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9.

CAPITULO NUEVE 

EPITAFIO


MARI

Florida 

Tic Tac repite una y otra vez el reloj de pared, observo a través de un pequeño espacio entre la puerta como Aleska habla con Tania alejo mi atención de ellas captando el bullicio de afuera

 «La competencia termino»

Los tacones de Aleska hacen eco en el mármol avisándome de que esta de vuelta, me paro esperando que pase por el umbral pero no sucede se queda en medio camino. Ladeo mi cabeza sin entender nada. El espacio entre nosotras se acorta cuando por fin abre por completo la puerta. 

—Rebekha—me cruzo de brazos—¿Qué diablos sucede? 

Me imagine mil respuestas pero ninguna salió de su boca al contrario se le ve pálida con un rostro lúgubre y serio. Lo peor se proyecto en mi mente, la han encontrado la mafia viene por nosotros.

Ese fue mi primer pensamiento o si no como se explicaría su reciente cambio de actitud, la ex-teniente había salido corriendo apenas salí de la pista. 

—Mari...—titubea—Siéntate por favor 

Me toma de los brazos regresándome a la banca, suspira pesadamente antes de articular sus palabras se queda callada y yo la apresuro. 

—Lo que te voy a decir no es fácil—acaricia mi cabello—Tienes que ser fuerte... 

La mafia esta aquí era lo que pensaba escuchar 

Su discurso me abre las entrañas, una bomba se me instala en el pecho aquello hace que mi respiración se vuelva errática llevo mis manos a la falda aferrándome a ella como si eso fuera a disminuir el impacto.

—Tu madre falleció—aflojo el agarre—Lo siento mucho...

—Mamá...—volteo hacia ella—Mi mamá—me señalo—Buena esa Aleska. ¿Quién te dijo eso? ¡Es una mentira! ¡Una broma cruel! Estás mintiendo. ¡Mi mamá no puede haberse ido¡ ¡Mentirosa¡ ¿Mientes verdad? 

¡No puedo respirar! ¡El dolor me está ahogando!

—Mari.... 

—No, no, no! ¡Eso no es verdad! ¡Mi mamá está bien!—la aparto—Esto es un malentendido. ¡Mi mamá no puede haber fallecido!. ¿Por qué me haces esto? ¿Aleska? ¡La vi ayer! 

—Murió hace dos horas—empieza—No sufrió, se quedo dormida y nunca mas despertó. Su corazón dejo de latir  

Nadie jamás te prepara para esas palabras, tampoco nadie te enseña a como reaccionar ni siquiera sabes si sigues respirando, solo sientes como tu corazón se rompe en miles de fragmentos tan pequeños que te desgarran por dentro. Me duele tanto que siento como si estuviera siendo quemada viva. 

—¡Aleska¡—replico

Escondo mi rostro entre mis manos dejando que las lagrimas resbalen por mis mejillas, los recuerdos después de eso son borrosos y confusos. Es un bucle infinito de microsegundos el tiempo se fragmento quedando estancado en ese preciso momento. El dolor era tan intenso que sentía como si estuviera siendo partida en dos

Aleska me hablaba pero estaba tan fuera de si que aunque estuviera a un lado de mi pareciera que estábamos a miles de años luz. Apenas si podía escuchar su voz entremezclada con mis lamentos. No podía respirar había olvidado esa simple función sentía como el pecho me iba a explotar el corazón me latía como una locomotora y sentía el palpitar de las venas de mis sienes

Siento como si me estuvieran roto los huesos, mi cabeza da vueltas, mi visón se vuelve borrosa solo logro captar el color del uniforme de los paramédicos cuando entran en los vestuarios. 

—Paciente femenina de 6 años, presenta síntomas de shock hipovolémico, con presión arterial de 80/50 mmHg y frecuencia cardíaca de 120 lpm

Escuchaba sus murmullos en medio de mi trance la mascara de oxigeno me estorbaba tanto quería arrancármela pero no tenia fuerzas.

—Paciente en estado de inconsciencia, no responde a estímulos verbales o táctiles. Reflejos pupilares presentes, pero débiles

Los escucho hablar lanzado términos médicos que no logro entender. Suelto un pequeño quejido al sentir la ajuga incrustándose dentro de mis venas. Siento tanto dolor como si me hubieran atropellado toda una flota de barcos.

—Vamos a transportarla al hospital para una evaluación más detallada

Pierdo el control de mi cuerpo mis ojos se empiezan a cerrar los paramédicos me sostienen subiéndome a una de las camillas. Ese es el último recuerdo que tenía de Florida desperté horas más tarde en el aeropuerto de Gotham me habían traído sedada.

Tenía la mirada agachada y el maquillaje corrido movía entre mis dedos la medalla de oro. Apenas podía respirar tenía la nariz congestionada y el dolor de cabeza era insoportable. Moría de frío allí sentada esperando, los brazos de Aleska sobre mi cuerpo no me daban calor. Tenía frío sentía el corazón tan pesado es como si llevara un peso muerto dentro de mí

—Se le bajó la presión—avisa Aleska

Wally se acerca colocándome su chaqueta sobre los hombros 

—El auto ya está fuera

El amigo de papá me saca del aeropuerto en brazos no podía moverme no servían mis piernas solo tenía ese frío maldito que me calaba hasta lo más profundo de mi ser sentía el hielo hasta los huesos. Wally no me suelta en ningún momento, la teniente tampoco se despega de mi.

