie de piedra negra pero pequeña del tamaño de de una perla. Hasta podría decir que es una solo que de color negro. La sostenía una especie de grabado de plata y se podía colgar en el cuello con una pequeña cuerda delgada.
¿Y si se le calló algunos de mis compañeros?
Ayer llovió mucho, y puede ser que se le haya caído a alguien que pasó por aquí o fue al bosque. No está demás saber que hay compañeros con las hormonas alborotadas.
Hice una mueca de asco.
Escuche la voz de Jiyu llamarme y regrese al campamento tomando el collar, me lo cuelgo en mi cuello, así lo verán y el dueño puede reclamarlo.
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