Descanso en el pecho de Wally gimoteando. El dolor me estaba perforando los órganos quería arrancarme el corazón para que dejara de doler, es como si estuviera a punto de colapsar bajo el peso de la tristeza

—Calma pequeña—pide—Ya vamos a llegar

Pasa su mano libre por mi cabeza acomodando mi cabello, besa mi frente y pone una botella de agua en mi boca. Me mece en sus brazos arropándome con su cuerpo

—¿Por qué, Wally?— lloro aún más fuerte—Ayer estaba bien.... ¿Por qué? No lo creo. ¡Necesito verla para creerlo!

Estallo en lagrimas, me aferró a la camiseta de Wally llorando el no me dice nada solo me abraza contra su pecho. Empiezo a temblar cuando salimos del auto, Aleska pone una manta sobre mi cuerpo y Wally me lleva por el ascensor hasta el piso de Diana

—¡No por favor!—suplico—¡Por favor quiero a mi mamá!. Esto es un error.

Me ahogo en lágrimas, Diana aparece en la puerta. Se hace un lado dejando que entremos, me escondo en el pecho de Wally abrazándome a el. 

—¿Por qué? —repito—¿Por qué?

Nadie dice nada todos están en completo silencio solo se escuchan mis lágrimas. Me desmorono  en ese momento los sedantes pierden efecto la fría realidad me golpea en el rostro 

—Mamá...—sollozo—¡No es verdad!¡Mi mamá no me dejaría nunca!

Niego una y mil veces

—No....

Diana me toma en sus brazos, pegándole contra su hombro

—Déjalo salir, llora amor aquí estamos

Pierdo la cabeza los recuerdos me golpean y el dolor se vuelve aún más profundo. Es un dolor tan intenso como el estar muriendo. Esa noche no dormí me pase en vela entre los brazos de Diana, me quedé llorando hasta quedarme dormida en el hombro de Aleska 

Solo para despertar empapada en sudor y con el dolor de una bala perforándome el pecho. Mi dolor se triplica al recordar a papá debe estar hecho pedazos. Me duele pensar en papá, solo y sufriendo

—Mi papá—intento zafarme—Debo estar con el...

—Mari—Aleska me sujeta—Cálmate

—No—niego—Debe estar mal, debo estar con el. Papá debe estar destrozado. 

Aleska me pega a su pecho dejando que llore Diana por otro lado me obliga a tomar agua. Más sedantes de por medio son los que me hacen dormir hasta la mañana. Me baño en agua helada esperando que eso alivie la fiebre que tengo.

Me mantengo quieta sobre el sofá, diviso el paisaje a través del gran ventanal de la sala, el sol esta en su punto máximo esta tan caluroso como de costumbre, Diana se mueve de un lado al otro sin ya saber que hacer. 

Aleska llega totalmente vestida de negro cargando sus lentes negros. Es ella la que más me sorprende de que esté aún aquí

—Es hora...

Diana cierra la puerta detrás de mi apenas puedo coordinar mis pasos. Me sostengo del brazo de Aleska dejando que me lleve con ella. Subo en el auto recostándome en la parte trasera con Aleska mi cabeza me estalla y solo suelto suspiros creo que me he quedado ya sin lágrimas. 

Aleska me da mimos mientras avanzamos por carretera, la ahora líder de la mafia Rusa toma mi rostro entre sus manos humedeciendo mi cabello

—¿Por qué?—lloro—Mamá no merecía morir... 

Lloro una y otra vez,  el camino se me hace tan corto me siento vacía sin vida apenas puedo recordar lo que es estar viva los recuerdos que me atormentan son como clavos en mi piel. Es una herida tan profunda 

—Fuerza Mari—me agarra de los hombros—Aprende del dolor llóralo y olvídalo. 

El edificio está llena de autos estacionados en las afueras del recinto veo gente de negro moverse de un lado al otro. Todo están confuso tan irreal parece una mala pesadilla. 

Subo a la segunda planta el pecho se me estremece siento un hueco tan hondo que apenas se si sigo viva. Las puertas se abren y lo primero que veo es a Garfield sentado en la cocina con las orejas caídas bebiendo un vaso de agua

Eleva su mirada apenas me ve sus ojos se llenan de lágrimas deja de lado el vaso quebrándose frente a mi Víctor se encarga de el mientras Rachel se acerca a mi. Tiene los ojos rojos inyectados en sangre se ve que ella también está sufriendo. Sus brazos me envuelven en un cálido abrazo

No hay palabras de por medio pero existe el mismo sentimiento. 

—Vamos—Diana me guía

El pasillo hasta la sala de velación es eterno, entro en la habitación y mis ojos se llenan de lágrimas al ver el féretro. Me llevo las manos al pecho al sentir el afilado cuchillo clavándose en mi corazón. 

Me dejó caer sobre el ataúd llorando sobre el 

—Mamá...—balbuceo—Ya vine, mami gane

Paso los dedos por el delgado vidrio captando la medalla de la FAES que se enreda en sus dedos. 

—Mamá, lo siento tanto... no debí haberme ido—musito con dolor—Vuelve conmigo, mamá... por favor, vuelve conmigo. 

Mis lagrimas se estrellan contra el cristal.

—¡Por favor!—exclamo entre lagrimas—¡Por favor! ¡Mamá!

Sigo derramando lágrimas, el sol penetra en la habitación iluminándola elevo la mirada observando como el sol alumbra en su máximo esplendor la habitacion 

—Eres hermosa mamá—susurro

Suspiro regresando la mirada hacia ella, el dolor están asfixiante el sentimiento que me embarga es tan profundo e infinito como el mar que se asoma a la distancia. 

Me quedé así un buen rato hasta que me aparte del féretro, Aleska me sostiene en brazos cuando las piernas me fallan. El mundo me da vueltas como un carrusel que nunca se detiene todo quedo en un silencio ensordecedor que me dejo sin aliento  

Víctor me atiende y apenas me da oportunidad regreso a la sala más flores llegan y poco a poco el salón que alquilaron se llena de gente, Garfield sirve te con galletas con la ayuda de Alfred.

Busco a papá en medio del gentío pero no hay señales de el, ni de el ni de Jason. Me mantengo recostada sobre la pared aguantando el sueño y el hambre. La voluntad de Dios dolía mucho solo le rogaba por qué me diera fuerza para superar este dolor que me estaba comiendo viva 

—Grayson—aclara su voz—Siento tu perdida...

Abro los ojos fijando la vista en aquellos ojos verdes jade le abro los brazos el al inicio no entiende pero al final acepta dejándose caer en mis brazos. Lo abrazo por un buen rato dejando que se desahogue a su manera. Me limpia las lágrimas cuando empiezan a brotar 

—A ella no le hubiera gustado verte así —me susurra—Ella siempre me dijo que eras una niña muy fuerte. Tú puedes enfrentar esto y salir aún más fuerte hazle honor a Kory 

Asiento

—Lo intentare 

El cuchillo que tengo incrustados en el pecho se me clava más cuando veo a papá entrar en medio del gentío. Sus ojos lucen cansados e hinchados usa su traje a medias está devastado entra del brazo de Wally sentándose en la primer fila. 

Sentí un nudo en la garganta al verlo tan vulnerable, decidí darle un poco de espacio y no interrumpir su momento de dolor, así que me quedé en la entrada, observándolo con una mezcla de tristeza y amor.

Damián estaba junto a mi sosteniéndome en un determinado momento sus ojos se conectan con los míos. 

—¿De que murió?—suelto—Le dolió... 

La voz me sale en un hilo, bajo la mirada concentrándome en una de las manchas del suelo. 

—Fue por la mañana—contesta—No sintió dolor, solo se quedo dormida 

Recuesto la cabeza en la pared descansado cuando siento las arcadas. Estaba cansada llena de dolor. Me estaba asfixiando allí adentro 

—Quiero tomar aire—Damián eleva la mirada 

Salgo con el detrás de mi atravieso toda la planta superior mis piernas corren en medio de las escaleras necesitaba salir, necesitaba respirar, tenia una desesperación tan grande por salir.

Empujo la puerta con ambas manos saliendo al exterior, el aire me es difícil de exhalar, dejo de contenerme y lloro mientras el frio de la tarde me arranca las lagrimas. 

«Estaba hecha trizas»

Cuando logro recobrar la compostura, diviso el gran mar y como este nos separa de la torre T, camino y me siento justo en la orilla. Damián imita mi acción y allí solitos en el silencio sin decir palabras dejamos abierta la herida hoy nos duele. Solos admirando como las olas chocaban contra las rocas. 

Ese fue el primer día, el segundo día empezó conmigo tirada en medio de mi habitacion en la mansión Wayne, no me creía que estaba vistiendo para el funeral de mi madre. 

«Mi soldado, mi patinadora, mi princesa»

—Grayson, ya nos vamos 

No se cansa de tocar 

—Mari—grita—Necesitas salir 

Damián abre la puerta de golpe, lloro a un mas al verlo a el ya listo para hoy que enterraríamos a mi madre. 

Me llevo las manos a la cabeza sintiéndome tan fuera de mi. Lo miro con una mínima esperanza si había alguien que podía hacerme aterriza por las buena o por las malas era Damián. Su reacción me sorprende avanza por la habitación hasta pararse frente a mi. Solo me abrazo contra su pecho clavando mis uñas en su chaqueta llorando mientras sus manos se pasean por mi espalda 

—Grayson—me sujeto por los hombros—Mari, eres la hija de una guerrera. ¡Muestra que tienes su sangre en tus venas! ¡Levántate y lucha por ti misma. ¡Maldición¡. Sobreviste a Delaware, eres un soldado de la FAES, te llevaste a media organizaron por delante, le diste la cara a Talía Al Ghul y mandaste a bajo la fortaleza Russo si sobreviste a eso puedes con esto y con mas. No te compadezcas, Mari. Eso no te llevará a ninguna parte. 

—Da..

—Te esperamos abajo—se da la vuelta—No tardes 

Las palabras de Damián me golpearon como un puñetazo en el estómago. Vi cómo se alejaba, cerrando fuertemente la puerta detrás de él. 

Mi cuerpo reaccionó antes de que mi mente pudiera procesar el dolor. Solo pude agarrarme la cara con mis manos, como si tratara de contener el grito que pugnaba por salir. Suspiré fuertemente, tratando de expulsar el aire que se había quedado atrapado en mis pulmones. 

Me recompongo no se como la hago pero me baño y me arreglo en  tiempo récord para después  subir al auto en silencio.  La gente de la sala se pasea de aquí allá Rachel era la que mas se movía estaba calmada al parecer ella tomo las riendas 

No abandono la pared que me sostiene, me cubro los oídos cuando los sonidos se vuelven mas intensos, tantos sonidos a la vez me perturban a la lejanía escucho la voz de Diana y Jason 

«Por fin llego». 

—No quiere comer—suspira pesadamente Diana—Ya intentamos de todo pero se niega a probar bocado 

—Déjame intentarlo—habla Jason.

Me di la vuelta y salí de la sala, siguiendo el sonido de su voz. Y entonces, lo vi.

—Hola pequeña—dice sentándose a mi lado con un plato de sopa—¿Por qué no quieres comer? 

—No tengo hambre...

De repente veo como llega un nuevo arreglo floral Jason voltea mirando la escena y veo como el agarre del plato flaquea. 

—Podrías comer aunque sea un poco—susurra en un hilo de voz— Hazlo por mi 

Asiento tomando la cuchara probando la sopa que hizo esta mañana Donna. Jason se mantiene a mi lado hasta que dejo el plato limpio. 

Me encontré sumergida en mis recuerdos, siendo transportada a los Alpes suizos, donde pasé mi estancia militar. Recordé el frío glacial, la nieve que crujía bajo mis botas, la disciplina férrea. En ese momento, pensé que me había endurecido, que el entrenamiento y la soledad me habían vuelto invulnerable. Pero ahora, al mirar atrás, me doy cuenta de que era todo lo contrario. La montaña no había cambiado mi esencia, solo había revelado mi verdadera naturaleza.

«Soldado »

Hoy el nombre me queda tan grande. 

El funeral es en la tarde y por primera vez entro a la sala de velación desde la mañana, la gente empieza a abandonar la sala esperando la salida del ataúd mis pies se mueven inconsiemnete  obligándome a avanzar poso la mano en el cajón observando a mi madre por ultima vez antes de que Rachel lo cierre por completo.

—Te amo —le susurro—Te amo y si existe otra vida escógeme por favor como tu hija 

Beso el cajón dejando que Rachel lo cierre, ese fue el viaje más largo que hecho en mi vida el auto en el que estaba iba justo delante del que llevaba el féretro. El sol entre mezclado con las gotas de lluvia alumbraban el cementerio. Era una tarde soleada en Jump City 

El funeral fue rápido y sencillo. Todo llego a su fin en media hora me aleje del gentío apenas tuve oportunidad. Justo como acordamos horas antes papá estaba sentado en una vereda esperándome.  

—Papá—lo llamo—Papá

Me pide que baje la voz me llevo las manos a la boca asintiendo, apenas me ve sonríe, me toma entre sus brazos cargándome sobre sus hombros. Entrecierro los ojos por el sol, papá sostiene mis manos mientras ambos nos encaminamos a la salida dejando a todos atrás. 

—Vamos a casa Mari...

—Vamos—beso su cabeza—Te extrañe mucho papi

—No mas que yo mi reina hermosa—besa mi mano—De ahora en adelante las cosas serán diferentes amor. Te lo prometo 

Papá conducía por las calles de Gotham con rumbo a Bluhaven la tarde soleada había desaparecido el cielo ahora estaba lleno de colores grises y las gotas de agua se deslizaban por la ventana. 

El departamento estaba vacío a excepción por un par de maletas sobre un viejo sofá. Estaba tal y como lo deje antes de partir a Suiza.

—Escúchame Mari—me toma de los hombros—Tenemos que irnos. No es seguro para nosotros quedarnos aquí 

—¿A donde? 

—Al fin del mundo si posible—murmura—Solo llevaremos lo más importante. Ropa, documentos, algo de dinero. Tenemos que irnos lejos a donde nadie nos encuentre.

La sorpresa me golpeó como un rayo en la oscuridad, pero luego como un río que encuentra su curso, mi corazón se serenó y supe qué debía hacer.

—Yo voy a donde tu vayas—le aseguro—Incluso si eso significa ir al fin del mundo. Si se algo que quería mamá es que estuviéramos vivos y juntos.

 La ciudad dormía, pero nosotros estábamos despiertos, listos para huir, las llamas consumían el departamento mientras nosotros escapábamos por las escaleras papá conducía a gran velocidad por las húmedas calles mientras por el espejo veía como el humo se escapaba por la ventana. 

Todo lo que delataba nuestro paso por Bluhaven fue cubierto bajo las cenizas de lo que  dejamos atrás incluidos los rastreadores. El miedo nos impulsaba a seguir adelante, el viento nos llevaba, como si fuéramos hojas secas que se deslizan por el suelo. Creo que volví a sentir el corazón cuando salimos de la ciudad.

Nos movíamos por la carretera con diferentes autos siempre con placas falsas, me había adaptado a la rutina de papá en cada gasolinera cambiamos de ropa dormíamos y comíamos en diferentes lugares nunca nos quedábamos mas de dos horas en un mismo sitio. 

Supe que habíamos llegado cuando al séptimo día de nuestra huida papá me indico una valla publicitaria. Bienvenidos a las Vegas   

Era de noche y la cuidad estaba sumida en los colores de neón y los excesos nocturnos. El lugar al que llegamos no me gusto para nada pero donde estuviera mi padre estaría con el,  subimos y la cosa no mejoraba el lugar era horrible las ventanas estaban rotas y había pocos muebles parecía que el lugar se derrumbaría en cualquier momento

—Esto será temporal Mari, solo unos días —asentí mientras examinada cada rincón, afuera de la ventana había una escalera contra incendios la pintura de la pared se caia literalmente pero podía acostúmbreme. Nos instalamos con lo poco que teníamos no fue difícil 

Me recuesto en la cama con papá es una noche estrellada estoy sobre su brazo y la vista de su cuarto da directo hacia la ciudad  

—A veces la mejor forma de esconder algo es a simple vista Mai—me dice—No te prometo días fáciles pero si que estar a salvo

Besa mi frente cobijándome entre sus brazos. 

—Si un día no regreso una amiga muy querida vendrá a buscarte—explica—Ella te llevara a un lugar seguro. Es alguien que te conoce muy bien y que sabe exactamente lo que necesitas en este momento

—¿Quién? 

—Lo sabrás cuando llegue el momento, te daré su numero y apenas sepa vendrá a buscarte 

—¿Y tu?

—Yo te alcanzare después, no te voy a dejar ni un solo momento solo serán unas horas después los dos seres muy felices en honor a mamá

—Enserio me los juras 

—Si te llevare a Hawái al lugar donde me case con tu madre—suspira —Ya no mas lagrimas Mari recordemos los buenos momentos es lo que mamá hubiera querido 

La conversación toma otro rumbo cuando hablamos de nuestras identidades

—Nadie puede saber quien eres Mari—se acomoda—Recuerda que eres una persona diferente ahora. Nadie puede saber quién eras antes. Nadie puede saber de dónde vienes o quiénes son tus familiares. Debes mantener todo en secreto, no te fíes de nadie que te pregunte sobre tu pasado. No puedes confiar en nadie.

—Si papá—me apego mas a el—No diré nada confía en mí. No te decepcionaré. Haré cualquier cosa para proteger mi identidad.

Esa noche dormimos a gusto en nuestro peculiar hogar a la mañana siguiente en la tarde estaba jugando en la sala cuando papá entro con el uniforme de alguna sucursal y unas cuantas bolsas 

—Ya llegue amor—habla en voz baja —Quizás esta idea no te guste 

Saca el tinte moviéndolo delate de mi abro los ojos al entender la loca idea que circulaba por su cabeza 

—No—sentencio—Ni loca 

—No queda de otra—se encoge de hombros 

—Me lo vas a poner tu—lo señalo—¿Es enserio? 

—¿Quién te hizo esas bonitas coletas?

—Una cosa es peinarme y otra teñirme 

—Pierde cuidado te llevare  a un lugar que vi por qui muy cerca—abre la puerta y salimos juntos caminando por las calles 

Papá siempre llevaba lentes oscuros y una gorra además siempre me hacia caminar delante de el. 

El barrio era peligroso, está ubicado en los suburbios de la ciudad, es un lugar donde la delincuencia y la violencia son comunes tanto que hasta la policía tiene dificultades para mantener el orden.

Las calles están llenas de basura y grafitis, las luces de las calles están rotas o apagadas. Los edificios están deteriorados y tienen ventanas rotas. Hay pandillas que controlan el barrio y se pelean por el territorio todo el tiempo.

Paso una mano por mi ahora castaño cabello apenas si podía distinguir mi reflejo en el sucio espejo de aquella estación. Salgo del baño papá se mueve de la pared llevándome con el devuelta a casa 

De vez en cuando me gustaba ver a los chicos jugar a fuera solía salir por las escaleras de incendios a unírmeles y charlaba con ellos al parecer no todos tenían mis mismas preocupaciones y ahora sabia que sus vidas eran muy distintas y también el porque todos preferían estar a fuera que dentro de los departamentos. Cuando regreso de jugar me siento al filo de la cama jugando con los pocos juguetes que traje.

—La cena esta lista—avisa desde la entrada—Unas deliciosas hamburguesas esperan por ti Mari

Aparece por el umbral de nuestra habitación ya me había comenzado a adaptar a este peculiar lugar poco a poco nuestras nuevas cosas iban formando nuestro pequeño hogar.  

—Papi—me carga

Había comprado platos y utensilios nuevos la mesa era algo vieja y desgastada pero estaba bien comimos y bailamos un poco en la sala. Papá me cargaba en sus brazos haciéndome reír pese a las circunstancias el lograba sacarme risas

Nuestra vida ahora era diferente, nuestra casa también, era modesta pero estábamos juntos que era lo que importaba. Ya estábamos en la cama arropados con las mantas que habíamos comprado 

—Papá—lo llamo—¿Mamá esta en el cielo?

—Mamá esta en todas las cosas bonitas amor—se gira—Tu mamá era luz y esta presente todo lo que nos rodea.

Asiento.

—¿Cómo se llama tu amiga?

—Nicole—dice—Su número esta dentro del bote de los ahorros por si la necesitas 

—¿Es bonita tu amiga?

—Si—afirma—Algo loca, pero es una buena persona 

—¿Cómo es? 

—Rubia de ojos verdes—bosteza—Ya lo conocerás, ella te va a cuidar hasta que yo vuelva 

—¿Me dejaras por mucho tiempo? 

—Solo horas—asegura—Cuando regrese una hermosa casa frente al mar te estará esperando y luego te construiré un castillo 

—Con que estés tu basta—le abrazo—¿Y los demás?

—Los demás esperaran—me muevo un poco—Cuando todo esto acabe todos estaremos reunidos y celebraremos con una parilla...

—Descansa papá—beso su frente arropándonos para combatir el frio de la noche. 

DICK 

Las Vegas

La muerte de  Kory me pego en el alma y por mas que me hubiera gustado derrumbarme, no podía tenia a mi hija a la cual debía poner a salvo. La pirámide del Joker ha tomado fuerza y mas que nunca tienen ganas de sangre. 

Buscaban a mi hija los tratos que se pactaron se tenían que cumplir y el Joker había firmando uno que era mi sentencia de muerte. 

—¿Estas segura?

—Si—insiste—Los rumores están más fuertes que nunca. La mafia ha pedido a los clanes que se preparen para un ataque.

—Puedo evitarlo. ¡Maldita sea¡—me exaspero—¡No acepto que no podamos hacer nada! ¡Puedo mandar más soldados, más seguridad! Wilson no puede salir de la cárcel

  —¡Más soldados? ¡Más seguridad? ¡No crees que ellos tiene sus propios soldados, sus propias armas?!

 —¡Entonces dime qué mierda vamos a hacer! ¡Es la vida de mi hija lo que está en juego!

—¡Nada puede evitar lo que va a pasar, Dick! ¡La mafia va a liberar a Wilson y va a generar una matanza brutal en todas las ciudades hasta encontrar a Mari!  ¡Van a buscarla en cada rincón del mundo hasta encontrarla! ¡Y cuando la encuentren, no tendrán piedad!

—Me niego—golpeo la pared— ¡No podemos permitir que eso suceda!¡Tenemos que hacer algo!

 —Hagamos lo que hagamos, Dick, no podemos evitarlo—estalla en cólera—¡No hay nada que podamos hacer! ¡La mafia es demasiado poderosa! ¡Y cuando Wilson salga, va a ser el fin. Van a buscar a Mari sin descanso, y si no la encuentran, van a quemar todo hasta encontrarla.

—¡No puedo aceptar eso! ¡Tengo que pedir apoyo a la FAES!. Ellos nos ayudaran 

—¡Mierda no!—grita—Entiende de una maldita vez la organización va por tu hija van a que quemar, matar a diestra y siniestra hasta tenerla. ¡La mafia no se detendrá ante nada para conseguir a Mari! ¡No les importa a quién tengan que atravesar, o quién tenga que morir! ¡Se enfrentarán a la FAES, a la Liga, a los Titanes, a quien sea! ¡No les interesa nada más que cumplir con los tratos que se pactaron!. ¡Y no les importa cómo lo consigan! ¡Son capaces de cualquier cosa! ¡De matar, de destruir, de arrasar con todo!

Me quedo callado, muevo la corbata que tanto me asfixia siento una bala en el pecho al ver a través del auto la sala de velación. 

—Por favor, entiende. No podemos evitar lo que va a pasar. Yo estoy en una posición muy baja, no tengo acceso a la información que necesitamos para defendernos.—suspira—Lo mejor para todos es que se escondan que dejen el ego de héroe de lado la organización reclama su cuidad. 

—No puedo evitar nada, pero tengo que sacar a mi hija de aquí. ¿Tienes algún dato que me pueda ayudar? ¿Alguna noticia útil?

—El Joker va a líder si caza—termina—La mafia planea moverse rápido una vez que  Wilson salga de la cárcel. Lo siento. No sé qué más decirte. Solo sé que tienes que ser cuidadoso. 

La llamada finaliza y su corta explicación me lleva al colapso Slade Wilson se alió con la mafia. Ahora todo tiene sentido Wilson le salvó la vida al Joker a cambio de prométeme la vida de mi hija.

Esa misma tarde después del entierro de mi esposa tome a mi hija y me escape de la cuidad. La huida con Mari fue un infierno. Recuerdo que tuvimos que cambiar de auto como cinco veces en una noche. Era como si estuviéramos en una película de acción, pero sin el guion. No sabíamos qué iba a pasar al minuto siguiente. Teníamos que estar constantemente en movimiento, cambiando de dirección, de coche, de ropa. Cada noche era una aventura, nunca sabíamos dónde íbamos a dormir o qué iba a pasar al día siguiente. Y luego, después de días de huida, llegamos a Las Vegas. 

 Fue como si finalmente hubiéramos encontrado un refugio. Nos instalamos en un pequeño apartamento y tratamos de empezar de nuevo.  Pero siempre estábamos mirando sobre nuestros hombros, esperando que la mafia nos encontrara.

Había trazado un plan si no podía evitarlo iba a retrasarlo antes de irme reforcé la seguridad  esperando que Wilson se mantuviera quieto. En cuento a los Titanes me fui, pero no sin dejarles  las armas y los planos que necesitaban para defenderse. Quería asegurarme de que tuvieran una oportunidad de sobrevivir, incluso si yo no podía estar allí para luchar junto a ellos.

Mari duerme a mi lado es difícil llevar esta vida de carencia pero tenia que eliminar cualquier tipo de rastro.

—Papi te quiero mucho—habla entre sueños

—Yo también, mi pequeña  

Beso su cabello mientras ella vuelve a dormir la idea de que llegue el día es asfixiante estaba tan asustado por su seguridad. El miedo me acecha constantemente. Sé que el día que Wilson salga de la cárcel, será el fin. Tendré que separarme de Mari para protegerla, y esa idea me llena de pánico. La situación es insostenible solo es cuestión de tiempo para que esto explote y de preferencia prefiero estar lejos del punto cero.

La luz de la ciudad de Las Vegas se filtra a través de la ventana de nuestro cuarto, la ciudad entera parece vibrar con una energía eléctrica, como si estuviera viva y respirando. El barrio donde nos escondemos es un reino de sombras, dominado por las pandillas es un lugar salvaje pero fue lo mejor que Nicole me pudo conseguir 

Su seguridad también esta en riego la pobre ya ni duerme pensando en el día en que le darán de baja a ella y a su organización parece un mujer fuerte pero con eso de que la Bratva tiene una nueva líder no se sabe como atacara al clan de los italianos 

Me levanto muy temprano en la mañana hago que Mari desayune para irme sin pendientes a mi trabajo de medio tiempo como cajero de un supermercado. 

Mis sentidos se activan al detectar el como hay personas que me persiguen sabía que me buscarían pero no sabia que seria tan pronto. De repente, el aire se vuelve denso y pesado, como si una mano invisible me estuviera apretando el cuello. Los pasos que resuenan en la distancia se convierten en un eco que late en mi corazón, cada uno un recordatorio de que estoy siendo perseguido. Las sombras en la pared parecen moverse, como si fueran serpientes que se deslizan hacia mí. Me tienen por ambos lados querían matar al agente de policía y por el otro lado Wilson quería derramar la sangre de mi hija 

Paso por las calles silbando fingiendo que nada pasa que es un día normal tomo el autobús entremezclándome con la gente. El día se me hace eterno entre pasar productos y atender clientes. 

Estaba exhausto camino de regreso a casa me demoro mas de lo habitual dejando pistas falsas, paso  a comprar la cena para sumergirme en aquel barrio. Dejo la amargura al abrir la puerta mi niña me salta encima emocionada porque regrese

—Papi—me abraza—Llegaste 

Le lleno de besos la cara y cenamos a juntos me cuenta su día y la escucho con atención. Logro hacer que Mari se acueste temprano la arrullo en mis brazos hasta que cae dormida 

Me meto al baño reparando mi reflejo en el desgastado espejo, lloro en voz baja mientras me sostengo del lavamanos. Con los ojos llenos de lagrimas guardo mi ropa eliminando todo rastro de que viví allí 

La desesperación me consume, me hace sentir como si estuviera perdiendo todo lo que amo, el dolor me golpea como un puñetazo en el estómago.

—Es hora—le aviso a Nicole—Avísales que estaré en Boston. 

—Dalo por hecho—informa—Consumado esta 

Le dejo una nota en la refrigedora a Mari, es de madrugada cuando meto mis ropa en dos maletas y me marcho a Boston. 

Para cuando llego al tercer día de haber viajado sin descanso ya es de noche la ansiedad me gana mientras bebo en el viejo sofá de la habitacion que estoy rentando. Mi hija ya debe de haber caído en cuenta de lo que pasa, confió en ella, Nicole ira por ella y la cuidara.

Agarro el teléfono y marco al único que no me juzgara.  

—Viejo—es Garfield—¿Dónde estas todos te estamos buscando como locos?

—Garfield—le corto—No tengo tiempo escucha con atención en mi computadora el archivo Covert Operations, ábrelo y envíaselos a los Titanes. La organización piensa liberar a Wilson no intenten detenerlo hagamos lo que hagamos el va a salir

—¡Estás bromeando!—se exalta—¡Oh, Dick, mi amigo, has perdido el juicio! ¡No puedes permitir que eso suceda!. ¡Liberar a Wilson sería un desastre! ¡Tu hija, Mari!

—Escúchame—suplico—No se preocupen por Mari ella esta bien la sacaran de Estados Unidos apenas esta locura empiece. Me preocupan ustedes en ese archivo están los planos de ataque esta todo lo que necesitan para sobrevivir. Avísales que se preparen que la organización viene con todo, no hay nada que podamos hacer 

—¡No pueden estar hablando en serio!

—Confió en ti Garfield no se que mas estén planeando pero se que van por todos, ódiame si quieres pero no puedo intervenir van de tras de mi hija. Asegúrate de que esos archivos lleguen a las manos de Bruce diles a todos los que tienen hijos que los escondan muy bien. Suerte te quiero hermano.... 

Cuelgo y estrello el teléfono contra el suelo, preparo el escenario el corazón me galopa con fuerza por cada segundo que pasa, soy el cordero que sacrificaran hoy, las cosa se van a poner feas Gotham ahora si que ardera.

Mi peor enemigo el alcohol me llena las venas mientras sostengo la cadena de Kory enredada en mis dedos

—Amor, dame fuerzas—le pido—Esto me esta matando 

Mi pie impacta contra el suelo, elimino todo rastro de Mari no queda nada de ella, borro los huellas que me llevaron a las Vegas. Mi hija desde ahora para mi no existe borrare el recuerdo de haberla conocido . 

El cigarrillo mezclado con el alcohol no ayudan a mis nervios, espero la traición, Nicole me va a vender a la mafia es el trato dejare que me capturen en Boston así comenzaran a buscar por aquí pensando que mi hija esta en esta zona.

Me pongo peor cuando escucho el peso de las botas miliares impactando contra el piso, la puerta es tirada abajo y el equipo del Joker se toma el lugar me levanto de golpe dejando caer la botella de vidrio. 

—¡Manos arriba!—exige—¡Al suelo o te vuelo la cabeza! 

Obedezco cayendo de rodillas apoyando los brazos detrás de la cabeza. La pistola se posa en mi frente como sello de condena. Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, como si la muerte misma me estuviera susurrando al oído.

—¡Registren todo, no dejen ni un solo rincón sin revisar!—ordena—¡No dejen piedra sin mover, registren todo hasta el último rincón!

La escena era de caos y destrucción, no se detuvieron hasta que no hubieron registrado cada centímetro del lugar. La habitación se convirtió en un campo de batalla, donde cada objeto era un enemigo que debía ser derrotado. 

Con una furia metódica, los soldados desmantelaron todo pedazos de madera, trozos de vidrio y papeles rotos cubrieron el suelo. Los soldados entraron en la habitación como un torbellino, derribando todo a su paso. Puertas se abrieron de golpe, mesas se volcaron y objetos se estrellaron contra el suelo. Los soldados registraban cada rincón, cada esquina, sin dejar piedra sin mover.

En la cocina, los soldados abrieron armarios y cajones, sacando platos, utensilios y alimentos. Uno de ellos incluso subió al techo y comenzó a desmontar las luces y los conductos de ventilación, en el baño, rompieron los espejos y los azulejos, buscando cualquier escondite posible. La habitación fue registrada de arriba abajo, sin dejar nada intacto.

—¡Nada! ¡No hay nada!—rugió uno de los soldados, lanzando al suelo una caja vacía

—¡Habla! ¿Dónde está?—presiona mas fuerte su líder—¡Vamos, habla! ¡No tenemos todo el día!

—No lo se—saco de casillas a todos

—¡Llévenselo!

Me esposaron con fuerza y me levantaron del suelo. Un grupo de soldados me rodeó, sujetándome con firmeza, mientras otro grupo comenzó a incendiar y destruir el lugar. Las llamas crepitaban y el humo llenaba el aire

Me arrastraron fuera de la habitación, finalmente, me tiraron dentro de una camioneta, que arrancó con un rugido, dejando atrás una estela de destrucción y caos. Me encontré en la oscuridad, rodeado de soldados armados, sin saber hacia dónde me llevaban. La camioneta avanzaba por un camino desconocido, mientras intentaba recuperar el aliento y procesar lo que estaba sucediendo.

—Grayson, Grayson—canturrea el castaño—Has firmado tu sentencia. Tu silencio será el veneno que te matará por dentro

El viaje en avión se me hace eterno el compartimiento es una porquería me duelen los brazos al tenerlos detrás y mi cabeza impacta contra el metal por las fuerte turbulencias 

Son horas en las que nadie descansa y el cielo se oscurece a medida que cae la noche, en medio del aturdimiento aprovechan para ponerme cadenas de metal. Entre varios soldados me obligan a avanzar por la selva, quienes no me guían no dejan de mirar atrás apuntando con sus armas en todas las direcciones. Después de casi media hora me adentran en una propiedad en ruina 

Las puertas se abren dándonos pasos y un pasillo lleno de hojas se extiende. Hay gente armada por todos lados y el fondo del salón esta lleno celdas con prisioneros que sacan las manos buscando salir.

—A las jaulas —ordenan—¡La pelea va a empezar!

Me arrastran por uno de los pasillos hacia las fosas subterráneas el aire es pesado y húmedo, y el olor a alcantarilla es nauseabundo. Me cubro la nariz con la camisa, pero no puedo evitar inhalar el hedor a descomposición y mugre.

A medida que descendemos, la oscuridad es total. Solo se escuchan los sonidos de pasos y respiraciones pesadas. Me tropiezo con los escalones irregulares, pero los soldados me sujetan con fuerza, sin permitirme caer.

De repente, a lo lejos, veo un destello de luz,  el destello se vuelve más brillante y entonces, escucho una voz. Es un presentador, con un tono de voz amplificado y dramático que habla de un lugar donde la supervivencia es la única regla, donde los fuertes dominan y los débiles perecen.

La luz se vuelve más brillante, y comienzo a ver sombras moverse, la voz del presentador se vuelve más fuerte, más urgente...

—Que empiece el baño de sangre—cierro los ojos —¡Métanlo al ring! ¡Queremos sangre!. 

Finalmente, llegamos a una especie de arena subterránea. El techo es bajo y la iluminación es tenue, solo unas pocas luces débiles iluminan el espacio. Me rodean unos 20 soldados, todos armados y con miradas hostiles. Me empujan hacia el centro de la arena, donde hay un grupo de personas más.

—¡Peleen para sobrevivir!

 Me doy cuenta de que vamos a ser obligados a pelear entre nosotros. Los soldados nos rodean, apuntándonos con sus armas. Uno de ellos da una orden, y los demás comienzan a cerrar un círculo alrededor de nosotros. Me preparo para lo peor, sabiendo que mi supervivencia depende de mi capacidad para defenderme.


Dedicatoria:

A medida que cierro este capítulo, quiero expresar mi profunda gratitud a todas las personas que me han acompañado en este difícil viaje de escritura. Ha sido un camino lleno de desafíos, pero también de crecimiento y aprendizaje. Y no podría haberlo hecho sin el apoyo y el amor de cada uno de ustedes.

Estamos próximos a llegar a la mitad de este viaje y estoy emocionada de ver cómo todo va tomando forma. Mi sueño más grande es terminar estos libros, no por fama o reconocimiento, sino porque es algo que me llena el alma. He recordado porque empecé a escribir en primer lugar y es porque me apasiona meterme en la cabeza de esos personajes, darles vida, hacerlos crecer y hacerlos tener tanta fuerza y ánimo.

Como muestra de mi gratitud, quiero empezar a dedicarles capítulos a aquellas personas que han sido fundamentales en mi vida y en este proceso de escritura. Y quiero empezar con una persona que es muy especial para mí, alguien con quien he compartido años de amistad, risas y lágrimas.

Amiga mía, este capítulo es para ti, que has sido mi roca, mi apoyo incondicional en este viaje, tus palabras de aliento, tus sonrisas y tus abrazos han sido el combustible que me ha permitido seguir adelante, incluso en los momentos más difíciles. Quiero agradecerte de corazón por haber estado ahí para mí en los momentos más difíciles, por haberme impulsado a levantarme y seguir adelante cuando todo parecía perdido. Tu apoyo y aliento han sido fundamentales para mí, y me siento afortunada de tenerte en mi vida. Además, eres una de las primeras que siempre ha leído mis locas ocurrencias y me ha dado su opinión honesta, lo que me ha ayudado a crecer como escritora. Tu amistad es un regalo precioso para mí, y espero poder devolverte todo el amor y apoyo que me has dado a lo largo de los años

Escribir este libro ha sido un proceso que me ha llenado el alma, me ha hecho crecer y me ha enseñado que la amistad es una de las cosas más bellas de la vida. Y tú, amiga mía, eres la personificación de esa belleza. Los personajes que he creado, tan fuertes y resilientes, me recuerdan a ti. A tu capacidad para superar obstáculos, para levantarte después de cada caída y para seguir adelante con una sonrisa en el rostro.
Gracias por ser mi amiga, por ser mi confidente, por ser mi hermana del alma. Este capítulo es para ti, con un abrazo que te envuelve y te dice: Te amo, te aprecio y te agradezco por estar en mi vida. 


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